Se trata de artículo-denuncia la sex-symbol Raquel Welch en el admite que casó cuatro veces. Pero afirma que el matrimonio es piedra angular de la civilización, institución esencial para la estabilidad de la sociedad.
Y la familia es santuario que salva a los niños de la anarquía. También denuncia la «liberación sexual» de los 60
eliminó la precaución y el discernimiento a la hora de elegir el compañero sexual, y que la falta de compromiso,
confianza y lealtad en las parejas que degenera en infidelidad. También dice que la píldora es
la expresión señera del sexo sin compromiso. Y denuncia que la separación de los aspectos unitivo y procreativo
termina habitualmente en desastre: personal, casi siempre, y familiar, muchas veces. Así, el camino fácil y amplio
de la infidelidad conyugal lleva a la degradación general de la moralidad.
Afirma también que la debilidad humana, es especialmente notoria en los jóvenes, y que el uso de los anticonceptivos,
lleva a la perdida del respeto a la mujer ya que se despreocupa de su equilibrio físico y psicológico; y la considera
como simple instrumento de goce puramente egoísta y no como a compañera, respetada y amada. Y termina:
En serio, si yo, una anciana sex symbol, agita una bandera roja advirtiendo que las normas morales han caído,
deberíais caer en la cuenta de la cosa está mal. De hecho, precisamente por la imagen sexy que he tenido
es importante que os diga: ¡vamos chicas!, es hora de dejar de quejarnos. Somos capaces de hacerlo mejor.
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