jueves, 31 de mayo de 2018

Irlanda se suma al genocidio

Mi amigo Goyo, ilustre segoviano, me envía a Molinoviejo este artículo. Dice que espera que lo publiquen en la prensa local. No sé, Goyo, no sé. Todo lo que escribes es cierto y evidente, pero quizá por eso sea mejor no difundirlo. 
Durante estos días de mayo han visitado la ermita de Molinoviejo más de tres mil personas. la mayor parte niños y niñas de colegio. Me habría gustado sacarles una fotografía y publicarla en el globo, pero enseguida me advirtieron que es ilegal fotografiar la cara de un niño sin el permiso expreso de sus padres. 
Vivimos en un mundo raro: fotografiar a un niño puede ser un delito. Abortarlo,en cambio, un derecho. 

El pasado día 25 de Mayo se votó en Irlanda la despenalización del aborto. Era de los pocos países que quedaban en Europa donde se contenía la barra libre de la muerte y, lamentablemente para Irlanda y para Europa, el resultado fue sí al aborto; si a la muerte de inocentes.
He pensado mucho el porqué del sí al aborto en casi toda Europa y llego a la conclusión de que vivimos en una sociedad anestesiada por una alta renta per capita pero despojada del más mínimo sentido trascendental y ético de nuestra existencia. Y, por supuesto, vivimos sumidos en el engaño y las medias verdades que confunden y no ayudan a encontrar la verdad.
La primera mentira que nos encontramos cuando se habla de aborto provocado es el lenguaje, siempre se habla de IVE ( Interrupción voluntaria del embarazo ) cuando, en realidad, lo que se hace es acabar dentro del seno maternal con la vida de un inocente.
Otra de las grandes verdades que interesadamente se esconden es el estado anímico en el queda una madre después de abortar. Como dice un gran médico próvida Español “después de un aborto, alguien siempre sale llorando” y, es verdad, las heridas psicológicas en la madre pueden durar toda la vida. Esta realidad también se calla.
Otro aspecto que deberíamos considerar es que, un aborto, siempre es violento. Desde la aparentemente “suave” píldora del día después hasta los métodos de siempre que conviene recordar para hacernos caer en la cuenta de que el IVE no es tomarse una aspirina. La píldora del día después suele producir hemorragias y desarreglos hormonales intensos en la madre, y no es para nada rápido y sencillo como nos tratan de hacer creer.
Los métodos con los que se practica abortos son todos ellos crueles, en los que el feto sufre y siente dolor y que, básicamente, son:
la inyección salina: método por el cual se abrasa al feto inyectando a la madre una solución salina que quema y mata al bebé.
el curetaje: que consiste en descuartizar al niño dentro del vientre de la madre. la aspiración: como su nombre indica consiste en aspirar al niño como si fuera basura. Este último método se emplea en embarazos avanzados y consiste en el parto parcial, básicamente se deja nacer al niño al que previamente se ha aplastado la cabeza o algún órgano vital.
 Por eso creo que toda niña debería ver como queda un feto después de alguno de estos métodos para formarse una idea en la cabeza de lo que es un IVE. Debería ser de obligado conocimiento el vídeo del “El grito Silencioso” del Dr. Nathanson.
 También es una realidad que en ninguna clínica donde se practican abortos se permite a la madre mirar al cubo de basura donde se arrojan los restos de su bebé.
Estas realidades deberían ser sabidas y conocidas por todos los jóvenes Europeos pero, sin embargo, se callan y se ocultan por intereses comerciales y un falso sentimentalismo social que, por no herir sensibilidades, desinforma y confunde.
Además de todos estos argumentos y teniendo claro que asesinar a un inocente nunca puede ser un derecho. El enfoque verdaderamente humano de un embarazo no deseado debería ser el de ayudar y dar soluciones reales a una madre cuyas situaciones pueden ser, en muchos casos, muy desesperadas. Quiero agradecer la gran labor social que las asociaciones próvida en España y en Europa hacen diariamente donde ayudan de forma incondicional a las madres a darse cuenta del gran tesoro que llevan dentro y no empujarlas al brutal proceso de matar a su hijo.
Además hay otro argumento socioeconómico y es que, el aborto, está produciendo en Europa un desierto demográfico. Por poner un ejemplo, sólo en España se producen al año 95.000 muertes de inocentes mediante el aborto. Estos 95.000 inocentes garantizarían el relevo generacional y el pago de las pensiones futuras pero, nuestros miopes políticos, creen que un problema ético a largo plazo se puede resolver con subidas de impuestos a corto. Tampoco se dan cuenta de que si no nacen niños, o los continuamos asesinando antes de nacer, y no favorecemos la natalidad, y paramos el genocidio silencioso del aborto, ninguna nación tendrá futuro a medio plazo y, por su puesto, nos enfrentamos a ser engullidos por otros que a sólo unos miles de kilómetros tienen claro que abortar es un crimen.
Por eso el si de Irlanda es triste y preocupante. Es triste para Irlanda y es triste para Europa, si no empezamos a llamar a las cosas por su nombre y seguiremos anestesiados con términos que esconden la verdad y tranquilizan nuestras conciencias acabaremos cayendo al abismo. GOYO DE FRUTOS

miércoles, 30 de mayo de 2018

A Aníbal Barca... Odio eterno y hamburguesas

Mi General:
Tenía ganas de enviarte un e-mail desde hace meses, más que nada por aquel famoso juramento que te obligó a hacer tu padre Amílcar. Juraste "odio eterno a los romanos". Al menos, eso decía el libro de historia que yo estudié a los 11 ó 12 años. Poco más aportaba aquel manual; sólo que destruiste la ciudad de Sagunto, que por entonces era un enclave de Roma, y que, para rematar la faena, decidiste marchar sobre la Capital del Imperio atravesando los Alpes con cuarenta elefantes y treinta mil soldados de infantería. 
No sé si me sorprendió más la ruta elegida o el medio de transporte, pero un día cayó en mis manos una biografía tuya y empecé a tomarte en serio. Me enteré de que fuiste un aventajado discípulo de Alejandro Magno, un estratega colosal, audaz y astuto en tus planteamientos y casi invencible en el campo de batalla. Aún se preguntan los historiadores por qué te quedaste a las puertas de Roma. Un paso más y habrías cambiado la historia de Europa.
Pero volvamos al famoso juramento. ¿Odio eterno? No es que me asombre demasiado. Desde el penoso incidente de la manzana en el Paraíso terrenal, los hombres tenemos la insana costumbre de formar bandos irreconciliables para atizarnos sin piedad: romanos y cartagineses, capuletos y montescos, béticos y sevillistas, de Joselito y de Belmonte, de Pedro y de Mariano… Y no es que la rivalidad me parezca mal. Al contrario, la competencia casi siempre es sana, deseable y compatible incluso con la amistad más entrañable. Pero odiar es otra cosa. Te lo diré con claridad: nada hay más diabólico que el odio.
Odiar significa querer aniquilar al odiado; desear que el otro no exista, que desaparezca para siempre de nuestro horizonte.
Para odiar al prójimo es preciso verlo como objeto, no como persona. Mi amiga Maica, a sus trece años, asegura que odia las hamburguesas con mostaza, las mates y las canciones de Amaral. Se trata de "odios" efímeros —a saber qué pensará el año próximo—, pero no por eso menos auténticos. Maica querría alejar de su vida para siempre esos infames "objetos", aunque, para algunos, puedan ser objetos de deseo.
Se ha dicho que del amor al odio solo hay un paso. La afirmación vale para quienes confundan el amor con la simple atracción sensual, con el afán de poseer a una persona para gozar de ella. Ese amor erótico no comprende que las personas no se desean como simples objetos, se aman. Y amar es entregarse, desvivirse, y mirar a los ojos de otro hasta comprender que allí hay algo divino, un abismo infinito en el que es posible sumergirse sin miedo, porque no envejece.
No, querido Aníbal. No es posible odiar a quien vemos como una persona, como un ser creado a imagen y semejanza de Dios. Por eso el Señor no sabe odiar. Él es todo Amor, y entre ese Amor, que en Dios se desborda, y el odio, que es patrimonio de Satanás, hay más que un paso: hay una distancia  infinita.
Ahora debería preguntarme por qué esta epidemia de odios que parece crecer sin freno en el siglo XXI. Y tendría que hablar de los llamados "delitos de odio", que son una novedad en las legislaciones penales; de la violencia doméstica, del machismo desatado y del hembrismo frenético, de los niños maltratados o profanados; de las fobias ideológicas, de casta o de nación.
¿Qué nos está ocurriendo? Es evidente, mi general: cuando se expulsa de la sociedad al Creador, se apaga en el prójimo esa chispa divina que lo hace único porque Dios lo ama como si no existiera nadie más en el mundo, y se convierte en simple objeto: útil o inútil; agradable o molesto; hermoso o deforme; simpático o insoportable… Ya podemos utilizarlo, gozar de él u odiarlo sin alterarnos demasiado. Sólo es una cosa.
¿Odio a los romanos? Valiente bobada. "Los romanos" en general no son nada; es sólo una cómoda etiqueta que ponemos para despersonalizarlos y poder odiarlos sin cargos de conciencia, igual que Maica odia las hamburguesas.
Si aprendiéramos a mirarnos a los ojos como Dios nos mira, uno a uno, empezaríamos a amar de verdad y entonces las cosas serían muy distintas.

martes, 29 de mayo de 2018

A Aldous Huxley. Feliz anestesia

Desde que Hobbes escribió "El Leviatán" en 1641, todos los escritores de anticipación —los futurólogos—  coincidís en que nos aguarda un porvenir sombrío. Al parecer estamos destinados a ser esclavos de un poder que crece y crece, y que acabará por controlar las vidas y las conciencias de sus súbditos.
Es lo que sostiene Orwell en su famosa novela "1984".  El escritor británico imagina una nación encarcelada por "el gran hermano" que  todo lo ve, todo lo sabe, todo lo fiscaliza, y castiga hasta los malos pensamientos.
Orwell escribía en 1948, en plena expansión del comunismo estalinista, y supuso que el mundo acabaría hecho pedazos por las guerras nucleares, y los supervivientes vivirían encerrados en un inmenso y sucio gulag sin escapatoria posible. 
Gracias a Dios, el comunismo saltó por los aires y los negros auspicios de Orwell también. Tú fuiste mejor profeta a pesar de haber escrito mucho antes que él.
Tenía yo 16 ó 17 años cuando leí "Un mundo feliz", tu novela más conocida. La compré a  precio de saldo en el quiosco de la estación de ferrocarril pensando que se trataba de ciencia ficción. Supongo que me engañó el dibujo de la portada. Pronto me di cuenta de que tenía entre mis manos un peligroso veneno.
Me la bebí de un tirón con cierta sensación de culpa. Creo recordar que, al acabar, la tiré por la ventanilla del tren o la olvidé voluntariamente en el vagón.
Han pasado 60 años. Ahora he vuelto a repasarla en formato digital y compruebo que aún se conserva casi intacta en mi memoria. 
"Un mundo feliz" es una parábola brutal, una profecía lúcida y terrible que habla de un futuro muy lejano, del año 632 de la "era fordiana". También es un cuento desagradable que produce rechazo a cualquier lector con un mínimo de sensibilidad, pero no diría que es inmoral. Se trata más bien de una bebida amarga que sin embargo puede servir para despertar conciencias adormecidas.

Tú vaticinas una tiranía muy distinta a la de Orwell. En tu mundo feliz los esclavos besan la mano de su dueño y señor. Es una dictadura amable, que reparte sonrisas y proporciona todo lo que un ciudadano-mascota puede desear: alimentos exquisitos, pornografía gratuita, sexo variado y obligatorio, un menú ilimitado de experiencias sensoriales, buena salud y una droga mágica —el "soma"— que proporciona felicidad por horas sin efectos secundarios.
En ese "mundo feliz"  los niños no nacen; se fabrican en serie sin padre ni madre, sin familia y sin más ideas que las que reciben en su etapa embrionaria en forma de eslóganes. Es un mundo con castas, pero ya no hay envidias; todos aceptan risueños su situación en el mundo.
He escrito el párrafo anterior de corrido, y, por un momento he sentido la extraña impresión de que, en realidad, "el mundo feliz" está ya aquí. Nuestro envidiable "estado del bienestar" camina en esa dirección.
Tú me enseñaste que, para domesticar al hombre, es inútil encadenarlo.  El marxismo, con todo su poder, no logró anular la libertad interior de millones de personas. Sin embargo, un materialismo opulento centrado en el placer como supremo bien; una sociedad de derechos a veces imaginarios, con un Estado-nodriza guardián de las "libertades", que sustituya a la familia y sea maestro de moral, puede conseguir que los hombres dejen de buscar la verdad y el bien, que se despreocupen del sentido de su vida y se conviertan en esclavos de sus pasiones, en seres conformistas, inmaduros, y manipulables como mascotas.
En tu novela, querido Aldous, hay sólo un hombre libre: un "salvaje" que se rebela contra esa sociedad anestesiada, y lucha porque cree en Dios, en el amor y en la verdad. En él nos vemos reflejados los cristianos. Ojalá, querido amigo, sepamos estar a la altura y enseñemos a los anestesiados la gozosa asignatura de la libertad. 

lunes, 28 de mayo de 2018

A Lázaro de Betania... Ser amigo

Querido Lázaro:
Dice el Evangelio de San Juan que fuiste amigo de Jesús; no discípulo ni pariente ni seguidor ni apóstol, sólo amigo. Seguro que te conformas con ese honor entre otras razones porque ser amigo de Dios supone poseer los demás títulos en grado máximo.
Eras el hermano menor de Marta y María; por eso te citan siempre en tercer lugar. Marta, una mujer hiperactiva, aparece en el relato de San Lucas desviviéndose por atender a Jesús en vuestra casa de Betania. María, en cambio, sentada a los pies del Maestro, escuchaba y contemplaba el rostro de su Amigo. Ese día aprendimos todos que algunas veces trabajar puede ser una forma de perder el tiempo y, en cambio, que cuando se mira, se escucha y se ama, se acierta siempre. Pero ésa es otra historia sobre la que tal vez escriba más adelante.
Cuánto me gustaría tener una conversación a solas contigo, querido Lázaro, para que me expliques cómo llegaste a ser amigo del Señor hasta el punto de lograr que viajara desde Perea a Jerusalén para resucitarte de entre los muertos arriesgando su propia vida cuando todos "le buscaban para matarlo".
Reconozco que a mí también me gustaría devolver la vida a algún amigo fallecido inesperadamente.  Un poeta español, Miguel Hernández, tuvo la misma descabellada idea. Lo cuenta en su elegía a Ramón Sijé, su compañero del alma, muerto "como el rayo" en Orihuela. Explica el poeta que querría "escarbar la tierra con los dientes, minar la tierra hasta encontrarlo, ydesamordazarlo y regresarlo. Y termina su elegía con unos versos inolvidables:A las aladas almas de las rosas... del almendro de nata te requiero: que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero.  
Yo querría ser "amigo" así, pero amigo del Señor, como tú lo fuiste. Aunque quizá no baste con querer. Lo que importa es que el mismo Cristo te reconozca como tal; es decir, que te escoja de entre la multitud —porque los amigos se eligen— y que, cuando te encuentres desnudo ante él para ser juzgado, te llame "amigo" y te trate como se trata a uno de sus predilectos.
He leído que la amistad es una forma de amor que suele darse entre personas afines, quizá entre compañeros de profesión o de estudios, o entre quienes comparten unos mismos ideales en la vida. Cuando dos personas aman a la par las mismas cosas y luchan por conseguirlas, es fácil que nazca entre ellos un afecto recio y sólido, no cimentado en suspiros o declaraciones de amor, sino en la fidelidad diaria a esos ideales comunes. Lo dice el propio Miguel Hernández de su amigo Ramón, "con quien tanto quería".
¿Es posible ser amigo de Jesús así? Cabría pensar que no. Quizá tenían razón los antiguos cuando afirmaban que solo entre "iguales" puede nacer una verdadera amistad; pero Cicerón añadía que, algunas veces, el afecto que une a dos personas de distinta estatura o dignidad puede nivelar las diferencias engrandeciendo al pequeño sin que el grande pierda un milímetro de estatura.
Tú, querido Lázaro, seguro que tuviste muchos amigos y amigas desde pequeño; amigos en el trabajo o en el estudio, amigos en tu aldea o en tu familia, amigos de tus amigos… Y, en la adolescencia, que es cuando nacen las amistades más sólidas y los amores más apasionados, compartiste penas, inquietudes, alegrías y sueños con unos pocos muchachos de tu edad. Hasta que un día conociste a Jesús.
Quiero creer que él fue uno de esos amigos; que jugasteis en Betania y en Jerusalén, que crecisteis a la vez ¿Estuviste con él en el Templo el día en que se escapó de la caravana y sus padres lo buscaron angustiados por toda la ciudad?
¿Qué cosas te contó el Señor en confidencia de amigo? Y tú ¿le abriste también tu alma? ¿Conociste a su Madre, la Virgen Santísima? ¿Hablasteis de Ella? ¿Cuándo descubriste que en Jesús había un misterio, un abismo infinito de amistad en el que podías sumergirte sin miedo?
Me gustaría ser tu amigo, querido Lázaro. Ya sabes: "los amigos de mis amigos son mis amigos", y yo quiero compartir contigo a ese Dios-Amigo que puede resucitarme cuando lo necesite.

domingo, 27 de mayo de 2018

Querido Tadeo

Ya eres mi superhéroe favorito. Hasta hace poco, en mi ranking personal de personajes en 3D figuraba en primer lugar Míster Increíble, aquel gordinflón bondadoso de fuerza descomunal que arrancó de cuajo un árbol enorme para recuperar al gatito de una anciana y cinco minutos después evitó una catástrofe ferroviaria deteniendo un tren en marcha. Mr. Increíble estaba casado con otra superheroína,  Elastigirl, de la que también soy fan desde que vi su película.
Pero lo tuyo es diferente.
Me caes bien porque naciste aquí. Eres un héroe made in Spain, dibujado, ideado, dirigido y producido por delirantes mentes carpetovetónicas. Vi tu primera peli hace un par de días. No es que me apeteciera mucho, pero mi amigo José Luis me había sugerido que te dedicara una de estas cartas mensuales, y lo hago ahora con mucho gusto.
Tadeo, me has convencido. Eres un gran tipo. Tú no necesitas volar como Superman ni trepar por las paredes como Spiderman. Tampoco manejas automóviles fantásticos ni recurres a sofisticadas armas de destrucción masiva como las de Batman. Eres un simple albañil que sueña con ser arqueólogo como Indiana Jones y descubrir tesoros luchando contra los malos.
¿Armas? En tu trabajo manejabas bastante bien la excavadora, pero la dejaste pronto porque técnicamente eras un pringao con sueños de superhombre, y el capataz de la obra nunca comprendió que tus meteduras de pata y tus despistes laborales eran consecuencia de la grandeza de tus ambiciones. Así que te puso de patitas en la calle. No te importó: tus sueños continuaron intactos y, con la ayuda de un loro mudo, un perro y un sombrero viejo como el de Indiana, perseveraste fiel a tu vocación, luchaste contra los malos, te aliaste con las momias, conquistaste a tu dama y salvaste el mundo.

En efecto, querido Tadeo: lo tuyo era ser héroe, aun siendo pequeñajo, no demasiado listo, torpe y sin poderes suplementarios. Desde muy pequeño sabías que ésa era tu verdadera vocación, tu identidad secreta. Y te cambiaste el nombre y pusiste tu vida entera al servicio de ese sueño.
Por eso te escribo. Quería decirte que no eres un tipo raro, ya que en el fondo todos tenemos vocación de héroes. Cuando los chicos y las chicas llegan a la adolescencia —esa edad tan denostada por muchos y tan llena de vida— quizá comienzan a intuir que no están en este mundo para vegetar confortable y plácidamente. Comprenden que su existencia debe tener un sentido heroico y fecundo. Se sienten llenos de fuerza, capaces de lograr cualquier meta. Y sueñan con dar fruto en el trabajo, en el amor y en mil batallas que su fantasía les sugiere.
Los adultos deberíamos comprender que nunca es lícito destruir esos sueños. No podemos sofocar impunemente el fuego que comienza a arder en el corazón de los chicos. Cortar las alas es una cirugía  triste y cobarde. Sin embargo es evidente que muchos padres y educadores están empeñados en esa lamentable tarea.
Jesús dijo en cierta ocasión: "el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí, la encontrará". Ésta es la cuestión y parece que no acabamos de enterarnos. Enseñamos a los adolescentes a "conservar" su vida, es decir, a no correr riesgos, a gozar —moderadamente, of course— de los placeres más elementales, a trabajar poco y a ganar pasta sin sobresaltos. Nadie les explica en cambio cómo pueden entregar la vida gastándola libremente por amor.
Dios, nuestro Señor necesita, ahora más que nunca, un millón de héroes como tú. Él quiere formar parte de esas fantasías "insensatas" que nacen muy pronto y van tomando cuerpo si el soñador sabe ser generoso. Jesús mismo aviva el fuego y se hace oír por quienes tengan el oído atento: "he aquí que estoy a la puerta y llamo —dice la Escritura—. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré y cenaré con él y él conmigo".

sábado, 26 de mayo de 2018

LA TALA


Tres días duró en la isleta el estruendo de las hachas, y crujieron al tumbarse los gruesos troncos, y volaron todos los pájaros menos las tijeretas, que no se van de sus nidos aunque las maten, y se quedaron por allí chillando, sobre las ramas mustias.
        Aquella era una desolación. El Guayacán duro, el Algarrobo dulce, el Quebracho tenaz, el Cedro valioso, el Jacarandá florido y el Ñandubay añudado, los forzudos del monte, habían caído. Sólo quedaban en pié el Ombú inútil y el Abrojo dañino.
        -¡Lo que yo siempre he dicho, mi compadre! –gritó el Abrojo-. En esta vida los únicos que sobreviven son de dos clases: los que no sirven ni para leña, como usted, y los que muerden a todos, como yo.
        Pero sucedió que con los árboles martirizados se hicieron muebles finos, vigas inmortales y durmientes eternos: y después los obrajeros pegaron fuego a la isleta talada, y del Ombú y del Abrojo no quedaron ni las cenizas

P.Castellani.

viernes, 25 de mayo de 2018

Yo también lloré con Bambi... by Enrique M.

Querido Walt Disney:
Se han cumplido 75 años desde el estreno de Bambi. Fue uno de los primeros largometrajes de dibujos animados que tú dirigiste. Mi madre me llevó a verlo en el "Gran Cinema Las Arenas". El local estaba abarrotado de niños más o menos de mi edad, todos la mar de emocionados porque nos habían dicho que la peli era preciosa.
Bambi era un cervatillo encantador, tímido e inseguro, de ojos enormes y tiernos, que vivía con su madre en el bosque. Tenía unos amigos inolvidables, como el conejo "Tambor", la mofeta "Flor" o la cervatilla "Faline". Sin embargo ninguno de ellos le enseñó tantas cosas útiles como su madre.
Hasta que un día…, —¿por qué fuiste tan cruel, querido Disney?— llegaron los cazadores. La mamá de Bambi los olfateó en el aire y apremió a su hijo para que corriera lo más rápido posible. Ella hizo lo propio, pero un disparo certero acabó con su existencia. Bambi, que aún no sabía nada de la vida y la muerte, comenzó a llamarla angustiado. En ese momento todos los niños del mundo lloramos a moco tendido.
Fue tal el éxito de la película que, a partir de entonces, la "Factoría Disney" llenó de animalitos las pantallas de Europa y América. Hubo elefantes y leones bondadosos, peces encantadores, aves charlatanas, osos amorosos, ratones traviesos y así sucesivamente. Un desastre.
Entiéndeme querido amigo, no tengo nada contra los dibujos animados ni mucho menos desde que aparecen en 3D gracias a las nuevas tecnologías. Pero me pregunto si no os habréis pasado de la raya por culpa de la ola post romántica que nos invade.
El romanticismo, como es sabido, fue un gran movimiento cultural revolucionario, contrario al frío racionalismo de la Ilustración, que transformó la literatura, la música, la pintura, la política, la moda, las relaciones humanas…, y continúa afectando, dos siglos después, al cine, a los comics, a la educación y hasta a las nuevas tecnologías.
En pocas palabras, el romanticismo supuso una híperexaltación de los sentimientos hasta situarlos como único referente ético, estético, político o moral. La verdad quedó relegada a un segundo plano. Sentirse bien era lo que importaba. Para un  romántico, lo que uno siente o "se siente" prevalecerá siempre sobre "lo que uno es".
A ver si un día de estos me decido a escribir algo sobre el romanticismo y los nacionalismos, una cuestión apasionante y muy actual. Ya sé que caeré voluntariamente en la fosa de los leones, pero quizá sean leones bondadosos como los tuyos, querido Disney.
Entre las últimas manifestaciones del romanticismo materialista están los movimientos animalistas más o menos radicales. Sus militantes suponen que como los animales tienen sentimientos, hay que convertirlos en sujetos de derechos, ya que, al fin y al cabo, no se diferencian de nosotros: el espíritu no existe; solo la compasión, la ternura, la sensibilidad.
─¿La dignidad humana, dice usted? ¿Y por qué el hombre va a tener más dignidad que una foca o que ese toro o esa vaca de mirada melancólica y húmeda a la que asesinamos para devorar su solomillo? ¿Y cómo no voy a mimar a mi mascota y comprarle un jersey de cachemir y darle besitos en sus adorables morritos? Y no me hable usted del aborto, que los fetos no tienen sentimientos. Por tanto no cuentan hasta que yo lo diga.
No sé, mi querido Disney, si tienes algo de culpa en todo esto. Te escribo a ti y no a don Juan Tenorio, a Brahms o a Gustavo Adolfo Bécquer —otros ilustres románticos— porque tú me caes bien y me has hecho disfrutar con tus historias durante muchos años.
Dicen tus fans que no estás muerto, que te conservan congelado y te despertarán cuando haya una forma de curarte. Es falso, claro. Yo deseo y espero que Dios te haya recibido en el Cielo y premie las muchas obras buenas que hiciste con tu talento aquí en la tierra. 
Y, por supuesto, siempre nos quedará Mickey Mouse.

jueves, 24 de mayo de 2018

El fango


Papá, ¿voy a la cañada?
-No.
-¿Por qué?
-Porque no.
-No me voy a ahogar. ¿Vos no sabés que el dicho dice “¿Cómo sería la cañada, si un gato cruzó a rebenque?”. No me llega ni a la rodilla.


-Vos te reís de la cañada… Yo te voy a contar un caso que te va a hacer temblar.
El inglés Tedy Reale, administrador del ingenio Los Tilos, que le llamábamos Tero Rial –vos no lo conociste, fue antes de nacer vos-, se entró un día en la cañada… Le quebró el ala a una garza blanca y entró a buscarla. Una garza blanca vale 200 pesos, y además era capricho de cazador sobre todo. Tero Rial era un gran cazador y creía conocer todos los secretos del monte; y los del monte sí los conocería, pero los secretos de la cañada, los secretos del fango, no los conoce a fondo nadie. No tienen fondo. El peón que llevó con él era también forastero. Y dijeron: “El agua nos llega cuando más a la rodilla”.
La garza herida se fue aleteando cada vez más para adentro. ¿Qué anchura tiene la cañada? ¿Quién lo puede saber? En tiempo de seca tendrá media legua o tal vez una. Pero en tiempo de lluvia todo el bajo se inunda. Y cuando encima el río Amores se desborda, ¿quién puede saber las leguas de agua y de barrizal que se extienden debajo del manto verde y mentiroso del aguapé que la cubre? Toda se llena de juncos y totoras, que parece un campo de avena. Un lindo campo. En la paz de la tarde tranquila, el sol lo barniza y el viento mansamente lo ondula. Arriba todo es hermosura y encanto. Las flores blancas y moradas. Los flamencos color de rosa, que parecen también flores grandes vivas. Los patos, las garzas moras, los tuyangos. Un pechocolorado, que se levanta piando y vuela en círculos gozosos. Un charquito color azul aquí y allá donde se pinta el cielo. Y debajo de toda esa hermosura, el barro, el barro hediondo, quién sabe los metros de barro. Así es el vicio. Así es un vicio que vos no conocés todavía.

Pero el inglés calzaba botas y la garza estaba cerca tentándole la codicia. ¡Linda la garcita blanca, delicada y graciosa! Se encaprichó por ella el inglés, que era tozudo. Y van y van. A ratos con dos palmos de barro, y a ratos por casi seco, lo cual los aseguraba. Así es él: ésa es la mentira diabólica del pantano. Así pasa también…
-¿La agarraron, tata, la garcita?
-No sé. ¿Qué importa eso? Un de repente llegaron a una mancha de cañas, y allí pisaron en firme y miraron alrededor. Dijo el peón:
-Nos volvamos, patrón.
Y el inglés dijo:
-¿Qué es aquel grupo de árboles que está allá enfrente? ¿No es el cauce del Amores?
-Se me hace que debe ser –dijo el otro.
-Hay que cruzar la famosa cañada y llegar allá –dijo Tero Rial-. Queda cerca.
Cuando Tero Rial decía Hay que, ya no había vuelta que darle. “¿Queda cerca!” ¿Vos no habías visto en la pampa lo que pasa, un ranchito o unos árboles que parecen que quedan cerca, y uno camina y camina y no llega nunca? Es la otra mentira del pantano. Allacito no más está la dicha y uno mira y desea, y corre y corre, y nunca, nunca, llega. Y las piernas se hundían cada vez más y el barro era más chirle y pegajoso.
-Nos volvamos, patrón.
Pero el inglés maldecía y seguía adelante. Los árboles estaban allí mismo. Procurar pisar siempre arriba en las totoras. Cuidado, plaff… 


Un charco encubierto, no hay que asustarse, un remojón no más… aunque se han mojado hasta los cartuchos de la canana, maldito sea. Ahora un rodeo, hay allí una res muerta y una pestilencia insoportable… Nos volvamos patrón.
Volverse sí. El rostro del patrón estaba sombrío y bañado en sudor. Pero volverse, ¿era ya posible? La noche se venía corriendo encima y era mejor hacer un esfuerzo sobrehumano y alcanzar, aunque sea reventados, las orillas de allá, que estaban ya mucho más cerca que las de acá. La resolución era desesperada, pero ya no se podía discurrir otra. Si es que aquellas cabezas donde el Espanto había ya echado sus sombras tremantes y traidoras estaban ahora para discurrir.
En efecto, la Cosa Espantosa sucedió. Cayeron en un limazal y se hundieron hasta las caderas y cayó la noche sobre ellos. La luna con su inmenso manto de plata reverberante y las estrellas que se miran en las aguas como en un espejo de acero contemplaron impasibles los manoteos, los chapuzones, el caer de lado y de bruces en el barro, el romperse de las lianas a que se agarraban, la desesperación de los que sienten el piso ceder pulgada por pulgada, la agonía de los cuerpos vivos engullidos por la boca babosa y fatal de la laguna. Y oyeron gritos de horror y maldición desesperadas.
-Máteme, patrón. ¿Le queda algún cartucho? Tíreme, por favor.
Después cesaron los gritos. La cañada es mala y va poquito a poco. La cañada es mala y traidora y enemiga de la especie humana. Nadie puede comprender la agonía de aquella noche. De repente, en medio de la fúnebre pompa del plenilunio, una voz de golpe empezó a cantar. Era el peón Benito. Estaba loco. Y entonces la cañada diabólica empezó a cantar también. Cantó perversamente, con sus 
 millares de grillos, de sapos, de ranas, de juncos que bisbisean, de aguas que gimen, con la voz de los millares de ventosas de barro que engluten. Glu, glu, glu, decía la cañada. ¿No lo has visto al loco Benito, el pobre viejo, cómo aúlla todas las noches de luna llena, sintiendo dentro de su cerebro el horroroso canto del triunfo de la cañada? El dice que la oyó cantar, que decía Glu, glu, glu, que se reía. Y es cierto que la oyó cantar…
-¿Cómo salió, Tata?
-Salió solo. No se sabe cómo salió. Del pantano, si uno no sale solo –y es un milagro de Dios-, ningún otro lo puede sacar; a caballo ni a pie no se puede ir, en barca no se puede ir…
-¿Y el inglés?
-¡Y nosotros que los andábamos campiando por el monte! Jamás pudimos imaginarnos que estuviesen en la cañada, después de tantos avisos… hasta que oímos el tiro de la escopeta Martín del inglés, que tenía voz poderosa, jamás se nos ocurrió que…
-Tata, pero el inglés, ¿qué se hizo?
-Mirá, ¿ves aquella escopeta herrumbrada en un rincón? Una vez, tres o cuatro años después, hubo un riada grande del Amores, venían por el río camalotes boyando llenos de víboras, juncos y basura. En uno de ellos –yo lo encontré- venía esa escopeta y al lado un cráneo partido de un balazo. El resto del inglés, hasta los huesos se los había tragado el pantano.
-¡Tata! –dijo el Gurí apartando los ojos y estremeciéndose todo-. ¡Qué feo! ¿Por qué la guardaste?
-Para mostrarla a mis hijos y decirles: todos los que se entran adrede en el pantano de la lujuria han dicho siempre: “Hasta allí no más voy a llegar. El barro no me llega más que hasta la rodilla”.

P.Castellani.

miércoles, 23 de mayo de 2018

lunes, 21 de mayo de 2018

domingo, 20 de mayo de 2018

Kimberly Hahn


Kimberly Hahn nació en el seno de una familia presbiteriana practicante. Su sueño era convertirse en pastor protestante, como su padre. Se casó con Scott Hahn, que llegaría a ser también pastor. Pero, poco a poco, Scott fue encontrando argumentos sobre la fe católica que le llevaron a entrar en la Iglesia católica. Kimberly no quería abandonar la fe de sus padres, pero —después de tres años de lucha— se rindió ante lo que el Señor le pedía.

sábado, 19 de mayo de 2018

Shavuot: el poder de la transmisión

Estamos celebrando Shavuot, también conocida como la fiesta de las semanas; recibe este nombre debido al tiempo transcurrido entre esta fiesta y la festividad de Pesaj. Durante este tiempo los judíos conmemoramos el tiempo transcurrido entre la salida de Egipto hasta llegar a la tierra de Israel. Y es en estas fechas, según la tradición judía, en las que se finaliza la lectura del Pirke Avot , las Máximas de nuestros Sabios, libro que contiene las bases de la ética judía y que, según la tradición, los judíos de todo el mundo deben estudiar. Hoy son los más jóvenes los que nos explican algunas de sus máximas y principios .

Shavuot es la segunda de las tres fiestas de peregrinaje del Judaísmo (Shalosh Regalim - שלוש רגלים). La festividad acaece el 6 de Siván del calendario hebreo, exactamente 7 semanas después del segundo día de Pésaj (16 de Abib o Nisán). El nombre de la festividad tiene su origen en este hecho (Shavuot - שבועות - plural de Shavúa - שבוע, semana.) La festividad conmemora la entrega de la Torá por parte de Dios a Moisés, en el Monte Sinaí.

La festividad también tiene un significado agrícola: corresponde a la época del año en la que —en Israel en particular y en el hemisferio norte en general— se recogen los primeros frutos. Es por esto que la festividad también es llamada la Fiesta de las Primicias. Antiguamente, la ofrenda que se llevaba al Templo de Jerusalén consistía justamente de las primicias.

Esta festividad es no laborable según la ley judía. En Israel es 1 día, y fuera de Israel son 2 días, siendo que cada día comienza con la puesta del sol, y finaliza con la salida de estrellas del día siguiente (similar al crepúsculo civil).

Durante la festividad se acostumbra a comer lácteos, acompañados por las siete especies características de Israel.




viernes, 18 de mayo de 2018

La Madre del Crucificado a la luz de la «Síndone» 5/7


El Prof. Juan Manuel Miñarro López —escultor y doctor en Bellas Artes—nos introduce en este programa en la figura de la Virgen María: una Madre Dolorosa, una Madre que tuvo que vivir de cerca el sufrimiento de la Cruz. ¿Cómo representar a la Virgen María? ¿Qué edad se le podría atribuir?


jueves, 17 de mayo de 2018

La isla

Era una maravillosa isla desierta... Aunque era de terreno rocoso y pobre en la orilla, tenía una frondosidad exuberante en el interior... Un día tres náufragos llegaron a ella y la isla desierta dejó de estarlo. Y como era tan maravillosa ya nunca quisieron volver a su tierra. Y se quedaron... 
No hubo problema de reparto, pues era grande para tres personas y estaba toda ella a estrenar. Pero la isla se hizo famosa y comenzaron a venir gentes de todas clases y también las preocupaciones. Y ocurrió que unos cuantos -los más astutos- colocaron de noche postes y alambrada! en torno a los mejores terrenos de la isla. Y al día siguiente todos pudieron leer un cartel explicativo que decía: PROHIBIDO EL PASO. PROPIEDAD PRIVADA. 
 Entonces todo el mundo empezó a buscarse la vida y hubo gente con menos fortuna que se tuvo que contentar con los acantilados, las rocas y el terreno seco.... Esta gente era una enorme masa y se tuvieron que contentar cada cual con "su" miseria; al otro lado, sin embargo, unos pocos vivían felices y sobrados. Un día, los de dentro lanzaron una oferta: "si queréis comida, trabajad para nosotros". Y algunos más desesperados aceptaron. Y recogían la comida que -como premio- de vez en cuando, les echaban por encima de la va!. Pero esto era insuficiente y subía la temperatura entre los desfavorecidos: aquella situación se hacía cada vez más insostenible... 
Unos cuantos de fuera se unieron y diseñaron un plan. Estos eran los más fuertes y listos y sabían de estrategia y de pistola. Y se dijeron: "abriremos un boquete en el muro. y entraremos; pillaremos lo que podamos y -con un poco de suerte- daremos un golpe y nos reforzaron sus defensas y se hicieron un bunker. Y allí nadie entraba ni salía. Y vivieron felices mucho tiempo, mientras al otro lado campeaba la histeria y la devastación del ¡sálvese quien pueda!!
Pero un día ocurrió que los despreocupados hijos de papá -ignorantes del drama exterior- quisieron salir del recinto feliz y ver mundo; cuando sus objetivos fotográficos registraron el caos del otro lado, una gran sacudida conmovió los cimientos de aquel paraíso. Muchas voces cuestionaron la tal situación y por doquier había manifestaciones y declaraciones... 
Ante tal situación de inestabilidad, los mayores propusieron a los más inteligentes: "vamos a daros estudios y os enseñaremos como hacer la reforma social, luego os diremos muchas cosas útiles para que se las enseñáis a los de fuera y a ver si -entre todos- conseguimos que la cosa funcione". Y edificaron escuelas y universidades, imprentas y emisoras, cultura y civilización... 
También llamaron a los más piadosos y les construyeron un hermoso seminario para que aprendieran a hablar a los pobres infundiéndoles esperanza en vez de ofuscarse y preocuparse con las cosas materiales. Les decían: "todo llegará, a su debido tiempo. Vive esta vida, porque hay que mirar a la eterna, que es la interesante..."
Y se metieron en la Universidad a prepararse. Y se pasaron media vida en las aulas. Y se acostumbraron a hablar en teoría y olvidaron la vergüenza primera y los proyectos. Y los fines de semana buscaron expansión. Y encontraron que habían sofisticado y acorazado las delicias de "su" isla. Y aquello era un privilegio. y abandonaron las fiestas benéficas primeras, los pobres y las palabras-tipo como solidaridad y/o bien común. Y lo archivaron todo en catálogos para la demagogia y la utopía, porque -claro- estaban en otra, en la aséptica y pulcra realidad...

lunes, 14 de mayo de 2018

eutanasia aquí...

(EP/InfoCatólica) El pleno del Congreso ha debatido este martes (dia 10 de mayo de 2018) la toma en consideración de la proposición. El Grupo Parlamentario de Ciudadanos se ha abstenido, el PP y UPN han votado en contra, mientras que el resto de grupos ha votado a favor. El texto debatido, aprobado en Cataluña el pasado mes de julio con el apoyo de Junts pel Sí, PSC, SíQueEsPot (CatECP) y la CUP, propone modificar el apartado cuatro del artículo 143 del Código Penal para que queden exentos de responsabilidades los que, «de manera indirecta o cooperando», ayuden a morir de manera «segura, pacífica y sin dolor» a una persona que lo pida de forma «expresa, libre e inequívoca». De despenalizarse y regularse la eutanasia, España se uniría a países como Bélgica, Holanda, Luxemburgo y Canadá en los que se practica de manera totalmente legal. La propuesta de ley indica que el paciente deberá sufrir una «enfermedad terminal» o una «patología incurable» que le provoque un «sufrimiento físico o psíquico grave que se prevea permanente». De esta forma, se modificaría el texto actual del Código Penal que recoge que quien induzca el suicidio de otro será castigado con la pena de prisión de cuatro a ocho años, quien coopere con esta actividad también será sancionado con la cárcel y quien la ejecute tendrá una pena de hasta 10 años.