miércoles, 30 de noviembre de 2022

UNA RAZÓN BRILLANTE

Neïla Salah es una joven del extrarradio parisino que sueña con ser abogada. Se ha matriculado en la facultad de Derecho más importante de París, pero el primer día de clase tiene un enfrentamiento con Pierre Mazard, un profesor algo conflictivo. Para redimirse, el profesor propone a Neïla ayudarla a preparar una importante prueba a nivel nacional. Aunque cínico y exigente, Pierre sería la ayuda ideal que Neïla está necesitando pero para ello tendrán que empezar los dos por superar algunos prejuicios.

martes, 29 de noviembre de 2022

Camino de libertad

Huyendo de los nazis, dos niños, un padre periodista y un perro deben abrirse camino a través de la peligrosa cordillera de los Pirineos...

lunes, 28 de noviembre de 2022

domingo, 27 de noviembre de 2022

Uno de vosotros me traicionará

Decimotercer día del mes de Nisan (Marzo-Abril). Comienza la Pascua Judía. Judas, natural de una pequeña aldea llamada Iscariot, seguidor desde hace tres años de Jesús, el maestro de Galilea, se somete a una dura decisión. En sólo unas horas, este hombre tendrá que enfrentarse a sí mismo, a su decisión, a sus sentimientos y a su amigo Pedro, con quien comparte mucho más de lo que él mismo imaginaba Primera película de los directores Óscar Parra de Carrizosa y Mario Bravo. Rodada en Carrizosa, Villanueva de los Infantes y Villahermosa (C.Real) entre los meses de julio y agosto de 2006.

sábado, 26 de noviembre de 2022

NUESTRO HOGAR

¿Pensamos en el purgatorio? Mucho menos de lo que convendría a nuestros hermanos que están en él, y que debieran recibir de nosotros más frecuentes y mayores ayudas. Y mucho menos de lo que nos convendría a nosotros mismos, pues guardaríamos nuestra fidelidad al Señor con mucho más cuidado, si fuéramos conscientes en la fe de que aquello que en este mundo no hayamos llegado a purificar de nuestros pecados con la ayuda de la gracia, habrá de ser purificado en nosotros sólamente por Dios en la otra vida, mediante las penas del purgatorio. ¿Pero se cree en el purgatorio?... Cualquiera que va a pasar una temporada en un país suele interesarse en leer previamente informaciones sobre el mismo. ¿Cómo es posible, pues, que tantos cristianos muestren tan poco interés por conocer la misteriosa realidad del purgatorio, estado por el que probablemente pasarán muchos, antes de gozar plenamente de Dios en el cielo?... Será que apenas creen en él; pues decir en tema tan grave «ya nos enteraremos cuando estemos en él» no pasa de ser una burla cínica. ¿Y qué sabemos del purgatorio?... Sabemos poco, pero ese poco tiene extraordinaria importancia, y podemos conocerlo con la certeza de la fe, con la fe de la Iglesia católica.

viernes, 25 de noviembre de 2022

jueves, 24 de noviembre de 2022

sábado, 19 de noviembre de 2022

Svante Pääbo, Premio Nobel de Fisiología o Medicina 2022

La paleoantropología estudia científicamente la evolución humana

La paleoantropología estudia científicamente la evolución humana y resulta ser un campo científico apasionante, pues investiga el origen, a lo largo de millones de años, de los rasgos universales y definitorios de nuestra especie. Para ello, se han estudiado los fósiles humanos y otros restos arqueológicos capaces de aportar pistas sobre nuestro pasado remoto, tales como herramientas, huellas, evidencia de hogares o marcas de matanza en huesos de animales. El tamaño de los huesos, la forma y las marcas dejadas por los músculos nos dicen cómo esos predecesores se movían o sostenían las herramientas, y cómo  fue cambiando el tamaño de sus cerebros a lo largo del tiempo. La evidencia arqueológica se refiere a las cosas que hicieron estos homínidos y los lugares donde los científicos las encuentran.

El estudio de todo este tipo de evidencias nos ha permitido trazar rasgos fundamentales de la evolución humana. La existencia de un ancestro común entre el ser humano y los grandes simios africanos la podemos datar hace entre 8 y 6 millones de años. Uno de los primeros rasgos definitorios del ser humano, la bipedación, la capacidad de caminar sobre dos piernas, evolucionó hace más de 4 millones de años. Y progresivamente fueron desarrollándose otras características humanas importantes, como un cerebro grande y complejo, la capacidad de fabricar y utilizar herramientas o la capacidad para el lenguaje. Toda esta evolución se produjo en el continente africano y las primeras migraciones hacia Asia se sitúan en torno a hace 2 millones de años, aunque, con el tiempo, todos estos grupos de migrantes se extinguieron. Se piensa que han existido hasta 20 diferentes especies de humanoides de los que no se conoce su evolución, su posible mezcla con otros o la causa de su extinción.

Nuestra especie, los humanos modernos u Homo sapiens, es la única especie sobreviviente del género Homo y se originó en África hace 200.000 años a partir del Homo erectus. Hace unos 60.000 años se produjo una nueva migración que se extendió por todo el mundo en relativo poco tiempo[1].

En 1856 se descubrió el primer fósil de neandertal en el valle de Neander cerca de Düsseldorf en Alemania. Desde entonces, los investigadores se han esforzado por descubrir la posición del Homo neanderthalis en la evolución humana moderna. Sabemos que los neandertales aparecieron hace 200.000 años en Europa, Oriente Medio y Asia Central, y se extinguieron hace unos 30.000 años. Por lo que durante unos  treinta milenios convivieron con nuestra especie en estos territorios.

El ADN, uno de los descubrimientos científicos más espectaculares del siglo XX 

En los años cincuenta del siglo pasado se descubre la estructura de la molécula responsable de la herencia, el ADN.  Esta molécula es de vital importancia para la vida, ya que proporciona las instrucciones que el organismo necesita para llevar a cabo las funciones de la vida y la capacidad de copiarse a sí mismo. La propiedad de la herencia convierte a la molécula de ADN en un registrador de la historia evolutiva.

Pero su utilización en la Paleoantropología no parecía posible, ya que el paso del tiempo, incluso de muchos miles de años, la corrosión de los posibles restos humanos, la interacción con bacterias y hongos a lo largo de cientos de siglos y también con los humanos modernos hacían imposible poner las piezas en su lugar. Pensemos que hay que determinar el orden de las cuatro bases químicas que componen la molécula de ADN y que el genoma humano de referencia tiene 3.000 millones de pares de bases.

Pääbo se enfrenta a la degradación del ADN

Svante Pääbo, que acaba de recibir el Premio Nobel de Fisiología o Medicina de este año, estaba predestinado para la investigación, pues su padre y su madre fueron científicos; además, su padre, Sune K. Bergström, bioquímico, también fue galardonado con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1982. Estudió Humanidades y Medicina y, una vez obtenido el doctorado en Genética Molecular, se enfrenta a este problema de estudiar el ADN sometido a degradación durante decenas de miles de años. Como él mismo reconoce:  «Hay todo tipo de daño en el ADN que puede hacer que determines secuencias incorrectas, especialmente cuando comienzas con muy pocas moléculas, y también hay contaminación del ADN humano que está en casi todas partes«[2].

Frente a ello, Pääbo se propuso avanzar mediante la aplicación de importantes desarrollos tecnológicos, para aislar y estudiar la información genética, así como a la implantación de estrictas técnicas de sala limpia y métodos de purificación basados en sílice. El resultado fue que abrió el campo de la utilización del ADN en la investigación de nuestro pasado antiguo con mucha más precisión.

Desde 1997, en el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, trabajó con denuedo mejorando las técnicas de extracción del ADN degradado, mientras paralelamente avanzaba en su intento de secuenciar el genoma de los neandertales. Para ello recurrió a la colaboración internacional, apoyándose en un equipo de hasta cincuenta científicos y trabajó con 70 muestras de huesos y dientes de diferente procedencia.

En 2010 hizo público el sorprendente logro de la secuenciación del genoma neandertal en un artículo[3] firmado por todos sus colaboradores, en el que presentó un borrador de secuencia compuesto por más de 4 mil millones de nucleótidos de tres individuos.

Un camino abierto hacia nuevos y variados descubrimientos

El campo quedaba abierto a nuevos e interesantes descubrimientos sobre nuestro pasado. Al poco tiempo, Pääbo y su equipo pudieron constatar, a partir del ADN de un hueso de un dedo de 40.000 años de antigüedad encontrado en una cueva del sur de Siberia, la existencia de un nuevo grupo de homínidos a los que se denominó “denisovanos”, por la cueva en la que se encontró el hueso[4]. La reconstrucción del ADN del neandertal ha permitido detectar vínculos entre su genoma y el del humano moderno, lo que prueba que los Homo sapiens tuvieron relaciones sexuales y descendencia con los neandertales.

Al  estudiar cómo fluían los genes entre las antiguas poblaciones de homínidos, los investigadores han podido rastrear las migraciones de estos grupos. Así, por ejemplo, sabemos que los parientes vivos más cercanos de los denisovanos son los melanesios modernos, los habitantes de las islas melanesias del Pacífico occidental, es decir, lugares como Nueva Guinea, Vanuatu, las Islas Salomón y Fiji. Estas poblaciones portan entre el 4% y el 6% de genes denisovanos, aunque también portan genes neandertales. Se estima que el porcentaje de ADN neandertal en los humanos no africanos es del orden del 1% al 4% (en los africanos es inexistente ya que en África no hubo población neandertal).

También se confirma que la única migración que parece haber dejado descendencia humana moderna en Europa y Asia fue la de hace 60.000 años. Los grupos que migraron antes, aparentemente se extinguieron o fueron absorbidos por los neandertales u otras poblaciones antiguas.

El legado de estos flujos genéticos entre antiguas poblaciones tiene también una influencia en nuestra fisiología. Los investigadores han descubierto que el genoma neandertal ha contribuido a varias enfermedades que se observan en las poblaciones humanas modernas, como la diabetes, la artritis y la enfermedad caliaca. De la misma manera, algunos genes heredados de los neandertales han demostrado ser beneficiosos o neutrales, como los genes para el color del cabello y la piel, los patrones de sueño e incluso el estado de ánimo[5].

La paleogenómica, una nueva disciplina

El trabajo a lo largo de una dilatada carrera de Svante Pääbo ha desvelado un inmenso pasado molecular escondido en los restos arqueológicos existentes, que está produciendo una transformación en el campo de la arqueología y permite vislumbrar nuevos e imprevistos descubrimientos. Por ello se le considera en el ámbito científico el fundador de una nueva disciplina, la paleogenómica. Así fue reconocido por el jurado del Premio Princesa de Asturias 2018: “Svante Pääbo ha abierto un nuevo campo de investigación, la paleogenómica, que ha hecho posible conocer la evolución reciente de numerosas especies, incluida la humana.”[6]

Y ahora vuelve a ser reconocido por la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska al otorgarle el Premio Nobel de Fisiología o Medicina 2022: ”A través de su investigación pionera, Svante Pääbo estableció una disciplina científica completamente nueva, la paleogenómica.”[7]

Svante Pääbo sigue en activo con sus trabajos y la principal línea de investigación actual se centra en comparar los genomas Neandertal y Denisovano con los del hombre actual y tratar de esclarecer la relevancia funcional de las variantes genéticas exclusivamente humanas, un desafío emocionante de importancia para todos los Homo sapiens.[8]

Manuel Ribes-Instituto Ciencias de la Vida-Observatorio de Bioética-Universidad Católica de Valencia

viernes, 18 de noviembre de 2022

El dilema de cuándo comienza la vida humana

 ¿Cuándo comienza la vida humana? Esta cuestión ha generado un amplio debate en el mundo científico, específicamente desde los años ochenta del siglo pasado con la aparición de las técnicas de reproducción asistida.

La pregunta, según un estudio basado en investigaciones de Steven Jacobs, ofrece resultados acerca de los planteamientos en torno a cuando un embrión o feto debe ser considerado humano y también al planteamiento normativo sobre cuándo debe merecer consideración ética y legal.

Steven Jacobs, que incluyó el estudio basado en investigaciones en su tesis doctoral por la Universidad de Chicago en junio de 2019, encuestó a 2.899 adultos estadounidenses para pedirles que seleccionaran el grupo más cualificado para responder a la pregunta de cuándo comienza la vida de un ser humano.

El 81% eligió a los biólogos, por considerar su ámbito científico el adecuado para determinar cuándo comienza la vida de un ser humano.

Entonces se reclutaron 5.502 biólogos de 1.058 instituciones académicas para que participaran en el estudio sobre su visión descriptiva acerca de cuándo comienza la vida. Evaluaron las declaraciones que representaban el punto de vista biológico: «la vida de un ser humano comienza en la fecundación». Se utilizó este punto de vista porque las encuestas y sondeos anteriores sugieren que muchos estadounidenses y expertos médicos sostienen esta opinión. Cada una de las tres afirmaciones que representan ese punto de vista, fue afirmada por un consenso de biólogos (75-91%).

Los participantes se dividieron en 60 grupos y cada afirmación fue corroborada por un consenso de cada grupo, incluyendo biólogos que se identificaron como muy pro-elección (69-90%), muy pro-vida (92-97%), muy liberales (70-91%), muy conservadores (94-96%), demócratas fuertes (74-91%) y republicanos fuertes (89-94%).

En general, el 95% de los biólogos se pusieron de acuerdo en que la vida de un ser humano comienza en la fecundación (5212 de 5502).

Para Bioética Web, que analiza este estudio, “aunque las conclusiones de este artículo sugieren que un feto se clasifica biológicamente como humano en el momento de la fecundación, esta visión descriptiva no implica la visión normativa de que los fetos merecen consideración legal durante todo el embarazo. Los conceptos éticos y legales contemporáneos que motivan los derechos reproductivos pueden hacer que los estadounidenses no tengan en cuenta el punto de vista descriptivo o lo desvinculen del punto de vista normativo. Sin embargo, estas conclusiones pueden ayudar a los estadounidenses a dejar atrás la disputa fáctica sobre cuándo comienza la vida y centrarse en la cuestión operativa de cuándo un feto merece consideración legal”.

Nuestra valoración

Desde la evidencia científica, el más profundo conocimiento de la naturaleza biológica del embrión y su programa de desarrollo que, arrancando con la fecundación, lo conduce hacia el nacimiento en proceso organizado, continuo y de complejidad creciente, deja poco espacio para la duda sobre su naturaleza humana. Los pretendidos intentos de algunos científicos por definir un preembrión, o estado evolutivo previo al embrionario al que no pudiera asignársela una naturaleza humana, han sido abandonados definitivamente a medida que la ciencia nos ha ido mostrando los secretos de su evolución biológica.

Para la Bioética Personalista, la naturaleza humana no puede separarse de la identidad personal, poseedora de dignidad y derechos. Pero otras corrientes bioéticas establecen, no sin arbitrariedad, que los conceptos naturaleza humana e identidad personal pueden separarse, pudiendo existir seres humanos -embriones tempranos- que no sean personas y, por tanto, carezcan de dignidad y derechos. Los plazos evolutivos que se establecen desde estas posturas para delimitar esta separación son cambiantes, arbitrarios y no consensuados, modificándose a medida que nuevas evidencias científicas cuestionan la validad de estos criterios.

Entre tanto, millones de seres humanos, son exterminados a través del aborto, las técnicas de reproducción asistida o la investigación biomédica, porque no son considerados personas. Esta sigue siendo la gran asignatura pendiente en la bioética del tercer milenio.

jueves, 17 de noviembre de 2022

Francia rechaza incluir el aborto como derecho en la Constitución

 El Senado francés ha rechazado la propuesta de ley de Mélanie Vogel, del partido ecologista, «destinada a proteger y garantizar el derecho fundamental a la interrupción voluntaria del embarazo y a la anticoncepción». La propuesta fue rechazada por 172 votos contra 139.

Únicamente el senador Stéphane Ravier se atrevió a denunciar el aborto como tal y no sólo la propuesta de tratarlo como un derecho fundamental: “no es un derecho amenazado cuando existe un delito de obstrucción de dos años de prisión y una multa de 30.000 euros para quien intente oponerse a él, y 223.000 mujeres jóvenes recurrieron a él en 2021”.

El gobierno aprovechó el debate para posicionarse. El ministro de Justicia confirmó el anuncio de Emmanuel Macron: «el Gobierno está a favor de incluir el derecho al aborto en la Constitución». Afirmó también que “el derecho más elevado es el derecho a disponer del propio cuerpo” y pidió al Senado «que acepte avanzar con prudencia y sin ideología».

En cuanto a la ministra de Igualdad, Isabelle Rome, enumeró todas las medidas tomadas en los últimos meses, entre ellas, el acceso gratuito a la anticoncepción, la ampliación del plazo legal para abortar y la que será la medida del próximo año: la píldora del día después gratuita para todas las mujeres.

No obstante, lo anterior, el pronunciamiento en contra del reconocimiento del aborto como un derecho fundamental del Senado francés, se sitúa en contradicción con lo afirmado tanto por el presidente Macron como en el informe Matić, que reclamó este derecho en el Parlamento Europeo el pasado año.

Derecho a la vida y derecho al aborto son incompatibles en cualquier ordenamiento jurídico si pretende mantener la coherencia. También resultan incompatibles salud y aborto, aunque con frecuencia las políticas promotoras del aborto lo incluyen equívocamente en la salud reproductiva.

La acumulación de evidencias acerca del incremento en el riesgo de padecer secuelas físicas y psicológicas en las mujeres que abortan, suponen, junto a la pérdida de vidas embrionarias y fetales, un atentado contra la salud.

miércoles, 16 de noviembre de 2022

AEFAS se posiciona ante las píldoras contraceptivas con progestágeno solo

 Este sorprendente posicionamiento parece ser continuador de las políticas que desde el Ministerio de Igualdad se pretenden llevar a cabo, por ejemplo, con la pretensión de la dispensación de los contraceptivos postcoitales de forma libre en las oficinas de farmacia y centros de salud.

¿Es útil, segura y lógica realmente esta petición?

La supresión de la necesidad de prescripción médica para los tratamientos hormonales a base de progestágeno sólo en contracepción, parece que podría favorecer a ciertas empresas farmacéuticas que venderán más cuantos menos controles se exijan en la dispensación. Por otro lado, los médicos de atención primaria y de familia, que se sumen a la posición liberalizadora, podrían ver descongestionadas sus consultas al no tener que realizar seguimiento de las mujeres sometidas a tratamiento contraceptivo hormonal, pero de forma inconsecuente dejarían en manos de las usuarias el uso de estos medicamentos con los consiguientes problemas que podrían acarrear. Y en el caso de los farmacéuticos podrían ver recaer toda la responsabilidad sobre ellos, además sin disponer de ningún acceso a la historia farmacoterapéutica y por ende sin poder conocer si han obtenido el fármaco en otra farmacia previamente, por ejemplo, con lo que es difícil que puedan realizar una labor dispensadora ajustada a criterios de eficacia y seguridad e incluso ejercer una farmacovigilancia correcta.

A quien perjudica la libre dispensación

Las grandes perjudicadas son, sin duda, las usuarias que accederán a un tratamiento hormonal de larga duración sin una anamnesis previa que pueda detectar situaciones de contraindicación para el tratamiento, riesgos objetivos que aconsejan no administrarlo o efectos secundarios que puedan derivarse y que las pacientes pueden no relacionar con los tratamientos, no adoptando medidas correctoras apropiadas por la falta de control médico y farmacoterapéutico. Basta con leer la ficha técnica o el prospecto aprobado por la AEMPS de los anticonceptivos con progestágeno, para conocer bien los posibles efectos indeseables que pueden aparecer1. Esta cuestión sí consideramos que es lo suficientemente grave como para poder afirmar en ciencia que en nada favorece a la tantas veces dicha: “salud sexual y reproductiva”

Libre acceso a la contracepción e incidencia en la tasa de abortos y embarazos no deseados.

La reducción del número de embarazos no deseados, abortos y enfermedades de transmisión sexual, son fines que han sido esgrimidos por los promotores de la libre dispensación de los métodos contraceptivos, de manera que su acceso sea universal y, en algunos casos, gratuito.

Experiencias previas en el caso de la contracepción postcoital muestran una evidencia que ofrece pocas dudas: no parece que los objetivos perseguidos con la dispensación libre y gratuita logre el objetivo de reducir las tasas de embarazos no deseados y abortos.  Y es evidente que las cifras no engañan.

En una amplia revisión, que incluye 717 artículos de los cuales fueron seleccionados 23 revisiones, Raymond et al. concluyen: “Hasta la fecha ningún estudio ha mostrado que el incremento del uso de la contracepción de emergencia reduzca el número de embarazos no intencionados o abortos” [i].

Ya en el año 2010, una revisión Cochrane ofrecía la siguiente conclusión: “Proporcionar a las mujeres contracepción de emergencia por adelantado no reduce los embarazos no deseados a nivel poblacional” [ii].

Este estudio no encuentra incrementos en la tasa de enfermedades de transmisión sexual (ETS) tras la facilitación del acceso a estos tratamientos, pero, sin embargo, otro estudio del mismo año afirma: “Un mayor acceso a los contraceptivos de emergencia en las farmacias para los adolescentes, no parece haber reducido las tasas de embarazos de adolescentes en Inglaterra. En contraste, nuestros resultados proporcionan evidencia de que estos esquemas están asociados con una mayor tasa de diagnósticos de infecciones de transmisión sexual entre los adolescentes. El efecto estimado sobre las tasas de ETS entre los menores de 16 años es mayor que la de los adolescentes de más edad» [iii].

Pero hay más. En un posterior trabajo, de 2012, se afirma: El mayor acceso (a los métodos contraceptivos de emergencia) se asocia con un aumento en la tasa de gonorrea, tanto a nivel general como para las mujeres jóvenes de 15-24 años, del orden del 12-17 %. No encontramos ninguna evidencia de que las tasas de aborto o de nacimiento se vean afectados por la libre dispensación en farmacias» [iv].

Valoración bioética

Suprimir el control médico en la prescripción de los contraceptivos hormonales orales a base de progestágeno constituye una violación de los criterios de seguridad en la farmacovigilancia y en la farmacoterapia y seguimiento clínico de las personas que utilizan estos medicamentos, en cuyo prospecto se especifica claramente la conveniencia de realizar una valoración clínica de riesgos-beneficios antes de su utilización cumplimentando una historia clínica y un reconocimiento ginecológico minucioso para excluir el embarazo entre otras cosas, así como investigar alteraciones de la menstruación, como oligomenorrea y amenorrea o efectuar controles durante los primeros meses de utilización en caso de pacientes diabéticas o con problemas coronarios y hematológicos.

Omitir esta deseable vigilancia médica y farmacéutica, expone a las usuarias a riesgos inaceptables. Las consecuencias de una utilización de estos medicamentos sin control alguno puede provocar problemas de salud que pueden afectar también a la utilización de recursos sanitarios relacionados en el tratamiento de sus complicaciones.

Resulta totalmente inaceptable que, en este caso, la petición liberalizadora provenga de algunas sociedades científicas de médicos de asistencia primaria, de familia y farmacia comunitaria, cuya responsabilidad es velar por la seguridad y eficacia de los tratamientos, objetivo al que no contribuye la omisión de la labor de diagnóstico y seguimiento de las mujeres candidatas a ellos. En contraposición, no existe evidencia, como se ha argumentado, de que estas prácticas liberalizadoras con supresión de control médico y dispensación libre y gratuita contribuyan a reducir las tasas de embarazos no deseados y abortos.

AEFAS (Asociación Española de Farmacia Social)

martes, 15 de noviembre de 2022

La “Ley trans” en España, cada vez más criticada por los expertos

Alertan de que no existen datos suficientes de seguridad y eficacia para el empleo de los tratamientos para el bloqueo hormonal previo a la transición de género.

La aprobación el pasado mes de junio del Proyecto de Ley para la Igualdad de las Personas Trans y la Garantía de los Derechos LGBTI por parte del Gobierno español no está exenta de polémica desde entonces.

Ahora el Gobierno quiere aprobar esta normativa que entre otros aspectos contempla la medicación con bloqueadores de la pubertad y el cambio de sexo legal a partir de los 12 años, desoyendo las advertencias de los expertos sobre los graves riesgos de esta práctica.

Los países referentes dan marcha atrás

Mientras, países como Francia, Finlandia, Suecia, Australia, Reino Unido, Nueva Zelanda y algunos estados de EEUU como Arkansas, Texas, Alabama, Ohio y Arizona ya están rectificando y dando marcha atrás. Suecia, uno de los primeros en aprobar las leyes trans, ha puesto fin a la prescripción de bloqueadores puberales en menores de 18 años. Además, ha incorporado en sus protocolos de actuación la evaluación psiquiátrica antes de comenzar una terapia hormonal. Nueva Zelanda ha decidido establecer la valoración psiquiátrica obligatoria y Finlandia establece la edad mínima para los tratamientos médico-quirúrgicos a los 25 años.  Por su parte, Francia ha decidido frenar el uso de bloqueadores de la pubertad por los terribles efectos secundarios que provocan, tales como impacto en el crecimiento, debilitamiento óseo, riesgo de infertilidad, consecuencias emocionales e intelectuales y, para las niñas, síntomas parecidos a la menopausia. Julio Guerrero-Fernández y Cristina Mora, pediatras del Hospital La Paz de Madrid, en su estudio Protocolo de tratamiento hormonal en niños y adolescentes trans, describen los efectos secundarios indeseables de las terapias de transición de género.

Influencia del entorno social

En la misma línea, la Academia Nacional de Medicina de Francia emitió recientemente un comunicado de prensa en el que advertía del alarmante incremento en el número de casos de identidad transgénero en los jóvenes, afirmando que, a menudo, están relacionados con la influencia del entorno social y animando a que se extreme la prudencia al instaurar tratamientos de bloqueo hormonal y transición de género, porque pueden resultar contraproducentes y, en muchos casos, irreversibles. Los expertos advierten de que entre los efectos secundarios destacables asociados a este tipo de terapias, cabe destacar problemas cardiovasculares, osteoporosis o problemas neurológicos. A nivel psicológico, se apunta un mayor riesgo de depresión, ansiedad y tendencia suicida. Antes, la National Institute for Health and Care Excellence (NICE) del Reino Unido, estableció que la relación riesgo / beneficio de las intervenciones hormonales de bloqueo y transición de genero para menores era muy incierta. En 2020, una revisión judicial en Reino Unido destacó los problemas éticos generales que plantea la práctica de la «afirmación» médica de menores. Las conclusiones del Tribunal Superior del Reino Unido reflejan una creciente preocupación entre un número significativo de investigadores y médicos sobre el rápido aumento, sin causa que lo justifique, del número de adolescentes con disforia de género y la marcada falta de evidencia de que las hormonas y la cirugía mejoren los resultados de salud a largo plazo (ver AQUÍ).

¿Y qué dicen los expertos en España, aquellos a los que el Gobierno ha desoído desde el principio?

En la misma línea de los países anteriormente citados, la Asociación Española de Psiquiatras de la Adolescencia y la Infancia (Aepnya) ha emitido un duro comunicado en que acusa al Gobierno de «negligencia grave institucional en el cuidado de los niños», olvidando que con esta ley “se pone en peligro la atención médica integral a que todos los niños tienen derecho». Se obvia que «en todas las decisiones judiciales relevantes para la vida del menor debe prevalecer el interés superior del menor, así como que en países como Finlandia o en Reimo Unido se ha pasado de modelos rápidos e invasivos a otros más reflexivos y vinculados a la Salud Mental», ha afirmado Luisa Lázaro, presidenta de Aepnya.

Nuestra valoración

Desde el Observatorio de Bioética hemos alertado en repetidas ocasiones de las dificultades éticas que subyacen a los tratamientos de bloqueo hormonal y de transición de género, advirtiendo de los graves problemas médicos asociados a las terapias de bloqueo hormonal no autorizados para esta indicación, sino para el tratamiento de la pubertad precoz en la que se administran por un tiempo limitado a preadolescentes en los que se quiere demorar el desarrollo puberal porque se presenta prematuramente. Como hemos advertido desde nuestro Observatorio en este informe, “no existen datos suficientes de seguridad y eficacia para el empleo de estos tratamientos para el bloqueo hormonal previo a la transición de género, que deben considerarse “off-label” o “fuera de ficha técnica”, por no existir una autorización expresa para su uso con esta indicación”. Los efectos secundarios son objetivos y bien conocidos: entre ellos, los relacionados con el desarrollo de la masa ósea y el crecimiento (ver AQUÍ), los que afectan a la fertilidad y al desarrollo de los órganos sexuales, y al desarrollo neurológico (Hruz PW), y metabólico.

   

Julio Tudela y Cristina Castillo

Observatorio de Bioética-Instituto Ciencias de la Vida-Universidad Católica de Valencia 

lunes, 14 de noviembre de 2022

¿Pueden tener los niños relaciones sexuales con quien les dé la gana?

*Artículo publicado en el Diario ABC el 11 de noviembre de 2022.

La polémica desatada por las declaraciones de una ministra del Gobierno de España, en las que se incluía la expresión “todas las niñas, los niños, les niñes de este país tienen derecho a conocer su propio cuerpo, a saber que ningún adulto puede tocar su cuerpo si ellos no quieren y que eso es una forma de violencia, tienen derecho a conocer que pueden amar o tener relaciones sexuales con quien les dé la gana, basadas eso sí en el consentimiento”, merece un comentario y una valoración bioética.

Banalización de la sexualidad

La tendencia creciente en las sociedades modernas hacia la banalización de la sexualidad humana reduciéndola a un instrumento hedonista más, entraña el grave riesgo de contribuir a la desestructuración personal. El ser humano, inteligente y libre, necesita trascender sus decisiones y actos más allá de la mera satisfacción de sus instintos. La supervivencia y la reproducción son las pulsiones instintivas que articulan la conducta en los mamíferos, condicionan sus decisiones y constituyen su única ruta existencial. Pero el ser humano, aunque mamífero dotado de instintos, experimenta la capacidad de orientar sus elecciones y conducta hacia bienes mayores que sobrevivir o reproducirse.

La necesidad de la relación humana en un contexto de donación e intercambio mutuos crea nuevas expectativas en la búsqueda del sentido vital de las personas, que apuntan mucho más allá de la mera consecución de recompensas placenteras.

Y esto es especialmente intenso referido a la sexualidad y a las conductas que de ella se derivan. La diferencia sexual, biológicamente estructurada hacia la fecundidad mediante la unión complementaria de lo masculino y lo femenino, proyecta a los mamíferos hacia la mera reproducción. Pero a los seres humanos lo hace, además, hacia la relación.

Las relaciones sexuales humanas -hacia las que empujan los instintos, pero también la necesidad de relación íntima y donación exclusiva que confiere la condición sexuada- afectan de un modo especialmente intenso a la maduración y construcción de la personalidad y, con ella, a la difícil tarea de conferir sentido a la existencia.

El ser humano, inteligente y libre, es el más desvalido de los animales al comienzo de su existencia, mostrando niveles extraordinarios de dependencia durante mucho más tiempo, lo que provoca naturalmente la necesidad del sostenimiento familiar o de grupo hasta alcanzar su autonomía. Los progenitores, por tanto, engendrando la vida a través de sus relaciones sexuales, adquieren una deuda especialmente notoria con su prole, que los necesitará durante mucho tiempo para crecer.

Pero, además, su inteligencia y capacidad de decisión libre requerirá de sus padres mucho más que asistencia biológica de supervivencia. Necesitará entrenamiento, aprendizaje, adiestramiento, cura y fortalecimiento para poder comprender, valorar, elegir y responsabilizarse de sus elecciones.

Por tanto, las relaciones sexuales humanas engloban mucho más que la satisfacción instintiva, la obtención de placer. Afectan a la intimidad en la comunicación, la donación al otro y la responsabilidad que se adquiere con la procreación. Todo ello ocupa un lugar destacado en la ardua tarea de dotar de sentido a la propia existencia.

Educar la sexualidad

Dado que la pulsión ligada al instinto sexual es biológicamente una de las más intensas, adquirir la capacidad de autodominio que permita dirigir este instinto hacia el bien, es una labor que lleva toda la vida, pero que ha de iniciarse desde bien pronto en el seno de la familia. Y debe encauzarse porque la libertad personal nos permite, además de elegir lo que nos conviene, optar por lo que nos destruye.

Reducir la sexualidad humana a su mera dimensión instintiva, supone un retroceso antropológico, que priva al ser humano de su propia realización a través de la relación interpersonal en la esfera de la intimidad, experimentando la donación al otro y asumiendo la responsabilidad que se deriva de sus consecuencias: el hijo y su acompañamiento.

Hablar de sexualidad humana en una dimensión meramente hedonista, “tener relaciones sexuales con quien les dé la gana” como se ha afirmado, amando o no, asumiendo responsabilidades o no, donándose o no, empuja inexorablemente a la frustración del que busca construirse solo en sí mismo, renuncia a la donación sincera, al bien del otro, y articula su conducta solo hacia su yo y sus pulsiones, renunciando a la construcción de relaciones edificantes, amorosas, fecundas y responsables.

Consentimiento informado

Sin información suficiente, y sin capacidad para entenderla, evaluarla correctamente y sopesar las consecuencias que se derivan de las elecciones posibles, no existe elección libre. Consentir en tales circunstancias sitúa al que lo hace en situaciones de enorme riesgo, optando, desde la ignorancia, por alternativas que pueden serle lesivas o destructivas. Por ello la potestad de otorgar el consentimiento se limita en determinadas circunstancias.

Una de ellas es la inmadurez, esto es, la incapacidad de evaluar convenientemente la naturaleza de las opciones y las consecuencias de las decisiones.

El límite para el consentimiento de las relaciones sexuales está fijado en España en los 16 años. Antes, se ha consensuado que, dado que el menor puede optar por aceptar prácticas que pueden lesionarle como persona, dejando heridas que quizá arrastre para siempre, no le está permitido otorgar su consentimiento. De otro modo podría también ser embaucado, manipulado, sometido o abusado por quien sepa confundirle.

El límite a la capacidad de consentir se basa, pues, en la necesidad de proteger a quien no está todavía capacitado para elegir en libertad con responsabilidad.

Este límite se extiende a otras muchas circunstancias, como la de poder abortar, que ahora ha sido rebajado otorgando a las menores la posibilidad de decidir sin madurez suficiente sobre opciones cuyas consecuencias no pueden calibrar debidamente.

Educar y esperar

La maduración humana, como hemos dicho, es más compleja y lenta, por inteligente, que en ninguna otra especie animal. La educación en el autodominio, que consiste en canalizar la demanda instintiva hacia el bien y no solo hacia el placer, toma su tiempo y su trabajo constante. La exposición al reclamo hedonista, como la pornografía o las relaciones sexuales prematuras o promiscuas, supone una interferencia en el complejo y lento proceso madurativo que debe conducir al ser humano hacia la búsqueda y consecución de su sentido vital, y no solo de su experiencia placentera.

Amar, expresión máxima de donación, a veces duele y conlleva renuncia, es decir, displacer. Pero otorga sentido a la existencia, da razón para seguir, crecer, cambiar, levantarse y ser mejores. Para ser para los otros.

Educar la sexualidad es contribuir a ello desde la intimidad personal, donde la experiencia de “ser para otro” se convierte en exclusiva, intensa, sincera y fecunda.


Julio Tudela. Observatorio de Bioética

Instituto Ciencias de la Vida. Universidad Católica de Valencia