miércoles, 31 de octubre de 2012

Infierno y San Juan Bosco

Vi bajar precipitadamente por la misma senda a tres jóvenes de nuestras casas que en forma de tres peñascos rodaban rapidísimamente uno detrás del otro. Iban con los brazos abiertos y gritaban de espanto. Llegaron al fondo y fueron a chocar con la primera puerta. San Juan Bosco al instante conoció a los tres. Y la puerta se abrió y después de ella las otras mil; los jóvenes fueron empujados a aquella larguísima galería, se oyó un prolongado ruido infernal que se alejaba cada vez más, y aquellos infelices desaparecieron y las puertas se cerraron.

Muchos otros cayeron después de éstos de cuando en cuando... Vi precipitarse en el infierno a un pobrecillo impulsado por los empujones de un pérfido compañero. Otros caían solos, otros acompañados; otros cogidos del brazo, otros separados, pero próximos. Todos llevaban escrito en la frente el propio pecado. Yo los llamaba afanosamente mientras caían en aquel lugar. Pero ellos no me oían, retumbaban las puertas infernales al abrirse y al cerrarse se hacía un silencio de muerte. —He aquí las causas principales de tantas ruinas eternas —exclamó mi guía—: los compañeros, las malas lecturas (y malos programas de televisión e internet e impureza y pornografía y anticonceptivos y fornicación y adulterios y sodomía y asesinatos de aborto y herejías) y las perversas costumbres. Los lazos que habíamos visto al principio eran los que arrastraban a los jóvenes al precipicio. Al ver caer a tantos de ellos, dije con acento de desesperación: —Entonces es inútil que trabajemos en nuestros colegios, si son tantos los jóvenes que tienen este fin. ¿No habrá manera de remediar la ruina de estas almas? Y el guía me contestó: —Este es el estado actual en que se encuentran y si mueren en él vendrán a parar aquí sin remedio. —¡Oh, déjame anotar los nombres para que yo les pueda avisar y ponerlos en la senda que conduce al Paraíso! —¿Y crees tú que algunos se corregirían si les avisaras? Al principio el aviso les impresionará; después no harán caso, diciendo: se trata de un sueño. Y se tornarán peores que antes. Otros, al verse descubiertos, frecuentarán los Sacramentos, pero no de una manera spontánea y meritoria, porque no proceden rectamente.

martes, 30 de octubre de 2012

noticias del Sinodo


CIUDAD DEL VATICANO, octubre 15, 2012 (Zenit.org) -. El siguiente es el texto de la intervención del arzobispo Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, en el Sínodo de los Obispos de la semana pasada.
"Esta intervención quiere unir la Nueva Evangelización y la iniciación cristiana y el catecumenado. ¿Puede el método del catecumenado practicado por la iglesia primitiva, con ciertas modificaciones y variaciones, servir como un método para la nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana en los tiempos que corren? En cuanto a la actual misión de la Iglesia, el Concilio Vaticano ordenó que el catecumenado fuera restaurado y, de hecho, en 1972 apareció el Rito de Iniciación Cristiana para Adultos.
Me limito a una experiencia de iniciación cristiana que se conoce como el Camino Neocatecumenal, nacido en el ámbito e impulso del Concilio, y que ha sido ampliamente difundido y aprobado por el Papa como un método adecuado de formación católica. He conocido el Camino Neocatecumenal durante muchos años, desde sus inicios, y durante muchos años, he participado en tres formas. Como un catecúmeno, y no sólo como alguien que presta un servicio pastoral a la comunidad; como un sacerdote en busca de nuevos caminos apostólicos en el inmediato post- concilio; como un experto en teología pues he sido un profesor durante 14 años en una facultad de teología.
Durante ese tiempo, yo estaba tratando de establecer una relación entre el lenguaje de la teología y el lenguaje catequético, carismático y celebrativo del Camino Neocatecumenal. Voy a destacar algunos aspectos que me parecen relevantes para la Nueva Evangelización.
1) Los catecúmenos unen la dimensión personal y eclesial de la fe cristiana en una forma profunda y clara. Descubren el sentido de la Iglesia en la participación asidua de la comunidad. Se crea una hermandad profunda que tiene también repercusiones en las relaciones humanas y sociales. Cada persona siente el apoyo de los otros hermanos para vivir la vida cristiana en medio de una sociedad que muchas veces es indiferente e incluso hostil a la fe cristiana y la Iglesia.
2) A través del catecumenado, los participantes descubren las realidades fundamentales de la fe cristiana: el credo, los mandamientos de Dios con el espíritu del Sermón de la Montaña, la oración del Padre Nuestro y de los Salmos, los sacramentos - especialmente la Eucaristía y la Penitencia - la dimensión apostólica de la vida cristiana. No se inicia en los aspectos completentarios o devocionales, sino en las realidades básicas de la fe, que en la actualidad no podemos dar por sentada. Para la mayoría de los participantes es un catecumenado post-bautismal a través del cual redescubren el significado del bautismo ya recibido.
3) La celebración litúrgica se fortalece en cada uno a través del conocimiento y la lectura orante de la Sagrada Escritura. A lo largo de muchos años, y singularmente en América se había escondido el conocimiento de la Sagrada Escritura, pero ahora se ha manifestado esta insuficiencia. La evangelización requiere que la Biblia, los sacramentos y la vida cristiana se unan.
4) La Iglesia es la "patria" de todas las vocaciones. En el Camino Neocatecumenal, a través de la profundización en la fe y en la conversión, en el cultivo de la vocación bautismal, se abre un camino para que cada catecúmeno descubra o redescubra su vocación específica -al matrimonio cristiano, al sacerdocio ministerial, a la vida consagrada o a la itinerancia misionera. Insistir en la fe y la conversión a Dios es vocacionalmente fundamental. Sin esta base, los esfuerzos vocacionales son superficiales y en gran parte estériles.
5) El celo apostólico que se enciende como el fuego en los catecúmenos y en las comunidades a la medida que van madurando debe ser subrayado. La renovación del bautismo trae consigo el redescubrimiento de que «la vocación cristiana, por su misma naturaleza, es también vocación al apostolado".
6) La forma en que los padres transmiten la fe a sus hijos es hermosa y eficaz. Los niños, desde temprana edad, son invitados a participar en una celebración familiar de la Iglesia doméstica. Yo quería, a la luz de la historia del Camino Neocatecumenal, presentar no un proyecto sino una realidad concreta de la relación entre la iniciación cristiana y la nueva evangelización ".

lunes, 29 de octubre de 2012

la Virgen de la Esperanza

Nuestro mundo moderno se caracteriza por designios profundos.
Advertimos en nosotros miedos y ansiedades. Los hombres de otros tiempos tenían a Dios, pero era un temor distinto al que hoy sentimos; antes se preocupaban den ofender a Dios porque le amaban. Luego vinieron las guerras mundiales, que infundieron en los hombres con terror irrechazable de unos a otros. Hoy todos nos sentimos humillados y amedrentados, ante el elemento más pequeño del universo: ¡el átomo!
El mal de un individuo quedó convertido en el mal de toda la humanidad a partir del día en que se arrojó la primera bomba atómica. Desde entonces, la muerte esta pesadilla de la sociedad y de la civilización y de esta forma, la religión se ha convertido, aún por razones políticas, en la base de la vida humana.
En la antigüedad, los babilonios, griegos y romanos se batieron en nombre de sus propias divinidades. Más tarde, el islamismo oprimió el mundo cristiano, dejando reducidos los 750 obispos que había en áfrica en el siglo VII a los cinco del siglo XI. Pero el islamismo no combatió a Dios, sino que solamente luchó contra los que creían al Dios que se había revelado en Jesús. La diferencia de las teorías consistía en la elección de los medios para llegar a Dios, considerando por unos y por otros como el fin de la vida.
Ahora todo ha cambiado. Jean hay guerras de religión. Existe la lucha desencadenada contra toda fuerza, contra toda idea religiosa. El comunismo no niega a Dios con la misma apatía que lo hace en un estudiante de bachillerato; el comunismo quiere destruir la idea de Dios; no sólo niegas resistencia, sino que pervierte el concepto. Adiós que de sustituirlo con el hombre dictador y dueño del mundo.
Hoy nos vemos forzados a escoger entre Dios y sus enemigos, y entre democracia y fe en Dios, y el ateísmo y la dictadura.a preservación de la civilización y de la cultura está íntimamente ligada a la defensa de la religión. Sí los enemigos de Dios fuesen a prevalecer, habría que re hacerlo todo. Pero en el mundo moderno hay una tercera característica: la tendencia perderse en la naturaleza.
El hombre debe mantener dos contactos estrechos para ser feliz: uno vertical, con Dios; el otro, horizontal, con su prójimo.En la actualidad, el hombre ha interrumpido las relaciones con Dios por medio de la indiferencia y de la apatía religiosa y ha hecho pedazos las relaciones sociales, con la guerra. Y como quiera que sin felicidad no se puede vivir, ha tratado de compensar los contactos perdidos con una tercera dimensión de profundidad con la que espera anularse en la naturaleza. El que antes se ufanaba de estar hecho a imagen y semejanza de Dios, comenzó a jactarse de ser  el creador de sí mismo y de haber hecho finalmente a Dios a su imagen y semejanza. Con este falso humanismo empezó la bajada desde lo humano a lo animal.El hombre admitió que descendía de la bestia, apresurándose confirmarlo en seguida con una guerra bestial. Más recientemente aún, el hombre ser identificado por completo con la naturaleza, afirmando que no es sino una completa composición química. No hace mucho se ha denominado “el hombre atómico”. De esta forma, la teología se ha reducido a psicología, la psicología a biología y está a física. Ahora podemos comprender mejor lo dicho por Cournot, que en el siglo xx Dios dejaría los hombres en poder de las leyes mecánicas, ante las que él mismo el autor.
Permitir que me explique
La bomba atómica actúa sobre la humanidad lo mismo que el excesivo alcohol en un individuo. Sin nombre abuso del alcohol y bebe demasiado, éste se revela y hablar de este modo al alcoholizado: “Dios me crió para curar y proporcional alegría, usando racional y moderadamente, pero tú has abusado de mí. Por eso me vuelvo contra ti. Desde ahora, tendrás jaquecas, aturdimiento dos, dolor de estómago; perderás el uso de la razón y te harás mi esclavo, aunque no yo he sido criado para esto”.Lo mismo ocurre con el átomo, que dice al hombre: “Dios me creo y puso en el universo la energía atómica, y por ello alumbra el sol al mundo. La gran fuerza  que el Todopoderoso encerró en mi corazón fue creada para servir a fines pacíficos, para iluminar vuestras poblaciones, para impulsar vuestros motores, para aligerar el trabajo humano. En cambio, vosotros habéis probado el fuego del cielo, como Prometeo, y Davis empleado la primera vez para destruir ciudades enteras. Originalmente nos empleó la electricidad para matar a ningún hombre, pero, en cambio, la energía atómica Davis empleado para matar a millares de ellos. Por ese motivo me volveré contra vosotros, haré que tema y sé lo que debierais apreciar, y millones de pechos de entre vosotros temblarán horrorizados ante los enemigos que vendrán a devolver os lo que habéis hecho con ellos: transforma de la humanidad en un frankenstein que se defenderá metiéndose en los refugios antiaéreos, contra los monstruos que habéis creado”.
No es que Dios abandone al mundo, sino que el mundo ha abandonado Dios calumnia su suerte con la de la naturaleza, separada de la naturaleza de Dios. La bomba atómica significa que el hombre se ha hecho esclavo de la naturaleza y de la física que había creado Dios para que le sirviera.
Este estado de cosas hace surgir una pregunta: ¿hay alguna esperanza? ¡Ciertamente que sí, y una gran de esperanza! La esperanza última es Dios, pero la gente está tan alejada de El que no logra salvar de un salto el abismo que le separa de él. Debemos partir de cómo se al mundo, y el mundo está absorbido por la naturaleza, cuyo símbolo es actualmente la bomba atómica. El pensamiento de la divinidad aparece muy alejado.
¿Y no habrá en toda la naturaleza creada algo puro en contaminado con lo que podamos reemprender el camino del regreso? Aquí lo tenemos: es lo que Wodsworth llamaba “la única gloria de la naturaleza corrompida”. Esta gloria y esperanza es la mujer.
No es una diosa, no es de naturaleza divina, ni tiene, por tanto, derecho de que se le adore, aunque sea de que se le venere, y salió de la materia física y cósmica, pero tan sumamente Santa Y buena, que cuando Dios bajo la tierra, la eligió por Madre suya y Señora del mundo.
Es en este extremo interesante hacer resaltar que la teología de los rusos, antes de que el corazón de su pueblo se el ase con las teorías de los enemigos de Dios, enseñaban que Jesucristo vino al mundo para iluminarle, cuando los hombres habían rechazado al Padre celestial. Y añadía que cuando el mundo hubiese rechazado Jesucristo, cómo se hace ahora, de las tinieblas de la noche del pecado surgiría su Madre, para dar luz a la obscuridad y guiar al mundo hacia la paz.
La hermosa aparición de la virgen bendita de Fátima, en Portugal, de abril a octubre de 1927, fue una comprobación de la crisis rusa: cuando menos hubiere reconocido el monto al Salvador, el nos mandaría a su santísima Madre para salvarnos. Y fue precisamente en el mismo mes en que estalló la revolución bolchevique cuando hizo la virgen su principal revelación. En otra transmisión trataremos de lo que se dijo entonces que lo que quiero hablar hoy es de la danza del sol, que se verificó el trece de octubre de 1917. Los amantes de la Madre de nuestro Sr. No necesitan pruebas ulteriores. Y como los que desgraciadamente no conocen ni al uno ni a la otra preferirán los testimonios de quienes rechazan, ya sea a Dios, su Madre, presentaré la descripción hecha del fenómeno por el articulista a Teo del entonces diario anárquico portugués “O Século”.
Dicho periodista fue uno de los setenta   mil espectadores que observaron el prodigio. Y lo describe así:” un espectáculo único e increíble… Puede verse la inmensa muchedumbre vuelta al sol, que aparece libre de nubes en pleno mediodía. El astro rey semeja un disco de plata y se le puede mirar sin molestia alguna… La gente, con la cabeza descubierta y presa de terror, abre los ojos, intentando escudriñar el azul del cielo. El sol se ha estremecido y hecho unos movimientos bruscos, sin precedentes y fuera de todas las leyes cósmicas. Según expresión gráfica de los campesinos, “el sol bailaba”. Daba vueltas en torno suyo, como una rondacha o rueda de juegos artificiales, y llegó casi a quemar la tierra con sus rayos… Queda para los competentes opinar sobre la danza macabra del sol, que hoy ha hecho en Fátima que los pechos de los fieles rompiesen en ¡   hosannas! Y ha impresionado a los librepensadores y a los que menos se preocupan por los problemas religiosos”.
Otro diario ateo y anticlerical, “A Orden”, escribió: “el sol aparece circundado en unos momentos por día más color carmesí, y en otros, aureolado de amarillo y matices rojizos. Pareció girar sobre sí mismo en rápido movimiento de rotación desprendiéndose aparentemente del cielo para acercarse a la tierra, irradiando un intenso calor”.
¿Por qué se serviría Dios todopoderoso de la única fuente de luz y de calor indispensable a la naturaleza para revelarnos el mensaje que la virgen en 19017, en la terminación de la primera guerra mundial, sino iban a arrepentirse los hombres? Solamente podemos hacer conjeturas. ¿Quería, acaso significar que la bomba atómica oscurecería al mundo como un sol vacilante? No lo creo. Tengo más seguro que pues una señal de esperanza y que significa sé que la virgen nos ayudaría a huir de la perversión de la naturaleza realizada por el hombre.
La sagrada escritura nos tiene anunciado: después aparecerá un gran por dice en el cielo, una mujer que tendrá el sol por manto (Ap 12,1). Durante siglos y siglos ha dicho la iglesia en sus cantos a María,” electa ut sol”, bella como él solo, que da la vuelta al mundo esparciendo su luz por doquier, salvo por donde los hombres se guardas en de ella, calentando lo que estuviese frío, abriendo los apoyos para convertirlos en flores y dando fuerza a lo que estuviere debilitado. ¡Fátima no es una advertencia, sino una esperanza!
Mientras el hombre toma el átomo hilo desintegra para anonadar al mundo, María mueve el sol como un juguetillo colgando de su muñeca para convencerle al mundo de que Dios le ha conferido un enorme poder sobre la naturaleza, pero no para la muerte, sino para la luz, la vida y la esperanza. El problema del mundo moderno no es la existencia de la gracia, sino la existencia de la naturaleza y su necesidad de la gracia.
María es el eslabón de conjunción y nos asegura que no se nos destruir a porque la misma central de la energía atómica, el sol, es un juguete en sus manos. De la misma manera que Cristo hace de mediador entre Dios y el hombre, la virgen hace de mediadora entre el mundo y Cristo. Así como un hijo desnaturalizado que se hubiese rebelado contra su Padre y subiese marchado de la casa paterna se dirigiría a la Madre, al querer volver, para quince cediese con el Padre, de igual modo debemos recurrir nosotros a María, la única criatura pura y sin mancha que puede interceder entre nosotros, dijo rebeldes, y su divino Hijo
No es necesaria una tercera guerra mundial, y aún lo será menos y ponemos a la mujer contra la tomó. La ciencia ha hecho cuando estaba de su parte para nuestra comodidad en la tierra, y ahora, por el contrario, produce una cosa que podría dejarnos a todo sin hogar. Temerosos de esto, volvamos a la Mujer, que también se dio sin techo protector porque “no había techo en las posadas”.
Rusia es cierto lo que quisiera conquistar el mundo para Satanás. Pero nosotros seguimos esperando. Entre las criaturas hay una mujer que pueda acercarse al mal sin que éste le muerda.
En los Albores de la humanidad, cuando el diablo atentó contra el hombre para que sustituyese su amor a Dios por el egoísmo, Dios prometió que el talón de una mujer aplastaría la cabeza de la serpiente. Que en vez de una cobra roja que mate sean la hoz y el martillo, tiene poca importancia para la Mujer a través de la cual conquiste Dios en la hora del mal. Empezado rezar como no habéis hecho hasta el presente. Rezo del rosario por la mañana, mientras sus dirigirse al trabajo, en vuestra casa cuando tenga es un rato libre y durante vuestro trabajo en el campo o en el almacén. ¡Sí rezamos, no habrá más guerras! Esto es absolutamente cierto.
El pueblo ruso no ha de conquistar se mediante una guerra. ¡Demasiado ha sufrido en estos 33 últimos años! Se debe acabar con el comunismo, y esto puede lograrse mediante una revolución interior. Rusia no tiene contra sí una bomba atómica  tan sólo, sino dos. La segunda bomba es el sufrimiento de su pueblo, que gime bajo el yugo de la esclavitud. ¡Cuando explotó y, lo hará con una fuerza e infinitamente superior a la del átomo! Pero también tenemos nosotros necesidad de una revolución como Rusia.
Nuestra revolución debe venir desde el interior de nuestros corazones, es decir, que hemos de construir nuestras vidas, del mismo modo que la revolución rusa debe comenzar por el interior, sacudiéndose el yugo de Satanás.
La revolución rusa marchar al paso de la nuestra. Pero, sobre todo, hemos de tener esperanza. Sí para el mundo lo hubiese esperanza de salvación, ¿hubiese enviado Jesús a su Madre con la energía atómica del sol a sus órdenes?
¡Oh Maria! Hemos desterrado tu divino Hijo de nuestras vidas, de nuestras asociaciones, de nuestra educación y de nuestras familias. ¡Ven con la luz del símbolo de su poder! Rompe nuestras guerras, nuestra oscura inquietud. Enfría la boca de los cañones encendidos por la guerra. Aparta nuestras mentes del átomo y nuestras almas del abuso de la naturaleza. Algunos de nacer en tu divino        Hijo a nosotros tus ya antiguos hijos de la tierra.
¡Por el amor de Jesús! Radio mensaje del siete de enero de 1951

domingo, 28 de octubre de 2012

MI PERRO ES ... economía


Mi perro duerme en promedio 16 horas por día.
Tiene toda la comida preparada para él y puede comer cualquier cosa que quiera.
La comida la recibe sin costo, y sin ningún esfuerzo.
Visita al veterinario una vez al año como mínimo y cuando es necesario, si aparece algún mal.
Para eso el no paga nada y nada se le pide a cambio.
Vive en un buen barrio y en una casa que es mucho mayor de lo que necesita, pero no precisa limpiar nada, ni pagar alquiler ni pensar en un crédito hipotecario.
Si él ensucia, alguien limpia.
El escoge los mejores lugares de la casa para dormir, y recibe esas comodidades completamente gratis.
Vive como un rey y no tiene ningún gasto por hacerlo.
Todos sus costos son pagados por otros que tienen que salir de casa para ganarse la vida todo el día…
Estuve pensando sobre eso y, de repente,me vino la respuesta...

Y tras  el chiste, un indignado economista…
Luego, abundar en el tema… dentro del marco de las XIX Jornadas Tributarias de la Comunidad Valenciana, se realizó una mesa debate sobre la Fiscalidad y la Financiación de las Pymes. Un encuentro que se inició con las ponencias de los economistas José María Gay – el economista indignado- y Francisco Alvarez Molina –el moderado pero enterado-, en el marco del Centro de Congresos en Elche.


sábado, 27 de octubre de 2012

Mi Padre

Jake Tremont, un jubilado que siempre vivió dominado por su esposa y que prestó poca atención a su hijo, repara por primera vez en él cuando su mujer está gravemente enferma. Los cuidados y atenciones de su hijo adulto, un atareado ejecutivo, le devuelven las ganas de vivir. Además, la relación con su nieto, trastornado por la separación de sus padres, lo animará a reconstruir la familia.

viernes, 26 de octubre de 2012

Virgen de la Redención

A todos les gusta hablar de bodas. Si un corazón humano no encuentra en sí bastante amor, lo va buscar entre los enamorados. La boda más conocida de la historia se verificó en Canadá. Es la única vez, en la Sagrada Escritura, en que a María, la Madre de Jesús, se la nombra antes que a él. Resulta atractivo y consolador que el Señor, venido al mundo para enseñarnos el sacrificio y el inclinarnos a abrazar, día tras día nuestra cruz, diera comienzo a su vida pública asistiendo a un banquete de boda.
Estas bodas orientales duraban en ciertas ocasiones hasta siete días consecutivos, pero tratándose de gente humilde, lo más que duraban eran dos días. No sé a qué categoría pertenecería esta boda de Caná, aunque lo cierto es que en un momento determinado faltó el vino. Siendo Caná un pueblo vinícola, es muy probable que el novio hubiese hecho abundante acopio de vino. La falta debe atribuirse principalmente al hecho de que el Señor fue a la boda en compañía de sus discípulos; los primeros “portugueses” de la historia cristiana. Y este hecho fue el que influyó poderosamente sobre las existencias de vino. El Señor y los suyos llegaron tras un viaje a pie de tres días, durante los que habían cubierto una distancia de casi 145 kms. No es extraño, pues, que faltase divina y comida para personas tan hambrientas y sedientas.
Si embargo, el hecho más sorprendente de estas bodas fue que se percatara antes la Virgen que los mismos camareros de la falta de vino. María advierte no estas necesidades antes que nosotros mismos. A su divino Hijo le hizo una ligera indicación: “ no tienen vino”... En estas palabras, no sólo se encierra el reconocimiento del poder del Hijo, sino que aparece implícito el deseo de poner fin a una situación embarazosa. Yo creo que la Santísima Virgen había presenciado otros prodigios del Señor, aunque tal vez no os hubiese realizado en público. Si no hubiese tenido el firme convencimiento de que era el Hijo de Dios Omnipotente, la Virgen no le hubiera podido pedir un milagro. Algunos de los más grandes milagros del mundo se deben a la influencia de una Madre porque “quien mece la cuna gobierna el mundo”...
La respuesta del Señor fue:”y eso ¿que nos va a ti y a mí, mujer? Aún no ha llegado mi hora”. Detengámonos en analizar estas misteriosas palabras. Fijados en que el Señor dice: “aún no ha llegado mi hora” … Esta expresión que emplea siempre que se refiere a su pasión y muerte; por ejemplo, la noche en que Judas atravesó el torrente Cedrón para herir sus labios con un beso, dijo el Señor: “ésta es vuestra hora y el poder de las tinieblas” … Pocas horas antes, durante su última cena en la tierra, hablando anticipadamente de su muerte, había dicho: “ha llegado la hora …¡oh Padre, glorifícame en tu presencia con la gloria que tenía junto a ti antes de que el mundo existiese”. Ante esto aún, cuando su vida había quedado amenazada con tentativas de lapidación, consigna el evangelio: “todavía no había llegado su hora” … El Señor quiso dejar bien patente que, según la voluntad del Padre, su hora no había llegado aún porque en la insinuación de María iba implícita la necesidad de anticipar la. Y la Sagrada Escritura añade: “de esta forma, Jesús hizo el primero de sus milagros y manifestó su gloria encarna de galilea y sus discípulos creyeron en el”...

Sirviéndonos de nuestra habitual manera de hablar, podemos expresar el Señor dijo a su Santa Madre: “mi querida mamá, ¿no te das cuenta de que me estás pidiendo que aparezcan del mundo como Hijo de Dios hecho hombre y que demuestre con hechos y milagros mi Divinidad para que ésta quede proclamada ante los hombres? En el momento que empiece a hacer eso, me habré puesto en el camino real de la cruz. El mundo no quiere la bondad perfecta sino sólo mediocridades. Mi hora no ha llegado todavía, pero ¿quieres de verdad que el anticipe? ¿es voluntad tuya que comience a andar hacia el Calvario? ¿quieres verme repudiado por los hombres? ¿no sabes qué cambiarían nuestras actuales relaciones? Ahora tú eres mi mamá y en nuestro pueblecito no se te conoce como la Madre de Jesús. Si en este instante me manifiesto como el Salvador de los hombres y doy comienzo a la obra de la redención, tu papel va a cambiar también. Lo que me afecte a mí, que afectará a ti también. En cuanto yo empiece la salvación de la humanidad, ya no serás únicamente mi Madre, sino que serás asimismo la Madre de los redimidos. Cuando yo haya salvado el cuerpo, como Cabeza de la humanidad, tú, Madre de la Cabeza, serás también la Madre de mi Cuerpo místico, de la iglesia. Vendrás a ser la Madre universal, la nueva Eva, del mismo modo que yo soy el nuevo Adán. Yo te llamo “mujer” para conferirte el título de la maternidad universal, para indicar del papel que tienes asignado en la redención. A ti aludía cuando le anuncié a Satanás que pondría enemistades entre él y la mujer, entre su descendencia y la tuya; es decir el y yo, que soy tu Hijo. Te invisto en este momento con el título de Mujer izado en la cruz, como un águila malherida somos una sola cosa en la obra de la salvación; lo que es tuyo, es mío. Desde ahora en adelante ya no seremos Jesús y María solamente, sino el nuevo Adán y una nueva Eva. Vamos a dar una nueva vida a la humanidad cambiando el agua del pecado en el vino de la Vida. Y sabiendo todo eso, madrecita mía, ¿aún quieres que soliciten mi Cruz y que me ponga en camino hacia el Calvario?”
Jesús dejó bien claramente expuesto que el mundo no toleraría su divinidad, y después de cambiar el agua en vino, también se cambiaría el vino en sangre. ¿Qué respuesta daría la Madre? ¿impulsaría al Hijo hacia la muerte redentora? Su respuesta fue de completa colaboración con la Cruz. Habla por última vez en las Sagradas Escrituras. Y, dirigiéndose a los coperos les dice: “hace cuánto os diga” … ¡Magnífica despedida! ¡María nos invita a cumplir la voluntad del Hijo que ha asegurado que ha venido a la tierra para cumplir la voluntad del Padre!. Y llenan las ánforas, las llevan al Señor y, según la admirable expresión de Richard Crashaw, el agua inconsciente vio a su Dios y se puso encarnada”...

Detengámonos para dos lecciones espirituales.

La primera se resume en el” ayúdate y Dios te ayudará ”... Jesús hubiese podido sacar el vino de la nada, como de la nada había sacado antes el mundo, pero exigió, en cambio, a los criados que le llevasen las ánforas llenas de agua. No podemos esperar que el Señor nos transforme sino le ofrecemos algo. Es inútil que nos limitamos a decirle:”¡Señor, ayúdame a vencer los malos hábitos; hazme sobrio, puro, honesto!” Esta clase de oraciones no valen nada sino van acompañadas de esfuerzo personal. No debemos esperar pasivamente la manifestación del poder de Dios. Debe preceder el acto determinante de nuestra libertad, aunque lo que ofrezcamos a Dios no sea más que una cosa sin espíritu, agua insípida de nuestra vida cotidiana.
Antes de que nosotros mismos nos demos cuenta, interviene la Virgen para cuanto nos hace falta; ésta es la segunda enseñanza de Caná. Ni el maestresala, ni los sirvientes, ni los invitados sabían que se hubiese acabado el vino y que ya no podía pedir más. Si no sabemos lo que necesita nuestra alma, ¿cómo vamos a pedir por nuestras necesidades muchos de nosotros no llegaríamos al Señor sea alguien no conociese mejor que nosotros mismos nuestras necesidades inhábiles al Señor que las de medir. Ese fue el papel de Maria encarna; ese es el papel de la Santísima Virgen hoy en día también… En las voces humanas María se hace intérprete, lo mismo que una mamá para su nene enfermito. El bebé sabe llorar, pero no sabe expresarse. Puede ser que sienta hambre o algún malestar... La manita lo sustituye para determinar lo que haya que hacer. De igual manera que una Madre conoce las decisiones de su niño mejor que él, así también conoce nuestras lágrimas y nuestras preocupaciones la Virgen mejor que nosotros mismos. Lo mismo que una Madre sabe cuándo tiene su hijo necesidad de que lo vea un médico, también sabe la Virgen la necesidad que tenemos de su Hijo. Así, el Señor es mediador entre nosotros y el Padre celestial, así también es la Virgen mediadora entre Jesucristo y nosotros. La Virgen llena nuestras ánforas vacías, nos provee del elixir de la Vida y salva nuestras dichas.
María no es nuestra redención. No somos absurdos: de igual manera que la Madre no es el médico; pero del mismo modo que muchos de nosotros debemos la conservación de nuestra vida física a nuestra Madre terrenal, así hay muchos que deben la conservación de su vida espiritual a la Madre de todas las Madres, a la Virgen María.
Tres años después de las bodas de Canadá, todo se había cumplido, había llegado la hora; el vino se cambiaba en sangre. Jesucristo había realizado muchos milagros y los hombres lo crucificaron.
El Señor mira desde la cruz a las dos personas a quienes mayor cariño tenían la tierra: a San Juan y a su Madre. Volviendo al tema la decana, se dirige a la virgen en una segunda anunciación, dándole el mismo título que le había concebido en las bodas: “Mujer”. Con un movimiento de sus ojos llenos de polvo y de su cabeza, corona de espinas, mira con ternura a quien conscientemente, lo impulsó hacia la cruz y que ahora permanece derecha al pie de ella, y le dice: ”ese es tu hijo”... Luego se dirige a San Juan, y no lo llama por su nombre porque no habla solamente al hijo del Zebedeo, sino a todos nosotros, y le dije: “esa es tu Madre”...
Después de tantos años, ésa fue la respuesta a las palabras misteriosas del evangelio de la encarnación: “… dió a luz a su Primogénito” ¿Quería esto, acaso, significar que la Virgen a habría de tener más hijos? Sí, cierto; pero no según la carne. Había de tener otros hijos según el espíritu. ¿Y cuál es el segundo de sus hijos? Pedro, Andrés, Santiago, los terceros, cuartos, quintos, y así sucesivamente hasta nosotros, los millonésimos de los millonésimos hijos suyos... Había engendrado a su Primogénito, Jesús, con la alegría de Belén. Con dolor de al pie de la Cruz, engendró a su hijo segundo y a todos nosotros, no por figura metafórica, sino en virtud de los dolores del parto.
Así como una madre no puede olvidarse de los hijos de sus entrañas, tampoco puede la Virgen olvidarse de sus hijos engendrados con semejante dolor y agonía. Del mismo modo que tenemos una Madre terrenal que nos ha traído al mundo mediante los sufrimientos de la carne, asimismo tenemos otra Madre que nos lleva a Jesús a través de los sufrimientos del espíritu. No creo que ninguno de vosotros vaya a permitir que un prejuicio de algunos centenares de años le impida aceptar la necesidad de tener por Madre a quien nos dio el Señor al pie de la Cruz… A nuestra Señora y Madre, la Virgen María, se encomienda a cada uno de vosotros. Que de vuestros labios se eleve una sola oración esencial: la de hacer la voluntad de Dios para poder cumplir el mandato de Caná -“ haced cuanto El os diga”...

Y terminamos con las palabras de Mary Dixon Thayer:
Bella Señora, vestida de azul,
¡quiero que tú me enseñas a rezar!
Dios que era sólo tú lícito Jesús,
¡dime qué puedo oler Eva expresar!
Estaba veces el rey de naciones
con ternura indecible en tus rodillas
y tu le entonabas dulces canciones
al igual que hacen hoy las madrecitas?
¿Tomadas de noches sus mane citas
para contarle con todo candor
historias tristes y también bonitas
que al Niño causa dan risa o dolor?
¿Puede gustarle el escuchar mis cosas
pequeñas, no importantes, personales,
o pueden impedirlo, rumorosas,
las ligeras talas angelicales?
¿Me escucha habéis ahora el Niño y tú?
Dímelo, virgen, pues sí que lo sabrás.
Bella Señora, vestida de azul,
¡quiero que me enseñó esa rezar!
Dios que era sólo tú lícito Jesús
y sabes lo que yo debo expresar.

¡Por el amor de Jesús!
Radio mensaje del 18 de marzo de 1951

jueves, 25 de octubre de 2012

miércoles, 24 de octubre de 2012

La Virgen del Rosario

Sí hay alguien entre los oyentes que haya enviado rosas a una amiga en señal de aprecio, con las haya recibido como recuerdo, se percatara del significado la historia de una oración que os voy a referir.
La humanidad ha relacionado en todo tiempo las rosas con alegría.
Los paganos coronaban de rosas las estatuas de sus dioses como símbolo del ofrecimiento de sus corazones.
Los fieles seguidores de los primeros tiempos de la iglesia sustituyeron las coronas de rosas por oraciones.
En tiempo de los primeros mártires –y digo “primeros” porque la iglesia tiene actualmente más mártires que tuvo en los 400 primeros años-, cuando marchaba las delicadas vírgenes por la arena del coliseo derechas a la muerte, se vestían con sus más vistosas prendas y adornaba sus cabezas con coronas de rosas para ir al encuentro del Rey de reyes por el que morían. Los cristianos, por la noche, recogían sus coronas y ante cada rosa recitaban una oración.
En el apartado desierto de la Tebaida, los egipcios, los anacoretas y los ermitaños contaban sus oraciones toque de citas y granitos que reunían a manera de corona.
Mahoma adoptó esta práctica para sus secuaces.
De la costumbre de ofrecer ramos espirituales nació una serie de oraciones conocida con el nombre de rosario, pues sabido es que rosario significa” corona de rosas”.
Desde los primeros tiempos recomendó la iglesia los creyentes que reza sean los ciento cincuenta salmos de David. Esta costumbres tan vigor todavía entre los sacerdotes, pues están obligados a recitar diariamente eso salmos en el rezo del breviario.
Pero no todos pueden saber con facilidad los ciento cincuenta salmos y además era difícil obtener un libro antes de la invención de la imprenta, siendo esa la causa de que libros importantes, como la Biblia, estaban sujetos con cadenas, como las guías telefónicas de las estaciones ferroviarias, pues de otra forma los habían robado.
Incidentalmente quiero aclarar un extremo. El hecho de que la Biblia estuviese sujeta con cadenas ha dado lugar a la estúpida mentira de que la iglesia no quería permitir a nadie en su lectura. En realidad, tenía las cadenas para que la gente la tuviese leer y consultar. También está sujeta con cadenas la guía telefónica y, sin embargo, es uno de los libros más consultados por la moderna civilización.
Las personas que no podían aprender lo siento en cuenta salmos, desean hacer algo que sustituyese dicha práctica y la sustituirán con cientos sin cuenta avemarías, suprimidas en quince decenas.
Cada decena había de rezar se meditando en los diversos misterios de la vida de nuestro Señor. Para separar las decenas, alguien debió comenzar con un padrenuestro y terminar con un gloria, en alabanza de la Trinidad.
Santo Domingo de Guzmán, que murió en 1221, recibió de la virgen la orden de predicar y hacer populares a devoción de un sufragio de las almas del purgatorio, para el triunfo sobre el mal y prosperidad de la Santa Madre iglesia, y de esta manera fundó el Santo rosario en la forma que tiene en la actualidad.
Se ha objetado que el rosario y tiene demasiadas repeticiones, ya que se dicen tantas veces el pan nuestro y que el ave Maria, que resulta monótonos.
Esto me recuerda la visita que me hizo una joven cierta noche después de la instrucción.
Me dijo: “yo nunca me de católica. Ustedes dicen y repiten siempre las mismas palabras en el rosario, y quien repite las mismas palabras no es sincero. Yo, por mi parte, no creería a semejante persona, y me parece que Dios tampoco las creerá”.
Le pregunté quién era el joven que la acompañaba, y me respondió que era su novio.
Entonces, le pregunté: “¿le quiere mucho?”
- Ciertamente que me quiere mucho.
-¿Y cómo lo sabe usted?
- Porque me lo tiene dicho
- ¿Qué es lo que le ha dicho?
- Me tiene dicho: “¡te quiero!”
- ¿cuándo se lo dicho?
- Hace sobre una hora
- ¿y se lo había dicho antes?
- Sí, la otra noche
- ¿y qué le dijo?
- ¡qué quiero!
- ¿y no se lo tenía dicho con anterioridad?
- Me lo dice todas las noches
Repuse:” pues no lo creerá usted, porque quien repite las mismas palabras me sincero”.
La muy hermosa verdad es que no hay repetición en el” ¡te quiero!”, porque se produce un nuevo momento o en el tiempo, existe otro. En el espacio y las palabras no tienen el mismo significado anterior.
El amor nunca es monótono, a pesar de la uniformidad de sus expresiones.
La mente es infinitamente variable en su lenguaje, pero el corazón no lo es.
El corazón del hombre en presencia de la mujer amada es demasiado pobre para traducir en diversas palabras la inmensidad de su cariño y de sus afectos.
Por eso corazón adoptar una sola expresión:” ¡te quiero!”, y diciéndolo muchas veces, no se repite jamás.
Es la única novedad verdadera del mundo.
Eso es lo que hacemos al rezar el rosario y todos los días.
Repetimos a la santísima Trinidad, al verbo encarnado, a la santísima virgen: “¡te quiero!”
Hay belleza en el rosario.
No es solamente una ración vocal; es también una oración mental.
Habréis asistido tal vez a una representación dramática en la que mientras habla la voz humana se escucha en sordina una música muy agradable que tonifica y da realce a las palabras.
Así es el rosario.
Mientras se reza, no se oye la música, pero se me y de la vida de Jesucristo o aplicada a nuestra vida y a nuestras necesidades.
Así como el alambre tiene sujetas las redes de las camas, así nos tiene sujetas a la oración la meditación.
Muchas veces ocurre que estamos hablando a una persona y nuestro pensamiento o está en otra cosa. En el rosario, no “recitamos” las oraciones simplemente, sino que además “pensamos”.
Belén, Galilea, Nazaret, Jerusalén, el Gólgota, el Calvario, el Monte de los Olivos, el Paraíso, todo eso pasa por delante de los ojos de nuestra mente mientras “rezan nuestros labios”.
El rosario requiere “nuestros dedos, no es tus labios, nuestro corazón” en una vasta sinfonía de oraciones, y por eso es la más grande plegaria que ella compuesto al hombre.
Deja que os añadan cómo puede servir de ayuda a los inquietos, a los enfermos, al mundo.
A los inquietos.
La inquietud es la falta de armonía entre la mente y el cuerpo.
Los inquietos tienen invariablemente demasiado ocupadas sus mentes y ociosas sus manos.
En la angustia mental, los mi pensamientos no logran ordenarse ni dentro ni fuera de nosotros.
La concentración resulta imposible cuando la mente está inquieta; los pensamientos se amontonan desordenadamente y miles de imágenes pasan por la mente; parece un sueño la paz del alma.
El rosario es la mejor terapéutica para las almas distraídas, apesadumbradas, tímidas y desilusionadas, precisamente porque requiere el empleo simultáneo de las tres potencias: física, vocal y espiritual, por este mismo orden.
Los granos o cuentas recuerdan a los dedos que los tocan que deben usarse para rezar. Este es el consejo físico para la oración.
Los labios, al moverse al unísono con los dedos, constituyen la sugestión vocal para la oración; la iglesia es curas había psicóloga al insistir en que se vuelvan los labios penal rezo del rosario porque sabe que el ritmo externó producido por el cuerpo, puede producir el ritmo del alma.
Sí los dedos y los labios se paralizan, el espíritu les imitar a enseguida y podrá desaparecer del corazón la plegaria.
Los granos o cuentas favorecen la concentración de la mente. Son como la preparación para el motor que se pone en marcha después de unas sacudidas.
El ritmo y la dulce monotonía inducen a la paz, y crean una fijeza afectiva en Dios.
Lo físico y lo espiritual, sí les damos la oportunidad para ello, trabajan a una.
Las mentes firmes y seguras pueden trabajar desde dentro para fuera, pero las mentes preocupadas ante actuar desde el mundo exterior que les rodea hacia el interior.
En las personas adiestradas espiritualmente, el alma guía al cuerpo, pero en la mayoría de las personas que es el cuerpo él quería al alma.
Los preocupados, conforme van rezando el rosario, de poco a poco que sus preocupaciones nacían de su amor propio.
Ninguna persona normal constante en el rezo del Santo rosario se ha visto asaltada por las preocupaciones.
Os respondería ver la facilidad con que saldríais de vuestras preocupaciones subiendo cuenta a cuenta hasta el trono del Corazón del Amor.
El rosario es una devoción muy apropiada para los enfermos.

Cuando sube la fiebre y padecen cuerpo, no se puede leer; apenas se puede hablar y oír hablar a pesar de las muchas cosas que el corazón quisiera decir.
Los ojos de una persona con salud se fijan en la tierra; cuando está enferma, yace boca arriba y los ojos miran al cielo. Tal vez fuese más exacto decir que el cielo mira hacia abajo.
En los momentos en los que la fiebre, el sufrimiento, la agonía, hacen dificultoso la oración, nos sentimos inclinados a estrechar un rosario entre nuestras manos, como símbolo de oración, y a acariciar el crucifijo que pende de él.
Como las oraciones de que consta el rosario se saben de memoria, el corazón puede dejarlas salir y ser el tema de meditación, cumpliéndose de esta manera la orden expresa de la sagrada escritura: “rezad siempre”.
En esos momentos, los misterios preferidos eran los dolorosos, porque meditando en los sufrimientos de nuestro Sr., los enfermos unen sus sufrimientos con los del Sr. Para que, participando en su cruz, puedan participar también en su resurrección.
¡El mundo!
- - - -
Hay una cruzada mundial del rosario para este pobre mundo tan lacerado.
Han fallado los hombres-¡nunca hubo hombres tan pequeños para cargos tan importantes!
Han fallado las instituciones públicas –pues ninguna reconoce a las leyes una fuente extrínseca de autoridad.
Pero siempre permanece Dios.
La paz vendrá solamente cuando hayan cambiado los corazones de los hombres.
Para obtener esto, debemos rezar, y no para nosotros, sino para el mundo.
El mundo comprende a todos sus habitantes: a los rusos, a nuestros enemigos, a los vecinos de casa. Por eso tengo proyectado un rosario del mundo misionero.
Cada una de las cinco decenas es de un color diferente. Representan las cinco partes del mundo desde el punto de vista misionero. Una decena es verde, y representa al África, por recordarnos sus selvas vírgenes y porque el verde es el color de los musulmanes, por quienes hemos de pedir.
La segunda decena es de color rojizo, por ser representación de América, poblada primitiva mente por los “pieles rojas”.
La decena cuarta es azul, en recuerdo de Australia y de las islas de Oceanía diseminadas que en las azules aguas del pacífico.
La decena tercera es Lanka, por simbolizada Europa, cuyo Padre espiritual es el Blanco Pastor de la Iglesia.
La quinta es amarilla, por el Asia, la tierra del sol levante, la cuna de la civilización.
Al terminar de rezar con ese rosario, se habrá dado la vuelta al mundo, abrazando todos los continentes, a todos los pueblos, con la oración.
Naturalmente que no se precisa que tenga es uno de estos rosarios para rezar por el mundo.
Podéis rezar por esa intención subiéndose vuestro acostumbrado rosario. Sin embargo, nuestro rosario tiene esta triple ventaja: cada color recuerda la parte del mundo por la que se ofrece la decena. En segundo lugar, en responder al requerimiento de la virgen de Fátima de rezar por la paz del mundo. Y en tercer lugar, ayudará al Padre Santo y a la Congregación de la propagación de la Fe, materialmente, y espiritualmente, a los pobrecitos 600 territorios misioneros del mundo.
El mundo cambiará cuando cambiemos nosotros.
Pero nosotros no podemos cambiar sin oración, y, a este efecto, el rosario es incomparable.
Insisto tanto en sus efectos espirituales porque me son bien conocidos.
He visto salvarse milagrosamente jóvenes gravemente heridos en accidentes; librarse de la muerte propia y salvar a su hijo, una Madre en peligro durante el parto; alcoholizados que se han vuelto sobrios; vidas licenciosas que sean espiritual izado; descarriados que han vuelto a la fe; familia sin hijos que han sido bendecidas con la deseada prole; soldados que han salido ilesos del combate; angustias espirituales superadas: paganos que se han convertido.
Conozco un judío que durante la guerra mundial se escondió con otros cuatro soldados austríacos en el hoyo producido por una bomba.
Pedazos de metralla saltaban por todas partes.
De repente, una bomba mató a los cuatro compañeros.
El judío tomó el rosario de uno de estos y empezó a rezar. Lo sabía de memoria, por haber oído rezar muchas veces. Al terminar la primera decena, le pareció que debía salir de aquel embudo. Se arrastró por el barro y suciedad y se metió en otro agujero. En aquel momento está de otra bomba en el embudo que había dejado el israelita.
Al final de cada decena fue trasladándose de refugio, y cuatro explosiones se sucedieron en los embudos abandonados por él.
Salvó la vida, y en agradecimiento se propuso dedicar a nuestro Señor ya su Santísima Madre.
Terminada la guerra, hubo de pasar por nuevo sufrimientos: su familia había perecido quemada por Hitler. El hebreo mantuvo su promesa. Lo bautice el año pasado y ahora está estudiando para sacerdote.
Aprender y a santificar a todos los instantes de vuestra vida.
Lo podéis hacer mediante el rosario. Mientras lo es por la calle, rezad el rosario escondido en vuestra mano un vuestro bolsillo; conduciendo vuestro tomo vi, pueden ayudarnos las divisiones del volante para contar las decenas. Mientras esperáis que nos hacen la comida o la llegada de un tren; con esta es quietos detrás del mostrador o cuándo os toca estar sin jugar en el bridge, podéis también pasar las cuentas conforme vaya es rezando vuestro rosario. Sí una conversación, una lectura una audición radiada o resultan pesadas, podéis aprovechar muy bien el tiempo sacando vuestro rosario.
Todos los momentos pueden servir para vuestra santificación y ayudarlos a tener la paz interior.
Sí que es convertir alguien, enseñarle a rezar el Santo rosario. Acaecerá una de estas dos cosas: o dejara de rezar lo, u obtendrá el Don De la fe de.
Hay millones de personas escuchaban mis palabras. Quiera Dios que prende muchos de ellos y recen usando nuestro rosa de misionero. Estoy seguro que sí lo haréis, y como quiera que sois unos buenos amigos míos, haber enviarnos un ramo de rosas.
Pues mira, hoy tengo una cadena de rosas que en el rosario. Y estas rosas, como capullos no abiertos a un, conservan en su interior el perfume de Dios. Reza con ellos y vuestro corazón estará en el Paraíso.

¡Por el amor de Jesús!
Radio mensaje del 11 de febrero de 1951. Fulton Sheen

martes, 23 de octubre de 2012

JESUS - 8

De nuevo el aviso a los de la cate...








lunes, 22 de octubre de 2012

domingo, 21 de octubre de 2012

sábado, 20 de octubre de 2012

razones?

corazones!! ¿y el tuyo?

viernes, 19 de octubre de 2012

LEES?


sobre el valor de las palabras, un ejemplo...

jueves, 18 de octubre de 2012

crisis politica

Uruguay toma la palabra... dedicado a los juniors que empiezan este sabado proximo
el curso y teienen en su mano el material humano del futuro

miércoles, 17 de octubre de 2012

JUNTOS

El joven violinista Xiaochun y su padre se trasladan desde la pequeña ciudad de provincias hasta Beijing, para que Xiaochun pueda acudir a una prestigiosa academia de música. Su nueva vida, lejos del ambiente familiar pero lleno de esperanzas, permite al joven averiguar en qué dirección quiere encauzar su futuro.

martes, 16 de octubre de 2012

JESUS - 7

Mañana empieza la cate... si clickais en "comic" vereis
tebos del antiuguo y nuevo testamento como este de Jesús











lunes, 15 de octubre de 2012

El salmo (8) de la luna y las estrellas


PARA ORAR ESTA NOCHE


Todo lo que en el mundo sucede se mueve dentro de un plan trazado y dirigido por la divina providencia. Por eso pudo decir Jesús que ni un solo caballo nuestro caerá sin permiso del Padre. Pero hay acciones en las que de modo especial interviene Dios, haciéndose causa principal de las mismas. Esto es lo que ha subido en las composiciones literarias que reunidas forman la Biblia.

Ha habido ocasiones en que los sentimientos religiosos del nombre han subido hasta su inteligencia y la de iluminado con una luz extraordinaria, arrancándole composiciones poéticas llenas de moción religiosa y de belleza literaria así ha nacido la poesía religiosa -. Pero ha sucedido algunas veces y esto sólo por revelación divina puede conocerse- que quien hizo brotar el sentimiento religioso, y lo desprendió del corazón del artista, y lo condujo hasta la mente, y lo transformó en luz y luego en palabra y en armonía, fue el dedo mismo de Dios, el espíritu Santo, que hablaba por medio de los profetas. Y así nacieron los salmos.

“ Yahvé, Señor Nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra! Porque has levantado tu majestad sobre los cielos”.

El pequeño David tiene conciencia de no ser, en sus relaciones con Dios, un ser aislado, sino un miembro del pueblo escogido por él y al que el patrocina. Por eso le llama con tanta naturalidad” Señor nuestro”. Aquel Dios cónico, que tanto distinguía a Israel, era el creador de toda magnificencia celeste, que en el brillo de las noches orientales tiene un esplendor insospechado. Él había desplegado sobre los cielos su majestad, y como los cielos cubren toda la tierra, toda la tierra la puede contemplar, y reconoce la grandeza del creador y alaba su nombre.

No sabemos qué extensión tendría “toda la tierra” en la imaginación del pequeño David. En todo caso, abarcaba su tierra, y las tierras décimas, cuyos habitantes no adoraban a Yahvéh, y el mar, que se extendía hasta los montes eternos, y toda ella estaba cobijada por la bóveda celeste cuajada de estrellas, que había creado Yahvé y no los dioses de los otros pueblos. El espíritu Santo, que hablaba por medio de David, conocía muy bien toda la redondez y extensión de la tierra y aún muchos secretos de ella que todavía no conocemos los humanos. ¿Pero a quién podrá extraña que pulsando Dios la vida de David tuviera su sonidos en los cielos una resonancia incomparablemente mayor que la que podía tener en el pequeño espíritu humano?

Lo cierto es que aun en la menguada tierra de la que el muchacho tenía noticia había hombres enemigos de Yahvé, que no querrían reconocer su omnipotencia soberana. Para confundir a estos había hecho Dios en los cielos estrellados una manifestación tan evidente de su poder, que hasta los niños de pecho lo reconociese.

“de la boca de los niños y mármoles que has preparado la alabanza contra tus adversarios. Para confundir al enemigo y al perseguidor”.

Hay cierta hipérbole en decir que los niños de pecho razonan ante el cielo estrellado llamaban a Dios. Pero el mismo David, en comparación con los barbudos filisteos que no adoraban a Yahve, ¿no venía a ser un niño de tete?

Pues el…

“cuando contemplo los cielos, la obra de tus dedos; la luna y las estrellas que tú has colocado…”

él se sentía profundamente impresionado por la grandeza de Dios al contemplar esa filigrana de los cielos, obra de arte delicada, en la que el creador puso a contribución la finura de trabajo de sus propios de los. Esa luna y esas estrellas…

Y se sentía confundido en su propia pequeñez de hombre del barro frente a la grandeza de Dios, que le distinguía con su predilección.

“¿qué es el hombre para que él te acuerdes, ni el hijo del hombre para que tú le visites?”

Emplea el salmista para designar al hombre el término Enosch que su raya la debilidad del ser humano, y le pone como sinónimo la expresión “Hijo del hombre”, ben. Adam, nacido del que fue hecho de la tierra. En comparación del omnipotente es como un gusano. Y, sin embargo, el omnipotente se ocupa de él y le visita, haciéndole objeto de sus dones.

Entre todos los dones divinos ayuno fundamental, y es el que le hizo el día de la creación, cuando se puso hacerlo “a su imagen y semejanza” (Gn 1,26). Bien claramente lo dice de génesis en que había de consistir esta semejanza divina en el hombre: hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza-dijo Elohim- para que domine sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre las bestias y sobre toda la tierra y cuántos animales se mueven sobre ella (1,26). De esta manera Dios, que como creadores el rey de toda la creación, uso un segundo rey, aunque inferior a él, a quien viviese tributo todo lo creado.

Todo esto lo recordaba David. Recordaba incluso lo que había leído hubo oído leer en una narraciones en la que ha Dios se le da el nombre de Elohim. Por eso añadió: le has hecho poco menos que Elohim. Irás coronado de gloria y honor y le diste el seminario sobre las obras de tus manos. Todo lo has puesto debajo de sus pieles: las ovejas y los bueyes todos y hasta las fieras del campo, las aves del cielo y los peces del mar; todo cuando corre por las sendas del mar…

Y al decir esto mirar Yahvé habita su pequeño rebaño dormidos, manso dominio de su minúsculo señorío, y prorrumpiría de nuevo en la exclamación primera: Yahvé, Señor nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra! …

_  _  _


Con el tiempo nacería en Belén otro pastor. No sabemos que cuidase nunca ovejas en el campo; pero como veía las muchedumbres desorientadas, decía que le daban pena, porque estaban como ovejas sin pastor, y terminó por presentarse el mismo como el buen pastor enviado por el Padre.

También Jesús conoció este salmo. Cuando entró en Jerusalén el día de ramos, los niños gritaban aclamando de dentro del templo, y los fariseos llamaron la atención de Jesús sobre el hecho. Más Jesús les contestó: ¿no habéis leído jamás: de la boca de los niños y de los qué maman has hecho salir esta alabanza? (Mt 21,16). La forma misma en que Jesús contesta parece indicar que los fariseos tenían que haberlo leído muchas veces. Sin duda también Jesús lo había leído recitado con cierta frecuencia.

Añadamos a esto la costumbre que Jesús tenía de retirarse por la noche al campo para orar en la soledad y su hábito de emplear los salmos como fórmula de oración y casi tendremos la seguridad de que también él, como David, clavando su mirada en la inmensidad de los cielos rezo el salmo de la luna y las estrellas.

Nadie como él sabía lo que la inmensidad de los espacios encierra de misterio y de magnificencia, puesto que él, como verbo, los había creado. Nadie como él podía hablar de la elevación de la pequeña humanidad terrena las alturas inmediatas a Dios. “le has hecho poco menos que Dios”. La humanidad de Cristo oh no es Dios ni quedó transformada en Dios, pero estaba y está tan íntimamente unida a él, que la persona que por ella vive y por ella actúa es Dios, y de esta manera el Hombre es Dios

. Más aún. Ningún hombre se puede decir rey de la creación con tanta propiedad como Jesús, que como Hijo de Dios es por su propia naturaleza rey de todo lo creado.

De este modo, el salmo en labios de Cristo adquiriría un sentido mucho más completo. La misma alusión que el salmista había hecho a la soberanía que Dios entregó al hombre en el paraíso, no dejaba de tener la sombra de la merma que el pecado de Adán había introducido en estos poderes. En Jesús, la naturaleza humana estaba plenamente restaurada. No había ninguna merma en su soberanía.

Por eso no andaba descaminado San Pablo cuando interpretaba este salmo como referente a Cristo (1Cor 15,27) ni cuando en la epístola a los hebreos comentaba después de haber citado las palabras de este salmo: pues al decir que se le sometió todo, es que no dejó nada que no le sometiera. Al presente no vemos aun que todo lo esté sometido, pero sí vemos al que Dios hizo poco menor que a los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y honor por haber padecido la muerte (2,8s).

Teresa, un maravedí y Dios


Del querido libro Ilustrísimos señores, de Albino Luciani, Juan Pablo I, cuando era Cardenal Arzobispo de Venecia, en aquel Octubre de 1974...

Querida Santa Teresa,
Octubre es el mes de vuestra fiesta: pensé que me permitirías que me entretuviera con vos por escrito.
El que mira al famoso grupo marmóreo, en el cual Bernini os pesenta traspasada por la flecha del Serafín, piensa en vuestras visiones y éxtasis. Y hace bien: la Teresa mística de los raptus en Dios es también una verdadera Teresa.
Pero es también verdadera la otra Teresa que me gusta más: la más cercana a nosotros, la que resulta de la autobiografía y de las cartas. Es la Teresa de la vida práctica ; que prueba nuestras mismas dificultades y las sabe superar con destreza; que sabe sonreír, reír y hacer reír; que se mueve con desenvoltura en medio del mundo y de las situaciones más diversas y todo ello gracias a las abundantes dotes naturales pero, más todavía, a su constante unión con Dios.
Estalla la Reforma protestante, la situación de la Iglesia en Alemania y en Francia es crítica. Vos os dáis cruenta y escribís: "Con tal de salvar un alma sola de las muchas que se pierden allá, habría sacrificado mil veces la vida. ¡Pero yo era mujer!”
¡Mujer! Pero que vale por veinte hombres, que no deja algún medio sin intentar y que logra realizar una magnífica reforma interna y con la obra y los escritos influye en toda la Iglesia; ¡la primera y la única mujer que, con Santa Catalina, haya sido proclamada Doctora de la Iglesia!
Mujer de lengua sincera y de pluma elegante y cortante. Teníais un altísimo concepto de la misión de las monjas, pero habéis escrito al padre Gracián: "Por amor de Dios, ¡fíjese bien lo que hace! No crea nunca en las monjas, porque si ellas quieren una cosa, intentan por todos los medios posibles". Y al padre Ambrosio, al rechazar a una postulante, decís: "Usted me hace reír, diciéndome de haber comprendido a aquella alma sólo con verla. ¡No es tan fácil conocer a las mujeres!"
Es vuestra la lapidaria definición del diablo: "Aquel pobre desgraciado, que no puede amar". A don Sancho Dávila : "Distracciones en el rezo del Officio Divino también yo las tengo… me he confesado de ellas con el padre Domingo (Báñez, teólogo famoso, n.d.a.), que me ha dicho que no les hiciera caso. Lo mismo le digo a usted, porque el mal es incurable". Es un consejo espiritual, este, pero consejos los habéis esparcido a manos llenas y de todos los géneros; al padre Gracián, hasta le habéis dado el consejo de montar un asno más dulce en sus viajes, que no tuviera la costumbre de arrojar a los frailes por tierra, ¡o de hacerse atar al asno mismo para no caer!
Insuperabile, aún, aparecéis en el momento de la batalla. El Nuncio, nada menos, os hace encerrar en el convento de Toledo, declarándoos “fémina inquieta, vagabunda, desobediente y contumaz…”. Pero desde el convento vuestros mensajes a Felipe II, a príncipes y prelados, deshacen todo ovillo.
Vuestra conclusión: “Teresa sola no vale nada; Teresa y un maravedí valen menos que nada; ¡Teresa, un maravedí y Dios todo lo pueden!”

***
Para mí, vos sóis un caso notable de un fenómeno que se repite regularmente en la vida de la Iglesia Católica.
Las mujeres, o sea, de por sí, no gobiernan. Esto pertenece a la Jerarquía. Pero, muy a menudo, inspiran, promueven y, tal vez, dirijen.
Por una parte, en efecto, el Espíritu “sopla donde quiere”; por otra, la mujer es más sensibile a la religión y más capaz de darse generosamente a las grandes causas. De aquí el grandísimo grupo de santas, de místicas y de fundadoras aparecidas en la Iglesia Católica.
Junto a ellas habría que incluir a las mujeres que han impulsado movimientos ascético-teológicos, los cuales influyeron en un radio muy vasto.
La noble Marcela, que dirigió en el Aventino una specie de convento compuesto por patricias ricas y cultas, colaboró con San Jerónimo en la traducción de la Biblia.
Madame Acarie influyó en personajes ilustres como el gesuita Coton, el capuchino de Canfelt, el mismo Francisco de Sales y muchos otros, influyendo en toda la espiritualidad francesa de principios del Seiscientos.
La princesa Amalia de Gallitzin, desde su “Círculo de Münster”, apreciado hasta por Goethe, difundió en toda Alemania septentrional una corriente de vida intensamente espiritual. Sofía Swetchine, rusa convertida, a principios del Ochocientos, apareció en Francia la “directora espiritual” de los laicos y sacerdotes más representativos.
Podría citar otros casos, pero vuelvo a vos que, más que hija, habéis sido madre espiritual de San Juan de la Cruz y de los primeros Carmelitas reformados. Hoy es todo claro y parejo al respecto, pero en vuestros tiempos ocurrió el choque arriba mencionado.
De un lado, estábais vos, rica de carismas, fuerzas ardientes y luminosas concedidas a vos para la Iglesia de Dios; del otro, estaba el Nuncio, o sea, la Jerarquía que debía juzgar la autenticidad de vuestros carismas. En un primer momento, presentadas las informaciones erradas, el juicio del Nuncio fue negativo. Una vez dadas las necesarias explicaciones y examinadas mejor las cosas, estas se aclararon: la Jerarquía aprobó todo y vuestros dones pudieron expanderse en favor de la Iglesia.

***

Pero de carismas y de Jerarquía se siente hablar tanto también hoy. Especialista cual fuísteis en la materia, me permito extraer de vuestras obras los siguientes principios:
1. Por encima de todo está el Espíritu Santo. De Él vienen sea los carismas sea los poderes de los Pastores; al Espíritu Santo corresponde realizar el acuerdo armónico entre Jerarquía y carismas y promover la unidad de la Iglesia.
2. Carismas y Jerarquía son ambos necesarios para la Iglesia, pero en modo diverso. Los carismas actúan como acelerador, favoreciendo el progresso y la renovación. La Jerarquía debe hacer más bien de freno, a favor de la estabilidad y la prudencia.
3. A veces, carismas y Jerarquía se entrecruzan y superponen. Ciertos carismas, en efecto, son dados sobre todo a los Pastores como los "dones de gobernar” recordados por San Pablo en la primera carta a los Corintios. Viceversa, debiendo la Jerarquía regular todas las etapas principales de la vida eclesial, los carismáticos no pueden sustraerse a su guía con el pretexto de tener carismas.
4. Los carismas no son caza reservada de nadie: pueden ser dados a todos: curas y laicos, hombres y mujeres. Pero otra cosa es poder tener, otra tener de hecho los carismas.
Encuentro escrito en vuestro libro de las Fundaciones (c. VIII, n. 7): “Una penitente afirmaba al confesor que la Virgen iba a visitarla a menudo y se entretenía hablándole más de una hora, revelándole el futuro y muchas otras cosas. Y como entre tantas extravagancias salía alguna verdadera, se consideraba todo como verdadero. Intuí enseguida de qué se trataba… pero me conformé con decirle al confesor que esperara el éxito de las profecías, que se informara del género de vida de la penitente y exigiera otros signos de santidad. En fin… se vio que eran todas extravagancias”.

***

Querida Santa Teresa, ¡si vinieras hoy! El nombre “carisma” se desperdicia; se distribuyen patentes de “profeta” a más no poder, atribuyendo este título también a los estudiantes que se enfrentan con la policía en las plazas o a los guerrilleros de America Latina. Se pretende oponer los carismáticos a los Pastores. ¿Qué diríais vos de ello, que obedecíais a los confesores aun cuando sus consejos resultaban opuestos a aquellos dados por Dios en la oración?
Y no creáis que yo sea pessimista. Aquello de ver carismas por todos lados espero que sea sólo una moda pasajera. Por otra parte, sé bien que los dones auténticos del Espíritu han sido siempre acompañados de abusos y falsos dones; no obstante ello, la Iglesia ha ido lo mismo hacia adelante.
En la joven Iglesia de Corinto, por ejemplo, había un gran florecimiento de carismas, pero San Pablo se preocupó por algún abuso encontrado. El fenómeno se repitió a continuación en formas aberrantes más vistosas.
Dos mujeres, Priscilla y Maximilla, sostenedoras y financiadoras del Montanismo en Asia, comenzaron predicando “carismáticamente” un despertar moral hecho de grandes austeridades, de renuncia total al matrimonio, de prontitud absoluta al martirio. Terminaron contraponiendo a los obispos los “nuevos profetas”, hombres y mujeres, que “investidos por el Espíritu”, predicaban, administraban los sacramentos, esperaban al Cristo que, de un momento a otro, habría venido a inaugurar el reino millenario.
En tiempos de San Agustín estaba Lucilla de Cartago, rica señora, a quien el obispo Ceciliano había regañado porque, antes de la Comunión, acostumbraba estrechar contra el pecho un pequeño hueso de no se sabe qué mártir. Irritada y resentida, Lucilla indujo a un grupo de obispos a oponerse a su obispo: perdido un proceso ante el episcopato africano, el grupo protestó, sin éxito ante el Papa, luego ante el Concilio de Arles, luego ante el mismo emperador e inició una nueva iglesia. En casi todas las ciudades africanas se vieron así dos obispos, dos catedrales frecuentadas por dos categorías opuestas de fieles que, encontrándose, se daban golpes: de acá los católicos, de allá los donatistas, secuaces de Donato y Lucilla.
Los donatistas se llamaban los “puros”; no se sentaban en el lugar ocupado antes por un católico sin haberlo limpiado con la manga; evitaban como a apestados a los obispos católicos; se apelaban al Evangelio contra la Iglesia, que decían sostenida por la autoridad imperial; instituyeron escuadras de asalto. El mansísimo San Agustín debió una vez apostrofarlos: “Os importa tanto el martirio, ¿por qué no tomáis una cuerda para colgaros?”
En el siglo XVII fueron la monjas de Port Royal. Una de sus Abadesas, la Madre Angélica, había empezado bien: se había “carismáticamente” reformado a sí misma y al monasterio, rechazando de la clausura hasta a los padres. Provista de grandes dotes, nacida para gobernar, se convirtió todavía en el alma de la resistencia jansenista, intransigente hasta el fin ante la autoridad eclesiástica. De ella y de sus monjas se decía : "Puras como ángeles, soberbias como demonios".
¡Cuán lejano es todo esto de vuestro espíritu! ¡Cuál abismo entre estas mujeres y vos! "Hija de la Iglesia" era el nombre que os gustaba más. Lo murmurásteis en el lecho de muerte, mientras, durante la vida, para la Iglesia y con la Iglesia habíais trabajado tanto, ¡aceptando hasta sufrir algo desde la Iglesia!
¡¿Si enseñárais un poco vuestro método a las “profetizas” de hoy?!

domingo, 14 de octubre de 2012

Rojo como el cielo

Es una pelicula de un niño que goza de todo lo que un niño bien de salud tiene, pero por cuestiones de un accidente queda casi ciego y es puesto en un lugar para ciegos. En este lugar pierde completamente la vista, pero descubre sus talentos que le ayudan a sobresalir y a impactar a la sociedad española haciendoles ver que el ser ciego no les limita para que les nieguen el trabajo de una persona normal. Esta pelicula es una historia real, y el pequeño es un verdadero Titan de la Cristiandad.
 

sábado, 13 de octubre de 2012

discurso de la luna

estrenando el año de la fe, el papa Juan XXIII que convocó el concilio -siempre bueno- tiene un mensaje para todos esta noche...

viernes, 12 de octubre de 2012

AMA A TU PROJIMO

Una sucesión de historias cortas con mensaje moral que se desarrollan en las urgencias de un hospital de la Cruz Roja

jueves, 11 de octubre de 2012

Dos luces y dos épocas en el salmo 18

HOY EMPIEZA EL AÑO DE LA FE  CON TODOS LOS PRESIDENTES
DE LAS CONFERENCIAS EPISCOPALES DEL MUNDO Y LOS
SUPERVIVIENTES DEL CONCILIO EN TORNO AL PAPA.
SERÁ UN AÑO DE BENDICIONES Y NOSOTROS
LO QUEREMOS EXPRESAR Y AGARDECER CON ESTAS LINEAS
SOBRE UNA ORACIÓN MARAVILLOSA...

Una idea que penetra la Biblia desde el principio hasta el fin es la identidad entre el Dios de la creación y el Dios de la revelación. Por algo el libro de la ley se abre con el relato de la creación del mundo. Amós se lo recuerda solemnemente a Israel (4,13;5,8) y los poetas religiosos posteriores al destierro, con su preferente atención a los fenómenos naturales, no ponen constantemente de relieve. El autor del libro de la sabiduría llega decir que son vanos e inexcusables los paganos que no ha llegado al conocimiento del terreno Dios a través de las obras creadas (13,1-9). Y San Pablo, re asumiendo este mismo pensamiento, tira en varias ocasiones que la acción de Dios en la naturaleza constituye una manifestación de sí mismo, que los paganos deberían haber sabido interpretar (Hch 14,14-16; Rm 1,19-32) .
De esta manifestación de Dios se ocupa la primera parte del salmo.
Debió ser un salmo espléndido, a juzgar por la parte que de él los ha quedado; pero en el mar agitado de los tiempos le debió de ocurrir lo que dicen que ocurre hoy algunas embarcaciones, que se partió por medio y una mitad naufragó y solo otra mitad logró llegar a puerto.
Es una composición de altos vuelos poéticos. Lástima que quedase truncada. En una época muy posterior, bastante después del destierro, hubo otro autor, también inspirado por Dios, que se propuso completarla. Pero la línea es distinta, distinta la rima, distinta también la idea, que se hace más re concentrada, más austera, menos poética. Como la parte antigua hablaba de la manifestación de latir de Dios en la creación, esta nueva se ocupa de la manifestación de ese mismo Dios en la revelación. El pensamiento se vuelve hacia dentro y termina en oración humilde.
Ese es nuestro salmo. Dos luces de Dios captadas en dos épocas distintas y pudieras en un solo salmo. El conjunto no deja de ser armonioso porque en su seno la que la palabra de Dios.
Primeramente, la luz de la creación: los cielos cuenta la gloria de Dios, y la obra de sus manos pregona el firmamento. La gloria de Dios que su grandiosidad, su imponente majestad. Y ésta queda patente, porque la grandes y la de los fenómenos celestes que nos están diciendo, a cuantos tenemos la facultad de razonar, cuanto más grandioso tiene que ser Aquel que hizo a los cielos y los gobierna. Este es el magnífico pregón de los cielos. Para el escritor sagrado los cielos y el firmamento son una misma cosa, porque ya el principio del génesis quedaba dicho que cuando Dios creó el firmamento o le llamó "cielos”. Para quienes creían que el firmamento era una inmensa lámina sólida y bien por unidad de la que colgaban los astros, esa obra del segundo día de la creación aparecía tan extraordinaria, como su inmensidad y su belleza, que sólo las manos del omnipotente podía haberla hecho. Hoy que la ciencia de los hombres ha perforado el firmamento en todas sus direcciones haciendo desaparecer la ficción de su solidez, se ha encontrado con una realidad incomparablemente más insondable. Los que saben de distancias interestelares, y de nebulosas, y de luces que, corriendo por los espacios a su vertiginosa velocidad desde hace millones de años, aún no han conseguido llegar a la tierra, pueden decirnos sino sigue siendo hoy una verdad mucho más profundo y mucho más real que” los cielos cuentan la gloria de Dios”.
Y con cuánta propiedad llamó a esto el salmista "gloria de Dios”, lo comprenderá quien recuerde que en el Antiguo Testamento, cuando Dios se hacía presente en el pueblo de Israel, no parecen figura humana, sino que impresionar a los sentidos con el resplandor de la claridad sobrenatural, que los israelitas llamaban “gloria de Dios”. Precisamente el poema cantado por los cielos es un poema de luces que sólo el Omnipotente ha podido encender.
El lenguaje de este poema se concreta más en el versículo siguiente: "un día grita otro día, y una noche comunica su pensamiento a otra noche”. Son como dos coros que cantan los versículos de un salmo perenne: como el día que se apaga entre los esplendores del ocaso, que encuentra su respuesta apropiada en las luces con que el nuevo día se levanta para cantar el mismo versículo renovado. El misterio con que la noche desvanece sus luces para llegaba del aurora invade de nuevo los cielos cuando el día se retira. La voz del día es más vibrante. La de la noche es más sosegada. El día habla de esplendor, poder beneficencia. La noche, de inmensidad, orden, misterio, belleza, paz.
Es un lenguaje al que nadie puede sustraerse. El testimonio del día y de la noche llega a todos los lugares de la tierra. "No son lenguaje ni palabras cuya voz no se oiga. Por toda la tierra se extiende su sonido, y hasta los confines de la tierra sus palabras”.
Podría parecer que estaba todo dicho, pero el salmista no se conforma con eso. Tiene que describir más detalladamente la magnificencia del día y de la noche. En el día, su atención se siente absorbida por el astro solar, que es el fenómeno más saliente de los cielos. En ellos le hizo Dios un tabernáculo o tienda donde pasase las noches, y cuando llega al amanecer, se debe salir alegre, joven y fuerte, como un esposo que se levanta de su lecho, e inmediatamente emprende su carrera diaria, recorriendo los cielos de un extremo a otro, de manera que nada ni nadie se sustrae a su acción bienhechora y fecunda: "para él sólo puso en ellos una tienda; y este, semejante al esposo que sale de su tálamo, se lanza alegría recorrer su camino común atleta. De un extremo de los cielos en su salida, y su meta, al final de los mismos, y nada se sustraer a su calor”.

En la noche…
Pero aquí es donde el salmo quedó truncado. Lo que sería se ha perdido, acaso irremisiblemente.
Un salmista posterior continuó hablando de otra luz y otro calor que Dios envía su pueblo escogido: la luz de la revelación.
Considera la revelación principalmente en su aspecto de norman de moralidad, y la designa con diversos nombres no del todo sinónimos, porque la llama ley, testimonio, preceptos, mandato, temor y juicios, y a cada uno de los matices expresados por estos nombres corresponde un elogio, también matizado, de la revelación de Yahveh, el Dios de Israel.
La ley es para el israelita todo el pentateuco, el libro de Moisés. En él no solamente se contienen las leyes dadas por Dios al gran legislador del Sinaí, sino la narración de los orígenes del mundo y de la humanidad, la elección del pueblo de Israel, la historia de los grandes Patriarcas, las maravillas obradas por Dios a favor de su pueblo a sacarlo de Egipto. Realmente es un libro completo. Su lectura reconforta el alma del buen israelita.
Por otra parte, cuando Dios revela la verdad, su sabiduría y su veracidad infinita son la mejor garantía de la misma. Es el suyo un testimonio tan sólido, tan consistente, tan veraz, que los mismos ignorantes, apoyándose en él, resultan sabios.
Los preceptos de Yahvéh (picudim) es una denominación que sólo se encuentra en este salmo y en el 118. Parece designar un catálogo, que debía de contener cuántos preceptos había ido dando Dios a su pueblo en diversas ocasiones. Bien podía llamarse de el catálogo de la rectitud. La observancia de su contenido da alegría al corazón.
Un efecto semejante –“ilumina los ojos”-produce el mandato de Yahvéh (miswa), que es como se llama los preceptos en la legislación deuteronómica. El salmista dice que este mandato es esplendoroso. Así llama también el Cantar de los cantares a la esposa, diciendo que es” esplendorosa como el sol” (6,9).
Y es que la aceptación reverente de los preceptos divinos y el cumplimiento de los mismos-el temor de Yahvéh limpia el alma y le da una estabilidad de vida eterna, a la que no pueden aspirar a los que rechazan este temor, principio de la sabiduría (Prov. 9,10).
Finalmente los juicios de Yahvéh, aquellas aplicaciones casuística has de la ley contenidas en una parte del Exodo, se ajustan perfectamente a la verdad ya la justicia.
El buen israelita comprueba todo esto en la vida cotidiana, y encuentra que la revelación divina es de un Valor superior a todo Valor y de una dulzura superiora toda dulzura. Por eso quiere colocarse plenamente bajo su luz, esperando de ello grandes ventajas. ¿Más? ¿Puede decirse que de hecho se amolda su conducta a las normas reveladas? : El Antiguo Testamento distingue dos clases de trasgresiones las inadvertidas y las sometidas a mano airada. Para las primeras habría fórmulas de perdón. Para las segundas, no. El salmista pide a Dios que le perdone las primeras y le libre de cometer las segundas. Así será perfecto.
El salmo se cierra con una invocación a Dios, que es para el hombre piadoso roca de refugio cuando sus enemigos le persiguen, y goel o protector cuando se encuentra débil, como la viuda o el huérfano.
Para nosotros, los cristianos, este salmo tiene un sentido mucho más pleno. Porque la manifestación de Dios en el mundo estelar resulta de una magnitud incomparablemente mayor a través de los descubrimientos modernos de la astronomía pero, sobre todo, es más plena su manifestación en la revelación evangélica.
No hay ley ni enseñanza tan perfecta ni qué tanto confort el alma como la que nos dio Jesús, que, al invitarnos acudir a su escuela, nos prometía: y hallaréis descanso para vuestras almas (Mt 11,29). Ni hay un testimonio tan asequible e instructivo para las almas sencillas, dentro de su utilidad para la vida práctica, como el testimonio de Jesús en las parábolas. Ni se ha expuesto a la humanidad un catálogo de preceptos morales de tanta elevación y qué tanto ensancha el corazón como el Sermón de la Montaña. ¿Y qué mandato de Dios ilumina y alegra tanto la mirada de los hombres como el gran mandato de Jesús, el mandato de la Caridad? Nadie ha hablado del temor de Dios, vinculado a la limpieza del alma y a la permanencia en el bien, de manera tan sugestiva y amable como nuestro divino Maestro cuando decía: Yo soy la vid; vosotros, los Sarmientos. Quien permanece Mí y yo en él, éste lleva fruto abundante, porque fuera de mi nada podéis hacer. Sí alguna no permanecen mí, es arrojado fuera como el sarmiento, y se seca; y lo recogen, y arrojan al fuego, y arde… Permanece de mi amor. Sin guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor (Jn 15,5-10). Y en fin, ¿qué juicios de Dios o que casuística divina se puede comparar con aquella? De que están sembrados los evangelios en las palabras de Jesús todo esto sí que es de un valor superior al oro más precioso y que deja en el alma una dulzura que con nada se puede parangonar. Quien corre a ponerse bajo la luz de aquel que asimismo se llamó “luz del mundo”, sabe que en "no anda en las tinieblas, sino que poseerá la luz de la vida” (Jn 8,12).
La iglesia hace un uso frecuente de este salmo, y no pocas veces se entiende su primera parte en un sentido alegórico.
En efecto, si Cristo ha dicho: Yo soy la luz del mundo... y si el padre del Bautista lo anunció como "sol que nace de lo alto para iluminar a los que están en tinieblas y sombras de muerte, para enderezar nuestros pies por el camino de la paz” (Lc 1,78s), ¿a quién puede extrañar que la Iglesia hable de Jesús como el astro rey del cielo del espíritu, cuya belleza canta la gloria de Dios de manera tan inefable? Del tabernáculo que Dios le hizo –el seno virginal de Maria- sale nuestro gran atleta aureolado de la belleza encantadora y siempre joven de las jornadas de Belén, y emprende su carrera, sin que nadie pueda sustraerse al influjo de su luz y su calor, porque es “la luz que alumbra todo hombre que viene a este mundo” (Jn 1,9).
Entendidos en esta forma, cada uno de los primeros versículos ofrece una profundidad a la contemplación, a la piedad y al fervor. Y, además, ensambla mucho mejor con la segunda parte del salmo, porque la luz y el calor irradiados por Jesús son sus leyes y enseñanzas tan divinamente admirables. Por eso canta la Iglesia este salmo los días de Navidad, cuando nace el sol, y lo vuelve a entonar el día de la Ascensión, cuando llega su meta celestial.
Por otra parte, ya San Pablo acomodó a la predicación apostólica la frase: "por toda la tierra se extiende su voz, y hasta los confines de la tierra, sus palabras”. En su tanto son también los Apóstoles parte de los cielos que cuenta la gloria de Dios. En su fiesta se canta este Salmo.
Pero la mayor ternura está reservada para los días en que se canta a Maria, al tabernáculo que Dios puso en los cielos para que fuesen morada del sol como de mirra elegida era el perfume que correspondía aquella en quien había de descansar el divino esposo.