domingo, 30 de julio de 2023

últimas leyes del Ministerio de Igualdad en revisión

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jueves, 27 de julio de 2023

miércoles, 26 de julio de 2023

suicidio asistido: el Bundestag rechaza dos propuestas de ley

 Desde la despenalización del suicidio asistido en 2020, se han registrado en Alemania 9.215 casos de personas que han optado por esta vía para poner fin a sus vidas.

(ZENIT Noticias / Berlín, 20.07.2023).- El tema del suicidio asistido ha generado un debate candente en Alemania, después de que el Tribunal Constitucional del país eliminara en 2020 la prohibición total que existía sobre esta práctica. La Corte había instado al Parlamento a regular el asunto, pero recientemente, dos propuestas de ley presentadas en el Bundestag fueron rechazadas debido a la falta de mayoría absoluta.

El vacío legal generado por la abolición de la prohibición ha llevado a que expertos, juristas y teólogos soliciten una normativa clara sobre el suicidio asistido en el país. El Tribunal Constitucional de Karlsruhe consideró inconstitucional la prohibición anterior, argumentando que limitaba el derecho de las personas a decidir sobre su propia muerte, incluyendo la opción de poner fin a su vida con asistencia médica.

En un intento por abordar esta compleja cuestión, el mundo político presentó dos propuestas de ley ante los 736 diputados del Bundestag. Ambas propuestas fueron rechazadas, ya que ninguna alcanzó la mayoría absoluta requerida. La primera de estas propuestas, presentada por el socialdemócrata Lars Castellucci y el democristiano Ansgar Eveling, buscaba establecer regulaciones y obligaciones para el proceso del suicidio asistido. Incluía la obligatoriedad de que los pacientes consulten a un psicólogo y a un psiquiatra, así como la introducción de un período mínimo de 8 semanas para tomar decisiones definitivas.

Por otro lado, la segunda propuesta, impulsada por la liberal Kathrin Helling-Plahr y la verde Renate Künast, buscaba otorgar una mayor discreción y poder de decisión tanto a los pacientes como a los médicos y familiares involucrados en el proceso. Algunos medios han comparado esta propuesta con las regulaciones vigentes para el asesinato de bebés en el vientre de sus madres.

El debate en el Bundestag ha revelado divisiones dentro del ámbito político alemán respecto a cómo abordar el tema del suicidio asistido. Algunos sectores abogan por una legislación más permisiva que garantice la libertad de elección para pacientes y profesionales médicos. Por otro lado, prevalece una postura que busca una ley más restrictiva, con el objetivo de prevenir posibles abusos y proteger la vida y la dignidad de las personas involucradas.

A pesar del rechazo de estas propuestas de ley, la discusión no ha terminado y se espera que el tema vuelva a ser abordado en el futuro. El presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania, Mons. Georg Bätzing, ha hecho hincapié en la importancia de proteger siempre la vida humana, mientras que algunos defensores del suicidio asistido argumentan que la libertad de decisión sobre el propio final de la vida es un derecho fundamental.

Desde la despenalización del suicidio asistido en 2020, se han registrado en Alemania 9.215 casos de personas que han optado por esta vía para poner fin a sus vidas. Mientras el país sigue en busca de una solución legislativa, el debate ético y legal en torno al suicidio asistido continuará siendo un tema de gran relevancia para la sociedad alemana.

Joachin Meisner Hertz

martes, 25 de julio de 2023

lunes, 24 de julio de 2023

domingo, 23 de julio de 2023

viernes, 21 de julio de 2023

jueves, 20 de julio de 2023

CAMINO (DE SANTIAGO)

En la parte inferior izquierda marca el idioma para ver subtitulos.

lunes, 17 de julio de 2023

domingo, 16 de julio de 2023

sábado, 15 de julio de 2023

viernes, 14 de julio de 2023

miércoles, 12 de julio de 2023

martes, 11 de julio de 2023

La reversión del envejecimiento celular

 

Nuevas investigaciones parecen abrir el camino para frenar e incluso revertir el envejecimiento celular. Se espera que estos hallazgos se extrapolen y sean beneficiosos para los pacientes con graves patologías y tumores malignos, así como para prolongar la vida humana.

Científicos de la Universidad de California y San Diego (UCSD), en EEUU, han publicado en la prestigiosa revista Science una investigación que consigue frenar e incluso revertir el envejecimiento celular de la levadura Saccharomyces cerevisiae, responsable de la producción del pan, el vino y la cerveza.

Hace más de 30 años que Thomas Johnson incrementó la vida de los gusanos C. elegans en un 60 % mediante la modificación de un solo gen, descubrimiento que estimuló a otros científicos a continuar investigando las modificaciones genéticas relacionadas con el envejecimiento. Ahora, el equipo liderado por Nan Hao ha conseguido incrementar en un 82% la esperanza de vida de la levadura Saccharomyces cerevisiae.

El estudio se basa en el uso de la biología sintética, abordaje que consiste en el diseño de redes de genes para conferir funciones biológicas específicas a los organismos. En este caso, los investigadores han alterado los mecanismos genéticos que dirigen el envejecimiento natural de la levadura, retrasando considerablemente este evento. “Nuestros resultados establecen una conexión entre la arquitectura de la red de genes y la longevidad celular que podría conducir a circuitos de genes diseñados racionalmente que retrasan el envejecimiento”, concluyen los investigadores en su artículo.

Se espera que estos hallazgos se extrapolen y sean beneficiosos para los pacientes con graves patologías y tumores malignos, así como para prolongar la vida humana. Para ello, los autores pretenden emprender nuevas investigaciones en varios tipos de células humanas y en modelos animales, mucho más complejos que la levadura. “Necesitaremos más tiempo y recursos para probar estas ideas y estrategias, pero no creo que haya nada fundamental que nos impida hacerlo”, explica Nan Hao para El País.

Carlos López Otín, de la universidad de Oviedo y experto en el área de investigación contra el envejecimiento, considera que la extrapolación de estos estudios a células humanas y a nuestra vida cotidiana será todavía lejana. Además, propone investigar otro tipo de circuitos genéticos no para extender innecesariamente la longevidad, sino para mantener la homeostasis, es decir, el equilibrio interno del organismo. “Ello podría contribuir a mejorar nuestra salud, algo que me parece un propósito más sensato y asequible que aspirar a improbables sueños de inmortalidad”, concluye.

El envejecimiento es un proceso natural e inevitable, cualquier intervención para ralentizar o revertir este proceso debe ser valorado con precaución. Si esta investigación llega en un futuro al ser humano, los expertos en bioética de todo el mundo deberán valorar si estos avances cumplen desde el punto de visto bioético una mejora en algunos de los pilares básicos de la calidad de vida. Por otro lado, será necesaria también una reflexión sociológica respecto a las consecuencias de un envejecimiento aún mayor de la población, así como a las estrategias para hacer frente a este posible escenario. Finalmente, no debemos olvidar que la vulnerabilidad es una característica humana que nos llama al cuidado y la solidaridad, y que buscar suprimirla es no solo inadecuado sino imposible.

 

María Amparo Augusto Pardo

Dayli Ramos Reymont

Mery Victoria Bravo Castillo

Sara Oropesa Fernández

Dolores García Mendoza

Alumnos del Master Universitario en Bioética

Universidad Católica de Valencia

lunes, 10 de julio de 2023

NOTICIAS DE BIOÉTICA

El intensivista José María Domínguez Roldán (Carmona, 1957), Miembro del Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia, es el nuevo presidente de la federación temática sobre ética médica en la Unión Europea de Médicos Especialistas, una iniciativa española con la que pretende dar la relevancia “que se merece” a la ética en la Medicina. No sólo eso, el doctor Domínguez es también el presidente de la Comisión Central de Deontología del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, que presentó a finales de marzo el nuevo Código de Deontología Médica, y además, también preside la Comisión de Ética y Deontología Médica del Colegio de Médicos de Sevilla.

–¿Qué es exactamente lo que hace la Unión Europea de Médicos Especialistas?

–Es una organización oficial que se encarga de regular todo lo que es la especialización médica en Europa.

–Llega a la presidencia de la comisión de ética de la Unión Europea de Médicos Especialistas como el primer facultativo español en conseguirlo. ¿Qué cree que le ha llevado al cargo?

–Pues creo que ha sido nuestro trabajo por que la ética médica sea considerada como un área de conocimiento. Lo hemos conseguido gracias a nuestro trabajo desde España y por eso se ha creado una comisión que se ha llamado Federación Temática de Ética Médica en la Unión Europea de Médicos Especialistas. Posteriormente hubo elecciones, en las que participaron más de veinte países, y así fui elegido, probablemente, por la iniciativa que yo había tomado para la creación de esta comisión.

–¿Qué implica que la presida un médico español?

–Implica trabajar desde España, donde hemos mostrado mucho interés en que la ética forme parte, no sólo como una asignatura o temario en la facultad, sino también en que cada especialidad médica en su programa formativo y de certificación incluya temas de ética muy específicos. Por ejemplo, un ginecólogo tendrá que saber mucho de ética relacionado con el principio de la vida o un médico de Cuidados Intensivos, tendrá que conocer muy bien lo que es el final de la vida y todo lo que ello implica.

–¿Qué valor tiene la ética en la profesión médica?

–Yo aquí diría varias ideas. En Medicina, no todo lo que se puede hacer se debe hacer. Ese es uno de los principios de la ética. Pongo un ejemplo, yo soy médico intensivista y en la UCI, con la maquinaria disponible, podemos hacer muchas cosas, pero la pregunta es: ¿todo eso se debe hacer? Pues, posiblemente, no. En determinadas situaciones, lo que se hace es prolongar una vida de modo innecesario, incluso, cruel. Por otro lado, también explica el hecho de que no es lo mismo ser un buen médico que un médico bueno. Lo que nosotros decimos desde la ética es que hay que ser las dos cosas. Hay que ser un buen médico porque hay que conocer todos los aspectos técnicos y estar actualizado y, además, ser un médico bueno, que sabe entender perfectamente el lugar del paciente. Es decir, ver, no sólo los principios científicos, sino también los principios morales de la Medicina. Y eso es lo que hace un médico integral. Medicina científica y humanismo, combinados, hacen un cóctel extraordinario.

–¿Hay unas especialidades  en las que es más importante la ética que en otras?

–Sí, sobre todo, en aquellas que están relacionadas con el principio o el final de la vida porque ahí las decisiones científicas pueden ser relativamente fáciles, pero las decisiones éticas no necesariamente lo son. Por citar ejemplos, Cuidados Paliativos, Medicina Interna, Cuidados Intensivos, Pediatría o Ginecología. Especialidades con un marcado aspecto ético en su toma de decisiones.

–¿En qué punto se encuentra la aplicación de la Ley de la Eutanasia?

–Se puso en marcha en España en marzo de 2021 y realmente se está desarrollando de modo asimétrico en las distintas Comunidades Autónomas. Yo siempre digo que la ley hay que cumplirla, pero que no necesariamente lo que dice la ley es los ético y lo correcto.

–Explíquese…

–Las leyes se nutren de la opinión de un Parlamento, mientras que la Medicina se nutre de los principios universales de la Medicina. Hay aspectos, como el Código de Deontología Médica basado en esos principios que dice que el médico no participará ni provocará la muerte del paciente. Por el contrario, en España hay una ley que dice que la eutanasia es legal. Ética y leyes no son necesariamente sinónimos y las fuentes de las que se nutren son distintas.

–¿Qué queda por hacer?

–Yo creo que fomentar la ética en todos los ambientes es muy importante. Es una de nuestras apuestas desde la presidencia de la federación temática de Ética Médica de la Unión Europea. Vamos a fomentar la formación en ética en todos los médicos, pero también fomentar los valores y derechos éticos en la población. Conseguir que los pacientes declaren sus voluntades previas o hablen con sus médicos sobre cuáles serían sus deseos concretos en caso de enfermedad es una tarea que tenemos pendiente de hacer que cale más en la sociedad.

–¿Qué retos espera cumplir durante su mandado?

–El principal es conseguir que todos los médicos en Europa consideren la ética un área obligatoria de conocimiento y de desarrollo. Y, por otra parte, a nivel más local, intentar hacer que en España, todas las facultades de Medicina consideren la ética como una asignatura primordial. Si consigo esos dos logros estaría plenamente satisfecho.

Entrevista publicada en Diario de Sevilla

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El Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo (TEDH) rechazó el 8 de junio una demanda presentada por ocho mujeres en contra de la legislación de Polonia, que prohíbe el aborto en caso de malformaciones congénitas del feto. Sienta así un precedente jurídico, ya que se han presentado otras mil reclamaciones similares a esta en el TEDH.

De las ocho mujeres solicitantes, solo cuatro estaban embarazadas. De ellas, dos lo estaban de niños sanos y las otras dos padecían enfermedades que podían suponer un riesgo de malformación en los fetos. Las otras cuatro declararon que habían pospuesto su deseo de tener un hijo por miedo a que si el feto presentaba alguna anomalía congénita no recibieran ayuda médica.

Previamente, habían presentado la demanda con un formulario ya completado y publicado en línea por la Fundación para la Mujer y la Planificación Familiar (FEDERA). Esta organización feminista, que ha liderado las protestas en contra de la política anti-abortista en Polonia, animaba a las mujeres en edad fértil de ese país a añadir información sobre sus circunstancias personales y enviarlo al Tribunal.

Así lo hicieron las mujeres solicitantes, pero ninguna de ellas adjuntó ningún documento o certificado médico relacionado con su estado de salud. Solo presentaron información considerablemente limitada que no permitía determinar su situación médica.

El Tribunal observó que las dos demandantes que afirmaron tener enfermedades que supuestamente causaban un mayor riesgo de malformación fetal no proporcionaron ninguna prueba médica que sustentase sus afirmaciones en sus solicitudes. Habría sido necesario que hubieran diagnosticado a los fetos anomalías graves e irreversibles o una enfermedad incurable que amenazara sus vidas para que hubiera sido tenido en cuenta su petición.

Por lo tanto, se llegó a la conclusión de que los formularios de solicitud contenían muy poca información sobre las solicitantes, que había sido introducida tras una campaña nacional organizada por una ONG pro-aborto.

En opinión del TEDH, las demandantes tenían como objetivo solicitar al Tribunal que revisara, en abstracto, la ley y su aplicación en relación con la interrupción del embarazo, contribuyendo al debate político relacionado con los derechos reproductivos y el acceso a la interrupción del embarazo en Polonia.

Por estas razones, la Corte, por unanimidad, declaró inadmisibles las solicitudes.

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Velar por una ciencia responsable y la integridad de sus profesionales es el objetivo del nuevo Comité Español de Ética de la Investigación constituido por la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant. Al órgano independiente y de carácter consultivo, se le ha encomendado en primer lugar un informe en materia de conflicto de intereses del personal de investigación y otro sobre las implicaciones éticas de la investigación en inteligencia artificial.

Morant presidió en la Casa de la Ciencia del CSIC en Valencia la reunión de constitución del Comité, donde solicitó un informe en materia de conflicto de intereses del personal de investigación y otro sobre las implicaciones éticas de la investigación en inteligencia artificial.

La ministra destacó que la creación de este Comité supone el desarrollo de la nueva Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación. “Estamos haciendo una apuesta por la ciencia como nunca en la historia de España y queremos acompañarla de un compromiso ético”, afirmó Morant.

Algunas funciones del Comité son: emitir informes, propuestas y recomendaciones sobre materias relacionadas con la ética profesional en la investigación científica y técnica, así como con la integridad científica y la investigación responsable.

No hay que olvidar que en España ya existe un Comité Español de Bioética adscrito al Ministerio de Sanidad, independiente y de carácter consultivo, que tiene la misión de emitir informes, propuestas y recomendaciones para los poderes públicos de ámbito estatal y autonómico sobre materias relacionadas con las implicaciones éticas y sociales de la Biomedicina y Ciencias de la Salud.

Fuente: Europa Press.



domingo, 9 de julio de 2023

sábado, 8 de julio de 2023

viernes, 7 de julio de 2023

jueves, 6 de julio de 2023

miércoles, 5 de julio de 2023

martes, 4 de julio de 2023

mujeres trans en competiciones femeninas

 La  Federación Mundial de Atletismo prohibió el 31 de marzo de 2023 participar a las mujeres trans en competiciones femeninas, excluyendo de esta manera a los atletas transgénero que hubieran pasado la pubertad masculina antes de participar en las competiciones femeninas en la clasificación mundial.

En cuanto a los atletas DSD (Disorders of Sex Developement, por sus siglas en inglés), en español ADS (Anomalías de la Diferenciación Sexual), la nueva regulación establece que los atletas tienen que reducir su nivel de testosterona por debajo de 2,5 nml/L durante un mínimo de 24 meses para competir en cualquier evento de categoría femenina, no sólo los restringidos en la norma anterior (400 metros a una milla).

Se han introducido disposiciones provisionales para atletas relevantes que ya estaban compitiendo en los eventos que no estaban restringidos (menos de 400 metros y mayores de una milla y eventos de campo). En ellas se incluye el requisito de suprimir los niveles de testosterona por debajo de 2,5 nmol durante al menos seis meses antes de que puedan volver a competir.

Cabe recordar que en la regulación anterior, el nivel de testosterona máximo requerido para permitir la participación era de 5 nmol/L durante, al menos, seis meses para los atletas que competían en los eventos restringidos.

Las disposiciones adicionales no se aplican a los eventos previamente restringidos, en los que se requiere dos años de supresión de testosterona para que el atleta sea elegible para competir.

La Federación Mundial de Atletismo realizó un periodo de consultas con las principales partes interesadas, incluidas las federaciones miembros, la Academia Mundial de Entrenadores de Atletismo, la Comisión de Atletas, el Comité Olímpico Internacional y grupos representativos de los derechos humanos y de los transexuales.

En el mundo del deporte no apoyaron la primera opción que se presentó a las partes interesadas: permitir que los atletas trans mantuvieran sus niveles de testosterona por debajo de 2,5 nmol/L durante 24 meses para poder competir internacionalmente en categoría femenina.

Actualmente no hay atletas trans compitiendo en categoría femenina, por lo que no hay evidencias del impacto que producirían estos atletas en las competiciones femeninas. En este sentido, el Consejo priorizó la equidad de la competición femenina por encima de la integración.

También se ha acordado establecer un grupo de trabajo durante 12 meses para seguir considerando la inclusión de las atletas trans en competiciones femeninas. Su función será consultar con atletas trans para conocer sus puntos de vista sobre la competición de atletismo femenino.

El presidente de la Federación (World Athletics), según afirma Sebastian Coe, ha declarado que “las decisiones siempre son difíciles cuando involucran necesidades y derechos en conflicto entre diferentes grupos, pero seguimos considerando que debemos mantener la equidad para las mujeres atletas por encima de todas las demás consideraciones. Nos guiaremos en esto por la ciencia en torno al rendimiento físico y la ventaja masculina que inevitablemente se desarrollará en los próximos años. A medida que haya más evidencia disponible, revisaremos nuestra posición, pero creemos que la integridad de la categoría femenina en el atletismo es primordial».

Valoración bioética

Los procesos de transición de género plantean problemas de difícil solución. Las evidentes diferencias genéticas, anatómicas, constitucionales, endocrinas o psicológicas entre los sexos masculino y femenino, confieren capacidades distintas condicionadas por estas diferencias. La instauración de las terapias de transición de género, farmacológicas o quirúrgicas, no consigue anularlas hasta el punto de convertir lo masculino en femenino y viceversa. La evaluación de la testosterona como único indicador para permitir o no la competición conjunta con atletas trans se revela como un indicador insuficiente, dado que el mantenimiento de valores bajos de esta hormona durante un tiempo no evita el desarrollo corporal, muscular, cardiovascular, etc. que se produce previamente a la administración de los tratamientos farmacológicos o quirúrgicos.

Promover la igualdad en dignidad y derechos, que constituye un deber ineludible para todos, no debe confundirse con anular las diferencias, porque pretender hacerlo constituye, de hecho, una forma de discriminación, como hemos informado previamente en los casos que se han producido en otros deportes.

Los problemas asociados al fenómeno de la transexualidad, en el campo de la competición y otros, tienen su origen en la pretensión de anular la biología y su trascendencia en la identidad del ser humano. Ser sexuado afecta a toda la persona, es constitutivo de su identidad, determinado genéticamente desde la concepción, y condiciona las aptitudes, la conducta, y el rendimiento en distintas áreas. Los procesos de transición de género no anulan estas diferencias, aunque las modifican, subyaciendo en todo caso en mayor o menor grado el fenotipo masculino o femenino determinado por la genética.

Julio Tudela y Ester Bosch. Observatorio de Bioética. Instituto Ciencias de la Vida. Universidad Católica de Valencia

domingo, 2 de julio de 2023

Aires optimistas frente al cambio climático


Francisco de Asís, uno de los santos más reconocidos de la cristiandad, nos legó en el siglo XI una importante enseñanza: el concepto de la interconexión del ser humano con el mundo natural. Pero la humanidad no ha asumido en ningún momento esa idea y ha tratado la Naturaleza desde un punto de vista puramente utilitario.

Por citar dos ejemplos, la deforestación para crear tierras cultivables y proporcionar madera de construcción y leña o las operaciones de minería y fundición con todo tipo de vertidos tóxicos al medioambiente han sido lugar común a lo largo de la Historia. La Revolución Industrial se basó inicialmente en la explotación del carbón y del hierro, pero las siguientes etapas de esta revolución fueron incorporando nuevas fuentes de energía, fundamentalmente petróleo y gas, y nuevos minerales, con el desarrollo de una potente industria química. La quiebra de la armonía entre la especie humana y la Naturaleza se hizo más patente en la forma de contaminación del aire, de las aguas y del suelo. Los daños se hicieron cada vez más visibles, con la creación de atmósferas irrespirables en las ciudades más industriales, la mortandad de peces en los ríos, la lluvia ácida que destruye el paisaje y tantas otras afecciones. Y, aunque siempre hubo voces contra este deterioro medioambiental, estas fueron sistemáticamente acalladas por los intereses involucrados. De hecho, con anterioridad a los años 60 del pasado siglo, no existía normativa medioambiental relevante.

Rachel Carson, la mujer que mueve a la opinión pública

En la década de los años 50 se observó una importante mortandad de pájaros en numerosos lugares, algo para lo que nadie tenía una respuesta. En 1961, la bióloga Rachel Carson resolvió el interrogante, que detalló en su libro Primavera silenciosa. En él identificó inequívocamente a los asesinos de aves entre los potentes insecticidas sintéticos, como el DDT, que estaban envenenando las cadenas alimentarias, desde los insectos hacia arriba. El claro mensaje del libro es que todo en la Naturaleza está relacionado con todo lo demás. Redescubrió y divulgó el pensamiento de Francisco de Asís, al que Carson llegó mediante el razonamiento científico, mientras que Francisco lo hizo bajo la consideración de que todo en la Tierra es obra de Dios.

El impacto de Primavera silenciosa, del que se vendieron dos millones de ejemplares[1], fue impresionante. El presidente John F. Kennedy ordenó una investigación sobre el uso de los pesticidas, que concluyó la necesidad de que los residuos de estos productos fueran rastreados y monitoreados en el aire, agua, suelo, peces, vida silvestre y seres humanos, con el objetivo de eliminar el uso de pesticidas tóxicos persistentes.[2]

Carson, sin duda alguna, tiene el mérito de haber despertado la conciencia ecológica popular en Estados Unidos y Europa. Su biógrafa Linda Lear ha escrito: “Su valentía al dar la voz de alarma y su visión ecológica de la unidad de toda la vida dieron forma indeleble al movimiento ecologista contemporáneo”[3]. Friends of the Earth y Greenpeace tienen su origen directamente en Primavera silenciosa.

En las décadas de 1960 y 1970, el movimiento ecologista centró su atención en la contaminación en todas sus formas y presionó con éxito a los diferentes gobiernos para aprobar medidas destinadas a promover un aire y un agua más limpios y la eliminación de residuos tóxicos. La Naturaleza se iba ganando un lugar en el orden normativo de las sociedades modernas.

El mecanismo que permite a la Tierra disfrutar de una temperatura adecuada para la vida

El efecto invernadero –un proceso natural que calienta la Tierra– es necesario para mantener la vida en el planeta. Se produce cuando determinados gases de nuestra atmósfera atrapan el calor emitido por la Tierra y actúan como el propio invernadero del planeta. Dichos gases, entre los que se encuentran el dióxido de carbono (CO2), el metano y el óxido nitroso, son necesarios para mantener caliente la temperatura de la superficie de la Tierra. Si la Tierra no tuviera atmósfera y no estuviera presente este mecanismo, la temperatura de la superficie de nuestro planeta sería de -18°C, pero gracias al efecto de estos gases es de +15 °C. Durante miles de años, la Naturaleza había regulado bien la concentración de estos gases.

Este efecto es conocido desde el siglo XIX a partir del matemático francés Joseph Fourier. Pero la influencia de la acción del hombre en la alteración de ese efecto no ha podido verificarse hasta muy posteriormente, pues para ello era necesario disponer de medidas de la composición y temperatura de la atmósfera durante largos períodos de tiempo. Y esto es lo que han conseguido los científicos paleoclimáticos en estos últimos 20 años. De acuerdo a las técnicas más modernas[4], la composición de la atmósfera podemos conocerla mediante mediciones precisas de las burbujas de aire atrapadas en el hielo de los glaciares, que alcanza a los últimos 800.000 años. Para adentrarnos más en el pasado en el contenido de CO2 hay que recurrir a métodos indirectos. Así, por ejemplo, los valores cambiantes de CO2 afectan al pH del océano, y esto tiene diversos efectos sobre los fósiles de plancton, de forma que el estudio de estos fósiles nos permite reproducir el contenido de CO2 en la atmósfera retrocediendo decenas de millones de años.

De forma análoga, para la determinación de temperaturas hay que recurrir a métodos indirectos, ya que los registros de medidas termométricas sólo están disponibles desde hace 160 años. Las ligeras diferencias en peso de los isótopos del oxígeno presentes en el agua hacen que tengan comportamientos diferentes frente a procesos como la evaporación o la condensación. El isótopo más ligero (16O) se evapora más fácilmente que el isótopo más pesado (18O) en los océanos. Por lo tanto, la cantidad del isótopo más ligero (16O) en las precipitaciones es mayor, razón por la cual el hielo glaciar también contiene una mayor concentración de 16O. Debido a esto, la mayor concentración del isótopo más pesado (18O) se queda en el agua del océano. Como el hielo de los casquetes polares y glaciares acumula isótopos ligeros (16O) y el océano se enriquece en isótopos pesados (18O) durante las glaciaciones, los sedimentos de fondos oceánicos nos permiten conocer en qué momentos ha habido más o menos hielo en el planeta.

Gracias a estas mediciones indirectas conocemos el clima de la Tierra remontándonos a millones de años y hemos verificado que, en sus 4.500 millones de años de historia, el planeta Tierra ha experimentado periodos de mayor y menor calor. Pero siempre han sido alteraciones lentas de la temperatura en ciclos del orden de 100.000 años provocados por las variaciones de la órbita de la Tierra alrededor del Sol.

Se descubre el calentamiento global 

La utilización de combustibles fósiles, carbón, petróleo y gas natural no ha hecho más que aumentar exponencialmente desde la primera revolución industrial. Se estima que en este tiempo hemos vertido 1,5 billones de toneladas de CO2 a la atmósfera, incrementando en un 50% la proporción de este gas de efecto invernadero en la misma. Y esto ha tenido consecuencias.

En 1967 se pudo desarrollar por primera vez un preciso modelo informático del clima cambiante de la Tierra, corroborando que duplicar las concentraciones de CO2 podría aumentar la temperatura global en 2°C. Syukuro Manabe fue premiado con el Nobel de Física 2021 por este trabajo. Las mediciones realizadas desde la revolución preindustrial hasta nuestros días se ajustan perfectamente a esta predicción: el CO2 ha aumentado en un 50% aproximadamente y las temperaturas han aumentado 1,1°C.[5] Supone un cambio brutal frente a la estabilidad observada a lo largo de miles de años.

En 1988 se hizo oficial la constatación científica del calentamiento en el Congreso de Estados Unidos. Así lo recogía el New York Times: “Hasta ahora, los científicos se habían mostrado cautelosos a la hora de atribuir el aumento de las temperaturas mundiales de los últimos años al previsible calentamiento global causado por los contaminantes de la atmósfera, conocido como ‘efecto invernadero’. Pero hoy, el Dr. James E. Hansen, de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio, ha declarado ante una comisión del Congreso que existe un 99% de certeza de que la tendencia al calentamiento no es una variación natural, sino que está causada por la acumulación de dióxido de carbono y otros gases artificiales en la atmósfera.”[6]

La relación entre los fenómenos meteorológicos extremos y el cambio climático se pudo demostrar en 2004 en un artículo publicado en la revista Nature[7] firmado por varios profesores de la Universidad de Oxford y de la Oficina Meteorológica del Reino Unido, en el que demostraban que el cambio climático había duplicado el riesgo de la ola de calor europea de 2003 que mató a decenas de miles de personas. Actualmente, los científicos son capaces de calcular con notable precisión el impacto del calentamiento global en sequías, olas de calor e inundaciones.

Las catástrofes relacionadas con el clima representaron alrededor del 90% de las más de 7.000 grandes catástrofes ocurridas entre 1998 y 2017, la mayoría de ellas inundaciones y tormentas. Las pérdidas económicas ascendieron a casi 2,3 billones de dólares, según un informe de la Oficina de las Naciones Unidas. El sistema climático de la Tierra es complejo y caótico, por lo que los efectos de los cambios provocados son diferentes en los distintos lugares. Se calcula que unos 3.500 millones de personas viven en contextos muy vulnerables al cambio climático.

El Acuerdo de París, un buen acuerdo que simplemente acota el problema

Los países llevan debatiendo cómo combatir el cambio climático desde principios de la década de 1990. Están de acuerdo sobre las bases científicas del fenómeno que plantea la amenaza y, por tanto, en la posible solución. Pero la transición a un mundo con balance cero de CO2 es seguramente el mayor reto al que se ha enfrentado la humanidad. Requiere una transformación completa de nuestra forma de producir, consumir y movernos; sustituir la energía contaminante de carbón, gas y petróleo por energía procedente de fuentes renovables.

Llegar a acuerdos ha resultado difícil, porque se ha discrepado sobre quién es más responsable, cómo hacer un seguimiento de los objetivos de reducción de emisiones y si se debe compensar a los países más afectados. Pero, finalmente, en 2015 se llegó al Acuerdo de París, que firmaron 196 países y que exige legalmente a los países que reduzcan sus emisiones de carbono para limitar el calentamiento global a 1,5 °C en comparación con los niveles preindustriales. Las emisiones deben reducirse en un 45% para 2030 y llegar a cero en 2050.

Como dijo el entonces Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon: “El Acuerdo de París ofrece un plan viable para mitigar las graves amenazas que se ciernen sobre nuestro planeta. Establece objetivos claros para restringir el aumento de las temperaturas, limitar las emisiones de gases de efecto invernadero y facilitar un desarrollo resistente al clima y un crecimiento ecológico.”[8] El acuerdo pone un límite a los males que tendremos que sufrir aunque durante un largo período soportaremos daños causados por el cambio de clima.

No cabe duda de que, al margen de los motivos éticos, las consideraciones económicas han ayudado a un acuerdo tan global. Investigadores del Potsdam Institute for Climate Impact Research, concluyen que el Acuerdo de París, motivado políticamente, también representa la vía económicamente favorable.[9]

Por fin, una buenísima noticia

Muy recientemente se están contemplando cambios en la forma de ver el problema del calentamiento global que tienen que ver fundamentalmente con el precio de las energías verdes, que se están reduciendo vertiginosamente.

Cambio de paradigma que se refleja muy bien en la rápida evolución de la opinión de David Wallace-Wells, periodista especializado en temas de clima, que hace tan sólo cuatro años escribió un libro, auténtico superventas titulado La Tierra inhabitable, en el que exponía algunos de los peores escenarios de lo que podría ser la vida en la Tierra debido al calentamiento global. Pero tan sólo tres años más tarde, tras un proceso de diálogo con numerosos científicos y economistas del sector, publicó en The New York Times Magazine el artículo titulado “Más allá de la catástrofe: Se vislumbra una nueva realidad climática” en el que se refiere a esta nueva forma de ver los procesos en torno al cambio climático.[10]

Llevamos tantos años debatiendo lo costosa que resulta la transición energética que apenas hemos reparado en el rápido descenso de los precios que ya se ha producido. Desde 2010, el costo de la energía solar y la tecnología de baterías de litio se han reducido un 88% y el coste de la energía eólica un 70%[11]. Y, durante ese mismo período de tiempo, los combustibles fósiles no han bajado de precio en absoluto, lo que significa que ahora muchas energías renovables son mucho más baratas que sus alternativas sucias.

Algunos están hablando de sorprendentes descensos del precio de las energías renovables, pero hay que decir que científicos y economistas llevan tiempo vaticinando estas reducciones. En 1936, un ingeniero aeronáutico, Theodore Wright, estudiando los costes de la fabricación de aviones, observó lo que denominamos la curva de aprendizaje en las nuevas tecnologías, y enunció la ley que lleva su nombre: que el coste de cada unidad producida disminuye en función del número acumulado de unidades producidas. El análisis de la curva de experiencia ya ha aportado previsiones acertadas en las tecnologías renovables. En 2011, investigadores del MINES ParisTech predijeron un descenso del precio de los módulos solares del 67% para el año 2020,[12] que se ha superado con creces. En un reciente estudio, investigadores de la Universidad de Oxford[13] han desarrollado un enfoque basado en métodos probabilísticos de previsión de costes, que han sido validados estadísticamente mediante pruebas retrospectivas de más de 50 tecnologías. Con ello han generado previsiones de costes para la energía solar, la energía eólica, las baterías y los electrolizadores, con un horizonte temporal de hasta 20 años. Y los resultados indican que una transición rápida hacia la energía verde es beneficiosa, incluso si el cambio climático no fuera un problema. Cuando se tiene en cuenta el cambio climático, es decir, los efectos evitados mediante la prevención del calentamiento, los beneficios de la transición rápida se vuelven abrumadores.

“Existe la idea errónea y generalizada de que el cambio a las energías limpias y ecológicas será doloroso, costoso y supondrá sacrificios para todos, pero eso es falso”, afirma el profesor Doyne Farmer, coautor del trabajo citado. “Los costes de las energías renovables llevan décadas bajando. Ya son más baratas que los combustibles fósiles en muchas situaciones, y nuestros estudios muestran que serán más baratas que los combustibles fósiles en casi todas las aplicaciones en los próximos años. Y si aceleramos la transición, se abaratarán más rápidamente. Sustituir completamente los combustibles fósiles por energías limpias en torno a 2050 nos ahorrará billones”.[14]

La certidumbre que arrojan los nuevos estudios sobre previsiones de precios de las energías renovables nos abre el camino al optimismo. Un optimismo que ya está presente en organismos oficiales, como lo indican estas palabras de Fabio Panetta, miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo: “La transición verde a menudo se presenta como una amenaza para aspectos fundamentales de nuestra vida diaria, incluidas las oportunidades de crecimiento o el poder adquisitivo. Esta narrativa negativa es injustificada. La coincidencia divina no es una quimera: más verde puede significar más barato.”[15]

La coincidencia divina de la que nos habla Fabio Panetta nos ha quitado de encima quizá la mayor preocupación medioambiental que hasta ahora ha asaltado al ser humano, pero no por ello debemos olvidar la enseñanza de Francisco de Asís, la interconexión del ser humano con el mundo natural se manifiesta presente en todas nuestras actividades y ello nos obliga a mantener el equilibrio ecológico como medio de supervivencia.

 


Manuel Ribes. Instituto Ciencias de la Vida. Observatorio de Bioética. Universidad Católica de Valencia

 

 

[1] Eliza Griswold How ‘Silent Spring’ Ignited the Environmental Movement  The New York Times Magazine  Sept. 21, 2012

[2] Manu Mediavilla  Rachel Carson, pionera y referente en la lucha contra el cambio climático Amnistía internacional  2022

[3] Robin McKie Rachel Carson and the legacy of Silent Spring The Observer 27 mayo 2012

[4] Caitlin Keating-Bitonti & Lucy Chang  Here’s How Scientists Reconstruct Earth’s Past Climates    Smithsonian Magazine  23 marzo 2018

[5] UKRI (UK Research and Innovation) Informe corporativo  A brief history of climate change discoveries 21 octubre 2021

[6] Philip Shabecoff  Global Warming Has Begun, Expert Tells Senate  Special To the New York Times 24 junio 1988

[7] Stott, P., Stone, D. & Allen, M. Human contribution to the European heatwave of 2003 Nature 432, 610–614 (2004)

[8]  The Explainer: The Paris Agreement | UNFCCC (United Nations Framework Convention on Climate Change) 26 febrero 2021

[9] Nicole Glanemann, SvenN.Willner & Anders Levermann Paris Climate Agreement passes the cost-benefit test | Nature Communications 27 enero 2020

[10] Dave Davies A new climate reality is taking shape as renewables become widespread : NPR 10 noviembre 2022

[11] Datos tomados de “Our World in Data. org” y “Borates Today”

[12] Arnaud de La Tour, Matthieu Glachant & Yann Ménière Predicting the costs of photovoltaic solar modules in 2020 using experience curve models – ScienceDirect  10 octubre 2013

[13]  J.Doyne Farmer et al. Empirically grounded technology forecasts and the energy transition – ScienceDirect 13 septiembre 2022

[14] Decarbonising the energy system by 2050 could save trillions – Renewable Carbon News 22 septiembre 2022

[15] Fabio Panetta Greener and cheaper: could the transition away from fossil fuels generate a divine coincidence? Roma, 16 noviembre 2022