martes, 11 de julio de 2023

La reversión del envejecimiento celular

 

Nuevas investigaciones parecen abrir el camino para frenar e incluso revertir el envejecimiento celular. Se espera que estos hallazgos se extrapolen y sean beneficiosos para los pacientes con graves patologías y tumores malignos, así como para prolongar la vida humana.

Científicos de la Universidad de California y San Diego (UCSD), en EEUU, han publicado en la prestigiosa revista Science una investigación que consigue frenar e incluso revertir el envejecimiento celular de la levadura Saccharomyces cerevisiae, responsable de la producción del pan, el vino y la cerveza.

Hace más de 30 años que Thomas Johnson incrementó la vida de los gusanos C. elegans en un 60 % mediante la modificación de un solo gen, descubrimiento que estimuló a otros científicos a continuar investigando las modificaciones genéticas relacionadas con el envejecimiento. Ahora, el equipo liderado por Nan Hao ha conseguido incrementar en un 82% la esperanza de vida de la levadura Saccharomyces cerevisiae.

El estudio se basa en el uso de la biología sintética, abordaje que consiste en el diseño de redes de genes para conferir funciones biológicas específicas a los organismos. En este caso, los investigadores han alterado los mecanismos genéticos que dirigen el envejecimiento natural de la levadura, retrasando considerablemente este evento. “Nuestros resultados establecen una conexión entre la arquitectura de la red de genes y la longevidad celular que podría conducir a circuitos de genes diseñados racionalmente que retrasan el envejecimiento”, concluyen los investigadores en su artículo.

Se espera que estos hallazgos se extrapolen y sean beneficiosos para los pacientes con graves patologías y tumores malignos, así como para prolongar la vida humana. Para ello, los autores pretenden emprender nuevas investigaciones en varios tipos de células humanas y en modelos animales, mucho más complejos que la levadura. “Necesitaremos más tiempo y recursos para probar estas ideas y estrategias, pero no creo que haya nada fundamental que nos impida hacerlo”, explica Nan Hao para El País.

Carlos López Otín, de la universidad de Oviedo y experto en el área de investigación contra el envejecimiento, considera que la extrapolación de estos estudios a células humanas y a nuestra vida cotidiana será todavía lejana. Además, propone investigar otro tipo de circuitos genéticos no para extender innecesariamente la longevidad, sino para mantener la homeostasis, es decir, el equilibrio interno del organismo. “Ello podría contribuir a mejorar nuestra salud, algo que me parece un propósito más sensato y asequible que aspirar a improbables sueños de inmortalidad”, concluye.

El envejecimiento es un proceso natural e inevitable, cualquier intervención para ralentizar o revertir este proceso debe ser valorado con precaución. Si esta investigación llega en un futuro al ser humano, los expertos en bioética de todo el mundo deberán valorar si estos avances cumplen desde el punto de visto bioético una mejora en algunos de los pilares básicos de la calidad de vida. Por otro lado, será necesaria también una reflexión sociológica respecto a las consecuencias de un envejecimiento aún mayor de la población, así como a las estrategias para hacer frente a este posible escenario. Finalmente, no debemos olvidar que la vulnerabilidad es una característica humana que nos llama al cuidado y la solidaridad, y que buscar suprimirla es no solo inadecuado sino imposible.

 

María Amparo Augusto Pardo

Dayli Ramos Reymont

Mery Victoria Bravo Castillo

Sara Oropesa Fernández

Dolores García Mendoza

Alumnos del Master Universitario en Bioética

Universidad Católica de Valencia

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