martes, 4 de julio de 2023

mujeres trans en competiciones femeninas

 La  Federación Mundial de Atletismo prohibió el 31 de marzo de 2023 participar a las mujeres trans en competiciones femeninas, excluyendo de esta manera a los atletas transgénero que hubieran pasado la pubertad masculina antes de participar en las competiciones femeninas en la clasificación mundial.

En cuanto a los atletas DSD (Disorders of Sex Developement, por sus siglas en inglés), en español ADS (Anomalías de la Diferenciación Sexual), la nueva regulación establece que los atletas tienen que reducir su nivel de testosterona por debajo de 2,5 nml/L durante un mínimo de 24 meses para competir en cualquier evento de categoría femenina, no sólo los restringidos en la norma anterior (400 metros a una milla).

Se han introducido disposiciones provisionales para atletas relevantes que ya estaban compitiendo en los eventos que no estaban restringidos (menos de 400 metros y mayores de una milla y eventos de campo). En ellas se incluye el requisito de suprimir los niveles de testosterona por debajo de 2,5 nmol durante al menos seis meses antes de que puedan volver a competir.

Cabe recordar que en la regulación anterior, el nivel de testosterona máximo requerido para permitir la participación era de 5 nmol/L durante, al menos, seis meses para los atletas que competían en los eventos restringidos.

Las disposiciones adicionales no se aplican a los eventos previamente restringidos, en los que se requiere dos años de supresión de testosterona para que el atleta sea elegible para competir.

La Federación Mundial de Atletismo realizó un periodo de consultas con las principales partes interesadas, incluidas las federaciones miembros, la Academia Mundial de Entrenadores de Atletismo, la Comisión de Atletas, el Comité Olímpico Internacional y grupos representativos de los derechos humanos y de los transexuales.

En el mundo del deporte no apoyaron la primera opción que se presentó a las partes interesadas: permitir que los atletas trans mantuvieran sus niveles de testosterona por debajo de 2,5 nmol/L durante 24 meses para poder competir internacionalmente en categoría femenina.

Actualmente no hay atletas trans compitiendo en categoría femenina, por lo que no hay evidencias del impacto que producirían estos atletas en las competiciones femeninas. En este sentido, el Consejo priorizó la equidad de la competición femenina por encima de la integración.

También se ha acordado establecer un grupo de trabajo durante 12 meses para seguir considerando la inclusión de las atletas trans en competiciones femeninas. Su función será consultar con atletas trans para conocer sus puntos de vista sobre la competición de atletismo femenino.

El presidente de la Federación (World Athletics), según afirma Sebastian Coe, ha declarado que “las decisiones siempre son difíciles cuando involucran necesidades y derechos en conflicto entre diferentes grupos, pero seguimos considerando que debemos mantener la equidad para las mujeres atletas por encima de todas las demás consideraciones. Nos guiaremos en esto por la ciencia en torno al rendimiento físico y la ventaja masculina que inevitablemente se desarrollará en los próximos años. A medida que haya más evidencia disponible, revisaremos nuestra posición, pero creemos que la integridad de la categoría femenina en el atletismo es primordial».

Valoración bioética

Los procesos de transición de género plantean problemas de difícil solución. Las evidentes diferencias genéticas, anatómicas, constitucionales, endocrinas o psicológicas entre los sexos masculino y femenino, confieren capacidades distintas condicionadas por estas diferencias. La instauración de las terapias de transición de género, farmacológicas o quirúrgicas, no consigue anularlas hasta el punto de convertir lo masculino en femenino y viceversa. La evaluación de la testosterona como único indicador para permitir o no la competición conjunta con atletas trans se revela como un indicador insuficiente, dado que el mantenimiento de valores bajos de esta hormona durante un tiempo no evita el desarrollo corporal, muscular, cardiovascular, etc. que se produce previamente a la administración de los tratamientos farmacológicos o quirúrgicos.

Promover la igualdad en dignidad y derechos, que constituye un deber ineludible para todos, no debe confundirse con anular las diferencias, porque pretender hacerlo constituye, de hecho, una forma de discriminación, como hemos informado previamente en los casos que se han producido en otros deportes.

Los problemas asociados al fenómeno de la transexualidad, en el campo de la competición y otros, tienen su origen en la pretensión de anular la biología y su trascendencia en la identidad del ser humano. Ser sexuado afecta a toda la persona, es constitutivo de su identidad, determinado genéticamente desde la concepción, y condiciona las aptitudes, la conducta, y el rendimiento en distintas áreas. Los procesos de transición de género no anulan estas diferencias, aunque las modifican, subyaciendo en todo caso en mayor o menor grado el fenotipo masculino o femenino determinado por la genética.

Julio Tudela y Ester Bosch. Observatorio de Bioética. Instituto Ciencias de la Vida. Universidad Católica de Valencia

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