sábado, 31 de julio de 2021

jueves, 29 de julio de 2021

Una pareja tiene 20 hijos por maternidad subrogada

La posibilidad de desligar la paternidad de la procreación, abre la puerta a situaciones grotescas y a la vez penosas para los niños y mujeres involucrados. El hecho de separar la gestación de la posterior maternidad de forma premeditada, supone un atentado a la familia y a los derechos del niño. Como se ha demostrado ampliamente, éste establece vínculos de apego con su madre durante el periodo de gestación que serán reforzados durante el periodo post natal.

En otras publicaciones, hemos tratado los daños colaterales de la gestación subrogada. Las consecuencias sobre las mujeres gestantes y sus familias entrañan en muchos casos una violación de sus derechos y dignidad 

(ver VÍDEO AQUÍ).

Según cuenta el diario Mirror, una pareja formada por Galip Öztürk, millonario de nacionalidad turca de 57 años y Kristina Öztürk, de nacionalidad rusa y 23 años de edad, han decidido encargar la gestación de sus hijos de forma subrogada. Tal y como indica el diario The Sun, en un año los padres comitentes han encargado la gestación de 20 niños procedentes de sus embriones obtenidos por fecundación in vitro.

Ella ya gestó una hija antes del proceso de subrogación. Actualmente, con 21 hijos, la pareja afirma que no descarta ampliar la familia hasta los 100 hijos.

Tras haber desembolsado una media de casi 9.000 euros en cada embarazo, han tenido que contratar 16 niñeras para poder atender a los bebés.

Nuestra valoración

No solo estos niños no mantendrán el vínculo con sus madres gestantes, sino que tampoco serán criados por su madre comitente, que debe delegar las funciones de crianza en otras personas.

Sobran comentarios y argumentos para desvelar la verdad siniestra que esconde la subrogación llevada al esperpento en el caso que nos ocupa y que presenta graves daños colaterales tanto en los niños producidos como en las mujeres que se han ofrecido a las gestaciones.

Una vez más, no todo lo que se puede hacer debiera hacerse y no todo aparente progreso supone en realidad un avance en la conquista de la libertad y el respeto a la dignidad de los seres humanos, especialmente de los más desfavorecidos.



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BIBLIA 3

miércoles, 28 de julio de 2021

China permitirá tener tres hijos a todas las parejas

La medida, que busca revertir la tendencia a la baja de la natalidad y hacer frente al preocupante envejecimiento de la población, es el mayor cambio en la política de natalidad china en cinco años desde que se aumentó de uno a dos hijos.

Un artículo publicado en The Washington Post el pasado mes de junio de 2021 con el título “China enfrenta tensiones a medida que la población envejece, la tasa de natalidad cae”, analiza las nuevas medidas que ha impuesto el país asiático en cuanto a su política de natalidad.

El Partido Comunista ha anunciado que alivia las restricciones de natalidad existentes para permitir que todas las parejas puedan tener tres niños en lugar de dos. Las medidas adoptadas hasta el momento, no han tenido los efectos deseados, ya que el sueño de transformar China en la principal potencia mundial, se ve seriamente comprometido por la falta de reemplazo generacional.

El artículo destaca que “los 12 millones de nacimientos producidos el año pasado, disminuyeron casi una quinta parte con respecto a 2019. Los investigadores chinos y el Ministerio de Trabajo aseguran que la proporción de personas en edad de trabajar, podría caer a la mitad en 2050. Eso aumentará la tasa de dependencia o la cantidad de jubilados que dependerán de cada trabajador para generar ingresos para los fondos de pensiones y pagar impuestos para servicios sanitarios y otros servicios públicos”.

La incongruencia del gobierno chino es indudable, cuando fomentan de manera oficial una gran cantidad de abortos. Un reciente estudio, publicado en la revista Environmental Research and Public Health (abril de 2021) afirma que “en China, hubo alrededor de 9,76 millones de abortos inducidos en 2019, el 50% de los cuales fueron abortos repetidos”.

Parece ser que la larga política de estricto control de la natalidad en China, ha marcado a la opinión pública, y ahora es más fácil que nunca entender que una tasa de natalidad adecuada es necesaria para mantener una economía próspera.

martes, 27 de julio de 2021

Murcia retrasa la aplicación de la eutanasia

 La aplicación de la eutanasia en España está a punto de ser una realidad. La Ley fue aprobada por el Gobierno de España el pasado mes de marzo, y desde entonces, las comunidades trabajan para crear sus Comisiones de Garantías y Evaluación, así como las guías de buenas prácticas, que son los órganos que decidirán si aprueban o no las solicitudes de los pacientes. En los próximos días se cumple el plazo que el Ministerio de Sanidad les impuso con este fin.

En la Región de Murcia, la Consejería de Salud ya está dando los pasos para ofrecer la eutanasia. Aun así, el Consejo Asesor Regional de Ética Asistencial (Carea) ya advirtió de que el plazo que se da es insuficiente», una opinión que Salud comparte con las asociaciones de Bioética. “El plazo de tres meses dado por el Ministerio y que vence el 25 de junio «es insuficiente» para poder ofrecer la eutanasia a los ciudadanos, ya que «queda por hacer un gran trabajo de base y formar a los profesionales» sobre cómo se llevará a cabo este proceso. «No sólo Murcia, ninguna comunidad va a llegar a tiempo de implantar la ley y menos en un escenario pospandémico como en el que nos encontramos».

Fuente: https://buff.ly/3zC7UFX

lunes, 26 de julio de 2021

La reversión del aborto químico

 La posibilidad de que las mujeres que modifican su actitud frente al aborto puedan detener los efectos de las píldoras abortivas, no supone un menoscabo de sus derechos sino muy al contrario los garantiza, preservando el derecho a la vida de sus hijos.

En un reciente artículo, publicado el pasado mes de abril, se requiere a los médicos en el estado de Indiana (Estados Unidos) mediante una ley firmada por su Gobernador, a que informen a las mujeres que han decidido someterse a un aborto químico, de la posibilidad de revertir el proceso en el caso de que se arrepientan de su decisión. Existen recientes estudios que avalan esta posibilidad.

En este sentido, el tratamiento propuesto por Delgado et al. y recogido en un artículo cuyos resultados fueron publicados en 2018, persigue bloquear el efecto abortivo de la mifepristona mediante la administración de progesterona. Este tratamiento ha sido muy discutido por otros investigadores que lo han calificado de poco científico y necesitado de nuevas evidencias.

Delgado se defiende de esas acusaciones afirmando que en su trabajo, en el que fueron reclutadas 754 pacientes, éstas decidieron revertir el aborto químico que habían iniciado tras la toma de mifepristona antes de administrarles el segundo fármaco del protocolo, el misoprostol. La eficacia obtenida con la administración de altas dosis de progesterona por vía intramuscular fue de un 64% y de un 68% para la administración oral.

El trabajo revela que no se detecta un incremento de defectos en los neonatos, concluyendo que el tratamiento de reversión del aborto químico con mifepristona utilizando progesterona es seguro y eficaz. Este trabajo viene a completar otro del mismo autor publicado en 2012 en la revista Annals of Pharmacotherapy con una muestra limitada de seis mujeres embarazadas y que ha servido como base para las críticas vertidas por los detractores de este procedimiento.

Entre los argumentos esgrimidos por los detractores del procedimiento, cabe citar un artículo publicado en 2020 con una muestra limitada de 40 pacientes que pone en duda la eficacia del tratamiento de reversión, relatando el riesgo de hemorragia significativa tras la administración de progesterona como medio de bloqueo del efecto de la mifepristona.

Por otra parte, el periódico británico the Daily Mail publicó el 29 de mayo de 2021 (ver AQUÍ), un artículo sobre la prohibición que el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS) ha impuesto a un facultativo que estaba aplicando la terapia de reversión de aborto químico sobre algunas mujeres que habían reconsiderado su opción de abortar. La razón aducida en este caso fue la ausencia de una aprobación expresa del procedimiento como respuesta a una queja del proveedor de servicios abortistas inglés MSI Reproductive Choices.

La publicación del nuevo trabajo de Delgado al que nos hemos referido anteriormente con una muestra mucho mayor, otorga solidez a sus conclusiones y abre la puerta a que los tratamientos de reversión de los abortos químicos puedan ofrecerse a las mujeres que manifiestan un arrepentimiento cuando han iniciado el proceso, pero no lo han completado.

Análisis bioético

Desde la bioética bien entendida, el aborto constituye en todo caso una agresión al derecho a la vida del nasciturus que debe primar sobre el derecho de autonomía de la mujer que no quiere continuar con su embarazo.

El mal definido derecho a abortar no habilita a la mujer que no desea continuar con su embarazo a terminar con la vida de su hijo.

La posibilidad de que las mujeres que modifican su actitud frente al aborto puedan detener los efectos de las píldoras utilizadas para lograrlo, no supone un menoscabo de sus derechos, sino muy al contrario los garantiza, preservando el derecho a la vida de sus hijos.

domingo, 25 de julio de 2021

¿Plantea algún problema ético el consentimiento informado para administrar la segunda dosis de la vacuna de AstraZeneca?

 El respeto al derecho de autonomía de los pacientes no debe confundirse con delegar en ellos la responsabilidad de tomar decisiones sobre las que carecen de la formación y la información necesarias.

Como se ha publicado recientemente en medios de comunicación, ante la posibilidad de que los ciudadanos opten por recibir una segunda dosis de vacuna diferente de la que se les administró como dosis inicial, el Ministerio de Sanidad ha articulado la necesidad de que aquellos que hayan sido vacunados en su primera dosis con AstraZeneca, deben firmar un consentimiento informado en el caso de que deseen recibir la segunda dosis de la misma vacuna.

Sin embargo, no sería necesario emitir ese consentimiento en el caso de que se opte por la segunda dosis de la vacuna de Pfizer.

La situación planteada genera algunas contradicciones y dilemas éticos; por un lado, la pauta de vacunación aprobada por la Agencia Europea del Medicamento es la de terminar el proceso con la misma vacuna con la que comenzó, por lo que resulta extraño que se demande a los usuarios un consentimiento informado para cumplir la pauta oficialmente autorizada.

Sin embargo, la opción de combinar vacunas diferentes no ha sido autoriza por la mencionada agencia y sería en este caso cuando habría que solicitar el consentimiento. A esta cuestión habría que añadir la imposibilidad de que los pacientes puedan decidir sobre un asunto que no conocen en profundidad. El ejercicio del principio de autonomía que permite a una persona ejercer la opción libre de someterse a un tratamiento o no, requiere que previamente haya tenido acceso a la información necesaria que le permita discernir entre las opciones con conocimiento de causa.

No parece este el caso que nos ocupa, donde se suceden noticias no coincidentes o incluso contradictorias.

Recientemente se ha publicado en The Lancet un estudio que avalaría las tesis del Ministerio de Sanidad en cuanto a la viabilidad de combinar vacunas de laboratorios diferentes. Este estudio, denominado CombivacS y promovido por el propio Ministerio, de alcance limitado, dio luz verde al proceso de combinación de vacunas.

Deberían redoblarse los esfuerzos dirigidos a suministrar información actualizada, rigurosa y comprensible a los pacientes antes de solicitarles un consentimiento informado como el que ahora nos ocupa, que en todo caso debería asociarse a los tratamientos no autorizados por las agencias internacionales y no a aquellos ya aprobados y avalados científicamente.

El respeto al derecho de autonomía de los pacientes no debe confundirse con delegar en ellos la responsabilidad de tomar decisiones sobre las que carecen de la formación y la información necesarias.

sábado, 24 de julio de 2021

Derecho a matar, derecho a matarse: una pandemia moral amenaza a Europa

 Esta semana hemos asistido a dos tristes acontecimientos. El mismo día, festividad de San Juan Bautista, el Parlamento Español aprobó la ley de eutanasia y el Parlamento Europeo el “Informe Matić”, que redefine el aborto como “atención médica esencial”, reconociéndolo como un derecho, planteando la objeción de conciencia como una “negación de atención médica” (ver AQUÍ).

Por un lado, pasa a ser legal provocar deliberadamente la muerte de un ser humano, o sea, matar con la eutanasia o matarse en el caso del suicidio asistido, si concurren determinadas circunstancias, en este caso relacionadas con el sufrimiento al final de la vida. Estas circunstancias, detalladas en la norma recién aprobada, pueden ir cambiando, haciéndose más laxas y facilitando que más personas, no necesariamente enfermas ni en fase terminal, puedan solicitar la eutanasia, tal como está sucediendo en los países donde lleva legalizada más tiempo.

Esta ley, además de legalizar el atentado contra la vida humana, pervierte la razón de ser de la vocación de los médicos y sanitarios que pueden verse implicados en el proceso. Además de diagnosticar, prevenir, curar, aliviar, paliar o acompañar a los pacientes que sufren, ahora pueden también matarlos o facilitarles el suicidio, porque es legal, si las circunstancias lo requieren.

Pueden oponerse a hacerlo, faltaría más, pero han de inscribirse en un absurdo listado donde figurarán los médicos que tratan de curar y no matar, que trabajan por la vida de sus pacientes y no procuran su muerte. Éstos serán los de la lista, los identificados no se sabe bien para qué. Porque no haría falta tener una relación de los médicos que dedican su vida y sus esfuerzos a salvaguardar la vida y la salud de sus pacientes. Esa debería ser la lista de toda la clase médica.

Simultáneamente, en el Parlamento Europeo, el aborto pasa a ser reconocido como un derecho. Los intentos de bloquear el informe por parte de algunos grupos de la cámara han sido infructuosos.

El promotor del informe, el croata Predrag Fred Matić, afirmó la víspera que “mañana es un gran día para Europa y todo el mundo progresista. Mañana decidimos posicionar a Europa como una comunidad que elige vivir en el siglo XXI o XVII. No dejes que la historia nos recuerde como los últimos”.

Se refería a la misma Europa que abolió la esclavitud y la pena de muerte, que persigue el crimen y condena el asesinato, que busca la paz y condena la guerra, que promueve la igualdad entre sus ciudadanos y combate la discriminación, protegiendo a los más débiles…  La Europa que ha mostrado así sus raíces cristianas, promoviendo los Derechos Humanos.

Pero para Matić y los parlamentarios que le apoyan, esta es la Europa del siglo XVII, la caduca y trasnochada. La moderna es la que mata a los embriones en el seno de sus madres, porque les ha reconocido el derecho a hacerlo. O, como en el caso de España, la Europa moderna es la que permite que un médico, amparado por el Estado, termine con la vida de sus pacientes sufrientes. Como en siglo XVII, donde también se abortaba y ajusticiaba, aunque, eso sí, con métodos menos sofisticados.

Parece que junto a la pandemia que asola Europa, otra de orden moral ha infectado a muchos de sus políticos, y les hace confundir la vida con la muerte, el cuidado de los débiles con su eliminación, los derechos con su violación. Este es el peor de los males morales, llamar verdad a la mentira.

Julio Tudela Observatorio de Bioética

Instituto de Ciencias de la Vida de la Universidad Católica de Valencia

viernes, 23 de julio de 2021

La vida empieza tras la fecundación, no a los 14 días

 Así empieza la Noticia dada en El País el pasado mes de mayo de 2021, titulado “Los científicos piden investigar embriones de más de 14 días para entender el momento “más importante” del desarrollo humano”: «Según un panel de científicos, se empieza a ser un individuo a los 14 días de edad, cuando se forma la línea primitiva, que es el momento después del cual es ya imposible que ese “amasijo” de células se divida para formar dos gemelos». 

Estas afirmaciones no se ajustan a la realidad de lo que la ciencia lleva demostrando desde hace varias décadas, con un creciente acúmulo de pruebas experimentales. Nos enfrentamos de nuevo a un intento de manipulación sobre la realidad del ser humano en su etapa inicial. Pero, para la Biología un embrión no es un ente abstracto sino la primera etapa del desarrollo de la vida, tras la fecundación.

Minimizar el significado del embrión, solo puede obedecer a una intención, que no ocultan los que constituyen el citado panel de científicos. La de justificar la utilización de los embriones obtenidos por fecundación in vitro para hacer investigación, llegando incluso a pedir que se levanten las leyes que imponen restricciones a la utilización de los embriones procedentes de fecundación in vitro de más de 14 días.

¿Puede el deseo de utilizar los embriones cambiar su verdadera naturaleza de vidas humanas desde la fecundación?

Claramente no. Sobre el estatuto del embrión se ha hecho de todo a conveniencia, llegando incluso al ridículo de poner en duda que se trata de un ente vivo de la especie y en consecuencia si ha de concedérsele un valor moral intrínseco y por tanto si ha de ser protegido.  Lo que dice la ciencia sobre el embrión humano es fundamental, pues difícilmente podríamos conceder el concepto de persona con la dignidad que le corresponde y el reconocimiento de su valor intrínseco debido a su dignidad, a algo de lo que se ignorase su naturaleza biológica humana. Si hubiese que establecer una prioridad, la primera palabra la tendrían los datos de la ciencia y la última sería la aproximación jurídica, pasando por la antropología y la ética, que, en función de la naturaleza biológica, la dignidad y el valor ético que se reconociese al embrión, debería atender a la protección que le correspondiera como un ente biológico humano. A pesar de ello, el debate no ha seguido este orden, y especialmente desde una perspectiva utilitarista, la discusión se ha embarrado al llevarla a un terreno más especulativo o deliberativo que real ignorando la naturaleza biológica y el valor intrínseco de la vida humana en su etapa más vulnerable, desvirtuando los datos de la ciencia e imponiendo leyes al margen de lo que dice la ciencia sobre lo que es un embrión, con tal de facilitar su utilización en investigaciones que bien podrían llevarse a cabo con embriones animales.

En muchos países, y en España en particular, el esperpento de la desconsideración de la vida en su etapa inicial es patente. Todo vale para justificar la instrumentalización de los embriones obtenidos por fecundación in vitro. Nuestras leyes (14/2006 de Reproducción Humana Asistida y 14/2007, de Investigaciones biomédicas), llegan al extremo de llamar  “preembrión” –palabra inexistente en biología, y descartada actualmente por la comunidad científica -, a los embriones obtenidos por fecundación in vitro. Es una prueba del intento de rebajar su realidad biológica de vidas humanas y justificar su manipulación, sorteando de paso el Convenio sobre Derechos Humanos y Biomedicina, o Convenio de Oviedo, aprobado a instancias del Consejo de Europa en Oviedo el 4 de abril de 1997, ratificado y firmado por España en 1999, que lo dice bien claro en el Art. 18: «Cuando la experimentación con embriones in vitro esté admitida por la ley, ésta deberá garantizar una protección adecuada del embrión […]. Se prohíbe la creación de embriones humanos con fines de experimentación».

¿Es un embrión humano una vida Humana?

Basar la consideración de que la vida humana solo tiene entidad a partir de un determinado momento es una manipulación. Decir que ese momento es cuando alcanza la individualidad no deja de ser una idea ingeniosa que persigue un fin. Según esta idea, la vida humana empieza a tener entidad cuándo de un embrión ya no se formarán gemelos. Según una creencia generalizada pero nunca demostrada, esta circunstancia puede ocurrir en cualquier momento durante los 14 días posteriores a la fecundación. Es decir, hasta la gastrulación, cuando se forma en el embrión la “línea primitiva”, una banda celular engrosada situada en la región central posterior del embrión superpuesta a los tres estratos celulares: el ectodermo, el mesodermo y el endodermo.

Pero la realidad es mucho más simple. La gemelación, es un suceso accidental que tiene una probabilidad inferior al 0,2% y que lo único que demuestra es que la “individualidad” del embrión inicial no implica indivisibilidad. Desde la fecundación hay un ente real, una realidad biológica que será única en el 99,8% de los casos. La partición y segregación para reiniciar el camino del desarrollo como si se tratara de embriones diferentes, es un raro accidente que puede tener lugar mucho antes de la gastrulación, incluso desde el principio del desarrollo, pero no implica que lo que haya hasta ese momento no sea una realidad ontológica humana.

Aprovecho este asunto para rendir homenaje al Dr. Gonzalo Herranz (1931-2021), uno de los grandes introductores de la Bioética y la Ética Médica y padre de la Deontología Médica en España, catedrático y durante años director del Departamento de Humanidades Biomédicas de la Universidad de Navarra, tristemente fallecido el pasado 20 de mayo. El Prof. Herranz discutió con fuerza la afirmación de que la gemelación fuese posible tan tarde como hasta los 14 días de la fecundación. En un artículo publicado en la revista Zygote, el Dr. Herranz, discutió los modelos poco probados y más teóricos que basados en demostraciones experimentales, según los cuales los gemelos monocigóticos se originan por una partición en fase tardía de los embriones [1]. En su excelente argumentación, proponía el Profesor que este accidente podría suceder incluso dentro del proceso de la fecundación debido a una alteración en la transición del cigoto a las dos células hijas o “blastómeros”. Si estas células se separasen nada más terminar la primera división de segmentación, darían lugar a dos gemelos genéticamente idénticos que desde el principio contarían con su propio trofoblasto del que se derivarían sus propias membranas protectoras. De hecho, los gemelos dicoriónicos (DC) y diamnióticos (DA) suponen, según las estadísticas, entre el 25% y el 30% de los gemelos monocigóticos.

Con mayor extensión y un análisis exhaustivo de la experimentación y los principales argumentos biológicos usados en los debates sobre el asunto de la gemelación, el Dr. Herranz amplió su afirmación en una magistral obra que publicó en 2013 titulada El embrión Ficticio. Historia de un mito biológico [2]. El autor revisó en este libro todo cuanto se había argumentado, para concluir que, tales argumentos no sólo son endebles y no prueban lo que afirman, sino que constituyen en su conjunto un ejemplo perfecto de como el desconocimiento de los datos biológicos lleva necesariamente a una bioética falsaria. Peor aún, quedaba al descubierto cómo se pueden manipular los datos científicos para justificar cualquier interés. En este caso, el retraso de la consideración del ser humano dejaría en manos de los interesados la posibilidad de utilizar los embriones para hacer investigación, que es de lo que se trataba. Un ejemplo paradigmático de bioética utilitarista.

Pero, los hechos son como son, no como uno desea que sean. Y los principales hechos biológicos probados en relación con el inicio de la vida humana son los siguientes:

  • La fecundación marca el inicio de una nueva vida humana, porque es cuando queda constituida la característica biológica más importante, la “identidad genética”, que se conserva a lo largo de la vida hasta la muerte: “El primer momento relevante es la fecundación, entendida como la fusión de los pronúcleos del espermatozoide y del óvulo. Surge aquí una entidad biológica nueva, que posee la dotación genética característica de la especie humana” (Comité de Bioética de España 2 Junio 2014, informe sobre el Anteproyecto de Ley Orgánica para la Protección de la Vida del Concebido y de los Derechos de la Mujer Embarazada).
  • El cigoto es, la primera realidad corporal de una nueva vida humana.
  • Un embrión no es un “amasijo” de células, sino un ente organizado, un organismo que sigue un programa de desarrollo continuo desde la fecundación.
  • La Biología Celular y la Genética del Desarrollo, explican que cada célula del embrión, desde la primera división de segmentación del cigoto, cumple un papel en interacción con el conjunto.
  •  Lo que marca las etapas del desarrollo de una nueva vida humana en sus fases embrionaria (hasta la octava semana) y fetal (a partir de la novena semana) es la expresión sucesiva y programada de los genes que se reunieron en el momento en que se fusionaron las células gaméticas para formar el cigoto. El embrión es una unidad de desarrollo en sí misma que se autoconstruye con el programa genético que quedó fijado en el cigoto.
  • El embrión que se desarrolla es siempre el mismo organismo y si su ADN es humano es indiscutiblemente una vida humana.
  • El desarrollo es un proceso dinámico y “continuo” y, si bien poco a poco van aflorando nuevas características, sería arbitrario determinar un momento concreto para decidir en qué momento del desarrollo embrionario hay suficientes notas como para reconocerle el estatus de ser humano.
  • El embrión temprano podría ser potencialmente divisible, pero sigue siendo una etapa del ciclo biológico que comenzó tras la fecundación. El embrión, divisible o no, es ya una vida humana que posee su identidad invariable “de por vida” de la que depende su desarrollo como un ente biológico.
  • Cada vida, es un todo integrado en sus dos dimensiones: espacio y tiempo. Tan incorrecto es considerar la vida humana solo en relación a una de sus etapas, minimizando o negando la realidad de la existencia de las demás, como pretender reducirlo a un simple aglomerado de partes inconexas.
  • En el caso humano, la complejidad del desarrollo va en aumento hasta llegar a un organismo con billones de células especializadas y repartidas en unos 220 tipos de especialidades celulares. Es, desde la fecundación, el mismo organismo, que vive su vida hasta la muerte.

Finalmente, tampoco es correcto afirmar que para los biólogos del desarrollo el momento más importante en la vida de una persona no es cuando nace ni cuando tiene hijos ni cuando muere, sino cuando se forma la gástrula. Es cierto que, tras la anidación, hacia la tercera semana, comienza la fase que se caracteriza por la aparición de la “línea primitiva”. Con la gastrulación queda definido el plan general del cuerpo y da comienzo la organogénesis, pero, tratándose de la misma vida en todo el proceso, antes y después, son igualmente importantes. Es más, esta gastrulación no es más que una etapa más en la evolución organizada del embrión según su programa de desarrollo, de complejidad creciente y sin solución de continuidad hasta la muerte del individuo.

Es absurdo decir que la vida empieza el décimo cuarto día, cuando todo lo que ocurrirá a partir de ese momento está genéticamente determinado desde el primer día.

[1] G. Herranz. «The timing of monozygotic twinning: a criticism of the common model». Zygote (2013): 1-14, doi:10.1017/S0967199413000257

[2] G. Herranz, El embrión ficticio: historia de un mito biológico. Ed. Palabra, Madrid, 2013.

 


Nicolás Jouve Catedrático Emérito de Genética

Presidente de CiViCa Miembro del Comité de Bioética de España

jueves, 22 de julio de 2021

Crisis pandémica: Información, libertad y responsabilidad

Las tesis que se han tenido como más probables para identificar el origen de este extraño virus, son las relacionadas con un salto de un virus de los murciélagos a la especie humana a través de un hospedador intermedio, que nadie ha sido capaz de identificar todavía.

El hecho de que los primeros casos de COVID-19 se identificaran en Wuhan, ciudad china donde precisamente se localiza un laboratorio de investigación con coronavirus, hizo despertar la sospecha de que la actividad en ese laboratorio tuviera relación con la aparición de la enfermedad.

Por razones nunca bien explicadas, los organismos internacionales, con la O.M.S. a la cabeza, se apresuraron a considerar como altamente improbable cualquier relación de este laboratorio con la pandemia, insistiendo en que la hipótesis más plausible era la de un salto natural de animal a humano, como ha ocurrido en otras ocasiones con otros virus.

Pero alguna pieza de este complejo puzle no encaja. A diferencia de lo que ha ocurrido en el caso de otros virus, a fecha de hoy no ha podido identificarse el hospedador intermedio entre el murciélago y el hombre, a pesar de haber transcurrido año y medio desde su aparición y son muchos los investigadores involucrados en dilucidar esta cuestión.

Comisión de la O.M.S.

Los intentos de la O.M.S. por esclarecer el origen de la pandemia han chocado con el hermetismo del gobierno chino que, durante más de un año, se ha negado a colaborar activamente en la investigación sobre el origen del virus SARS COV-2. Finalmente, tras sus reiteradas negativas, China accedió a recibir una comisión de la O.M.S entre cuyos objetivos figuraba el de la investigación de la posible relación del laboratorio de virología de Wuhan con la pandemia.

El resultado del trabajo de esta comisión fue totalmente decepcionante, como así lo ha afirmado alguno de los científicos que la componían. La ausencia de colaboración suficiente por parte de las autoridades chinas, la ocultación de datos o su inexistencia han hecho imposible un trabajo científico eficaz.

Los cuatro folios que el informe de la comisión dedica a la investigación relacionada con este laboratorio, frente a las 120 páginas del informe, parecen totalmente insuficientes, pero tampoco había mucho más que decir cuando no existen datos ni registros accesibles suficientes.

Tampoco la comisión fue capaz de identificar otra causa que explicase el origen del virus. El supuesto hospedador intermedio sigue sin conocerse.

Nuevos datos reveladores

La confirmación de varios ingresos hospitalarios de trabajadores del laboratorio de virología de Wuhan con síntomas compatibles con la COVID-19 un mes antes de que China reconociera la existencia de la enfermedad ha avivado la polémica. ¿Fueron estos trabajadores los primeros infectados por el SARS COV-2 en su propio laboratorio y extendieron la infección posteriormente?

El laboratorio de Wuhan

Las investigaciones desarrolladas en el laboratorio ahora bajo sospecha comprendían, entre otras, la modificación genética de virus de murciélagos precisamente para lograr que adquirieran la capacidad de infectar células humanas y proliferar en ellas, con el fin de diseñar vacunas que fueran eficaces frente a una gran parte de los coronavirus hoy conocidos que son patógenos humanos.

Y esto es exactamente lo que ha ocurrido en el caso que analizamos. Algún tipo de mutación genética, provocada artificialmente o acontecida de modo natural, ha propiciado que un virus que no afectaba a la especie humana se haya convertido en un nuevo patógeno, con un comportamiento sorprendente e impredecible.

Un numeroso grupo de científicos junto a gobiernos como el estadounidense y el británico han insistido en la necesidad de retomar la hipótesis del accidente en el laboratorio y la infección de su personal como la posible explicación del origen de la pandemia, demandando investigaciones complementarias que traten de aclararlo.

Manejo de la información, principio de libertad y responsabilidad y autonomía

Los principios bioéticos personalistas de Libertad y Responsabilidad definen la necesidad de veracidad y rigor en el suministro de la información que permita a los ciudadanos tomar decisiones libres conociendo las opciones disponibles y pudiendo evaluar correctamente sus consecuencias.

La ocultación, invención o tergiversación de la información, supone el principal ataque a la autonomía de los pacientes, a su libertad y su ejercicio de responsabilidad en la toma de decisiones.

Si además esta manipulación de la información procede de quien debería ser el garante de su rigurosidad y veracidad, el ciudadano ha perdido a uno de sus mejores aliados en la compleja labor de conocer la evidencia para poder obrar en consecuencia.

Cuando la ciencia no es transparente en sus procedimientos, dificulta que sus hallazgos puedan ser corroborados o desmentidos por otros científicos. La ocultación por parte de China de información relevante, negándose a facilitar las inspecciones de sus laboratorios demorándolas innecesariamente y no suministrando las evidencias solicitadas por la comisión de investigación de la O.M.S., no supone solo un atentado contra la buena praxis científica y la salud de los ciudadanos, sino, sobre todo, contra su dignidad, que exige la veracidad y el rigor en la información como corresponde al ejercicio de la libertad y el derecho a la salud.


Julio Tudela. Observatorio de Bioética

Instituto Ciencias de la Vida. Universidad Católica de Valencia