jueves, 31 de agosto de 2023

Las víctimas de la talidomida en España tendrán derecho a una indemnización

 El pasado 4 de julio, el Consejo de ministros aprobó el decreto que regula las ayudas a las victimas afectadas por los efectos teratógenos de la Talidomida, un fármaco administrado en España, junto a otros países, en las décadas de 1950 y 1960 a mujeres embarazadas para evitar náuseas y vómitos. Las indemnizaciones están previstas para 130 personas afectadas y 7 se encuentran en proceso de verificación, pero según afirma un trabajo publicado por la Asociación Española de Pediatría, existen de más de 10.000 recién nacidos en el mundo con malformaciones que fueron gestados durante el periodo de comercialización del fármaco. Se calcula que el número de casos en nuestro país puede oscilar entre los 1.500 y los 3.000, una cifra que podía haber sido mucho menor, pues nuestro país fue uno de los últimos en llevar a cabo su retirada, en enero de 1963.

Tal y como publicamos en el Observatorio de Bioética, el principio activo Talidoma, comercializado como Talidomida, fue autorizado en España en 1950, pero tuvo que ser retirado entorno a 1965 por los efectos teratógenos en los fetos gestados por las embarazadas que hacían uso del medicamento, que sufrieron graves malformaciones como focomelias o ausencia de extremidades, entre otras patologías.

A principios del mes de julio de este año ha sido aprobado el decreto que regula las ayudas a las víctimas de la Talidomida en España entre los años 1950 y 1985. Según el informe, se indemnizará con una ayuda económica a aquellos que cumplan los siguientes requisitos:

  • Haber sufrido estas malformaciones corporales durante la gestación y que sean compatibles con los efectos de la Talidomida.
  • Que la gestación se haya producido en España.
  • Que la persona solicitante figure en el registro estatal de enfermedades raras gestionado por el Instituto de Salud Carlos III.

La ayuda conlleva un importe económico único el cual varía en función del grado de discapacidad – un grado de 33% de discapacidad correspondería a un importe de hasta 396.000 euros-.

Valoración bioética

Los avances en los procesos de investigación de nuevos fármacos, junto a las mayores exigencias aplicadas en los procesos de su autorización, específicamente en los casos de mujeres gestantes, han tratado de evitar que se repitan sucesos como el de la talidomida, en el que la insuficiente experimentación previa en animales, junto a una tardía e ineficaz respuesta en los procesos de farmacovigilancia, condujeron a la aparición de graves efectos secundarios asociados a la administración de un fármaco durante muchos años. Debe mencionarse como agravante de este proceso, que los procesos indemnizadores a las víctimas se han eternizado en el tiempo, mostrándose ineficaces y excluyendo a todos los afectados fallecidos desde entonces.

La actualización de los protocolos de investigación en el desarrollo de fármacos y su posterior farmacovigilancia, que tratan de evitar que este tipo de incidentes pueda repetirse, ha contribuido a reducir, que no a eliminar, el riesgo de aparición de efectos secundarios graves asociados a la administración de determinados fármacos.

Así populares fármacos como el contraceptivo Diane, comercializado por la farmacéutica Bayer, que fue retirado en Francia en 2013 por la importancia de las complicaciones tromboembólicas asociadas a su administración, sigue comercializándose en nuestro país, aunque con algunas restricciones.

La reciente pretensión promovida por algunas compañías farmacéuticas y secundada por algunas asociaciones profesionales, en el sentido de autorizar la venta libre, aún por internet, de determinados fármacos contraceptivos, parece avanzar en sentido opuesto al que marca la prudencia en el uso de los medicamentos, que debe priorizar la seguridad frente al beneficio económico de los fabricantes.


Julio Tudela

Observatorio de Bioética . Instituto Ciencias de la Vida .Universidad Católica de Valencia

miércoles, 30 de agosto de 2023

BIID: La lucha interna entre la identidad y el cuerpo

El trastorno de identidad de la integridad corporal o BIID por sus siglas en inglés (Body Integrity Identity Disorder) es una condición mental en la que una persona experimenta una discordancia entre su identidad corporal y su cuerpo físico. Esto puede llevar a la persona a desear amputarse algunas zonas o extremidades sanas de su cuerpo.

Las personas con BIID suelen describir un fuerte deseo de perder una parte de su cuerpo, a menudo desde la infancia. Pueden sentirse como si la parte de su cuerpo no les perteneciera o como si fuera un objeto extraño. También pueden sentir ansiedad o depresión cuando piensan en la parte de su cuerpo.

No hay una causa conocida del BIID, pero se cree que éste puede estar relacionado con factores genéticos, neurológicos y psicológicos.

La Dra. Fátima Ruiz Fuster, Psicóloga General Sanitaria y colaboradora del Observatorio de Bioética de la UCV ha afirmado en un artículo publicado en Aceprensa, que se desconoce la prevalencia del trastorno, que está relacionado con anomalías en la estructura cerebral y que, además, resulta difícil de diagnosticar –no se ha categorizado en los manuales DSM-V y el CIE-11–. Suele confundírsele con la dismorfia corporal.

“Hay casos en los que, amputado un miembro, no desaparece la incomodidad psicológica, y la persona pide que se le quite otro más. Según la experta, algunas investigaciones muestran el caso de pacientes que lograron la amputación quirúrgica que tanto anhelaban, y su angustia desapareció. Algunos autores consideran que esto podría deberse también a que, como los pacientes llevaban toda la vida deseando someterse a una amputación, difícilmente iban a admitir que la intervención quirúrgica había sido un error. También señalan que se han propuesto tratamientos quirúrgicos para problemas psiquiátricos, y posteriormente se ha descubierto que era un error.

J. Johnston y C. Elliot (2002) consideran, por tanto, que se debería desalentar este tipo de intervención como solución a un trastorno psiquiátrico”, asegura la Doctora.

Reasignación de sexo

Cuando se habla de la pertinencia o no de retirar órganos sanos para “aliviar” un trastorno o una asfixiante condición corporal “¡que no me deja vivir!”, merodea la conversación un convidado de piedra: la reasignación de sexo; el proceso por el cual una persona, diagnosticada con disforia de género (DG) –que la lleva a no reconocer como propios sus caracteres sexuales primarios– pide una “corrección” hormonal y quirúrgica que le reasigne el sexo percibido, so pena de que la no intervención médica la empuje a mutilarse, cuando no a atentar contra su vida, afirma Aceprensa en su artículo.

“En algunas ocasiones –señala la Dra. Ruiz Fuster–, se ha considerado la cirugía un mal menor ante el riesgo de autolesión, o de que [la persona] busque cirugías ilegales que podrían conducirla a la muerte. ¿Es esto ético? ¿Estaría también justificado en una cirugía de reasignación? La efectividad de un tratamiento no solo puede medirse por que hayan disminuido los pensamientos obsesivos y compulsivos que conducen a querer amputarse un miembro sano, o a querer cambiar el sexo. Es importante, por tanto, introducir otro tipo de medidas que no impliquen ceder a las compulsiones de dichos pensamientos, que nos alejan de la aceptación de nuestro cuerpo”.

Según sigue afirmando la Doctora Fuster, no existen aún tratamientos totalmente eficaces contra el BIID, apostando por la realización de estudios que investiguen el efecto que ha tenido la combinación de terapias tanto farmacológicas como cognitivo-conductuales en el trastorno de dismorfia corporal, “que guarda gran similitud con el BIID”. El tratamiento, explica, “se basa en la reestructuración cognitiva y busca modificar los pensamientos distorsionados por otros más realistas”. Lo que se persigue es ayudar al paciente a “reconciliarse” con sus miembros “y ajustar su ideal corporal, que busca poseer una discapacidad y no acepta su cuerpo como es, con la realidad de su cuerpo”.

El trastorno de identidad de la integridad corporal o BIID por sus siglas en inglés (Body Integrity Identity Disorder) es una condición mental en la que una persona experimenta una discordancia entre su identidad corporal y su cuerpo físico. Esto puede llevar a la persona a desear amputarse algunas zonas o extremidades sanas de su cuerpo.

Las personas con BIID suelen describir un fuerte deseo de perder una parte de su cuerpo, a menudo desde la infancia. Pueden sentirse como si la parte de su cuerpo no les perteneciera o como si fuera un objeto extraño. También pueden sentir ansiedad o depresión cuando piensan en la parte de su cuerpo.

No hay una causa conocida del BIID, pero se cree que éste puede estar relacionado con factores genéticos, neurológicos y psicológicos.

La Dra. Fátima Ruiz Fuster, Psicóloga General Sanitaria y colaboradora del Observatorio de Bioética de la UCV ha afirmado en un artículo publicado en Aceprensa, que se desconoce la prevalencia del trastorno, que está relacionado con anomalías en la estructura cerebral y que, además, resulta difícil de diagnosticar –no se ha categorizado en los manuales DSM-V y el CIE-11–. Suele confundírsele con la dismorfia corporal.

“Hay casos en los que, amputado un miembro, no desaparece la incomodidad psicológica, y la persona pide que se le quite otro más. Según la experta, algunas investigaciones muestran el caso de pacientes que lograron la amputación quirúrgica que tanto anhelaban, y su angustia desapareció. Algunos autores consideran que esto podría deberse también a que, como los pacientes llevaban toda la vida deseando someterse a una amputación, difícilmente iban a admitir que la intervención quirúrgica había sido un error. También señalan que se han propuesto tratamientos quirúrgicos para problemas psiquiátricos, y posteriormente se ha descubierto que era un error.

J. Johnston y C. Elliot (2002) consideran, por tanto, que se debería desalentar este tipo de intervención como solución a un trastorno psiquiátrico”, asegura la Doctora.

Reasignación de sexo

Cuando se habla de la pertinencia o no de retirar órganos sanos para “aliviar” un trastorno o una asfixiante condición corporal “¡que no me deja vivir!”, merodea la conversación un convidado de piedra: la reasignación de sexo; el proceso por el cual una persona, diagnosticada con disforia de género (DG) –que la lleva a no reconocer como propios sus caracteres sexuales primarios– pide una “corrección” hormonal y quirúrgica que le reasigne el sexo percibido, so pena de que la no intervención médica la empuje a mutilarse, cuando no a atentar contra su vida, afirma Aceprensa en su artículo.

“En algunas ocasiones –señala la Dra. Ruiz Fuster–, se ha considerado la cirugía un mal menor ante el riesgo de autolesión, o de que [la persona] busque cirugías ilegales que podrían conducirla a la muerte. ¿Es esto ético? ¿Estaría también justificado en una cirugía de reasignación? La efectividad de un tratamiento no solo puede medirse por que hayan disminuido los pensamientos obsesivos y compulsivos que conducen a querer amputarse un miembro sano, o a querer cambiar el sexo. Es importante, por tanto, introducir otro tipo de medidas que no impliquen ceder a las compulsiones de dichos pensamientos, que nos alejan de la aceptación de nuestro cuerpo”.

Según sigue afirmando la Doctora Fuster, no existen aún tratamientos totalmente eficaces contra el BIID, apostando por la realización de estudios que investiguen el efecto que ha tenido la combinación de terapias tanto farmacológicas como cognitivo-conductuales en el trastorno de dismorfia corporal, “que guarda gran similitud con el BIID”. El tratamiento, explica, “se basa en la reestructuración cognitiva y busca modificar los pensamientos distorsionados por otros más realistas”. Lo que se persigue es ayudar al paciente a “reconciliarse” con sus miembros “y ajustar su ideal corporal, que busca poseer una discapacidad y no acepta su cuerpo como es, con la realidad de su cuerpo”.


 

martes, 29 de agosto de 2023

«Los humanos seremos una nueva especie con chips implantados en el cerebro”

 El mensaje del transhumanismo es muy sencillo: gracias a la ciencia y la tecnología, las personas se convertirán en seres muy superiores a los humanos actuales y llegarán a vivir para siempre. Aunque hay bastante ciencia ficción en las predicciones transhumanistas más entusiastas, sus defensores hablan de cosas que ya están sucediendo. Sabemos, por ejemplo, que se han empleado antidepresivos en personas clínicamente sanas, pero que desean modificar su personalidad; o tratamientos con la hormona del crecimiento para conseguir una mayor estatura en personas que se encuentran dentro del marco normal.

Juan Pedro Núñez, director del Departamento de Psicología de la Universidad Pontificia de Comillas, ha analizado los planteamientos de esta ideología en el Congreso Interuniversitario Nuevas Fronteras en Neuroética, organizado por el Observatorio de Bioética de la UCV. Investigador experto en el funcionamiento del cerebro, Núñez asegura que la gran baza del transhumanismo es que “pretende ofrecer una salvación al hombre a través de la técnica”.

El reconocido politólogo norteamericano Francis Fukuyama ha asegurado que el transhumanismo es “la idea más peligrosa del mundo”. ¿Qué opina usted?

Estoy bastante de acuerdo con esa afirmación. El desarrollo de esas tecnologías conlleva muchos riesgos que no podremos eludir; nos vamos a enfrentar a ellos. Es irremediable que así suceda. Ojalá pudiéramos decir “esto es muy peligroso, mejor no nos metamos por ahí” y frenar ciertas investigaciones, pero, del mismo modo que ha sucedido con cualquier otro avance científico a lo largo de la historia, esta tecnología se va a desarrollar, nos parezca bien o no.

La manipulación genética ya es una realidad, igual que los chips que interaccionan directamente con el cerebro para mejorar funciones psicológicas. Aunque no son inocuas, estas tecnologías seguirán creciendo y, con lo que sabemos sobre la naturaleza humana y su manera de comportarse, podemos prever sin hacer grandes elucubraciones que correremos riesgos, algunos de ellos difícilmente predecibles.

Además de los riesgos, estos avances también tendrán sus ventajas, ¿no?

Sí, sin lugar a dudas la interacción directa de la inteligencia artificial con el cerebro tendrá muchos aspectos positivos, que impulsarán el desarrollo de esta tecnología a una velocidad sin precedentes. La IA es el tren de alta velocidad de la ciencia actual. Ha avanzado más rápido -y de una forma imprevisible antes de que surgiera- que cualquier otra rama de la ciencia y la tecnología a lo largo de la historia. Su progresión es imparable, vertiginosa. Imagina que tienes un hijo que nació sordo y ciego, y que podrá oír y ver con un par de chips implantados en su cerebro. ¿No los comprarías? Claro que sí.

Desarrollaremos cada vez más estas tecnologías y seremos una nueva especie, en la que una parte importante de nuestro cerebro estará directamente interaccionando con dispositivos que mejorarán su rendimiento. Eso sí, mientras funcionen.

¿Una nueva especie? ¿Se refiere a los cíborgs de los que habla el transhumanismo, esos seres formados por materia viva y dispositivos electrónicos?

Existen ya cerebros cíborg. De hecho, hay un ser humano reconocido jurídicamente como tal, y una asociación de cíborgs, personas que tienen chips insertados en su cabeza para poder desarrollar ciertas funciones psicológicas. No es ciencia ficción.

Da un poco de miedo escuchar esto

Es lo que hay, no podemos esconder la cabeza debajo de la arena. Personalmente, creo que no seremos capaces de controlar el progreso de esta tecnología artificial hasta que nos estrellemos con una realidad que obligue a la sociedad a replantearse el asunto, como sucedió con las armas nucleares. Hasta que no tropieza y se cae, el ser humano no vuelve a pensar si el camino que sigue es el adecuado. Pero tendrá que ser un golpe gordo.

Mientras, esos dispositivos irán evolucionando y habrá un montón de seres humanos con cerebros muy asistidos, que no es lo mismo que desarrollados, eso que nos tratan de vender.

¿Los transhumanistas?

Sí. La mayoría de transhumanistas son empresarios del mundo de la computación que se han hecho ricos y poseen empresas multimillonarias que nos están vendiendo un sueño, que tiene parte de realidad, y lo hacen fenomenal. Pero nos hablan sólo de la parte buena. Como sabemos, la letra pequeña del contrato, los posibles efectos secundarios, no aparecen en la publicidad de ningún producto.

Dicen que vamos a ser mejores, pero no es cierto. Viajar en coche no nos hace organismos más rápidos; el rápido es el vehículo. Cuando me bajo del coche soy igual de lento que antes. De hecho, si conduzco mucho mi capacidad muscular se verá reducida y seré más lento. Eso es lo que estamos olvidando. Nuestro funcionamiento cerebral no crecerá con la incorporación de esos sistemas. Las ventajas de esa tecnología nos harán dependientes de ella, y eso supondrá la inhibición o atrofia de funciones que tendríamos que ejercitar todos los días sin esas muletas artificiales.

Menuda paradoja. Seremos a la vez más potentes y más débiles que nunca

Claro. Imagina a alguien a quien una enfermedad ha dejado los brazos atrofiados. Un día le implantan unos chips y vuelve a poder realizar todas las funciones que había perdido. Genial. Es un efecto muy positivo del avance tecnológico. Pero si yo, que no tengo ninguna enfermedad, veo que estos dispositivos han multiplicado por diez la fuerza física de esa persona también querré implantármelos. Si me los puedo pagar, lo haré. Y lo hará todo el que pueda.

¿Y si tu situación económica cambia y no puedes permitirte otro chip?

Descubriré que mis brazos, que eran funcionalmente aptos y fuertes antes de implantarme los chips -aunque no al nivel que permitía el sistema artificial-, serán muy parecidos a los tuyos, que estaban atrofiados, porque mi musculatura no se habrá desarrollado y mis terminaciones nerviosas originales estarán probablemente destruidas, inservibles. La gente pagará lo que haga falta para no quedarse así.

Así, la naturaleza biológica original disminuirá mucho y no será la nuestra, la de los seres humanos de 2023; igual que nosotros somos muy inferiores físicamente a los cromañones o a los neandertales, cuya supervivencia dependía de la fuerza.

Esos chips implantados en el cerebro tocan una cuestión clave para el ser humano y que usted, además, ha estudiado mucho: la consciencia

Y eso traerá consecuencias, posiblemente muy graves. Imaginemos que uno de estos chips lleva insertado un traductor de lenguas. Gracias a él, podrás entenderte con un chino, un ruso o un mahorí. Es decir, estos chips generarán experiencias conscientes a través de estimulaciones en ciertos centros neurológicos y entenderás el finlandés, pronunciarás palabras en alemán, en suajili… pero, a medio o largo plazo, ¿qué supondrá para nuestro cerebro que un dispositivo le fabrique experiencias conscientes, cuando ha sido siempre él mismo el que lo hacía?

Personalmente, yo defiendo la idea de que el cerebro está en alguna o en gran medida organizado en torno a la actividad consciente y, si estoy en lo cierto, esa estructura armada en torno a la enormemente excepcional y muy rara actividad que es la consciencia, empezaría a verse disminuida, a inhibirse porque se sostiene desde sistemas artificiales, igual que los músculos y los nervios de los que hablábamos antes.

¿Qué efectos tendrá esto?

Si entendemos a la persona como un pack de lo biológico y lo artificial podemos seguir creyendo que estaremos ante un ser humano mejor, como afirman los transhumanistas. En mi opinión, eso es muy cuestionable, por ser neutro en los términos.

El sistema altamente desarrollado será la parte artificial, que puede fallar, que se puede quitar y poner. La otra parte, la biológica y psicológica, que nos es connatural, se atrofiará en una de las columnas vertebrales de su razón de ser: la experiencia consciente. Creo que es una posibilidad no discutible como tal. Así, nos convertiríamos en organismos cuyo cerebro ya no opera en torno a esa estructura al mismo nivel que lo está haciendo ahora. Las consecuencias serían devastadoras para la naturaleza humana.

Díganos que hay esperanzas de evitarlo

Las habrá si el debate que se produce es el ético, no sólo el científico; pero no somos un mundo ético sino uno movido, sobre todo, por el mercado. Se le puede poner alguna pequeña cortapisa al mercado en este ámbito, como ya ocurre con la manipulación genética, pero es una lucha entre David y Goliat en la que Goliat ganará la batalla más veces, aunque de vez en cuando la onda de David consiga una pequeña victoria, imponiendo un límite sensato.

Me gustaría creer que, en algo como el transhumanismo, que incumbe de manera tan drástica, por no decir dramática, a nuestra naturaleza, la reflexión ética predomine sobre el mercado. Ojalá, pero ¿cuándo ha ocurrido eso en la historia de la humanidad? Eso sí, cuando el mercado nos lleve al batacazo toda la reflexión ética que hayamos podido hacer durante el proceso nos ayudará.

 

Juan Pedro Núñez

lunes, 28 de agosto de 2023

domingo, 27 de agosto de 2023

Pakistán: cristianos perseguidos

(ZENIT Noticias / Faisalabad, 17.08.2023).- Casi 1.000 cristianos aterrados en Pakistán pasaron la noche de este miércoles 16 de agosto en campos de caña de azúcar y escaparon muy a penas de turbas enfurecidas que se dispusieron a atacar sus hogares, destruyendo todo hasta la última bombilla.

Informando de una visita a Jaranwala, cerca de Faisalabad, donde los islamistas llevaron a cabo este miércoles 16 de agosto una ola de terror, fuentes cercanas a la organización benéfica católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) dijeron que 21 lugares de culto habían sido atacados, muchos de ellos incendiados.

La fuente de ACN, que no puede ser nombrada por razones de seguridad, dijo que en una amplia zona, tanto rural como urbana, los hogares cristianos habían sido atacados en lo que dijo tenía todas las características de un acto de violencia premeditado: “Muchas de las familias pasaron la noche en los campos de caña de azúcar, hasta 1,000 personas. Habían estado huyendo, tratando de encontrar un lugar donde pudieran descansar. Algunos de ellos regresaron a sus hogares desesperados por algo para comer, pero cuando llegaron a casa, encontraron todo destruido: nada para sentarse, nada para beber, ni siquiera una bombilla”.

Al describir el ataque integral contra iglesias de todas las denominaciones, dijo: “En las iglesias que han atacado, todo está destruido… el altar, las estatuas, no queda nada. No puedo comenzar a describir lo que le hicieron a las estatuas de Jesús y María”.

El contacto de ACN dijo que cuando llegó a Jaranwala, la policía le aconsejó que se quitara el rosario y le pusiera el parabrisas, advirtiéndole que podría regresar y encontrar el auto destruido o desaparecido: “Mientras viajábamos por el área, pudimos ver cómo las casas de los cristianos estaban dispersas: 50 o 60 aquí, dos o tres allá y, sin embargo, todas las casas cristianas han sido atacadas, no queda nada”.

Sus comentarios se producen después de que el arzobispo Benny Travas publicara una carta condenando la violencia y criticando el historial de justicia de las autoridades para los cristianos que sufren actos de violencia: “Una vez más, tenemos las mismas viejas condenas y visitas de los políticos y otros funcionarios del gobierno expresando su solidaridad con la comunidad cristiana y que ‘se hará justicia’ pero en realidad nada se materializa y todo se olvida”.

Al describir cómo los disturbios fueron provocados por acusaciones de blasfemia en Jaranwala, el arzobispo Travas dijo: “Como líder de la comunidad cristiana católica que reside en Karachi, simplemente no puedo comprender cómo mi gente mostraría falta de respeto a cualquier religión o libro religioso. Nosotros, como comunidad cristiana, hemos mostrado una y otra vez nuestra fidelidad a la nación de Pakistán y, sin embargo, incidentes como… Jaranwala muestran que en realidad somos ciudadanos de segunda clase para ser aterrorizados y asustados a voluntad”.

El arzobispo Joseph Arshad de Islamabad-Rawalpindi y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos describió los ataques de ayer como “un acto abominable que contradice la esencia misma de la paz, el respeto y la tolerancia que nuestra nación se esfuerza por defender. Hago un llamado urgente al gobierno de Punjab para que tome medidas rápidas, decisivas y resueltas contra los responsables de perpetrar este acto atroz. Los culpables deben ser identificados, detenidos y llevados ante la justicia”.

Los comentarios de los arzobispos se producen cuando el ministro principal interino de Punjab, Mohsin Naqvi, prometió este jueves 17 de agosto restaurar todas las iglesias y hogares afectados en unos pocos días.

Mientras tanto, según informes locales, se han desplegado en la zona 3.000 policías, incluidas fuerzas de élite. Hasta anoche, la policía local informó haber realizado 700 arrestos.

Los administradores del distrito han impuesto una prohibición de siete días a todas las formas de reunión, excepto las organizadas por el gobierno.

El gobierno de Punjab ordenó una investigación para investigar el incidente, con términos establecidos por el primer ministro interino Anwaarul Haq.

sábado, 26 de agosto de 2023

viernes, 25 de agosto de 2023

jueves, 24 de agosto de 2023

miércoles, 23 de agosto de 2023

lunes, 21 de agosto de 2023

domingo, 20 de agosto de 2023

sábado, 19 de agosto de 2023

viernes, 18 de agosto de 2023

miércoles, 16 de agosto de 2023

martes, 15 de agosto de 2023

lunes, 14 de agosto de 2023

domingo, 13 de agosto de 2023

LOS CABALLEROS QUE REALIZARON LA HAZAÑA

Durante el invierno de 1271, el ejército de Luis IX, el Rey Santo, transporta sus restos mortales por la península italiana. La séptima Cruzada, que tenía por objetivo cristianizar Túnez, pero falleció. Durante aquellos funerales largos y tristes, cinco caballeros se encuentran. Comparten el mismo secreto: saben donde se esconde el Santo Sudario. Su misión es viajar a Tebas (Grecia) para recuperarlo y entregárselo a la monarquía francesa.

sábado, 12 de agosto de 2023

viernes, 11 de agosto de 2023

NIGER

El golpe de Estado en el país africano esconde una lucha geoestratégica Níger es es uno de los países más pobres del mundo. Se ha convertido, sin embargo, en una pieza disputada por Occidente, con Francia a la cabeza, y Rusia, que intenta recuperar influencia en África. El reciente golpe de Estado, que derrocó al gobierno del presidente electo Mohamed Bazoum, es muestra de esa competencia geoestratégica. Níger es clave por sus reservas de uranio, su posición estratégica en la lucha contra el yihadismo y para el control de las rutas migratorias. La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), de la que Níger forma parte, amenaza ahora con una intervención militar para restituir el gobierno de Bazoum. Y las juntas militares de Malí y Burkina Faso, apoyadas por Moscú, advierten que responderán con todos sus medios ante una posible intervención. La situación amenaza, por tanto, con derivar en una guerra regional.

jueves, 10 de agosto de 2023

miércoles, 9 de agosto de 2023

martes, 8 de agosto de 2023

lunes, 7 de agosto de 2023

Por qué hay tanta gente extraña en la Iglesia - Honestamente 040

Las estrategias típicas de quienes quieren evitar o disminuir su responsabilidad - Honestamente 041

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domingo, 6 de agosto de 2023

JMJ Lisboa (día 4): 4 reflexiones del Papa para jóvenes sobre la alegría, las raíces, el cansancio y el camino

 ----------------------  Palabras del Papa a los jóvenes en la vigilia de la Jornada Mundial de la Juventud

Queridos hermanos y hermanas: Boa noite! 

Qué alegría me da verlos. ¡Gracias por haber viajado, por haber caminado y por estar aquí!  Pienso que también la Virgen María tuvo que viajar para ver a Isabel: «partió y fue sin demora» (Lc 1,39), dice el Evangelio de esta JMJ. Uno se pregunta: ¿por qué María se levanta y va deprisa a ver a su prima?  Claro, acaba de enterarse de que está embarazada, pero ella también lo está. ¿Por qué entonces va a ir si nadie se lo pidió María realiza un gesto no pedido y no obligatorio; María va porque ama, y «el que ama, vuela, corre y se alegra»(Imitación de Cristo, III, 5).

La alegría de María es doble. Ella acababa de recibir el anuncio del ángel de que iba a recibir al Redentor y también la noticia de que su prima está embarazada.

[1º La alegría es misionera]

Es curioso: en vez de pensare en ella, piensa en la otra. ¿Por qué? Porque la alegría es misionera. La alegría no es para uno. Es para llevar algo. Yo les pregunto a ustedes: ustedes, que están aquí, que han venido a encontrarse, a buscar el mensaje de Cristo, a buscar un sentido lindo a la vida. Esto, ¿se lo van a quedar para ustedes o lo van a llevar a los otros? ¿Qué opinan? ¿No oigo?

¡Es para llevarlo a los otros! ¡Porque la alegría es misionera!

Repitamos todos juntos: “la alegría es misionera”. Entonces yo tengo que llevar esa alegría a los demás.

Pero esa alegría que nosotros tenemos también otros nos prepararon para recibirla. Ahora me lleva para atrás todo lo que hemos recibido. Lo que hemos recibido y ha preparado nuestro corazón para la alegría.

[2º Alegría que crea raíces y las raíces de nuestra alegría]

Todos, si miramos hacia atrás, tenemos personas que fueron un rayo de luz para la vidapadres, abuelos, amigos, sacerdotes, religiosas, catequistas, animadores, maestros; ellos son como las raíces de nuestra alegría

Ahora hacemos un segundo de silencio y cada uno piensa en aquellos que nos dieron algo en la vida, que son como las raíces de la alegría.

¿Encontraron? ¿Encontraron rostros, encontraron historias? Esa alegría que vino por esas raíces es la que nosotros tenemos que darPorque nosotros tenemos raíces de alegría y también nosotros podemos ser para los demás, raíces de alegría. No se trata de llevar una alegría pasajera, una alegría de momento. Se trata de llevar una alegría que cree raíces.

[3º Cómo ser raíces de alegría: una reflexión sobre el cansancio]

Y me pregunto: ¿cómo podemos convertirnos en raíces de alegría? La alegría no está en la biblioteca encerrada, aunque hay que estudiar. Está en otro lado. No está guardada bajo llave.La alegría hay que buscarla, hay que descubrirla en nuestro diálogo con los demás donde tenemos que dar esas raíces de alegría que nosotros hemos recibido. Y eso, a veces, cansa.

Yo les hago una pregunta: ¿ustedes se cansaron alguna vez? ¿Sí? ¿Se cansaron alguna vez? Piensen en lo que sucede cuando está cansado. No tiene ganas de hacer nada. Como decimos en español “uno tira la esponja”, porque no tiene ganas de seguir y entonces uno se abandona, deja de caminar y cae. Ustedes creen que una persona que cae en la vida, que tiene un fracaso, incluso que comete errores pesados, fuertes, ¿ya está terminada? No.

¿Qué es lo que hay que hacer? -¡No oigo!- ¡Levantarse! Y es una cosa muy linda que quisiera que hoy se la llevaran como recuerdo: los alpinistas que les gusta subir montañas tienen un cantito muy lindo que dice así: “En el arte de ascender la montaña lo que importa no es no caer sino no permanecer caído”. ¡Cosa linda!

El que permanece caído se jubiló de la vida. Cerró. Cerró la esperanza. Clausuró la ilusión y ahí queda caído. Cuando vemos algunos amigos nuestros que están caídos, ¿qué tenemos que hacer? ¡Levantarlo! ¡Levantarlo!

Fíjense: cuando uno tiene que levantar o ayudar a levantar una persona: ¿qué gesto hace? Lo mira de arriba hacia abajo. La única oportunidad, el único momento que es lícito mirar a una persona de arriba para abajo es para ayudar a levantarse.

Cuántas veces vemos gente que nos mira así por sobre el hombre, de arriba para abajo. Es triste. La única manera en que es lícito, la única situación en que es lícito mirar a una persona de arriba para abajo es para ayudarla a levantarse.

[4º Alegría: un camino y entrenamiento para caminar y no quedar caído]

Esto es un poco el camino. La constancia en caminar. Y en la vida, para lograr las cosas, hay que entrenarse en el camino. A veces no tenemos ganas de caminar, no tenemos ganas de hacer esfuerzo, nos copiamos en los exámenes porque no queremos estudiar y no llegamos al éxito. No sé si a algunos les gusta el futbol. A mí me gusta. Detrás de un gol, ¿qué hay? ¡mucho entrenamiento! Detrás de un éxito, ¿qué hay? Mucho entrenamiento. Y en la vida no siempre puede hacer lo que quiere sino aquello que la ocasión que tengo dentro, cada uno tiene su vocación, nos lleva a hacer.

Caminar. Si me caigo levantarme o que me ayuden a levantarme. No permanecer caído y entrenarme, entrenarme en el camino.

Todo esto es posible no porque hagamos cursos sobre el camino. No hay ningún curso para enseñarnos a caminar en la vida. Eso se aprende: se aprende los padres, de los abuelos, se aprende de los amigos, llevándose de la mano mutuamente. En la vida se aprende y eso es entrenamiento en camino.

Yo los dejo con esta idea nada más: caminar y si uno se cae, levantarse. Caminar con una meta. Entrenarse todos los días en la vida… En la vida nada es gratis. Todo se paga. Sólo hay una cosa gratis: el amor de Jesús.

Con esto gratis que tenemos, el amor de Jesús, y con las ganas de caminar, caminemos en esperanza. Miremos nuestras raíces y vayamos hasta adelante: sin miedo, sin miedo, no tengan miedo. Gracias. Ciao.