jueves, 30 de noviembre de 2023

miércoles, 29 de noviembre de 2023

lunes, 27 de noviembre de 2023

domingo, 26 de noviembre de 2023

sábado, 25 de noviembre de 2023

miércoles, 22 de noviembre de 2023

martes, 21 de noviembre de 2023

El Observatorio de Bioética expone su plan de trabajo en la presentación de la plataforma cultural de NEOS

 «Lo que tenemos que hacer es buena ciencia y descubrir y destapar las falsas profecías y promesas que no ayudan como matar o eliminar. Lo que ayuda es defender al débil, acompañar al que lo necesita, defender al embrión humano desde sus primeras etapas vitales y encauzar la investigación científica».

 

Julio Tudela, Director del Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir (UCV ), participó ayer en la presentación de la propuesta cultural de NEOS bajo el lema «A pesar de todo, hay esperanza». 

La plataforma, impulsada por Jaime Mayor Oreja y María San Gil, volvió a llenar el Auditorio de la Mutua Madrileña para, después de dos años de análisis y de trabajo, dar a conocer al público esa propuesta, para la que fueron creados diferentes grupos de trabajo. 

Tudela, que lideró junto a María Calvo, profesora titular de Derecho Administrativo en la Universidad Carlos III de Madrid, el Panel «Dignidad de la persona y familia» afirmó que “la buena ciencia siempre defiende la vida. Cuando un científico no defiende la vida sino la muerte, no es un buen científico. Lo que tenemos que hacer es buena ciencia y descubrir y destapar las falsas profecías y promesas que no ayudan como matar o eliminar. Lo que ayuda es defender al débil, acompañar al que lo necesita, defender al embrión humano desde sus primeras etapas vitales y encauzar la investigación científica. Hoy estamos asistiendo a un apisonamiento de la vida humana, que perece arrollada por un progreso científico alocado sin guía, sin eje moral. ¿Pero qué podemos hacer nosotros? -planteó el profesor de la UCV- analizar todas las leyes de ingeniería social que se han ido desarrollando los últimos años y sus consecuencias proponiendo alternativas. Asimismo, debemos seguir trabajando en la investigación y en la divulgación científica, especialmente dirigida a los jóvenes, alertando de las líneas rojas que van en contra del ser humano, no permitiendo que se planteen como avances aquello que supone regresiones en nuestra civilización”.  

De la misma manera, el Director del Observatorio de Bioética llamó la atención sobre las nuevas líneas de investigación científica que requieren una llamada hacia la bioética bien entendida, que sirve a la dignidad del hombre; “por eso seguiremos denunciando todos aquellos vendidos como avances científicos que suponen verdaderas amenazas”.  

El bioeticista acabó su intervención recordando las palabras de santa Teresa de Calcuta cuando le entregaron el Premio Nobel de la Paz y que resumen el espíritu del grupo que lidera: “¿Si aceptamos que una madre pueda matar a su propio hijo, cómo podremos decir a otros que no se maten? En el mensaje del derecho al aborto, que está a punto de aprobarse en el Parlamento Europeo, hay un torpedo a la línea de flotación de la paz. No podemos defender la paz si estamos de acuerdo en que una madre tiene derecho a matar a su propio hijo”.  

Finalmente, Tudela concluyó su intervención elogiando una de las frases más aplaudidas de Jérôme Lejeuneen su opinión el mejor genetista del siglo pasado que dio su vida por defender la vida de los más débiles y cuya obra perdura hasta nuestros días: “La calidad de una civilización se mide por el respeto que profesa al más débil de sus miembros”. 

No mirar a otro lado  

Ante más de cuatrocientas personas, el director general de NEOS, Javier Martínez Fresneda, tras hacer una semblanza de los problemas más preocupantes que afectan a nuestra cultura y nuestra sociedad, instó a los asistentes a “no mirar a otro lado, es urgente una respuesta”. Por ello, la plataforma trabaja en un proyecto sustentado en seis pilares -Vida, Dignidad de la persona y familia, Verdad, Libertad, Amenazas globales y España- que cubren los campos en que la entidad considera que “la pérdida de los fundamentos cristianos y la sustitución por una moral relativista” han causado un mayor daño. 

lunes, 20 de noviembre de 2023

Una mujer impide que eutanasien a su hija al cuestionar el protocolo

 Diversos medios de comunicación se han hecho eco estos días de un dramático caso acaecido en Galicia, España.

Belén, una mujer de 54 años diagnosticada con esclerosis múltiple desde los 20, solicitó la eutanasia hace unos meses al declarar que no quería seguir viviendo. El Hospital Clínico de Santiago de Compostela avaló entonces la solicitud de la paciente. Tras aceptarse su petición, dos responsables del Servicio Gallego de Salud (Sergas) acudieron al domicilio familiar para informarles de que se materializaría la práctica médica unos días después. Lo que no esperaban es que la madre y representante legal de la enferma, Carmen Alfonso, no les abriera la puerta, negándose a que se entregaran la notificación a su hija. Precisamente, la madre de la enferma había interpuesto una denuncia, a través de la Fundación Abogados Cristianos, en el Juzgado de Instrucción nº 2 de la capital gallega solicitando medidas cautelarísimas al Juzgado de Instrucción que corresponda para frenar la eutanasia de su hija en base a presuntas irregularidades y exageraciones en los informes del Hospital Universitario de Santiago y de la comisión de garantía y evaluación de la eutanasia de Galicia. La progenitora, que asegura que su hija no sufre «dolores insoportables», va a pelear contra lo que considera un posible delito de eutanasia (art.143.4 del Código Penal) y otro de inducción al suicidio (art. 143.1 Código Penal). Asimismo, a través de la organización de juristas, expone que las razones que le llevan a tratar de impedir el deseo de su hija son las siguientes:

  • Los informes médicos están exagerados y contienen muchas «falsedades y mentiras».
  • El informe señala que su hija sufre «dolores constantes e insoportables», cuando no toma analgésicos (algo que la Ley de Eutanasia no considera indispensable para que se conceda), lo máximo un paracetamol de 650.
  • La solicitante no tiene «dificultad para deglutir -comer-, ya que «come de todo» y achaca el deseo de aplicar la eutanasia a «una fuerte depresión».
  • Tampoco se habría realizado, según ha apuntado, ninguna «valoración del estado mental» de su hija y no ha sido derivada a ningún psicólogo.
  • María Belén «ha sufrido presión externa para solicitar la eutanasia y no ha sido informada de la posibilidad de acceder a cuidados paliativos».
  • La solicitante «admitió» hace pocos días a una familiar que «había cambiado de parecer» y reconocía que “los informes estaban exagerados».
  • La madre subraya que, bajo su criterio, no se puede practicar la eutanasia a una persona que ha cambiado de opinión y que «está bien».

Aunque la madre de Belén no se muestra en contra de la Ley de la eutanasia, afirma que en las circunstancias actuales no se dan las condiciones para su aplicación.

Valoración Bioética

El caso que nos ocupa es preocupante. Aunque éticamente la eutanasia es reprobable en todos los casos, en el caso de Belén parece que se pone de manifiesto la pendiente resbaladiza que se ha constatado en los países en los que la eutanasia se ha legalizado. La relajación de las exigencias inicialmente recogidas en la ley que restringen la aplicación de la eutanasia a circunstancias concretas, conduce como en este caso a prescindir de estos requerimientos y acceder a ejecutar las solicitudes de eutanasia formuladas por pacientes que no padecen sufrimientos insoportables sino que atraviesas por procesos depresivos o simplemente manifiestas temor a sufrir en el futuro. Hemos observado en países donde la eutanasia está legalizada, que ésta acaba extendiéndose a menores de edad incluso niños de cualquier edad y enfermos mentales, en los cuales la validez de su consentimiento debe ponerse en entredicho. La cultura eutanásica traiciona el verdadero sentido de la medicina, porque la función del médico debería ser la de administrar los cuidados paliativos suficientes para controlar los síntomas refractarios de un proceso crónico o terminal y nunca acabar con la vida de su paciente.

 

domingo, 19 de noviembre de 2023

La sinergia entre los cuidados paliativos y la bioética, un modelo a seguir

Un buen grupo de especialistas en cuidados paliativos, se dieron cita la mañana del 11 de noviembre en el Ateneo Mercantil de Valencia, en una jornada de profunda reflexión e inspiración organizada por la Sociedad Valenciana de Bioética y la Sociedad Valenciana de Medicina Paliativa.

Un momento de la jornada

Con el patrocinio de entidades como la Universidad Católica de Valencia (UCV), la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH); la Asociación Aspanion; la Fundación de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria (SoVaMFiC) o la Asociación Española de Bioética (AEBI), el evento «Homenaje a los Cuidados Paliativos» contó con expertos en la materia como Álvaro Gándara, Coordinador de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid, quien inauguró las diversas sesiones que ofrecieron una visión histórica del tema, donde se enfatizó en la importancia de comprender nuestro pasado para orientar nuestro futuro, haciéndonos ver que aún queda mucho por mejorar. Por este motivo, en el transcurso del evento, se destacó la urgente necesidad de establecer una ley nacional presupuestada para los cuidados paliativos, asegurando así su acceso a todos los enfermos que lo requieran, y respaldada por acreditaciones. La jornada los enmarcó como un derecho humano fundamental, convirtiéndolos en una medicina que mira más allá de la enfermedad, enfocándose en la persona.

Sinergia entre cuidados paliativos y bioética

Miguel Fombuena, médico jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Dr. Moliner de Valencia, resaltó la importancia del trabajo en equipo y analizó los desafíos a los que se presentan hoy los cuidados paliativos, reflexionando sobre lo que cada uno aporta a su equipo para mejorarlo. El facultativo recordó también, a través de las historias de sus pacientes, que «éstos brindan la oportunidad de vivir intensamente, y con ellos podemos acompañar al enfermo en el sufrimiento natural que hay ante la muerte».

Manuel Priego, Presidente de la Sociedad Valenciana de Medicina Paliativa afirmó que “no todo lo técnicamente posible es éticamente admisible”.

Por su parte, Manuel Dolz, Coordinador Medico de la Unidad de Hospitalizacion a Domicilio (UHD) de Castellón, abordó el miedo al sufrimiento y la necesidad de prepararse a través de la planificación anticipada.

En la mesa redonda compuesta por asociaciones, se abordaron temas cruciales e invisibles como la soledad no deseada, la calidad de la muerte, la demencia, el proceso de duelo y la inclusión de niños en el ámbito de los cuidados, reconociendo los cuidados paliativos pediátricos y perinatales como los grandes desconocidos.

Helena García, Vicepresidenta de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL), clausuró la jornada, enfatizando en su intervención la importancia de integrar la formación de los paliativos en las universidades y subrayando que la educación es esencial para sensibilizar a los profesionales sanitarios en este arte y ciencia que son los cuidados.

Por último, la sinergia entre los cuidados paliativos y la bioética se presentó como un modelo a seguir, reconociéndose que la ética guía decisiones prudentes en situaciones de incertidumbre, especialmente en el ámbito del final de la vida. García subrayó de esta manera que «la sinergia entre las Sociedades Valencianas de Medicina Paliativa y Bioética es un modelo a seguir, ya que la ética nos ayuda a tomar decisiones prudentes en situaciones de incertidumbre, y eso es siempre realidad en la medicina en general, pero en el ámbito del final de la vida en particular”.

Hospitales reconocidos por su labor

Varios hospitales fueron reconocidos por su labor en el campo de los cuidados paliativos, como fue el caso del Hospital Doctor Moliner de Valencia. Helena García, vicepresidenta de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos y el Dr. D. Manuel Priego, del Hospital General de Alicante, entregaron la placa honorífica a Amadeo Belles Calvo, Director del Hospital.

La Unidad de Hospitalización a Domicilio del Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón fue otro de los galardonadas, recogiendo la placa honorífica Manuel Dolz, Jefe de la Unidad desde su comienzo hace 18 años. Helena García y Doña Verónica Beses, esta última Decana de Ciencias de la Salud de la Universidad CEU Cardenal Herrera, fueron las encargadas de entregar el reconocimiento.

Por último, Charo Baydal Carmona, de la Unidad de Hospitalización a Domicilio a del Hospital Denia Marina Salud de Alicante, recibió su distinción por parte de Helena García Llana y Carlos Barrios, Decano de Ciencias de la Salud de la Universidad Católica de Valencia (UCV).

Orquesta Filarmonía Hispánica

Tras la entrega de dichos reconocimientos, el público pudo disfrutar del concierto sinfónico ofrecido por la Orquesta Filarmonía Hispánica, que promovida por el Instituto para el Desarrollo Musical (IDM), es la única formación española especializada en música para guitarra y orquesta. Dirigida por David Eres Brun, quien desarrolla una trayectoria internacional como director de orquesta, guitarrista y compositor, merecieron especial atención, por la calidad en sus interpretaciones, Vanja Skokovic al violín y Carlos Bonell a la guitarra.

sábado, 18 de noviembre de 2023

el primer mono quimérico

 Un reciente estudio reporta la generación de un feto y un mono quimérico nacido vivo utilizando células pluripotentes de origen embrionario (ESC) homólogas, en el que se ha obtenido hasta el 90% de células quiméricas en algunos tejidos.

El experimento se realizó en el laboratorio de Neurobiología de Primates de la Academia China de Ciencias, en Shanghái. El grupo del médico Miguel Ángel Esteban ha colaborado con los equipos de sus colegas Qiang Sun y Zhen Liu. En este sentido, el equipo del Dr. Esteban ya anunció hace dos meses la generación de un riñón parcialmente humanizado en un embrión de cerdo, en un experimento del que, como informamos en su momento, debe valorarse bioéticamente ante las dificultades que presenta en este sentido.

La técnica consiste en la obtención, en primer lugar, de células pluripotentes procedentes de embriones de siete días, que fueron cultivadas en el laboratorio. Posteriormente, tras marcar estas células con una proteína fluorescente que permitiera su localización posterior, las inocularon en embriones de mono de cuatro días.

Entre los 12 embarazos, se obtuvieron 4 fetos abortados y 6 crías vivas a término. Los fetos que no llegaron a nacer y los monos nacidos fueron analizados para determinar el nivel de contribución de las células madre al individuo huésped o receptor, confirmándose que uno de los monos que nacieron vivos y un feto que sufrió un aborto espontáneo eran sustancialmente quiméricos y contenían células derivadas de las células troncales del otro mono en todo su cuerpo, lo que se confirmó por la presencia de fluorescencia y por secuenciación genética. Ambos individuos eran machos. Después de sobrevivir durante 10 días, el estado de salud del mono quimérico se deterioró con insuficiencia respiratoria e hipotermia y fue sacrificado. 

Este quimerismo, consistente en la presencia de células pluripotentes procedentes de otro embrión de mono, se produjo en el cerebro, el corazón, los riñones, el hígado y otros órganos: entre un 21% y un 92%, dependiendo del tejido.

El alto porcentaje de quimerismo obtenido en algunos tejidos, considerado por los investigadores como un éxito, se debe a la optimización de las condiciones de cultivo para las células embrionarias pluripotentes (ESC) y al protocolo para el posterior cultivo de embriones in vitro.

La generación de monos quiméricos vivos con ESC homólogas proporciona un enfoque que puede resultar útil para la producción de modelos de mono con modificaciones genéticas sofisticadas para la investigación básica y traslacional.

Las tecnologías de edición de genes desarrolladas recientemente y su aplicación en cigotos hacen que sea relativamente fácil y eficiente lograr resultados precisos en la selección de genes en embriones de múltiples especies, incluidos los monos macacos.

Sin embargo, la edición de genes más compleja, como la inserción o reemplazo de fragmentos grandes y la selección de genes en múltiples localizaciones, sigue presentando una gran dificultad.

Una alternativa que se plantea, aunque ofrece una baja eficiencia, es la clonación de monos mediante transferencia nuclear de células somáticas, por lo que, según los científicos, la obtención de este tipo de quimeras permitiría diseñar ejemplares con determinadas alteraciones objeto de estudio, gracias a la posibilidad de introducir células pluripotentes quiméricas editadas genéticamente para reproducir enfermedades que deban ser estudiadas o ensayar el efecto de la modificación o eliminación de determinados genes.

Valoración bioética

La posibilidad de que estos hallazgos se traduzcan en aplicaciones reales en clínica queda todavía muy lejos. La baja eficiencia de las técnicas -es necesario ensayar con múltiples embriones para que solo dos muestren un quimerismo significativo, de los que solo nació uno- y la complejidad de los procesos de edición genética relacionados que plantea serios problemas de seguridad, hace que deba perfeccionarse mucho este tipo de experimentos quiméricos en animales. Su traslado a humanos, como ya se ha ensayado en ocasiones previas con quimeras de mono y humano, resulta mucho más complejo y plantea serios dilemas éticos que deben ser tenidos en cuenta, como la dificultad de determinar qué grado de colonización con células humanas alcanza el embrión quimérico producido, pues debido a ello, puede no ser ético generar y manipular dichas quimeras, ni mucho menos destruirlas, al existir la posibilidad de que dicha colonización se extienda más allá del órgano que se quiere producir y pueda incluso llegar al cerebro o a los gametos, lo que sin duda puede plantear problemas éticos difíciles de solventar.

Julio Tudela y Lucía Gómez Tatay

Observatorio de Bioética. Instituto Ciencias de la Vida. Universidad Católica de Valencia

 

viernes, 17 de noviembre de 2023

Nace el primer bebé medicamento de Baleares para curar a su hermano

 El pasado mes de octubre, Deisi y Andry, residentes en Baleares, se convirtieron en los primeros padres de un bebé medicamento en la comunidad autónoma. El niño, llamado Ezequial, fue seleccionado en fase embrionaria para ayudar a curar la grave enfermedad hereditaria de su hermano mayor, Jeremías.

El pequeño, de 5 años, padece una grave enfermedad genética llamada drepanocitosis o anemia de células falciformes que le fue diagnosticada cuando apenas tenía seis meses de edad. Esta enfermedad rara afecta a la producción de hemoglobina, la proteína encargada de transportar el oxígeno a todos los tejidos del cuerpo.

La esperanza de vida con esta patología hereditaria es baja, de entre 30 y 40 años, y quienes la padecen sufren intensos episodios de dolor, infecciones que pueden cronificarse y recurrentes problemas articulares.

Los padres de David decidieron entonces someterse a un tratamiento de selección embrionaria para tener un hijo que pudiera donar células troncales pluripotentes, conocidas como células madre, a su hermano mayor. Tras realizar un diagnóstico genético preimplantacional (DGP) con el fin de seleccionar el embrión que resultara compatible con su hermano y estuviera libre de la enfermedad, se procedió a implantarlo en el útero de su madre. Este procedimiento conlleva la producción de múltiples embriones, de los cuales se descartarán los no compatibles o afectados de la mutación genética.

Tras un embarazo normal, Ezequiel nació el pasado mes de octubre. Ahora deberá someterse a procesos de extracción las células troncales de su médula ósea para ser trasplantadas en la de su hermano. Si el proceso es exitoso y no se producen fenómenos de rechazo inmunológico, estas células trasplantadas se multiplicarán llegando a producir la hemoglobina normal que necesita su hermano.

Bebés medicamento: una práctica controvertida

Esta práctica fue regulada en España por la ley 14/2006, de 26 de mayo, sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistida.

El primer bebé “medicamento” en el mundo fue Adam Nash, que fue producido para tratar a su hermana Molly de 6 años que padecía una anemia de Fanconi. Adam nació el 29 de agosto de 2000 y la sangre de su cordón umbilical fue trasplantada a su hermana en el Hospital de la Universidad de Minneapolis en Minnesota.

En noviembre de 2004 se produjo en el Instituto de Genética Reproductiva de Chicago el primer bebé “medicamento” español. Se trataba de una niña que nació en agosto de 2005, autorizándose la utilización de la sangre de su cordón umbilical para tratar a su hermana que padecía Betatalasemia mayor.

Aunque es una técnica poco utilizada por su baja eficiencia, inferior al 3 % -requiere de la producción de múltiples embriones, su selección y posterior gestación- se han producido otros nacimientos de bebés medicamento desde entonces.

Valoración Bioética

La técnica de generación de bebés con el fin de convertirlos en donantes de hermanos afectados de enfermedades genéticas plantea cuestiones éticas que conviene destacar y que ya hemos abordado en nuestro observatorio en anteriores publicaciones (ver más aquí sobre bebés medicamento).

En un primer momento parece positivo intentar encontrar una solución para tratar a niños enfermos que en el momento actual prácticamente no tienen otra posibilidad de curarse más que recurriendo a donantes compatibles; es por ello por lo que este tema cuenta con una gran aceptación social. Incluso podría justificarse que unos padres quieran producir un bebe “medicamento” para un fin bueno sin duda. Sin embargo, deben considerarse los aspectos negativos asociados como la instrumentalización del individuo humano creado que se convierte en un donante permanente de material hematopoyético para su hermano, la violación de los derechos del niño donante, que no puede dar su consentimiento para esta acción, el inevitable descartarte de embriones sobrantes, es decir, la destrucción de vidas humanas o el problema de la pendiente resbaladiza que podría darse al utilizar estas técnicas con fines eugenésicos.

Pero ¿cuál sería la mejor opción para tratar a un niño que requiere un trasplante hematopoyético? La primera opción que hay que considerar es si existe algún familiar compatible inmunológicamente con el enfermo. Si lo hay, esta es la solución terapéutica idónea. En caso de que no se de esta circunstancia, existe la alternativa de utilizar sangre de un banco público de cordones umbilicales, entre los que podrían utilizarse células troncales compatibles. La extensión en la práctica de conservación de cordones umbilicales puede suponer una alternativa mucho más eficaz y libre de inconvenientes éticos, que permitiría dejar de generar múltiples embriones sometidos a selección y descarte, recurrir a técnicas de reproducción asistida con sus limitaciones y esperar al alumbramiento y crecimiento del bebé generado para proceder al trasplante de sus células, con los riesgos de progresión de la enfermedad que ello conlleva en el hermano afectado.

Julio Tudela y Cristina Castillo

Observatorio de Bioética. Instituto Ciencias de la Vida. Universidad Católica de Valencia

jueves, 16 de noviembre de 2023

El caso Indi Gregory: el dilema bioético entre el derecho a morir y el derecho a la vida

*Noticia actualizada el 14/11/2023

La bebé británica Indi Gregory de ocho meses, que fue desconectada del respirador al que estaba conectada el pasado domingo 12 de noviembre, falleció tras la batalla legal que habían emprendido sus padres meses antes para mantenerla con respiración asistida y trasladarla a un hospital infantil del Vaticano en Roma.

La pequeña padecía una enfermedad mitocondrial incurable, por lo que la Corte Supremo de Reino Unido ordenó la semana pasada interrumpir su tratamiento y retirarle el soporte vital, a pesar de la oposición de sus padres.

Indi, que estuvo recibiendo tratamiento en el Queen’s Medical Center en Nottingham, Inglaterra, padecía la misma enfermedad que sufría Charlie Gard, el bebé que falleció en 2017 tras una lucha similar por parte de sus padres para intentar salvarle la vida.

En un último intento para que Indi continuara recibiendo atención médica, el pasado 6 de noviembre, 45 minutos antes de que se hiciera efectiva la decisión legal que instaba a retirarle el sistema de soporte vital, el gobierno italiano concedió a la niña la nacionalidad italiana para que pudiera viajar a Roma donde recibiría tratamiento en el hospital Bambino Gesù.

A pesar de los deseos de los padres de trasladarse a Italia, el 8 de noviembre la Corte Suprema inglesa dictaminó que a la niña se le debía retirar el soporte vital en el hospital o en un hospital de cuidados paliativos. La solicitud de sus padres de llevársela a su casa fue denegada. En su lucha en la Corte Suprema británica han recibido apoyo legal de Christian Legal Centre.

El juez dictaminó que sería imposible retirarle el soporte vital en su casa ya que, según los médicos, Indi estaba “claramente angustiada, alterada y dolorida” y “sus cuidados posteriores tendrían que ser gestionados por profesionales cualificados con recursos disponibles para tratar las complicaciones y minimizar la angustia”.

El Dr. Keith Girling, director médico de los hospitales de Nottingham declaró que “este es un momento increíblemente difícil para Indi y su familia, y nuestros pensamientos están con ellos hoy. Tras la decisión del Tribunal Superior de hoy, nuestra prioridad seguirá siendo proporcionar a Indi atención especializada adecuada a su condición y de acuerdo con la dirección del tribunal, apoyando a la familia todo lo posible.”

Valoración bioética

El abordaje del tratamiento de pacientes incurables presenta con frecuencia dilemas éticos de difícil resolución. Tal como ya ocurrió en el mencionado caso de Charlie Gard, un tribunal desatiende de nuevo la petición de los padres de un paciente afectado de una enfermedad grave al que se quiere retirar el soporte vital, decisión que precipitará con toda probabilidad, su muerte.

La decisión de retirada de soporte vital puede resultar éticamente justificada en determinados casos en los que su mantenimiento puede prolongar la agonía y los sufrimientos del paciente sin expectativas de mejoramiento o alivio de sus síntomas. Mantener este soporte en el mencionado caso supondría una forma de obstinación terapéutica que, lejos de beneficiar al paciente, supondría un acto maleficente que debe evitarse.

Pero en otras circunstancias, y específicamente cuando existe alguna esperanza de tratamiento, aunque sus posibilidades de éxito sean pequeñas, la decisión de retirar este soporte no parece tan justificada. Cuando un hospital italiano ofrece sus servicios de asistencia médica para acompañar a este paciente afectado de una enfermedad incurable, es porque valora la posibilidad de mejorar su estado, aunque sea de forma transitoria, controlando sus sufrimientos y proporcionando una limitada esperanza de vida que sus padres reclaman.

En este caso, la negativa de un tribunal a conceder la oportunidad a un equipo médico que así lo ha propuesto de proporcione cuidados paliativos al paciente incurable que le permitan vivir mejor la fase final de su enfermedad, presenta dilemas no fácilmente justificables. Las razones aducidas en el sentido de que el paciente presentaba angustia y dolor no parecen consistentes, dado que son síntomas que podrían controlarse con cuidados paliativos adecuados.

En estos casos deben evitarse posicionamiento de corte utilitarista en los que parecen primar dos factores: por un lado, la posibilidad de devaluar la vida del paciente incurable y totalmente dependiente que perdería dignidad y merecería, por tanto, menos cuidados; por otro, los criterios economicistas que estiman injustificado dedicar grandes recursos a pacientes con poca esperanza de vida.

El valor inalienable de toda vida humana, aún la más frágil y dependiente, exigiría, como en este caso, haber valorado correctamente la propuesta ofrecida por el hospital italiano en consonancia con la voluntad expresada por sus padres, aunque ello supusiera un gasto económico y una movilización de recursos considerables, porque la dignidad de Indi así lo justifica.

Merecen nuestro reconocimiento las posiciones tanto del hospital Bambino Gesù como del gobierno italiano, que parecen haber valorado mejor la vida de Indi y la voluntad de sus padres que el juez británico que ordenó su desconexión e impidió el traslado. También es de agradecer la ayuda que han recibido de Christian Legal Centre en su batalla legal por intentar mantener a su hija con vida.

Julio Tudela y Ester Bosch

Observatorio de Bioética. Instituto Ciencias de la Vida. Universidad Católica de Valencia

  

miércoles, 15 de noviembre de 2023

martes, 14 de noviembre de 2023

¿Son las plantas inteligentes? Una controversia que no concluye

La evolución biológica

La vida en la Tierra ha surgido, sin que sepamos cómo, una sola vez. Esto lo delata el hecho de que todos los seres vivos están constituidos por los mismos “ladrillos” elementales: los mismos aminoácidos y nucleótidos, creando la vida celular, la única que conocemos. Toda la vida, vegetal o animal, tiene el mismo origen; y también las mismas reglas para su evolución.

La selección natural implica que ciertos genes y combinaciones genéticas se transmiten a las generaciones siguientes en mayor promedio que sus alternativas. La selección natural no trata de obtener tipos de organismos predeterminados, sino sólo organismos que están adaptados a sus ambientes presentes. Las variables que determinan en qué dirección irá son el ambiente, la constitución preexistente de los organismos y las mutaciones que emergen al azar. Por tanto, la selección natural es un proceso creativo que puede explicar la aparición de novedad genuina.[1]

La inteligencia en el ser humano y en los animales

Inteligencia es una palabra completamente abierta y por ello posee infinidad de definiciones. Cuando hablamos de inteligencia nos estamos refiriendo a un conjunto específico de habilidades que incluye la capacidad de razonar, aprender, planificar y resolver problemas. Se ha comparado la inteligencia humana con la de algunos animales, llegándose a afirmar que la actividad cognitiva esencial es la misma y que la evidente diferencia es sólo una cuestión de grado. Pero como nos ha explicado Noam Chomsky, los animales sólo son capaces de tener ideas perceptivas que son imágenes pictóricas, es decir, imágenes individuales procedentes de la experiencia directa o derivadas de ella y solamente el ser humano tiene la capacidad de crear ideas conceptuales, aquellas que tienen referentes relacionales, que no se derivan de la experiencia directa, sino de relacionar experiencias directas y otras ideas conceptuales entre sí. Lo que nos separa, por tanto, es la capacidad para formular ideas conceptuales en el lenguaje, la lógica, las matemáticas, las ciencias naturales, las ciencias sociales y la filosofía.[2]

El comportamiento animal se ha investigado con profusión y ello ha permitido determinar que, a pesar de disponer de una capacidad limitada a las ideas perceptivas, muestran determinados grados de inteligencia. Así, se ha verificado la capacidad, mediante el pensamiento perceptivo, de asociar signos, tales como los de un lenguaje de signos. Aunque todo indica que estas asociaciones están dirigidas a identificar cosas específicas (una persona, un plátano, o una acción perceptiva como correr o morder) para satisfacer oportunidades biológicas, como obtener alimento o refugio, o para comunicar peligros biológicos, como el acercamiento de un depredador.[3]

En las diferentes especies se detectan capacidades cognitivas específicas como adaptaciones a diferentes nichos ecológicos. E incluso algunos animales pueden tener habilidades cognitivas superiores a las del ser humano en ciertas áreas.

¿No es posible inteligencia sin cerebro?

Nuestro planeta está dominado por las plantas verdes, que representan más del 99% de la vida eucariota, es decir, de todos los seres vivos constituidos por células con núcleo. Y sabemos que su evolución está sujeta a las mismas leyes de selección natural que rige las del reino animal. Pero siempre se las ha considerado inertes e irreflexivas, silenciosas y sedentarias. Y, por ello, a pesar de que Darwin resultó fascinado con las plantas y su “inteligencia”, como se trasluce en su libro “El poder del movimiento en las plantas”, no consiguió que sus trabajos en este campo tuvieran una continuidad. Desde los tiempos de Darwin, en los ámbitos del comportamiento y la inteligencia, la investigación se ha limitado casi por completo a los animales.

La explicación a esta polarización de la investigación seguramente hay que buscarla en una tendencia a centrarse en atributos lo más equiparable posible a los humanos. En particular la relación del movimiento, común a todo el reino animal, con el comportamiento y la inteligencia. Los animales necesitan desarrollar inteligencia a fin de saber hacia dónde moverse, para encontrar el alimento más adecuado o para huir de sus depredadores.

Como pone de relieve el profesor Stefano Mancuso, nuestra “fetichización” de las neuronas, así como nuestra tendencia a equiparar comportamiento con movilidad, nos impide apreciar lo que las plantas pueden hacer. De hecho, muchas de las capacidades más impresionantes de las plantas se remontan a su situación existencial única como seres arraigados al suelo y, por lo tanto, incapaces de levantarse y moverse cuando necesitan algo o cuando las condiciones se vuelven desfavorables[4].


El siglo XXI despierta el interés por el comportamiento de las plantas

En 2002 Anthony Trewavas, en un artículo publicado en Nature, propuso el concepto de inteligencia vegetal, dejando abierta la cuestión: “Las definiciones tradicionales de inteligencia utilizan el movimiento como criterio. Pero, ¿son también “inteligentes” los comportamientos adaptativos que muestran las plantas individuales?”.[5] Una interesante pregunta que propicia el inicio de un debate que todavía se mantiene.

En 2004, el profesor Stefano Mancuso montó el primer laboratorio dedicado a la inteligencia vegetal; decidió bautizarlo con el controvertido término «neurobiología vegetal», para reforzar la idea de que las plantas tienen una bioquímica, biología celular y electrofisiología similares a las del sistema nervioso humano.[6]

Otro importante revulsivo sobre esta cuestión vino en 2013, con la publicación en The New Yorker de un artículo titulado «La planta inteligente», firmado por  Michael Pollan[7], que mostraba el nivel adquirido por la ciencia de la inteligencia vegetal y ponía de relieve que, a pesar de carecer de cerebro, las plantas son capaces de ciertos niveles de comportamiento inteligente hasta entonces desconocidos.

Los trabajos experimentales para determinar el comportamiento de las plantas están dando un importante impulso al conocimiento del mundo vegetal. Y estamos viendo que son seres sutiles y conscientes, cuya vida implica una sensibilidad medioambiental muy alejada de las simples fábricas de flores y semillas de la imaginación popular. A ello contribuye la incorporación de nuevas técnicas, como las derivadas del avance de la microelectrónica y el análisis de compuestos volátiles en concentraciones de picogramos[8], que permiten revelar como nunca antes las complejidades del comportamiento de las plantas. O la utilización de la cámara rápida, técnica fotográfica que nos permite observar en pocos minutos cómo una planta se ha movido durante días o meses.

Gracias a estos recientes experimentos se pueden atribuir a las plantas sorprendentes características de comportamiento, en aspectos como la comunicación, el aprendizaje, la resolución de problemas o la memoria y recuperación de recuerdos.

Así, por ejemplo, Monica Gagliano, a través de su investigación sobre bioacústica vegetal con maíz, verificó que las plantas emiten sonidos, los escuchan y modifican su comportamiento en respuesta. Y, en la misma línea, Appel y Cocroft comprobaron que las plantas de mostaza pueden «escuchar» los sonidos de las orugas comiendo sus hojas y responder con la excreción de mayores cantidades de aceite de mostaza para protección.[9]

Otro comportamiento bastante sorprendente de las plantas, que pone de relieve hasta qué punto tienen capacidades para buscar el agua, lo muestra el experimento realizado así mismo por Monica Gagliano y otros colaboradores. En el artículo en el que explican el experimento, se afirma que las raíces de Pisum sativum (guisante de jardín) pudieron localizar una fuente de agua al detectar las vibraciones generadas por el agua que se movía dentro de tuberías, sin la presencia de humedad alguna.[10] En palabras de Gagliano: «Simplemente sabían que el agua estaba allí, incluso si lo único que podían detectar era el sonido que hacía el agua fluyendo dentro de la tubería»[11].

El aprendizaje asociativo en las plantas también ha podido probarse reproduciendo el célebre experimento de Pavlov, que descubrió que podía condicionar a los perros para que salivasen ante estímulos que no estaban directamente relacionados con la comida, como el sonido de una campana. Un equipo investigador internacional reprodujo un experimento paralelo provocando el aprendizaje en el guisante de jardín, Pisum sativum. Se utilizó luz azul como fuente de alimento y se sustituyó el sonido de la campana por la corriente de aire producida por un ventilador, midiendo como respuesta el crecimiento hacia el estímulo. Demostraron que las plantas de guisante eran capaces de asociar el viento con el lugar donde iba a estar la luz.[12]

En el estudio de la cognición motora en humanos y otras especies animales, consideramos que los procesos que transforman las características perceptivas de los objetos en patrones motores adecuados para el agarre son un sello distintivo de la inteligencia. Cuando una mano toca un objeto, los mundos superpuestos de las funciones sensoriales motoras y cognitivas se conectan. En el caso de las plantas, éstas no tienen manos, pero los movimientos oscilatorios de los zarcillos de las plantas trepadoras que se acercan a un soporte potencial son comparables a los movimientos coordinados de las manos que se preparan para agarrar un objeto.[13]


El debate continúa

Sería interminable la descripción de los numerosos experimentos, realizados en los últimos años, que muestran la capacidad de las plantas para interactuar con el mundo. En muchos de ellos parece evidenciarse que las plantas perciben su entorno del mismo modo que los animales y toman decisiones basadas en su supervivencia. Con claras diferencias en su actuación, ya que esta no se basa en el mismo sistema nervioso central que tienen los animales y, mientras los instintos de supervivencia de los animales funcionan en un marco temporal de segundos y minutos, los de las plantas lo hacen a lo largo de días y semanas.

Pero la consideración de atribuir inteligencia al reino vegetal continúa siendo una opinión dividida. Así lo reconoce Umberto Castiello, que se manifiesta partidario de aceptar la inteligencia vegetal: “Hay algunos científicos de una amplia gama de disciplinas, incluida la fisiología, la filosofía y la psicología de las plantas, que sostienen que la complejidad de las respuestas de las plantas a un entorno en constante cambio es indicativa de un comportamiento inteligente. Por otro lado, expertos igualmente prestigiosos siguen insistiendo en que el comportamiento de las plantas no reúne las condiciones necesarias para ser definidas como inteligentes.”[14]

Mientras la polémica sobre la inteligencia en el mundo vegetal continúa, sigue vigente el diagnóstico de Michael Pollan en La planta inteligente: “La controversia gira menos en torno a los notables descubrimientos de la ciencia vegetal reciente que en cómo interpretarlos y nombrarlos: si los comportamientos observados en las plantas que se parecen mucho al aprendizaje, la memoria, la toma de decisiones y la inteligencia merecen ser llamados con esos términos o si esas palabras deberían reservarse exclusivamente para criaturas con cerebro.”[15]

Manuel Ribes. Instituto Ciencias de la Vida. Observatorio de Bioética. Universidad Católica de Valencia 

[1] cfr. Francisco J. Ayala: El legado de un gran científico, erudito y caballero perdura en la comunidad científica

[2] Robert Spitzer Human vs. Animal Intelligence Through the Lens of Linguistic Abilities Magis Center  June 9, 2021

[3] Ibidem.

[4] Michael Pollan The Intelligent Plant | The New Yorker December 15, 2013

[5] Trewavas, A. Plant intelligence: Mindless mastery Nature 415, 841 (2002)

[6] Are plants intelligent, and what can we learn from them? Escola Superior de Agricultura «Luiz de Queiroz” Universidad de São Paulo

[7] Ibidem

[8] El picogramo es una unidad de masa del Sistema Internacional de Unidades, equivalente a la billonésima parte de un gramo.​​

[9]  Inge Kuijper Plant intelligence, a new paradigm in science Green Unfolding

[10] Gagliano, M., Grimonprez, M., Depczynski, M. et al. Tuned in: plant roots use sound to locate water SpringerLink Oecologia 184, 151–160 (2017).

[11] Margi Murphy Plants can HEAR and use their ‘sense’ to seek out flowing water, scientists discover The Sun

[12] Khattar, J., Calvo, P., Vandebroek, I. et al. Understanding interdisciplinary perspectives of plant intelligence: Is it a matter of science, language, or subjectivity? Journal of Ethnobiology and Ethnomedicine 18, 41 (2022). https://doi.org/10.1186/s13002-022-00539-3

[13] Castiello,U. Plant Intelligence from a Comparative Psychology Perspective Biology 2023, 12, 819

[14] Ibidem

[15]  Michael Pollan The Intelligent Plant The New Yorker, December 15, 2013