Más de la mitad de los tratamientos de donación de ovocitos de Europa se llevan a cabo en España, convirtiéndose de este modo en el mayor proveedor de ovocitos de todo el continente.
Mientras que en muchos países existen restricciones y prohibiciones en relación a esta práctica, en nuestro país cualquier mujer puede acceder a estos tratamientos gracias a las pocas trabas existentes debido a una legislación flexible y a unas listas de espera muy cortas. Es por eso, que muchas pacientes internacionales viajan a España cada año para acceder a algún tratamiento de fertilidad.
La edad tardía de la mujer que se decide a ser madre por primera vez, ha propiciado el aumento de una manera considerable en el número de fecundaciones in vitro, llegando a realizarse 948.913 ciclos en los últimos seis años, según las cifras de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF). De esta manera, un total de 40.638 bebés de los nacidos en 2021 en España, fueron concebidos por técnicas de reproducción asistida, lo que representa un 11,8 % de los nacimientos en ese año, según datos de la Sociedad Española de Fertilidad, en el octavo informe estadístico de tratamientos de reproducción asistida que presentaron al Ministerio de Sanidad y en el que participan todos los centros de fertilidad españoles, los 334 privados y públicos, desde el año 2014. Según la SEF, los nacimientos por reproducción asistida en España han aumentado un 33%.
¿Donación altruista?
La Ley sobre Técnicas de Reproducción Asistida no permite el pago ni la compra de ovocitos. La donación de ovocitos debe ser un acto altruista, voluntario y anónimo, entre la donante y el centro médico, sin que en ningún momento intervenga la receptora de los ovocitos.
Sin embargo, la Comisión Nacional de Reproducción Asistida estableció en 1999 que las donantes debían ser compensadas, que no pagadas, por la pérdida de tiempo, los gastos en transporte y las complicaciones que pueden derivarse de este tratamiento. La mayoría de las clínicas han establecido una compensación de entre 600 a 900 euros. Para evitar el riesgo de consanguinidad, la ley española limita a las donantes participar en el nacimiento de hasta seis bebés.
Una vez que las mujeres donan sus ovocitos, las clínicas los ofrecen para tratamientos de fertilidad, pero también los pueden revender a terceros, muchas veces en otros países. Un “pack” de seis u ocho ovocitos cuesta de media cerca de 4.000 euros. “No hay ley o reglamento que establezca un baremo para esa contraprestación económica. Lo establece cada clínica, pudiéndose afirmar que hay un mercado libre”, explica la bióloga y experta en reproducción asistida Rocío Calonge.
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