lunes, 28 de febrero de 2011

PARADOJAS

La paradoja de nuestro tiempo es que tenemos edificios más altos y temperamentos más reducidos, carreteras más anchas y puntos de vista más estrechos. Gastamos más pero tenemos menos, compramos más pero disfrutamos menos. Tenemos casas más grandes y familias más chicas, mayores comodidades y menos tiempo. Tenemos más grados académicos pero menos sentido común, mayor conocimiento pero menor capacidad de juicio; más expertos pero mas problemas, mejor medicina pero menor bienestar.

Bebemos demasiado, fumamos demasiado, despilfarramos demasiado; reímos muy poco, conducimos muy rápido, nos enojamos demasiado; nos desvelamos demasiado, amanecemos cansados; leemos muy poco, vemos demasiado la televisión y oramos muy rara vez.

Hemos multiplicado nuestras posesiones pero reducido nuestros valores. Hablamos demasiado, amamos demasiado poco y odiamos muy frecuentemente.
Hemos aprendido a ganarnos la vida, pero no a vivir. Añadimos años a nuestras vidas, no vida a nuestros años. Hemos logrado ir y volver de la luna, pero se nos dificulta cruzar la calle para conocer a un nuevo vecino. Conquistamos el espacio exterior, pero no el interior. Hemos hecho grandes cosas, pero no por ello mejores.
Hemos limpiado el aire, pero contaminamos nuestra alma. Conquistamos el átomo, pero no nuestros prejuicios. Escribimos mas pero aprendemos menos. Planeamos mas pero logramos menos. Hemos aprendido a apresurarnos, pero no a esperar. Producimos ordenadores que pueden procesar mayor información y difundirla, pero nos comunicamos cada vez menos y menos.

Estos son tiempos de comidas rápidas y digestión lenta, de hombres de gran talla y cortedad de carácter, de enormes ganancias económicas y relaciones humanas superficiales. Hoy en día hay dos ingresos pero mas divorcios, casas más lujosas pero hogares rotos. Son tiempos de viajes rápidos, pañales desechables, moral descartable , acostones de una noche , cuerpos obesos , y píldoras que hacen todo , desde alegrar y apaciguar, hasta matar. Son tiempos en que hay mucho en el escaparate y muy poco en la bodega.
Acuérdate de pasar algún tiempo con tus seres queridos porque ellos no estarán aquí siempre.
Acuérdate de ser amable con quien ahora te admira, porque esa personita crecerá muy pronto y se alejará de ti.
Acuérdate de abrazar a quien tienes cerca porque ese es el único tesoro que puedes dar con el corazón , sin que te cueste ni un céntimo.
Acuérdate de decir te quiero a tu pareja y a tus seres queridos, pero sobre todo dilo sinceramente. Un beso y un abrazo pueden reparar una herida cuando se dan con toda el alma.
Acuérdate de tomarte de la mano con tu ser querido y atesorar ese momento, porque un día esa persona ya no estará contigo.Date tiempo para amar y para conversar, y comparte tus mas preciadas ideas.Y siempre recuerda:La vida no se mide por el número de veces que tomamos aliento, sino por los extraordinarios momentos que nos lo quitan.

George Carlin.

domingo, 27 de febrero de 2011

aforismos 1

Ne sutor supra crepidam
Plinio el Viejo (23-79 d.C.) cuenta una divertida disputa del artista Apeles con su zapatero: Apeles, el pintor más famoso de Grecia en la antigüedad, colocó sus primeras obras en el voladizo de su casa y se escondió tras una mesa para escuchar la crítica del pueblo llano... Un zapatero ―sutor, en latín― observó que en el interior de un zapato faltaba un ojal, y el pintor remedió la falta. El zapatero, entonces se creyó con derecho a criticar la pierna de la figura representada; pero Apeles le respondió: "Ne supra crepidam sutor iudicet" (un zapatero no debe opinar sobre lo que está por encima de las correas)
Las crepidae eran unos zapatos llanos de una o varias suelas que se sujetaba con correas por el tobillo y la pantorrilla.
De ahí procede la expresión "zapatero a tus zapatos". Ni que decir tiene que “zapatero” debe ir con minúscula.

Nemo liber est qui corpori servit.
"El que sirve a su cuerpo no es libre" La sentencia es de Séneca y tiene razón; También pudo decirlo San Pablo, quien escribió aquello de que algunos "tienen como Dios a su propio vientre" (cuius deus venter est), una afirmación que ha dado mucho juego a lo largo de los siglos. "Epicuro grita en voz alta: la tripa llena está segura; el vientre será mi dios", leemos en uno de los poemas medievales de "Carmina Burana":
Alte clamat Epicurus:
venter satur est securus,
venter deus meus erit...
Ya se ve que la naturaleza humana ha cambiado poco. Pero éste es un tema complejo que hoy no tengo tiempo de abordar. La cultura dominante, más que hedonista, es epicúrea, es decir moderadamente guarrindonga. A ver si un día de estos tengo tiempo y redacto unas líneas

Summum ius, summa iniuria

“El derecho aplicado estrictamente es la mayor injusticia”. Se trata de una sentencia clásica que se estudia en las Facultades de Derecho. Y es que todo buen jurista debe saber que la ley es sólo un instrumento y, como tal, debe aplicarse con sentido común y flexibilidad, tratando de descubrir, más allá de la letra, el espíritu con el que fue creada... Contra esa rigidez extrema, nace la “epiqueya”, virtud moral que permite al hombre eximirse de la observancia literal de una norma positiva con fin de ser fiel a su sentido auténtico... Uno de los mayores enemigos del Derecho ―ese invento genial de los antiguos romanos― es el positivismo reglamentista (muy norteamericano, por cierto) que lleva a cometer auténticas atrocidades. Pongamos un ejemplo tonto de la vida real. Agosto de 1982. En Madrid el sol caía a plomo sobre nuestras cabezas. Era un sábado por la mañana; las tiendas estaban cerradas y la ciudad desierta. En aquella calle no había un solo automóvil. Yo debía hacer una breve gestión y detuve el coche. Al salir del vehículo, comprobé que tres metros más adelante había un árbol que proyectaba su benéfica sombra sobre la calzada. Decidí ponerme allí para no cocerme a fuego lento a mi regreso. Caí en la cuenta entonces de que, junto al árbol, había una señal que limitaba el aparcamiento a los vehículos de carga y descarga de mercancías. Gracias a Dios, había también un guardia.
―Perdone, señor agente; ¿me permite dejar aquí mi coche durante unos minutos? Es para que no se caliente demasiado…
―Está prohibido. ¿No ha visto la señal, o qué?
―Sí, por supuesto. Pero como no hay más vehículos en toda la calle, las tiendas están cerradas y nadie recibe mercancías… Como yo sólo voy a estar diez minutos, pensaba que a lo mejor…
―Caballero, hay que cumplir la ley. Por tanto, si deja aquí el coche, le denuncio…

sábado, 26 de febrero de 2011

cortos 2

A este canto al amor le dieron el Oscar hace 2 años...
Distraxion

La dama y la muerte

viernes, 25 de febrero de 2011

cortos 1

Layenda del espantapajaros

logorama

Rockfish... dedicado a Jose
que se entusiasmó con la lectura de Hemingway, El viejo y el mar

y aqui marcamos TODOS un gol...
PASTILLAS CONTRA EL DOLOR AJENO

jueves, 24 de febrero de 2011

Un milagro para Henry Poole

Del director Mark Pellington esta comedia dramática (2008) sobre un desahuciado y ateo que recupera la esperanza y recibe el gran regalo de la fe a través de un milagro y la ayuda de una vecina católica. Subtitulada...


ORACIÓN A NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO PARA OBTENER UNA BUENA MUERTE

¡Oh Jesús, Señor mío, Dios de bondad, Padre de misericordia, yo me presento ante vos con el corazón humillado y contrito; os recomiendo mi última hora y lo que después de ella me espera!
Cuando mis pies ya inmóviles me adviertan que mi carrera en este mundo está próxima a su fin,
Jesús misericordioso, tened piedad de mí.
Cuando mis manos trémulas y entorpecidas no puedan ya estrecharos, ¡oh Bien mío crucificado!, y contra mi voluntad os dejen caer sobre el lecho de mi dolor,
Jesús misericordioso, tened piedad de mí.
Cuando mis labios pronuncien por última vez vuestro adorable nombre,
Jesús misericordioso, tened piedad de mí.
Cuando mis mejillas pálidas y húmedas con el sudor de la muerte, anuncien mi próximo fin,
Jesús misericordioso, tened piedad de mí.
Cuando mis oídos próximos a cerrarse para siempre a las conversaciones de los hombres se abran para oír vuestra voz al pronunciar la sentencia irrevocable que fijará mi suerte por toda la eternidad,
Jesús misericordioso, tened piedad de mí.
Cuando yo quede sumergido en congojas de muerte y mi espíritu turbado con el recuerdo de mis pecados y el temor de vuestra justicia luche contra el ángel de las tinieblas que tratará de hacerme dudar de vuestra misericordia,
Jesús misericordioso, tened piedad de mí.
Cuando derrame las últimas lágrimas reveladoras de mi destrucción, recibidlas, ¡oh Jesús mío!, en sacrificio de expiación de mis pecados, y en aquel momento terrible,
Jesús misericordioso, tened piedad de mí.
Cuando perdido ya el uso de todos los sentidos, el mundo entero haya desaparecido de mi vista y gima en el estertor de la última agonía y en las congojas de la muerte,
Jesús misericordioso, tened piedad de mí.
Cuando mi alma deje mi cuerpo pálido, frío y sin vida, aceptad la destrucción de mi ser como un homenaje que yo ofrezco a vuestra divina majestad y entonces,
Jesús misericordioso, tened piedad de mí.
Finalmente, cuando mi alma comparezca ante Vos y vea por primera vez el resplandor inmortal de vuestra Majestad, no la rechacéis de vuestra presencia: dignaos recibirla en el seno amoroso de vuestra misericordia para que eternamente cante vuestras alabanzas.
Jesús misericordioso, tened piedad de mí.
Oración. ¡Oh Dios!, que condenándonos a muerte nos habéis ocultado el momento y la hora, ayudadnos a vivir siempre en vuestra gracia para ser dignos de morir en vuestro santo amor. Os lo pedimos por los méritos de Nuestro Señor Jesucristo que vive y reina con Vos en unión del Espíritu Santo. Amén.

miércoles, 23 de febrero de 2011

la septima morada

Editn Stein...


cinema espiritual, motivacion para la JMJ 2011
Ayer se descontrolaron los horarios...

libertad religiosa. La hermenéutica de Pablo VI

Andrea Tornielli presenta el texto de un apunte manuscrito del Papa Pablo VI sobre la libertad religiosa, escrito en los tiempos en que se discutía el decreto Dignitatis humanae durante el concilio Vaticano II. Presentamos nuestra traducción del artículo de Tornielli y del texto del Papa Montini.

Una de las cuestiones “candentes” en los diálogos entre la Fraternidad San Pío X y la Santa Sede es, como se sabe, la interpretación del decreto conciliar Dignitatis humanae, dedicado a la libertad religiosa. El argumento es actual no sólo en el ámbito particular de aquellos diálogos: basta pensar en el debate historiográfico sobre el Concilio Vaticano II y las famosas dos hermenéuticas señaladas en diciembre de 2005 por Benedicto XVI, o en las discusiones suscitadas por el reciente libro del profesor De Mattei sobre el Concilio, o incluso en el llamamiento para invitar al Papa Ratzinger a reconsiderar su decisión de convocar a las religiones mundiales a Asís en el 25º aniversario del encuentro querido por su (casi beato) predecesor.
Resulta iluminador, al respecto, leer un apunte manuscrito de Pablo VI, fechado en 1965, es decir en plena discusión conciliar, y dedicado a la libertad religiosa. Como es conocido, aquella difícil declaración en su formulación definitiva definió el derecho a la libertad religiosa como un derecho a la inmunidad (la fórmula del “nemo cogatur nemo impediatur”, en materia religiosa nadie sea obligado y nadie sea impedido). Ahora, algunos sostienen que el resultado del documento conciliar fue el de poner las religiones al mismo nivel, de haber favorecido el indiferentismo, incluso el sincretismo. Los Pontífices, en cambio, han sostenido siempre que éstas eran sólo interpretaciones erradas de Dignitatis humanae. Ahora un Papa teólogo – al que ciertamente no se le puede reprochar poca claridad sobre el tema – ha decidido convocar una nueva reunión de Asís: puede ser útil releer el apunte de Pablo VI que está en las actas del Concilio. Lo propongo íntegramente.

ANN0TATIONES MANU SCRIPTAE.
De libertate religiosa. 6 de mayo de 1965

I – Libertad religiosa
1) Puede ser entendida como derecho natural (y, por lo tanto, digno de respeto por todos como derecho natural y por eso digno de respeto y de defensa también por la Iglesia, fundado en la dignidad y en la libertad de conciencia de la persona humana).
2) O bien como derecho positivo de facto, como en la práctica lo concibe y lo regula la sociedad actual. En una sociedad pluralista, como hoy es por todas partes, y según el principio cristiano que distingue dos autoridades: césar y Dios, no se reconoce a la autoridad civil el derecho de legislar en materia religiosa; resulta que toda religión de facto debe ser respetada y protegida por el Estado, en el ordenado ejercicio de su actividad, en el ámbito del orden público y en el respeto de las opiniones de los otros. Este estado de las cosas es sin duda aceptado hoy por la Iglesia, que lo define más bien “tolerancia” que derecho natural. Murray (Aggiorn. Soc. p.307-apr. 1965) dice superada la teoría de la tolerancia referida al Estado. ¿Pero referida a la Iglesia? El Estado no puede ser juez de la verdad religiosa, y por eso debe reconocer a los ciudadanos la “libertad” de pensar religiosamente como ellos creen. La Iglesia, en cambio, está segura de la propia verdad religiosa y por eso: a) no pudiendo imponerla obligando a otros a aceptarla, b) debe tolerar que otros sean libres frente a ella.
3) Puede ser entendida como inmunidad de coacciones externas; libertad de, nemo cogatur; y como capacidad (jurídica o de facto) de profesar una religión: libertad para; nemo impediatur, dentro de ciertos límites de orden público, de respeto a los demás, de pública moralidad, etc.
4) Puede referirse a la persona individualmente – y puede referirse a grupos, asociaciones, comunidades. Y puede referirse a la Iglesia respecto al Estado, cuando la Iglesia reivindica la propia libertad religiosa; y puede referirse al Estado que debe conceder y tutelar la libertad religiosa – tanto pluralista, es decir, en igual forma y medida para toda religión, como preferencial, para la religión propia del pueblo en su conjunto, de la nación (historia, conciencia popular, etc.).

II- Libertad religiosa
1) Puede estudiarse en las manifestaciones históricas, tanto del Antiguo testamento y los diversos pueblos, como en la vida y en los documentos de la Iglesia; y debe estudiarse en los pensamientos de Cristo, en el Evangelio y en el Testamento en general, tanto bajo el aspecto “nemo cogatur” (cfr. por ejemplo, la parábola del trigo y la cizaña, o bien Lc. 9, 55: nescitis cuius spiritus estis, o bien Jn. 18, 11: mitte gladium tuum in vaginam) como bajo el aspecto del nemo impediatur, referido a la libertad de predicar y testimoniar la verdad religiosa (cfr. los mártires).
2) Puede estudiarse todavía:
- como libertad del acto de fe, en la persona individual; aspecto fundamental que reconduce la consideración al derecho de la conciencia individual.
- como libertad de la autoridad de la Iglesia de ejercer su misión y de gobernarse según las propias leyes en su interior deontología.
3) No se debe confundir con la indiferencia, el agnosticismo, la indeterminación, etc., es decir, en una libertad negativa. Debe establecerse, en cambio, en:
- el deber de la búsqueda de la verdad;
- el deber de la fidelidad a la verdad;
- el deber de la enseñanza de la verdad;
- el deber de la profesión y de la defensa de la verdad religiosa, que es objetivamente una sola y que en su plenitud es la de la revelación cristiana, custodiada y enseñada por la Santa Iglesia católica.
Y en su aspecto práctico: ventajas y méritos.

Y DE POSTRE, LA PELICULA "DE DIOSES Y HOMBRES" DONDE SE VEN MUCHAS COSAS...

martes, 22 de febrero de 2011

ladrones, liberticidas y homicidas

Con ustedes, Arcadi Oliveres... más clarito no se puede

PARA RECORDAR...
“Cuando las disposiciones arbitrarias del poder legislativo o del poder ejecutivo promulgan u ordenan algo contrario a la ley divina o a la ley natural, la dignidad del cristianismo, las obligaciones de la profesión cristiana y el mandato del Apóstol enseñan que hay que obedecer a Dios antes que a los hombres”.
León XIII, “Quod apostolici muneris”, 1878

OJO CON LOS GOBERNANTES...
“Hay muchos modos de robar. Hurtando a escondidas.
Tal conducta es vituperable porque constituye una especie de traición.
Entre los ladrones se cuentan los malos príncipes y reyes perversos.
Cometen sus tropelías unas veces solapadamente y otras con violencia.
Otras veces, despojan a sus súbditos estableciendo leyes
sólo con vistas al lucro, o cometen fraude en los negocios.
Por eso se dice en la Escritura: «no tendrás en tu bolsa pesas diferentes».
Todos los tiranos que por la fuerza poseen reinos, provincias o feudos,
son ladrones,y todos ellos están obligados a restituir.
«Yo,el Señor, amo la justicia y aborrezco la rapiña» (Is. 61, 8)”.
Santo Tomás de Aquino. “Los mandamientos comentados”

INMIGRACION

Arcadi Oliveres, Catedratico de la Universidad de Barcelona

lunes, 21 de febrero de 2011

trucos de belleza

Para conseguir unos labios atractivos di palabras de ternura.
Para conseguir unos ojos preciosos, busca lo que hay de bueno en la gente.
Para conseguir una silueta esbelta comparte tu comida con los que pasan hambre.
Para tener un pelo bonito deja que un niño pase sus dedos por tu cabello una vez al día.
Para tener una buena pose camina sabiendo que nunca caminas solo.

La belleza de una persona no está en la ropa que lleve, la figura que tenga o en cómo se peine, ni está en los rasgos de su cara. La belleza de una persona debe ser buscada en sus ojos, que son la puerta de acceso a su alma, el lugar donde reside el amor; está en el cuidado que da con amor, en la pasión que muestra... Curiosam,ente, la belleza de una persona aumenta con el paso de los años .
Hoy es sobre todo la gente joven la que debe ser restaurada, revivida, reclamada y redimida; hay que descubrirles que tienen dos manos: una -para cuando estén tristes y nesesitados- en el extremo de su brazo y de su mano, tendida, amiga y lista para ayudarles, y otra -la suya- para llenarse de alegría ayudando a los demás.

Resumiendo:
1. Dios no te preguntará qué modelo de auto usabas;
...te preguntará a cuánta gente llevaste.
2. Dios no te preguntará los metros cuadrados de tu casa;
...te preguntará a cuánta gente recibiste en ella.
3. Dios no te preguntará la marca de la ropa en tu armario;
...te preguntará a cuántos ayudaste a vestirse.
4. Dios no te preguntará cuán alto era tu sueldo;
...te preguntará si vendiste tu conciencia para obtenerlo.
5. Dios no te preguntará cuál era tu título;
... te preguntará si hiciste tu trabajo con lo mejor de tu capacidad.
6. Dios no te preguntará cuántos amigos tenías;
...te preguntará cuánta gente te consideraba su amigo.
7. Dios no te preguntará en qué vecindario vivías;
...te preguntará cómo tratabas a tus vecinos.
8. Dios no te preguntará el color de tu piel;
...te preguntará por la pureza de tu interior.
9. Dios no te preguntará por qué tardaste tanto en buscar la Salvación;
...te llevará con amor a su casa en el Cielo y no a las puertas del Infierno.
10. Dios no te preguntará a cuántas personas enviaste este mensaje,
...te preguntará si te dio vergüenza hacerlo.

domingo, 20 de febrero de 2011

PROPIEDADES DE LA MISA

Las gracias qué alcanza la persona que oye misa devotamente son estas:
Primera: Quien celebra la misa ora especialmente por quien la oye.
Segunda: Oyendo la misa se goza de maravillosa compañía, porque en la misa está Jesucristo, tan grande como en el árbol de la cruz, y por concomitancia está también la divinidad, la Trinidad santa. Además, está en compañía de los ángeles santos. Y, según escribe un doctor, en el lugar en donde se celebra el santo sacrificio de la misa hay muchos santos) y santas, especialmente por aquello: Son vírgenes que siguen al Cordero doquiera que va (Apoc., 14, 4.).
Tercera gracia que alcanza la persona que oye devotamente la misa: Que le ayuda en los trabajos y negocios. Se lee de un caballero, que tenía costumbre de oír misa sumido en gran devoción, que cierta vez salió del mar con sus compañeros y estaba preparándose en una capilla para oír misa. Los compañeros le anunciaron que la nave iba a darse a la vela y que se diese prisa. El caballero contestó que primero quería oír misa. Por lo cual le dejaron en tierra v partió la nave) Después de haber oído la misa, el caballero se durmió, y cuando despertó se halló en su propia tierra. Después de muchos días llegaron los de la nave, y se maravillaron al verlo.
Y de otros casos se leen cosáis maravillosas. Además, la persona que oye misa disgusta mucho al diablo; pues interroga¬do cierta vez qué era lo que más le desagradaba contestó que tres cosas: los sermones, es decir, la palabra de Dios, la misa y la penitencia.
Cuarta gracia que alcanza la persona que oye misa devota¬mente: Que será iluminada en las cosas que ha de discernir y determinar por su inteligencia. Se dice de San Buenaventura, de la Orden de frailes menores, que ayudaba las misas frecuentemente y con harta devoción. Y un día, sirviendo la misa, Santo Tomás de Aquino vio una lengua de fuego sobre la ca¬beza del dicho fray Buenaventura, el cual, de entonces en ade¬lante tuvo ciencia infusa.
Quinta gracia: Que la persona que oye misa devota y benignamente, no morirá ese día de desgracia ni sin confesión. Sexta gracia: Que en su muerte estarán presentes tantos santos cuántas misas haya oído devotamente. Dice San Jeróni¬mo que a las almas por las que está obligado a orar el que oye la misa -su padre, su madre, sus parientes y bienhechores-, durante el espacio de tiempo en que oye la misa, les serán atenuadas las penas del purgatorio. Dice San Ambrosio que des¬pués que la persona haya oído la misa, todo lo que coma en aquel día hará más provecho a su naturaleza que si no hubiese oído la misa. Si la mujer en estado oye la misa, dará a luz sin gran trabajo, si lo hiciere en aquel día.
San Agustín escribe en el libro De civitate Dei que a la persona que oye misa devotamente nuestro Señor le dará en ese día las cosas necesarias. La segunda gracia que tendrá es que sus palabras vanas le serán perdonadas. Tercera, que aquel día no perderá ningún pleito. Cuarta, que mientras oye la misa no envejece ni se debilita su cuerpo. Quinta, que si muere en ese día la misa le valdrá tanto como si hubiese comulgado. Sexta, que los pasos que da yendo y viniendo a la misa, son contados por los santos ángeles y remunerados por Dios nuestro Señor. Además, más vale una misa que se oye en vida devotamente, que si después de la muerte oyera otro mil. Se lee que oír misa con devoción aprovecha para remisión de los pecados y crecimiento de gracia más que otras oraciones que el hombre pueda decir o hacer, pues toda la misa es oración de nuestro Señor y Redentor Jesucristo, infinitamente dulce y piadoso, que es cabeza nuestra y todos los fieles sus miembros. Dice San Gre¬gorio que mientras se celebra la misa se perdonan los pecados de los muertos y de los vivos. Y San Crisóstomo escribe que vale tanto la celebración de la misa como la muerte de Jesu¬cristo, por la que nos redimió de todos nuestros, pecados. Finalmente, la salvación de la humanidad está cifrada en la celebra¬ción del santo sacrificio de la misa, porque todo el esfuerzo del malvado anticristo se orientará a quitar de la santa Madre Iglesia este santo misterio, en el que se maneja el precioso cuerpo de Jesucristo, en memoria de su santa pasión, por medio de la cual los fieles cristianos de buena vida, aunque sean igno¬rantes y sin ciencia, podrán ver las astucias y malicias del mal vado anticristo y de sus seguidores.

sábado, 19 de febrero de 2011

mensaje póstumo

Palabras de Juan Pablo II para el Regina Coeli del Domingo de la Divina Misericordia
¡Queridos hermanos y hermanas!
1. Resuena también hoy el gozoso Aleluya de Pascua. La pagina del Evangelio de hoy de Juan subraya que el Resucitado, la noche de ese día, se apareció a los apóstoles y «les mostró las manos y el costado» (Juan 20, 20), es decir, los signos de la dolorosa pasión impresos de manera indeleble en su cuerpo también después de la resurrección. Aquellas llagas gloriosas, que ocho días después hizo tocar al incrédulo Tomás, revelan la misericordia de Dios que «tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único» (Juan 3, 16).
Este misterio de amor está en el corazón de la liturgia de hoy, domingo «in Albis», dedicado al culto de la Divina Misericordia.
2. A la humanidad, que en ocasiones parece como perdida y dominada por el poder del mal, del egoísmo y del miedo, el Señor resucitado le ofrece como don su amor que perdona, reconcilia y vuelve abril el espíritu a la esperanza. El amor convierte los corazones y da la paz. ¡Cuánta necesidad tiene el mundo de comprender y acoger la Divina Misericordia!
Señor, que con la muerte y la resurrección revelas el amor del Padre, nosotros creemos en ti y con confianza te repetimos hoy: Jesús, confío en ti, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
3. La solemnidad litúrgica de la Anunciación, que celebraremos mañana, nos lleva a contemplar con los ojos de María el inmenso misterio de este amor misericordioso que surge del Corazón de Cristo. Con su ayuda, podemos comprender el auténtico sentido de la alegría pascual, que se funda en esta certeza: Aquel a quien la Virgen llevó en su seno, que sufrió y murió por nosotros, ha resucitado verdaderamente. ¡Aleluya!

viernes, 18 de febrero de 2011

BEATIFICACIÓN


VATICANO, 18 Feb. 11 (ACI/EWTN Noticias)

La Oficina de Prensa de la Santa Sede dio a conocer hoy un comunicado en el que detalla los cinco momentos en los que se desarrollará la beatificación del Papa Juan Pablo II el próximo 1 de mayo en Roma, y reiteró que para asistir no es necesario adquirir entrada alguna.
El texto señala que el primero es la vigilia de preparación el 30 de abril que se realizará desde las 8:30 p.m. (hora local) en el Circo Máximo de Roma.
Esta vigilia será presidida por el Cardenal Agostino Vallini, Vicario del Santo Padre para la diócesis de Roma. Al evento, "el Papa Benedicto XVI se unirá a espiritualmente por medio de una conexión en video".
El segundo momento es la ceremonia de beatificación en sí que se celebrará el domingo 1 de mayo en la Plaza de San Pedro en Roma, que será presidida por el Papa Benedicto XVI.
El comunicado reitera lo ya anunciado en distintas oportunidades sobre el hecho que "para participar no hacen falta entradas, pero los agentes de la Seguridad Pública tutelarán el acceso a la plaza y a las zonas adyacentes".
En esta línea, la Prefectura de la Casa Pontificia dio a conocer otro comunicado en el que ratifica que para la beatificación y para las audiencias con el Papa no es necesario adquirir entradas.
Esta precisión se hace ante "el ofrecimiento indebido, sobre todo por Internet, de asistencia y venta de billetes para audiencias y ceremonias pontificias, en particular la beatificación del Siervo de Dios Juan Pablo II".
Este comunicado precisa además que cuando la Prefectura de la Casa Pontificia entrega entradas para ceremonias pontificias o audiencias generales, estos "son siempre gratuitos y ninguna persona física o ente puede pretender pago alguno".
Sobre el tercer momento de la beatificación, el comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede indica que todos los fieles "podrán venerar los restos del nuevo Beato el mismo domingo 1 de mayo, una vez que termine la ceremonia de beatificación. Los restos quedarán expuestos hasta que se agote el flujo de fieles que deseen venerarlos, ante el altar de la Confesión".
El cuarto momento es la Misa de acción de gracias por la beatificación, que está programada para el lunes 2 de mayo a las 10:30 a.m. en la Plaza de San Pedro. Esta Eucaristía será presidida por el Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado Vaticano.
El quinto momento tiene que ver con la sepultura de los restos de Juan Pablo II. Esta se realizará en la Basílica de San Pedro, en la Capilla de San Sebastián y se realizara de forma privada.

ingratissimi...


"Ingratissimus omnium, qui oblitus est"
“El más ingrato de todos es el que olvida”.
El texto es de Séneca, y vale la pena leerlo entero:
Ingratus est qui beneficium accepisse se negat, quod accepit;
ingratus est qui dissimulat; ingratus qui non reddit;
ingratissimus omnium, qui oblitus est.
“Es ingrato el que niega el favor recibido;
ingrato el que lo disimula; ingrato el que no corresponde,
y el más ingrato de todos el que lo olvida.”

Al leer estas palabras he recordado a un anciano de casi 90 años,
que conocí hace mucho tiempo en un tanatorio de Madrid
donde velaba el cadáver de su segunda esposa.
Tras la muerte de la primera, volvió a casarse
con una empleada de la empresa, mucho más joven que él.
Sus hijos le advirtieron que aquel matrimonio podría ser un desastre
y, por una vez, tuvieron razón. La mujer,
después de algunas infidelidades públicas y notorias,
abandonó a su marido con buena parte del dinero.

Al cabo de los años, regresó a casa para morir, enferma de cáncer.
El anciano la recibió sin un reproche y la cuidó
en sus últimos meses de vida.
Su hijo mayor me contó esta historia allí mismo, a pocos metros
de la capilla donde reposaban los restos mortales de su madrastra.
Charlé un buen rato con el viudo. Estaba desolado, bañado en lágrimas,
como si hubiese perdido al gran amor de su vida.
― He olvidado las ofensas ―repetía una y otra vez―
pero recuerdo muy bien todas sus caricias.
Tenía razón: nunca hay que olvidar las caricias de la vida.
Los agravios, sí. También Dios los olvida cuando pedimos perdón.

jueves, 17 de febrero de 2011

El dulce aroma del café

Una hija se quejaba a su padre de su vida y de cómo las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daba por vencida. Estaba cansada de luchar...Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.
Su padre era chef de cocina y la llevó a su lugar de trabajo. Llenó tres ollas con agua y las colocó sobre el fuego. Pronto el agua estaba hirviendo... En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Y las dejó hervir sin decir palabra.
La hija, impaciente, esperó preguntándose qué se proponía su padre con todo aquello. Y a cada cosa en su plato. Finalmente, coló el café y lo puso en un tercer recipiente... Mirando a su hija le dijo:
- Querida ¿qué ves?
- Zanahorias, huevos y café.
La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias; lo hizo y
Notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera; la niña tras quitar la cáscara observó el huevo duro...Por fin su padre le pidió que probara el café; sonriendo disfrutó de su rico aroma...
Humildemente la hija preguntó:
- ¿Me lo vas a contar?
- Pues ahí va: estos tres elementos han pasado la misma adversidad del agua hirviendo. Sin embargo, cada uno ha reaccionado de forma distinta:
* La zanahoria fuerte, dura, soberbia; después quedó débil, fácil de deshacer...
* El huevo llegó frágil, protegiendo con una fina cáscara su interior líquido; luego del agua su interior se ha endurecido...
* Los granos de café, sin embargo, después de estar en agua hirviendo, han cambiado el agua...
* ¿Tú cómo eres? Cuando la adversidad llama a tu puerta ¿cómo respondes? Ahora fíjate como sólo el café cambia al agua hirviendo. Más aún: justo cuando le causa dolor, cuando el agua llega al punto de ebullición, es cuando él alcanza su mejor sabor... Ojalá, cuando las cosas se pongan peor, reacciones en forma positiva, sin dejarte vencer y hagas que las cosas a tu alrededor mejoren. Si así lo haces serás ese buen olor y esa luz de Cristo...
Arturo Vargas.

Biblia para toda la familia

Serie italiana en dibus manga HISTORIAS DE LA BIBLIA
En el principio

Los hijos de Adan

el arca de Noe

La torre de Babel

Abraham

Sodoma y Gomorra

La historia de Ismael

El destino de Isaac

Vendido por sus hermanos

El triunfo de José

Moisés en Egipto

La zarza ardiente

Moisés y el Faraón

El exodo

Las tablas de la ley

El becerro de oro

La tierra prometida

Jericó

Un rey para Israel

La derrota de Saul

La estirpe de David

martes, 15 de febrero de 2011

fe, esperanza y caridad

EL ACTO DE FE
Creo obstinadamente en todo cuanto
Dios revelasteis hemos de creer…
Dios, esencial verdad, horra por tanto
de engañarse, engañar o no saber…

Todo cuando de fide enseña el santo
viejo de Roma por la fiel mujer
esposa tuya del manchado manto
mezcla de tierra y luz de rosicler…

creo, Señor. Guarda mis anteojos…
Sin ellos… veo, sí, palacios rojos
la Urbe con la Cúpula en la Loma;

pero con ellos, veo la Paloma
veo la Flor, el Trigo y los Abrojos…
Guarda mi fe, Señor, y —fuera broma—
si aquí no te han de ver pronto mis ojos,
dame la gracia de salir de Roma.

EL ACTO DE ESPERANZA
Espero, oh Dios, desesperadamente
lo que me has regiamente prometido
porque eres fidelísimo y potente
en prometer, igual que un rey bebido;

y porque eres la Vida trascendente
ebria de propagarse, espero el nido
y el germinar eterno de la mente
y el descanso en tu seno — o el olvido;

y el don de Ti, con que tu Ser nos das
en nuestro obrar, que has de premiar después
coronando tus flores con tus eras…

De hombres es errar. De santos es
dar marcha atrás. Tú no das marcha atrás
ni yo tampoco, oh dios, ni ante las fieras…
Da lo que pidas, pide lo que quieras…

EL ACTO DE CARIDAD
Preso en la red de aquesta sed que muero
corro a tus aguas vivas como el gamo
y como el ciervo herido a tu reclamo
corro tropiezo caigo y desespero.

Con la sangre que mana el pecho fiero
y pies y manos mudamente clamo:
Señor, yo no te digo que te amo
pero quizá Tú sabes que te quiero…

pues eres Nada y yo no quiero nada
nada hay sin Ti en la tierra ni en el cielo
nada en mi noche, nada en mi alborada…

Ansiosa noche oscura de mi anhelo,
que llenará tu voz en oleada
como del sol la matinal mirada
crea la mar y hace nacer el cielo…

Leonardo Castellani, S.J.

lunes, 14 de febrero de 2011

santos Cirilo y Metodio

Carta Encíclica Slavorum apostoli
de Su Santidad Juan Pablo II sobre Los Apóstoles de los Eslavos

I. INTRODUCCIÓN
1. LOS APÓSTOLES DE LOS ESLAVOS, antos Cirilo y Metodio, permanecen en la memoria de la Iglesia junto a la gran obra de evangelización que realizaron. Se puede afirmar más bien que su recuerdo se ha hecho particularmente vivo y actual en nuestros días.
Al considerar la veneración, plena de gratitud, de la que los santos hermanos de Salónica (la antigua Tesalónica) gozan desde hace siglos, especialmente en las naciones eslavas, y recordando la inestimable contribución dada por ellos a la obra del anuncio del Evangelio en aquellos pueblos y, al mismo tiempo, a la causa de la reconciliación, de la convivencia amistosa, del desarrollo humano y del respeto a la dignidad intrínseca de cada nación, con la Carta Apostólica Egregiae virtutis, del 31 de diciembre de 1980, proclamé a los santos Cirilo y Metodio compatronos de Europa. Continué así la línea trazada por mis Predecesores y, de modo particular, por León XIII, quien hace algo más de 100 años, el 30 de septiembre de 1880, extendió a toda la Iglesia el culto de los dos santos con la Carta Encíclica Grande munus, (2) y por Pablo VI, quien, con la Carta Apostólica Pacis nuntius, (3) proclamó a San Benito, patrón de Europa, el 24 de octubre de 1964.

2. El documento de hace cinco años quería avivar la conciencia ante estos solemnes actos de la Iglesia e intentaba llamar la atención de los cristianos y de todos los hombres de buena voluntad, que buscan el bien, la concordia y la unidad de Europa, a la actualidad siempre viva de las eminentes figuras de Benito, de Cirilo y Metodio, como modelos concretos y ayuda espiritual para los cristianos de nuestra época y, especialmente, para las naciones del continente europeo, que, desde hace ya tiempo, sobre todo gracias a la oración y a la labor de estos santos, se han arraigado consciente y originalmente en la Iglesia y en la tradición cristiana.
La publicación de mi citada Carta Apostólica, el año 1980, inspirada por la firme esperanza de una superación gradual en Europa y en el mundo de todo aquello que divide a las Iglesias, a las naciones y a los pueblos, se refería a tres circunstancias, que constituyeron objeto de mi oración y reflexión. La primera fue el XI centenario de la Carta pontificia Industriae tuae, (4) mediante la cual Juan VIII, en el año 880, aprobó el uso de la lengua eslava en la liturgia traducida por los dos santos hermanos. La segunda estaba representada por el primer centenario de la ya mencionada Carta encíclica Grande munus. La tercera fue el comienzo, precisamente el año 1980, del feliz y prometedor diálogo teológico entre la Iglesia Católica y las Iglesias Ortodoxas en la isla de Patmos.

3. En este documento deseo hacer una mención particular de la citada Carta con la que León XIII quiso recordar a la Iglesia y al mundo los méritos apostólicos de ambos hermanos: no sólo de Metodio que, -según la tradición- terminó su vida en Velehrad, en la Gran Moravia el año 885, sino también de Cirilo, al que la muerte separó de su hermano el año 869 en Roma, ciudad que acogió y custodia todavía con conmovedora veneración sus reliquias en la antigua Basílica de san Clemente.
Al recordar la santa vida y los méritos apostólicos de los dos hermanos de Salónica, el papa León XIII fijó su fiesta litúrgica el día 7 de julio. Después del Concilio Vaticano II, como consecuencia de la reforma litúrgica, la fiesta fue trasladada al 14 de febrero, fecha que, desde el punto de vista histórico, indica el nacimiento al cielo de san Cirilo. (5)
A más de un siglo de la publicación de la Carta de León XIII las nuevas circunstancias, en que se celebra el undécimo centenario de la gloriosa muerte de san Metodio, inducen a dar una renovada expresión al recuerdo que la Iglesia conserva de tan importante aniversario. Y se siente particularmente obligado a ello el primer Papa llamado a la sede de Pedro desde Polonia y, por lo tanto, de entre las naciones eslavas.
Los acontecimientos del último siglo y, especialmente, de los últimos decenios han contribuido a reavivar en la Iglesia, junto con el recuerdo religioso, el interés históricocultural por los dos santos hermanos, cuyos carismas particulares se han hecho aún más inteligibles ante las situaciones y las experiencias propias de nuestra época. A ello han contribuido muchos hechos que pertenecen, como auténticos signos de los tiempos, a la historia del siglo XX y, ante todo, a aquel gran acontecimiento que se ha verificado en la vida de la Iglesia con el Concilio Vaticano II. A la luz del Magisterio y de la orientación pastoral de este Concilio, podemos volver a mirar de un modo nuevo -más maduro y profundo- a estas dos santas figuras, de las que nos separan ya once siglos, y leer, además, en su vida y actividad apostólica los contenidos que la sapiente Providencia divina inscribió para que se revelaran con nueva plenitud en nuestra época y dieran nuevos frutos.

II. REFERENCIA BIOGRÁFICA
4. Siguiendo el ejemplo ofrecido por la Carta Grande munus, deseo recordar la vida de San Metodio, sin omitir por esto las vicisitudes -que tan íntimamente le están unidas- de su hermano san Cirilo. Esto lo haré a grandes rasgos, dejando a la investigación histórica las precisiones y las discusiones sobre los puntos más concretos.
La ciudad, que vio nacer a los dos santos hermanos, es la actual Salónica, que en el siglo IX era un importante centro de vida comercial y política en el Imperio bizantino y ocupaba un lugar de notable importancia en la vida intelectual y social de aquella región de los Balcanes. Al estar situada en la frontera de los territorios eslavos, tenía por lo tanto un nombre eslavo: Solun.
Metodio era el hermano mayor y verosímilmente su nombre de pila era Miguel. Nace entre los años 815 y 820. Menor que él, Constantino -posteriormente más conocido con el nombre religioso de Cirilo- vino al mundo el año 827 u 828. Su padre era un alto funcionario de la administración imperial. La situación social de la familia abría a los dos hermanos una similar carrera, que, por lo demás,
Metodio emprendió, alcanzando el cargo de arconte, o sea de gobernador en una de las provincias fronterizas, en la que vivían muchos eslavos. Sin embargo, hacia el año 840 la abandona para retirarse a uno de los monasterios situados en la falda del monte Olimpo -en Bitinia-, conocido entonces bajo el nombre de Sagrada Montaña.
Su hermano Cirilo siguió con particular provecho los estudios en Bizancio, donde recibió las órdenes sagradas, después de haber rechazado decididamente un brillante porvenir político. Por sus excepcionales cualidades y conocimientos culturales y religiosos le fueron confiadas, siendo todavía joven, delicadas tareas eclesiásticas, como la de bibliotecario del Archivo contiguo a la gran iglesia de santa Sofía en Constantinopla y, a la vez, el prestigioso cargo de secretario del Patriarca de aquella misma ciudad. Bien pronto, sin embargo, dio a conocer que quería substraerse a tales funciones, para dedicarse al estudio y a la vida contemplativa, lejos de toda ambición. Y así, se refugió a escondidas en un monasterio en las costas del Mar Negro. Encontrado seis meses más tarde, fue convencido a aceptar la enseñanza de las disciplinas filosóficas en la Escuela Superior de Constantinopla, ganándose por la calidad de su saber el calificativo de Filósofo con el que todavía es conocido. Más tarde fue enviado por el Emperador y el Patriarca a realizar una misión ante los sarracenos. Finalizada con éxito dicha gestión, se retiró de la vida pública para reunirse con su hermano mayor Metodio y compartir con él la vida monástica. Pero nuevamente, y junto con él, fue incluido como experto religioso y cultural en una delegación de Bizancio enviada ante los Jázaros. Durante la permanencia en Crimea, en Cherson, creyeron localizar la iglesia en la que había sido sepultado antiguamente san Clemente, Papa romano y mártir exiliado en aquella lejana región; recogen y llevan consigo las reliquias, (6) que acompañarían después los dos santos hermanos en el sucesivo viaje misionero a Occidente, hasta el instante en que pudieran depositarlas solemnemente en Roma, entregándolas al papa Adriano II.

5. El hecho que debía decidir totalmente el curso de su vida, fue la petición hecha por el príncipe Rastislao de la Gran Moravia al Emperador Miguel III, para que enviara a sus pueblos «un Obispo y maestro, ...que fuera capaz de explicarles la verdadera fe cristiana en su lengua». (7)
Son elegidos los santos Cirilo y Metodio, que rápidamente aceptan la misión. Seguidamente se ponen en viaje y llegan a la Gran Moravia -un Estado formado entonces por diversos pueblos eslavos de Europa Central, encrucijada de las influencias recíprocas entre Oriente y Occidente- probablemente hacia el año 863 comenzando en aquellos pueblos la misión, a la que ambos se dedican durante el resto de su vida, pasada entre viajes, privaciones, sufrimientos, hostilidades y persecuciones, que en el caso de Metodio llegan hasta una cruel prisión. Soportan todo ello con una gran fe y firme esperanza en Dios. En efecto, se habían preparado bien a la tarea que les había sido encomendada; llevaban consigo los textos de la Sagrada Escritura indispensables para la celebración de la sagrada liturgia, preparados y traducidos por ellos mismos a la lengua paleoeslava y escritos con un nuevo alfabeto, elaborado por Constantino Filósofo y perfectamente adaptado a los sonidos de tal lengua. La actividad misionera de los dos hermanos estuvo acompañada por un éxito notable, pero también por las comprensibles dificultades que la precedente e inicial cristianización, llevada por las Iglesias latinas lindantes, ponía a los nuevos misioneros.
Después de unos tres años, en el viaje a Roma se detienen en Panonia, donde el príncipe eslavo Kocel -huido del importante centro civil y religioso de Nitra- les ofrece una hospitalaria acogida. Desde aquí, algunos meses más tarde, continúan el viaje a Roma en compañía de sus discípulos para quienes desean conseguir las órdenes sagradas. Su itinerario pasa por Venecia, donde son sometidas a público debate las premisas innovadoras de la misión que están realizando. En Roma el Papa Adriano II, que ha sucedido mientras tanto a Nicolás I, les acoge con mucha benevolencia. Aprueba los libros litúrgicos eslavos, que ordena depositar sobre el altar de la iglesia de Santa María ad Praesepe, llamada en la actualidad Santa María la Mayor, y dispone que sus discípulos sean ordenados sacerdotes. Esta fase de sus trabajos se concluye de un modo muy favorable. Metodio, sin embargo, debe continuar solo la etapa sucesiva: pues su hermano menor, gravemente enfermo, apenas consigue emitir los votos religiosos y vestir el hábito monacal, pues muere poco tiempo después el 14 de febrero del 869 en Roma.

6. San Metodio fue fiel a las palabras que Cirilo le había dicho en su lecho de muerte: « He aquí, hermano, que hemos compartido la misma suerte ahondando el arado en el mismo surco; yo caigo ahora sobre el campo al término de mi jornada. Tú amas mucho -lo sé- tu Montaña; sin embargo, por la Montaña no abandones tu trabajo de enseñanza. En verdad, ¿dónde puedes salvarte mejor? (8)
Consagrado obispo para el territorio de la antigua diócesis de Panonia y nombrado legado pontificio «ad gentes » para los pueblos eslavos, toma el título eclesiástico de la restaurada sede episcopal de Sirmio. La actividad apostólica de Metodio se ve, sin embargo, interrumpida a consecuencia de complicaciones político religiosas que culminan con su encarcelamiento por un período de dos años, bajo la acusación de haber invadido una jurisdicción episcopal ajena. Es liberado sólo gracias a una intervención personal del papa Juan VIII. Finalmente, también el nuevo soberano de la Gran Moravia, el príncipe Svatopluk, se muestra contrario a la acción de Metodio, oponiéndose a la liturgia eslava e insinuando en Roma ciertas dudas sobre la ortodoxia del nuevo arzobispo. El año 880 Metodio es llamado ad limina Apostolorum, para presentar una vez más toda la cuestión personalmente a Juan VIII. En Roma, una vez absuelto de todas las acusaciones, obtiene del Papa la publicación de la bula Industriae tuae, (9) que, por lo menos en lo fundamental, restituía las prerrogativas reconocidas a la liturgia en lengua eslava por su predecesor Adriano II.
Análogo reconocimiento de perfecta legitimidad y ortodoxia obtiene Metodio de parte del Emperador bizantino y del Patriarca Focio, en aquel momento en plena comunión con la sede de Roma, cuando va a Constantinopla el año 881 u 882. Dedica los últimos años de su vida sobre todo a ulteriores traducciones de la Sagrada Escritura y de los libros litúrgicos, de las obras de los Padres de la Iglesia y también de una recopilación de las leyes eclesiásticas y civiles bizantinas, conocida bajo el nombre de Nomocanon. Preocupado por la supervivencia de la obra que había comenzado, designa como sucesor a su discípulo Gorazd. Muere el 6 de abril del año 885 al servicio de la Iglesia instaurada en los pueblos eslavos.

7. La acción previsora, la doctrina profunda y ortodoxa, el equilibrio, la lealtad, el celo apostólico, la magnanimidad intrépida le granjearon el reconocimiento y la confianza de Pontífices Romanos, de Patriarcas Constantinopolitanos, de Emperadores bizantinos y de diversos Príncipes de los nuevos pueblos eslavos.
Por todo ello, Metodio llegó a ser el guía y el pastor legítimo de la Iglesia, que en aquella época se arraigaba en aquellas naciones y es unánimemente venerado, junto con su hermano Constantino, como el heraldo del Evangelio y el Maestro « de parte de Dios y del Santo Apóstol Pedro » (10) y como fundamento de la unidad plena entre las Iglesias de reciente fundación y las más antiguas.Por esto « hombres y mujeres, humildes y poderosos, ricos y pobres, libres y siervos, viudas y huérfanos, extranjeros y gentes del lugar, sanos y enfermos » (11) formaban la muchedumbre que, entre lágrimas y cantos, acompañaban al sepulcro al buen Maestro y Pastor, que se había hecho «todo para todos para salvarlos a todos». (12)
En honor a la verdad, la obra de los santos hermanos, después de la muerte de Metodio sufrió una grave crisis, y la persecución contra sus discípulos se agudizó de tal modo, que se vieron obligados a abandonar su campo misional; no obstante esto, su siembra evangélica no cesó de producir frutos y su actitud pastoral, preocupada por llevar la verdad revelada a nuevos pueblos -respetando en todo momento su peculiaridad cultural-, sigue siendo un modelo vivo para la Iglesia y para los misioneros de todas las épocas.

III. HERALDOS DEL EVANGELIO
8. Los hermanos Cirilo y Metodio, bizantinos de cultura, supieron hacerse apóstoles de los eslavos en el pleno sentido de la palabra. La separación de la patria que Dios exige a veces a los hombres elegidos, aceptada por la fe en su promesa, es siempre una misteriosa y fecunda condición para el desarrollo y el crecimiento del Pueblo de Dios en la tierra. El Señor dijo a Abrahán: «Salte de tu tierra, de tu parentela, de la casa de tu padre, para la tierra que yo te indicaré; yo te haré un gran pueblo, te bendeciré y engrandeceré tu nombre, que será una bendición». (13)
Durante la visión nocturna que san Pablo tuvo en Tróade en el Asia Menor, un varón macedonio, por lo tanto un habitante del continente europeo, se presentó ante él y le suplicó que se dirigiera a su país para anunciarles la Palabra de Dios: «Pasa a Macedonia y ayúdanos». (14)
La divina Providencia, que en el caso de los dos santos hermanos se manifestó a través de la voz y la autoridad del Emperador de Bizancio y del Patriarca de la Iglesia de Constantinopla, les exhortó de una manera semejante, cuando les pidió que se dirigieran en misión a los pueblos eslavos. Este encargo significaba para ellos abandonar no sólo un puesto de honor, sino también la vida contemplativa; significaba salir del ámbito del Imperio bizantino y emprender una larga peregrinación al servicio del Evangelio, entre unos pueblos que, bajo muchos aspectos, estaban lejos del sistema de convivencia civil basado en una organización avanzada del Estado y la cultura refinada de Bizancio, imbuida por principios cristianos. Análoga pregunta hizo por tres veces el Pontífice Romano a Metodio, cuando le envió como obispo entre los eslavos de la Gran Moravia, en las regiones eclesiásticas de la antigua diócesis de Panonia.

9. La Vida eslava de Metodio recoge con estas palabras la petición, hecha por el príncipe Rastislao al Emperador Miguel III a través de sus enviados: « Han llegado hasta nosotros numerosos maestros cristianos de Italia, de Grecia y de Alemania, que nos instruyen de diversas maneras. Pero nosotros los eslavos... no tenemos a nadie que nos guíe a la verdad y nos instruya de un modo comprensible ». (15) Entonces es cuando Constantino y Metodio fueron invitados a partir. Su respuesta profundamente cristiana a la invitación, en esta circunstancia y en todas las demás ocasiones, está expresada admirablemente en las palabras dirigidas por Constantino al Emperador: «A pesar de estar cansado y físicamente débil, iré con alegría a aquel país»; (16) «Yo marcho con alegría por la fe cristiana». (17)
La verdad y la fuerza de su mandato misional nacían del interior del misterio de la Redención, y su obra evangelizadora entre los pueblos eslavos debía constituir un eslabón importante en la misión confiada por el Salvador a la Iglesia Universal hasta el fin del mundo. Fue una realidad -en el tiempo y en las circunstancias concretas- de las palabras de Cristo, que mediante el poder de su Cruz y de su Resurrección mandó a los Apóstoles: «Predicad el Evangelio a toda creatura»; (18) «id pues; enseñad a todas las gentes». (19) Actuando así, los evangelizadores y maestros de los pueblos eslavos se dejaron guiar por el ideal apostólico de san Pablo: « Todos pues, sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. Porque cuantos en Cristo habéis sido bautizados, os habéis vestido de Cristo. No hay ya judío o griego, no hay siervo o libre, no hay varón o hembra, porque todos sois uno en Cristo Jesús ». (20)
Junto a un gran respeto por las personas y a la desinteresada solicitud por su verdadero bien, los dos santos hermanos tuvieron adecuados recursos de energía, de prudencia, de celo y de caridad, indispensables para llevar a los futuros creyentes la luz, y para indicarles, al mismo tiempo, el bien, ofreciendo una ayuda concreta para conseguirlo. Para tal fin quisieron hacerse semejantes en todo a los que llevaban el evangelio; quisieron ser parte de aquellos pueblos y compartir en todo su suerte.

10. Precisamente por tal motivo consideraron una cosa normal tomar una posición clara en todos los conflictos, que entonces perturbaban las sociedades eslavas en vías de organización, asumiendo como suyas las dificultades y los problemas, inevitables en unos pueblos que defendían la propia identidad bajo la presión militar y cultural del nuevo Imperio romanogermánico, e intentaban rechazar aquellas formas de vida que consideraban extrañas. Era a la vez el comienzo de unas divergencias más profundas, destinadas desgraciadamente a acrecentarse, entre la cristiandad oriental y la occidental, y los dos santos misioneros se encontraron personalmente implicados en ellas; pero supieron mantener siempre una recta ortodoxia y una atención coherente, tanto al depósito de la tradición como a las novedades del estilo de vida, propias de los pueblos evangelizados. A menudo las situaciones de contraste se impusieron con toda su ambigua y dolorosa complejidad; pero no por esto Constantino y Metodio intentaron apartarse de la prueba: la incomprensión, la manifiesta mala fe y, en el caso de Metodio, incluso las cadenas, aceptadas por amor de Cristo, no consiguieron hacer desistir a ninguno de los dos del tenaz propósito de ayudar y de servir a la justa causa de los pueblos eslavos y a la unidad de la Iglesia universal. Este fue el precio que debieron pagar por la causa de la difusión del Evangelio, por la empresa misionera, por la búsqueda esforzada de nuevas formas de vida y de vías eficaces con el fin de hacer llegar la Buena Nueva a las naciones eslavas que se estaban formando.
En la perspectiva de la evangelización - como indican sus biografías- los dos santos hermanos se dedicaron a la difícil tarea de traducir los textos de la Sagrada Escritura, conocidos por ellos en griego, a la lengua de aquella estirpe eslava que se había establecido hasta los confines de su región y de su ciudad natal. Sirviéndose del conocimiento de la propia lengua griega y de la propia cultura para esta obra ardua y singular, se prefijaron el cometido de comprender y penetrar la lengua, las costumbres y tradiciones propias de los pueblos eslavos, interpretando fielmente las aspiraciones y valores humanos que en ellos subsistían y se expresaban.

11. Para traducir las verdades evangélicas a una nueva lengua, ellos se preocuparon por conocer bien el mundo interior de aquellos a los que tenían intención de anunciar la Palabra de Dios con imágenes y conceptos que les resultaran familiares. Injertar correctamente las nociones de la Biblia y los conceptos de la teología griega en un con texto de experiencias históricas y de formas de pensar muy distintas, les pareció una condición indispensable para el éxito de su actividad misionera. Se trataba de un nuevo método de catequesis. Para defender su legitimidad y demostrar su bondad, san Metodio no dudó, primero con su hermano y luego solo, en acoger dócilmente las invitaciones a ir a Roma, recibidas tanto en el 867 del papa Nicolás I, como en el año 879 del papa Juan VIII, los cuales quisieron confrontar la doctrina que enseñaban en la Gran Moravia con la que los santos Apóstoles Pedro y Pablo habían dejado en la primera Cátedra episcopal de la Iglesia, junto con el trofeo glorioso de sus reliquias.
Anteriormente, Constantino y sus colaboradores se habían preocupado en crear un nuevo alfabeto, para que las verdades que había que anunciar y explicar pudieran ser escritas en la lengua eslava y resultaran de ese modo plenamente comprensibles y asimilables por sus destinatarios. Fue un esfuerzo verdaderamente digno de su espíritu misionero el de aprender la lengua y la mentalidad de los pueblos nuevos, a los que debían llevar la fe, como fue también ejemplar la determinación de asimilar y hacer propias todas las exigencias y aspiraciones de los pueblos eslavos. La opción generosa de identificarse con su misma vida y tradición, después de haberlas purificado e iluminado con la Revelación, hace de Cirilo y Metodio verdaderos modelos para todos los misioneros que en las diversas épocas han acogido la invitación de san Pablo de hacerse todo a todos para rescatar a todos y, en particular, para los misioneros que, desde la antigüedad hasta los tiempos modernos -desde Europa a Asia y hoy en todos los continentes- han trabajado para traducir a las lenguas vivas de los diversos pueblos la Biblia y los textos litúrgicos, a fin de reflejar en ellas la única Palabra de Dios, hecha accesible de este modo según las formas expresivas propias de cada civilización.
La perfecta comunión en el amor preserva a la Iglesia de cualquier forma de particularismo o de exclusivismo étnico o de prejuicio racial, así como de cualquier orgullo nacionalista. Tal comunión debe elevar y sublimar todo legítimo sentimiento puramente natural del corazón humano.

Notas
1. Juan Pablo II, Carta Apostólica Egregiae virtutis (31 de diciembre de 1980) AAS 73 (1981), pp. 258-262.
2. León XIII, Carta Encíclica Grande munus (30 de septiembre de 1880): Leonis XIII Pont. Max. Acta, II, pp. 125-137; cf. también Pío XI, Carta Quod S. Ciryllum (13 de febrero de 1927) a los Arzobispos y Obispos del Reino de los Servios-Croatas-Eslovenos y de la República Checoeslovaca: AAS 19 (1927), pp. 93-96; Juan XXIII, Carta Apostólica Magnifici eventus (11 de mayo de 1963) a los Obispos de las Naciones Eslavas: AAS 55 (1963), pp. 434-439; Pablo VI, Carta Apostólica Antiquae nobilitatis (2 de febrero de 1969), con ocasión del XI centenario de la muerte de san Cirilo: AAS 61 (1969), pp. 137-149.
3. Pablo VI, Carta Apostólica Pacis nuntius (24 de octubre de 1964): AAS 56 (1964), pp. 965-967.
4. Cf. Magnae Moraviae Fontes Historici, t. III, Brno 1969, pp. 197-208.
5. Únicamente en algunas naciones eslavas se celebra todavía la fiesta del 7 de julio.
6. Cf. Vita Constantini VIII, 16-18: Constantinus et Methodius Thessalonicenses, Fontes, recensuerunt et illustraverunt Fr. Grivec et Fr. Tomšic (Radovi Staroslavenskog Instituta, Knjiga 4, Zagreb 1960), p. 184.
7. Cf. Ibid . XIV, 2-4; ed cit., pp. 199 s.
8. Vita Methodii VI, 2-3: ed. cit., p. 225.
9. Cf. Magnae Moraviae Fontes Historici, t. III, Brno 1969, pp. 197-208.
10. Cf. Vita Methodii VIII, 1-2: ed. cit., p. 225.
11. Cf. Vita Methodii XVII, 13: ed. cit., p. 237.
12. Cf. Ibid. y 1Cor 9, 22.
13. Gén 12, 1 s.
14. Act 16, 9.
15. Vita Methodii V, 2: ed. cit., p. 223.
16. Vita Constantini XIV, 9: ed. cit., p. 200.
17. Ibid. VI, 7: ed. cit., p. 179.
18. Mc 16, 15.
19. Mt 28, 19.
20. Gál 3, 26-28.

domingo, 13 de febrero de 2011

5º mandamiento

siguiendo con el tema de la vida, la película "pena de muerte", subtitulada

para el 6º mandamiento, ver el apartado "sexo" y "hablemos de sexo"

sábado, 12 de febrero de 2011

no se lodigas a mamá

hace un año...Mariló Montero escribio
en el DIARIO DE SEVILLA 21/03/09

Me gustaría saber la identidad de los nueve expertos en los que la ministra Bibiana Aído se escuda para defender que una niña de dieciséis años puede abortar sin consultar con sus padres.

Me gustaría saber de qué son expertos y si son padres y madres.
Me gustaría saber en qué se fundamentan para decir que dejar tan dramática decisión en manos de una adolescente aterrada es lo mejor para ella.
Me gustaría saber si se han parado a pensar que esa criatura, tras mantener una relación sexual precipitada, va a empezar a sufrir lo que la literatura científica ya ha diagnosticado ante un aborto.

El síndrome de aborto reúne quince síntomas psicológicos que van desde la angustia al sentimiento de culpabilidad, la ansiedad, los terrores nocturnos, la depresión, los trastornos de alimentación o de la vida sexual.
Síntomas que pueden llegar a aparecer, dicen los psicólogos de la Asociación de Víctimas del Aborto, incluso años después de haber abortado.

Me gustaría saber con qué valor lanza la joven ministra Aído, con una sonrisa, como quien anuncia un anticonceptivo novedoso, que una niña de dieciséis años está tan capacitada para abortar como para casarse.

Una niña de dieciséis años no está capacitada para abortar ni para casarse, por mucho que se esté normalizando lo que son parches en la vida.

Una cosa es que lo haga y otra bien distinta la sacudida que la vida le da a una adolescente casada, quien sale adelante gracias a los apoyos de la familia.

Me gustaría saber quién le va a informar a una adolescente de dieciséis años de que si se queda preñada puede abortar sin decírselo a los padres y también en quién se va a apoyar ante semejante circunstancia.
¿En la mamá-administración, o en su mejor amiga, con la que intercambia los vaqueros e inventa en su habitación coreografías de Beyoncé?
Me gustaría saber si esos expertos conocen lo que es ser padres y las complicaciones a las que nos enfrentamos para conquistar la confianza de nuestros hijos en la difícil adolescencia.

Me gustaría saber el protocolo de actuación que se llevará a cabo cuando una niña de dieciséis años acuda al centro para abortar y cómo será tratada.
Me gustaría saber qué pretenden con esta propuesta de ley, que autoriza a que se rompa la confianza entre hijos y padres.
Y me gustaría saber qué se pretende de los padres el día que nuestra hija decidiera abortar en soledad. ¿La recibimos con un aplauso? ¿Le damos sopa caliente? ¿Le preguntamos si llegó a ponerle nombre? ¿O quién habría sido el padre? ¿Debemos obviar el tema, o celebrarlo con una barbacoa? ¿Trae esas instrucciones la nueva reforma de la ley del aborto?
Una cuestión más: ¿meterán en la cárcel a una madre que le discuta esa decisión a su hija adolescente? O es la ley del "no se lo digas a mamá porque no la necesitas". Señorita Aído, me gustaría saber si mi hija ha abortado sola.

Porque soy su madre.

viernes, 11 de febrero de 2011

ORACIÓN A LA VIRGEN DE LOURDES
¡Oh Señora!, me has robado el corazón.
Y yo te pregunto: ¿Dónde lo has puesto?
¿No lo habrás escondido en tu Corazón,
por temor de que yo lo encuentre?

¡Oh, Robadora de Corazones!, ¿Cuándo me devolverás el mío?
¿Quieres quedarte con él para siempre?

Cuando yo te lo pido, Tu sonríes,
y tu sonrisa me tranquiliza.
Pero, vuelto en mí,
si te lo vuelvo a pedir,
me abrazas, ¡oh Dulcísima!.

Entonces, embriagado de tu amor,
ya no pienso en mi corazón,
y no sé pedirte otra cosa que el Tuyo.

Desde este momento mi corazón se encuentra
tan embargado por tu Dulzura, que te lo doy,
para que Tú lo guies y para que lo coloques
en el Corazón de tu Hijo.(Oración del sigo XIII atribuida a Ricardo de San Lorenzo)
AVE MARÍA DE LOURDES

La Reina del cielo,
la Madre de Dios,
en Lourdes, benigna,
su trono fijó.
Ave, Ave, Ave María...

Del cielo ha bajado
la Madre de Dios,
cantemos el «Ave»
a su Concepción.
Ave, Ave, Ave María...

Un largo rosario
que el cielo labró
sostiene en sus manos
más puras que el sol.
Ave, Ave, Ave María...

«Haced penitencia
y ardiente oración
por los pecadores
que ofenden a Dios».
Ave, Ave, Ave María...

Aquí los enfermos
encuentran vigor;
aquí luz y vida
halla el pecador.
Ave, Ave, Ave María...

nota:para ver peliculas sobre el tema
ir alapartado "Maria en el cine"...

jueves, 10 de febrero de 2011

simbolo atanasiano

Ant. Gloria a Ti, Trinidad igual, única Deidad, antes de los siglos, y ahora, y siempre (T. P. Aleluya).
1. Todo el que quiera salvarse,
es preciso ante todo que profese la fe católica:
2. Pues quien no la observe íntegra y sin tacha,
sin duda alguna perecerá eternamente.

3. Y ésta es la fe católica:
que veneremos a un solo Dios en la Trinidad Santísima y a la Trinidad en la unidad.
4. Sin confundir las personas,
ni separar la substancia.
5. Porque una es la persona del Padre,
otra la del Hijo y otra la del Espíritu Santo.
6. Pero el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo
son una sola divinidad, les corresponde igual gloria y majestad eterna.
7. Cual es el Padre, tal es el Hijo,
tal el Espíritu Santo.

8. Increado el Padre, increado el Hijo,
increado el Espíritu Santo.
9. Inmenso el Padre, inmenso el Hijo,
inmenso el Espíritu Santo.
10. Eterno el Padre, eterno el Hijo,
eterno el Espíritu Santo.
11. Y sin embargo no son tres eternos,
sino un solo eterno.
12. De la misma manera, no tres increados,
ni tres inmensos,
sino un increado y un inmenso.

13. Igualmente omnipotente el Padre, omnipotente el Hijo,
omnipotente el Espíritu Santo.
14. Y, sin embargo, no tres omnipotentes,
sino un omnipotente.
15. Del mismo modo, el Padre es Dios, el Hijo es Dios, el Espíritu Santo es Dios.
16. Y, sin embargo, no son tres Dioses,
sino un solo Dios.

17. Así el Padre es Señor, el Hijo es Señor,
el Espíritu Santo es Señor.
18. Y, sin embargo, no son tres Señores,
sino un solo Señor.
19. Porque así como la verdad cristiana
nos obliga a creer que cada persona es Dios y Señor,
la religión católica nos prohibe
que hablemos de tres Dioses o Señores.

20. El Padre no ha sido hecho por nadie,
ni creado, ni engendrado.
21. El Hijo procede solamente del Padre,
no hecho, ni creado, sino engendrado.
22. El Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo,
no hecho, ni creado, ni engendrado, sino procedente.
23. Por tanto hay un solo Padre, no tres Padres;
un Hijo, no tres Hijos;
un Espíritu Santo, no tres Espíritus Santos.

24. Y en esta Trinidad nada hay anterior o posterior,
nada mayor o menor:
pues las tres personas son coeternas
e iguales entre sí.
25. De tal manera que, como ya se ha dicho antes,
hemos de venerar la unidad en la Trinidad
y la Trinidad en la unidad.

26. Por tanto, quien quiera salvarse es necesario
que crea estas cosas sobre la Trinidad.
27. Pero para alcanzar la salvación eterna
es preciso también creer firmemente
en la Encarnación de Nuestro Señor Jesucristo.
28. La fe verdadera consiste en que creamos
y confesemos que Nuestro Señor Jesucristo,
Hijo de Dios, es Dios y Hombre.

29. Es Dios, engendrado de la misma substancia que el Padre, antes del tiempo;
y hombre, engendrado de la substancia
de su Madre Santísima en el tiempo.
30. Perfecto Dios y perfecto hombre:
que subsiste con alma racional y carne humana.
31. Es igual al Padre según la divinidad;
menor que el Padre según la humanidad.
32. El cual, aunque es Dios y hombre,
no son dos cristos, sino un solo Cristo.
33. Uno, no por conversión de la divinidad en cuerpo,
sino por asunción de la humanidad en Dios.
34. Uno absolutamente, no por confusión de substancia,
sino en la unidad de la persona.
35. Pues como el alma racional y el cuerpo forman un hombre;
así, Cristo es uno, siendo Dios y hombre.
36. Que padeció por nuestra salvación: descendió a los infiernos
y al tercer día resucitó de entre los muertos.
37. Subió a los cielos y está sentado
a la diestra de Dios Padre Todopoderoso:
desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.

38. Y cuando venga, todos los hombres resucitarán con sus cuerpos,
y cada uno rendirá cuentas de sus propios hechos.
39. Y los que hicieron el bien gozarán de vida eterna,
pero los que hicieron el mal irán al fuego eterno.

40. Ésta es la fe católica, y quien no la crea fiel y firmemente
no se podrá salvar. Gloria al Padre...

miércoles, 9 de febrero de 2011

orar a todas horas

PETICIONES DE SAN JUAN CRISÓSTOMO
Las doce oraciones para cada día
01. Oh Señor, no me prives de tu bendición celestial.
02. Oh Señor, líbrame del tormento eterno.
03. Oh Señor, si yo pequé por pensamientos, palabras o acciones, perdóname.
04. Oh Señor, líbrame de toda ignorancia, de la mezquindad del alma y de la dureza del corazón.
05. Oh Señor, líbrame de toda tentación.
06. Oh Señor, ilumina mi corazón oscurecido por los deseos del maligno.
07. Oh Señor, siendo yo un ser humano, soy pecador; siendo Tú el Señor Dios, perdóname en Tu Amor, pues Vos sabéis que mi alma es débil.
08. Oh Señor, envía tu gracia en mi auxilio, para que yo pueda glorificar tu Santo Nombre.
09. Oh Señor Jesucristo, inscríbeme a mí tu siervo fiel en el Libro de la Vida y concédeme un buen fin.
10. Oh Señor mi Dios, aunque no he hecho nada bueno delante de Ti, sin embargo concédeme, de acuerdo con tu gracia, que pueda comentar a hacerlo.
11. Oh Señor, rocía mi corazón con tu gracia.
12. Oh Señor del Cielo y de la tierra, acuérdate de mí, tu siervo pecador, impuro y frío del corazón, en tu Reino.

Las doce oraciones para cada noche

13. Oh Señor, acepta mi arrepentimiento.
14. Oh Señor, no me abandones.
15. Oh Señor, sálvame de la tentación.
16. Oh Señor, concédeme pensamientos puros.
17. Oh Señor, concédeme las lágrimas del arrepentimiento, el recuerdo de la muerte y compunción.
18. Oh Señor, concédeme la humildad, la caridad y la obediencia.
19. Oh Señor, concédeme la confesión de los pecados.
20. Oh Señor, concédeme la tolerancia, la magnanimidad y la dulzura.
21. Oh Señor, sitúa en mí la fuente de todas las bendiciones: el temor de Ti en mi corazón.
22. Oh Señor, concede que pueda amarte con todo mi corazón y toda mi alma, y que pueda obedecer siempre tu voluntad.
23. Oh Señor, defiéndeme de ciertas personas y también de los demonios, de las pasiones y de todos los errores.
24. Oh Señor, sabes que haces de acuerdo con tu voluntad, sea cumplida también en mí, pecador, porque bendito eres por los siglos de los siglos. Amén.

lunes, 7 de febrero de 2011

problema

La semana pasada compré un producto que costó 158 €. Le di a la cajera 200 € y busqué en el bolsillo 8 € para evitar recibir más monedas. La cajera tomó el dinero y se quedó mirando la máquina registradora, aparentemente sin saber qué hacer.
Intenté explicarle que ella tenía que darme un billete de 50 € de vuelta, pero ella no se convenció y llamó al gerente para que la ayudara. Tenía lágrimas en sus ojos mientras que el gerente intentaba explicarle lo que ella, aparentemente, continuaba sin entender.
¿Por qué os estoy contando esto? Porque me di cuenta de la evolución de la enseñanza en las matemáticas desde 1950, que fue así:

Enseñanza de matemáticas en 1950:
Un cortador de leña vende un carro de leña por 100 €. El costo de producción de ese carro de leña es igual a 4/5 del precio de la venta. ¿Cuál es la ganancia?

Enseñanza de matemáticas en 1970:
Un cortador de leña vende un carro de leña por 100 €. El costo de producción de ese carro de leña es igual al 80% del precio de la venta. ¿Cuál es la ganancia?

Enseñanza de matemáticas en 1980:
Un cortador de leña vende un carro de leña por 100 €. El costo de producción de ese carro de leña es de 80 €. ¿Cuál es la ganancia?

Enseñanza de matemáticas modernas en 1985:
Un leñador cambia un carro “P” de leña por un conjunto “M” de monedas.
El cardinal del conjunto “M” es igual a 100 €. y cada elemento vale 1 €.
Dibuja 100 puntos gordos que representen los elementos del conjunto M. El conjunto “F” de los gastos de producción comprende 80 puntos gordos del conjunto M.
Representa el conjunto F como subconjunto del conjunto M, estudia cuál será su unión y su intersección, y da respuesta a la cuestión siguiente:
¿Cuál es el cardinal del conjunto “B” de los beneficios?
Dibuje B con color rojo.

Enseñanza L O G S E :
Un leñador vende un carro de leña por un importe de 100 €. Los gastos de producción se elevan a 80 €, y el beneficio es de 20 €.
Actividad: subraya la palabra “leña” y discute sobre ella con tu compañero.

Enseñanza de matemáticas en 1990:
Un cortador de leña vende un carro de leña por 100 €. El costo de producción de ese carro de leña es de 80 €. Escoja la respuesta correcta, que indica la ganancia:
(20 €) (40 €) (60 €) (80 €) (100 €).

Enseñanza de matemáticas en 2000:
Un cortador de leña vende un carro de leña por 100 €. El costo de producción de ese carro de leña es de 80 €. La ganancia es de 20€ ¿Es correcto?
(Si) (No).
Enseñanza de matemáticas en 2008:
Un cortador de leña vende un carro de leña por 100 €. El costo de producción de ese carro de leña es de 80 €. Si Ud. sabe leer coloque una X en los 20 € que representan la ganancia.
(20 €) (40 €) (60 €) (80 €) (100 €).

Enseñanza de matemática curso 2009/10:
No se preocupen si no saben responder el ejercicio anterior, llevarán a los profesores a la Oficina de Supervisión del Ministerio de Educación y les exigirán, a los profesores, repetir la prueba en vista de que la pregunta es de alta dificultad.
Además, también pueden valerse, como elemento de apoyo, de chuletas, libro o de cualquier método o sistema para copiar en el examen sin que por ello sea expulsado de dicho examen ni suspendido, ya que, según la Universidad de Sevilla, están en su derecho.

LA PRÓXIMA REFORMA
El enunciado será algo así:
«Ebaristo, labriego y leñador, burgues, latifundista espanyol facista spekulador i intermediario es un kapitalista insolidario y centralista q sa enriquezio con 100 pabos al bender espekulando un mogollón d leña».
Bibe al hoeste de Madrid esplotando ha los magrevies. Lleba a sus ijos a una esjuela de pago.
Analiza el testo, vusca las faltas desintasis, dortografia, de puntuazion, y si no las bes no t traumatices q no psa nda.
Ejcribe tono, politono o sonitono con la frase “QUE LISTO EL EBARISTO” y envia unos sms a tus colejas komentando los avusos antidemocráticos d Ebaristo i conbocando una manifa expontanea d protesta. Si bas a la manifa sortearan un buga guapeado. SALU

oración post comunión

DEL PADRE PÍO

- Quédate conmigo, Señor, porque es necesario tenerte presente para no olvidarte. Tú sabes con qué facilidad te abandono.
Quédate conmigo, Señor, porque soy débil y tengo necesidad de tu fortaleza para no caer tantas veces.
Quédate conmigo, Señor, porque Tú eres mi vida y sin Ti disminuye mi fervor.
Quédate conmigo, Señor, porque Tú eres mi vida y sin Ti quedo en tinieblas.
Quédate conmigo, Señor, para mostrarme tu voluntad.
Quédate, Señor, conmigo, para que oiga tu voz y la siga.
Quédate, Señor, conmigo, porque deseo amarte mucho y estar en tu compañía.
Quédate conmigo, Señor, si quieres que te sea fiel.
Quédate conmigo, Señor, porque aunque mi alma sea tan pobre, desea ser para Ti un lugar de descanso, un nido de amor…
Quédate, Jesús, conmigo, porque se hace tarde y el día declina… Esto es, se acerca la muerte, el juicio, la eternidad…
Quédate conmigo; necesito redoblar mis fuerzas a fin de no desfallecer en el camino y para esto tengo necesidad de Ti.
Se hace tarde y viene la muerte.
Me inquietan las tinieblas, las tentaciones, las arideces, las cruces, las penas… ¡Cuánta necesidad tengo de Ti!
Haz que te conozca, como tus discípulos, al partir el pan. Esto es: que la unión eucarística sea la luz que disipe las tinieblas, la fuerza que me sostenga y la única alegría de mi corazón.
Quédate, Señor, conmigo, porque cuando llegue la muerte quiero estar unido a Ti, si no realmente por la Santa Comunión, sí al menos por la gracia y el amor.
¡Quédate, Jesús, conmigo! No te pido la divina consolación, porque no la merezco, pero el don de tu santísima presencia… ¡eso sí, te lo pido!
¡Quédate, Señor, conmigo! A Ti solo busco; tu amor, tu gracia, tu voluntad, tu corazón, tu espíritu, porque te amo y no quiero otra recompensa que amar.
Quiero un amor ferviente y profundo.
Quiero amarte con todo mi corazón, aquí en la tierra, para seguir amándote con perfección por toda la eternidad. Así sea.


ORACIÓN UNIVERSAL DEL PAPA CLEMENTE XI PARA DESPUÉS DE COMULGAR
Creo, Señor, pero afirma mi fe; espero en Ti, pero asegura mi esperanza; Te amo, pero inflama mi amor; me arrepiento, pero aumenta mi arrepentimiento.
Te adoro como primer principio; Te deseo como mi fin último; Te alabo como mi bienhechor perpetuo; Te invoco como mi defensor propicio.
Dirígeme con tu sabiduría, conténme con tu justicia, consuélame con tu clemencia, protégeme con tu poder.
Te ofrezco, Dios mío, mis pensamientos para pensar en Ti, mis palabras para hablar de Ti, mis obras para actuar según Tu voluntad, mis sufrimientos para padecerlos por Ti.
Quiero lo que Tú quieres, porque Tú lo quieres, como Tú lo quieres, y en tanto Tú lo quieras.
No me inficione la soberbia, no me altere la adulación, no me engañe el mundo, no me atrape en sus redes el demonio.
Concédeme la gracia de depurar la memoria, de refrenar la lengua, de recoger la vista, y mortificar los sentidos.
Te ruego, Señor, ilumina mi entendimiento, inflama mi voluntad, purifica mi corazón, santifica mi alma.
Que llore las iniquidades pasadas, rechace las tentaciones futuras, corrija las inclinaciones viciosas, cultive las virtudes necesarias.
Concédeme, oh buen Dios, amor a Ti, odio a mí, celo del prójimo, desprecio del mundo
Que procure obedecer a los superiores, asistir a mis inferiores, favorecer a mis amigos, perdonar a mis enemigos.
Que venza la sensualidad con la mortificación, la avaricia con la generosidad, la ira con la mansedumbre, la tibieza con la devoción.
Hazme prudente en las determinaciones, constante en los peligros, paciente en las adversidades, humilde en la prosperidad.
Haz, Señor, que sea en la oración fervoroso, en las comidas sobrio, en mis deberes diligente, en los propósitos constante.
Que me aplique a alcanzar la inocencia interior, la modestia exterior, una conversación edificante, una conducta regular.
Que me esfuerce por someter mi naturaleza, secundar a la gracia, observar Tu ley y merecer la salvación.
Dame a conocer cuán frágil es lo terreno, cuán grande lo celestial y divino, cuán breve lo temporal, cuán perdurable lo eterno.

Haz que me prepare para la muerte, que tema el juicio, que evite el infierno y que obtenga el paraíso.
Por Cristo Nuestro Señor. Amén.


Y DE REGALO...
En 1974 se publicó una obra en italiano, titulada «Cosí parlò Padre Pio»: «Así habló el Padre Pio» (San Giovanni Rotondo, Foggia, Italia), con el imprimatur de Mons. Fanton, obispo auxiliar de Vincencia. Sacamos algunos pasajes en los que el Padre Pío hablaba de la Santa Misa:

Padre, ¿ama el Señor el Sacrificio?Sí, porque con él regenera el mundo.
¿Cuánta gloria le da la Misa a Dios?Una gloria infinita.
¿Qué debemos hacer durante la Santa Misa?
Compadecernos y amar.
Padre, ¿cómo debemos asistir a la Santa Misa?Como asistieron la Santísima Virgen y las piadosas mujeres. Como asistió San Juan al Sacrificio Eucarístico y al Sacrificio cruento de la Cruz.
Padre, ¿qué beneficios recibimos al asistir a la Santa Misa?No se pueden contar. Los veréis en el Paraíso. Cuando asistas a la Santa Misa, renueva tu fe y medita en la Víctima que se inmola por ti a la Divina Justicia, para aplacarla y hacerla propicia. No te alejes del altar sin derramar lágrimas de dolor y de amor a Jesús, crucificado por tu salvación. La Virgen Dolorosa te acompañará y será tu dulce inspiración.
Padre, ¿qué es su Misa?Una unión sagrada con la Pasión de Jesús. Mi responsabilidad es única en el mundo -decía llorando.
¿Qué tengo que descubrir en su Santa Misa?Todo el Calvario.
Padre, dígame todo lo que sufre Vd. durante la Santa Misa.Sufro todo lo que Jesús sufrió en su Pasión, aunque sin proporción, sólo en cuanto lo puede hacer una creatura humana. Y esto, a pesar de cada uno de mis faltas y por su sola bondad.
Padre, durante el Sacrificio Divino, ¿carga Vd. nuestros pecados?No puedo dejar de hacerlo, puesto que es una parte del Santo Sacrificio.
¿El Señor le considera a Vd. como un pecador?No lo sé, pero me temo que así es.
Yo lo he visto temblar a Vd. cuando sube las gradas del Altar. ¿Por qué? ¿Por lo que tiene que sufrir?No por lo que tengo que sufrir, sino por lo que tengo que ofrecer.
¿En qué momento de la Misa sufre Vd. más?En la Consagración y en la Comunión.
Padre, esta mañana en la Misa, al leer la historia de Esaú, que vendió su primogenitura, sus ojos se llenaron de lágrimas.¡Te parece poco, despreciar los dones de Dios!
¿Por qué, al leer el Evangelio, lloró cuando leyó esas palabras: «Quien come mi carne y bebe mi sangre»...?Llora conmigo de ternura.
Padre, ¿por qué llora Vd. casi siempre cuando lee el Evangelio en la Misa?Nos parece que no tiene importancia el que un Dios le hable a sus creaturas y que ellas lo contradigan y que continuamente lo ofendan con su ingratitud e incredulidad.
Su Misa, Padre, ¿es un sacrificio cruento?¡Hereje!
Perdón, Padre, quise decir que en la Misa el Sacrificio de Jesús no es cruento, pero que la participación de Vd. a toda la Pasión si lo es. ¿Me equivoco?Pues no, en eso no te equivocas. Creo que seguramente tienes razón.
¿Quien le limpia la sangre durante la Santa Misa?
Nadie.
Padre, ¿por qué llora en el Ofertorio?¿Quieres saber el secreto? Pues bien: porque es el momento en que el alma se separa de las cosas profanas.
Durante su Misa, Padre, la gente hace un poco de ruido.Si estuvieses en el Calvario, ¿no escucharías gritos, blasfemias, ruidos y amenazas? Había un alboroto enorme.
¿No le distraen los ruidos?Para nada.
Padre, ¿por qué sufre tanto en la Consagración?No seas malo... (no quiero que me preguntes eso...).
Padre, ¡dígamelo! ¿Por qué sufre tanto en la Consagración?Porque en ese momento se produce realmente una nueva y admirable destrucción y creación.
Padre, ¿por qué llora en el Altar y qué significan las palabras que dice Vd. en la Elevación? Se lo pregunto por curiosidad, pero también porque quiero repetirlas con Vd.Los secretos de Rey supremo no pueden revelarse sin profanarlos. Me preguntas por qué lloro, pero yo no quisiera derramar esas pobres lagrimitas sino torrentes de ellas. ¿No meditas en este grandioso misterio?
Padre, ¿sufre Vd. durante la Misa la amargura de la hiel?
Sí, muy a menudo...
Padre, ¿cómo puede estarse de pie en el Altar?Como estaba Jesús en la Cruz.
En el Altar, ¿está Vd. clavado en la Cruz como Jesús en el Calvario?¿Y aún me lo preguntas?
¿Como se halla Vd.?Como Jesús en el Calvario.
Padre, los verdugos acostaron la Cruz de Jesús para hundirle los clavos?Evidentemente.
¿A Vd. también se los clavan?¡Y de qué manera!
¿También acuestan la Cruz para Vd.?Sí, pero no hay que tener miedo.
Padre, durante la Misa, ¿dice Vd. las siete palabras que Jesús dijo en la Cruz?Sí, indignamente, pero también yo las digo.
Y ¿a quién le dice: «Mujer, he aquí a tu hijo»?Se lo digo a Ella: He aquí a los hijos de Tu Hijo.
¿Sufre Vd. la sed y el abandono de Jesús?Sí.
¿En qué momento?Después de la Consagración.
¿Hasta qué momento?Suele ser hasta la Comunión.
Vd. ha dicho que le avergüenza decir: «Busqué quien me consolase y no lo hallé». ¿Por qué?Porque nuestro sufrimiento, de verdaderos culpables, no es nada en comparación del de Jesus.
¿Ante quién siente vergüenza?Ante Dios y mi conciencia.
Los Angeles del Señor ¿lo reconfortan en el Altar en el que se inmola Vd.?Pues... no lo siento.
Si el consuelo no llega hasta su alma durante el Santo Sacrificio y Vd. sufre, como Jesús, el abandono total, nuestra presencia no sirve de nada.La utilidad es para vosotros. ¿Acaso fue inútil la presencia de la Virgen Dolorosa, de San Juan y de las piadosas mujeres a los pies de Jesús agonizante?
¿Qué es la sagrada Comunión?Es toda una misericordia interior y exterior, todo un abrazo. Pídele a Jesús que se deje sentir sensiblemente.
Cuando viene Jesús, ¿visita solamente el alma?El ser entero.
¿Qué hace Jesús en la Comunión?Se deleita en su creatura.
Cuando se une a Jesús en la Santa Comunión, ¿que quiere que le pidamos al Señor por Vd.?Que sea otro Jesús, todo Jesús y siempre Jesús.
¿Sufre Vd. también en la Comunión?Es el punto culminante.
Después de la Comunión, ¿continúan sus sufrimientos?Sí, pero son sufrimientos de amor.
¿A quién se dirigió la última mirada de Jesús agonizante?A su Madre.
Y Vd., ¿a quién mira?A mis hermanos de exilio.
¿Muere Vd. en la Santa Misa?Místicamente, en la Sagrada Comunión.
¿Es por exceso de amor o de dolor?Por ambas cosas, pero más por amor.
Si Vd. muere en la Comunión ¿ya no está en el Altar? ¿Por qué?Jesús muerto, seguía estando en el Calvario.
Padre, Vd. a dicho que la víctima muere en la Comunión. ¿Lo ponen a Vd. en los brazos de Nuestra Señora?En los de San Francisco.
Padre, ¿Jesús desclava los brazos de la Cruz para descansar en Vd.?¡Soy yo quien descansa en El!
¿Cuánto ama a Jesús?Mi deseo es infinito, pero la verdad es que, por desgracia, tengo que decir que nada, y me da mucha pena.
Padre, ¿por qué llora Vd. al pronunciar la última frase del Evangelio de San Juan: «Y hemos visto su gloria, gloria como de Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad»?¿Te parece poco? Si los Apóstoles, con sus ojos de carne, han visto esa gloria, ¿cómo será la que veremos en el Hijo de Dios, en Jesús, cuando se manifieste en el Cielo?
¿Qué unión tendremos entonces con Jesús?
La Eucaristía nos da una idea.
¿Asiste la Santísima Virgen a su Misa?¿Crees que la Mamá no se interesa por su hijo?
¿Y los ángeles?En multitudes.
¿Qué hacen?Adoran y aman.
Padre, ¿quién está más cerca de su Altar?Todo el Paraíso.
¿Le gustaría decir más de una Misa cada día?
Si yo pudiese, no querría bajar nunca del Altar.
Me ha dicho que Vd. trae consigo su propio Altar...Sí, porque se realizan estas palabras del Apóstol: «Llevo en mi cuerpo las señales del Señor Jesús» (Gal. 6, 17), «estoy crucificado con Cristo» (Gal. 2, 19) y «castigo mi cuerpo y lo esclavizo» (I Cor. 9, 27).
¡En ese caso, no me equivoco cuando digo que estoy viendo a Jesús Crucificado!(No contesta).
Padre, ¿se acuerda Vd. de mí durante la Santa Misa?Durante toda la Misa, desde el principio al fin, me acuerdo de tí.
La Misa del Padre Pío en sus primeros años duraba más de dos horas. Siempre fue un éxtasis de amor y de dolor. Su rostro se veía enteramente concentrado en Dios y lleno de lágrimas. Un día, al confesarme, le pregunté sobre este gran misterio:
Padre, quiero hacerle una pregunta.Dime, hijo.
Padre, quisiera preguntarle qué es la Misa.¿Por qué me preguntas eso?
Para oírla mejor, Padre.Hijo, te puedo decir lo que es mi Misa.
Pues eso es lo que quiero saber, Padre.Hijo mío, estamos siempre en la cruz y la Misa es una continua agonía.

Tradición Católica de noviembre de 1998