jueves, 17 de mayo de 2018

La isla

Era una maravillosa isla desierta... Aunque era de terreno rocoso y pobre en la orilla, tenía una frondosidad exuberante en el interior... Un día tres náufragos llegaron a ella y la isla desierta dejó de estarlo. Y como era tan maravillosa ya nunca quisieron volver a su tierra. Y se quedaron... 
No hubo problema de reparto, pues era grande para tres personas y estaba toda ella a estrenar. Pero la isla se hizo famosa y comenzaron a venir gentes de todas clases y también las preocupaciones. Y ocurrió que unos cuantos -los más astutos- colocaron de noche postes y alambrada! en torno a los mejores terrenos de la isla. Y al día siguiente todos pudieron leer un cartel explicativo que decía: PROHIBIDO EL PASO. PROPIEDAD PRIVADA. 
 Entonces todo el mundo empezó a buscarse la vida y hubo gente con menos fortuna que se tuvo que contentar con los acantilados, las rocas y el terreno seco.... Esta gente era una enorme masa y se tuvieron que contentar cada cual con "su" miseria; al otro lado, sin embargo, unos pocos vivían felices y sobrados. Un día, los de dentro lanzaron una oferta: "si queréis comida, trabajad para nosotros". Y algunos más desesperados aceptaron. Y recogían la comida que -como premio- de vez en cuando, les echaban por encima de la va!. Pero esto era insuficiente y subía la temperatura entre los desfavorecidos: aquella situación se hacía cada vez más insostenible... 
Unos cuantos de fuera se unieron y diseñaron un plan. Estos eran los más fuertes y listos y sabían de estrategia y de pistola. Y se dijeron: "abriremos un boquete en el muro. y entraremos; pillaremos lo que podamos y -con un poco de suerte- daremos un golpe y nos reforzaron sus defensas y se hicieron un bunker. Y allí nadie entraba ni salía. Y vivieron felices mucho tiempo, mientras al otro lado campeaba la histeria y la devastación del ¡sálvese quien pueda!!
Pero un día ocurrió que los despreocupados hijos de papá -ignorantes del drama exterior- quisieron salir del recinto feliz y ver mundo; cuando sus objetivos fotográficos registraron el caos del otro lado, una gran sacudida conmovió los cimientos de aquel paraíso. Muchas voces cuestionaron la tal situación y por doquier había manifestaciones y declaraciones... 
Ante tal situación de inestabilidad, los mayores propusieron a los más inteligentes: "vamos a daros estudios y os enseñaremos como hacer la reforma social, luego os diremos muchas cosas útiles para que se las enseñáis a los de fuera y a ver si -entre todos- conseguimos que la cosa funcione". Y edificaron escuelas y universidades, imprentas y emisoras, cultura y civilización... 
También llamaron a los más piadosos y les construyeron un hermoso seminario para que aprendieran a hablar a los pobres infundiéndoles esperanza en vez de ofuscarse y preocuparse con las cosas materiales. Les decían: "todo llegará, a su debido tiempo. Vive esta vida, porque hay que mirar a la eterna, que es la interesante..."
Y se metieron en la Universidad a prepararse. Y se pasaron media vida en las aulas. Y se acostumbraron a hablar en teoría y olvidaron la vergüenza primera y los proyectos. Y los fines de semana buscaron expansión. Y encontraron que habían sofisticado y acorazado las delicias de "su" isla. Y aquello era un privilegio. y abandonaron las fiestas benéficas primeras, los pobres y las palabras-tipo como solidaridad y/o bien común. Y lo archivaron todo en catálogos para la demagogia y la utopía, porque -claro- estaban en otra, en la aséptica y pulcra realidad...

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