PURGATORIO Y EL VOTO HEROICO

He aquí el sufragio por excelencia para favorecer a las almas del Purgatorio. Se llama voto de caridad heroica y consiste en ofrecer o aplicar todas las obras satisfactorias que uno ha practicado en su vida o que a él pudiesen aplicar después de su muerte, cediéndolo todo generosamente, en manos de La Reina del Purgatorio para que sea Ella, la Virgen María quien lo reparta entre las almas a su real beneplácito
La Iglesia ha aprobado esta heroica cesión de bienes espirituales en su parte satisfactoria y la ha enriquecido con especiales privilegios.
A ese fin ha concedido gracia de altar privilegiado, en cualquier altar y todos los días del año, a los sacerdotes que hubieren hecho este voto. A los fieles en general – y en igual caso- ha concedido indulgencia plenaria, aplicable únicamente a los difuntos cada vez que se reciban los santos sacramentos de confesión y comunión, rogando por las acostumbradas intenciones del Pontífice. A los que no pueden comulgar ha concedido indulgencia plenaria cada lunes que oyeren misa en sufragio de las almas (y no pudiendo por legitimo impedimento oír dicha misa en lunes, les concede ganar la referida indulgencia oyendo a igual intención la del domingo inmediato aunque sea la que sirve para cumplir el precepto.