lunes, 13 de septiembre de 2010

la rosa y el sapo

Había una vez una rosa muy hermosa, la más bella del jardín. Pero au nque no tenía problemas de autoestima, se daba cuenta de que la gente la miraba a distancia. Y se la razón era que a su lado se colocaba un sapo grande y oscuro… Indignada ante este descubrimiento, le ordenó que se fuera de inmediato. Y muy obediente el sapo dijo:
- Está bien. Si así lo quieres…
Poco tiempo después, el sapo volvió donde estaba la rosa y le sorprendió verla totalmente marchita, sin hojas ni pétalos. Le dijo entonces:
- Te veo francamente mal. ¿Que pasó?
- Desde que te fuiste, las hormigas me han comido día a día y nunca volví a ser igual.
Muchas veces despreciamos a los demás por creer que somos más que ellos o porque no nos "sirven" para nada. Pero Dios no no tiene a nadie de sobra en este mundo. Todos tenemos algo muy especial que hacer y algo que aprender de los demás. Nadie desprecie a nadie. Sencillamente porque eso es poco inteligente.

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