domingo, 5 de septiembre de 2010

catequista

Ser catequista es
- un don antes que un compromiso.
- una vocación antes que una opción personal.
- una respuesta de fe antes que un simple servicio a nuestros hermanos.

El catequista es
- un hombre en camino
- un enviado por Cristo y -como Él- va en busca de personas para anunciar la Buena Nueva
-un maestro en humanidad, simple en su actuar, sencillo, abierto, dispuesto... atento a la sensibilidad y problemas del catequizado.
- es un servidor de la verdad; no dueño ni arbitro, sino depositario, heredero y servidor de la verdad.
Por eso no se vende, no disimula, no rechaza, no oscurece, no deja de estudiar, no avasalla la verdad.
No caiga en la tentación de la soberbia, de creer saberlo todo...

No solo debe prepararse bien la catequesis sino también responder a interrogantes.
Por eso es muy importante una formación sólida y permanente. No se debe improvisar. Además, debe ser fiel a la Iglesia , a la Tradición y a la Escritura...
Pero todo esto debe transmitirse no como una ciencia sino como una experiencia de vida pues la fe compromete a toda la persona.

El catequista
- es coherente y auténtico y esto se adquiere con mucha oración.
- es sembrador de la alegría y de la Esperanza Pascual, que son dones del Espíritu Santo...
- es testigo de la Alegria y la Presencia del Dios con nosotros.

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