sábado, 19 de noviembre de 2016

ORACION EN FAMILIA Nembrini

“Mi padre, lo digo voluntariamente como una paradoja, nos educó porque no tenía ningún problema en educarnos, en convencernos de cualquier cosa. Lo deseaba, de verdad y, ciertamente rezaba también para ello, pero era como si nos desafiara: “Yo soy feliz, ved mi vida, ved si encontráis algo mejor y decidid”. Buscaba tenazmente su santidad, no la nuestra. Pero, por el contrario, sabía que nosotros solo podríamos ser santos con una elección libre. Cuando llegó la crisis, que muchas veces, acompaña el crecimiento, el educador debe ser testigo de la misericordia. Esta identificación de la educación con la misericordia lleva a consecuencias que me parecen decisivas: la educación no se basa en técnicas psicológicas, pedagógicas o sociológicas, sino que es el ofrecimiento de la propia vida a la vida del otro. Es la ofrenda de una propuesta de vida existencialmente significativa y convincente que tiene sus raíces en la experiencia gozosa y cierta del testimonio. (Prof. Nembrini,Encuentro de la diócesis de Roma)

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