viernes, 16 de abril de 2010

El oso (2ª parte)

Del costado de Cristo salio la Iglesia,
lo mismo que del viejo Adan salió Eva.
Y salió la mujer no de la cabeza ni de los pies
sino del lado del corazón
y un poco mas abajo del hombro,
para ser amada y protegida...

En la oracion del Señor mío Jesucristo
se habla de Jesús como Padre y Redentor.
Y le cuadra puesto que nos dió Vida Nueva;
el Malo fuerte fue vencido por la Fuerza...

El hermano oso será hoy una parábola
para contar la transformación al Hombre Nuevo.
Porque oso -en latin ursus- se parece a orsus
-del verbo ordior- que significa urdir...

Y el oso da forma a sus crías con la boca.
Pues paren con precipitada fecundidad (30 días)
y producen crías pero están aún informes;
son un poquito de carne blanca, sin ojos
y con los trazos incipientes de las uñas...

Así, a fuerza de lamerlas es como les forman;
también les dan calor estrechándolos contra su pecho
y de este modo les infunden también espíritu animal...

Los bautizados están un tiempo "in albis",
fueron alumbrados con gozo y con prisas a la fe
desde el kerigma y poco más. Por eso han de ser modelados
y han de ir tomando forma con la mistagogia,
(que es la enseñanza de los misterios) y la oración...

Al calor de la Palabra y de su Unión se hacen fuertes.
Porque ciertamente SIN CRISTO ni somos ni podemos NADA.
Un detalle: mamá osa no come nada en en los primeros 14 días;
nosotros tras la semana del via lucis (octava de pascua)
y la de la fe (Juan 3)entramos en la semana del Pan de Vida (Jn 6)

Más: tras el parto pasan 4 meses de letargo profundo
y de estar escondidos; luego salen al aire libre
y acechan las colmenas de los panales y comen miel con avidez.
Nosotros, tras la mistagogia, lo mismo que en el Cenáculo
damos comienzo la novena del Espiritu y salimos al combate...

Si hemos aspirado a las cosas de arriba, codiciamos el DON
sin importarnos que nos "piquen" los insectos de este mundo.
Y así, aún en medio de la tribulación -que no es tanta-
tenemos YA una gran consolación y es facil el estimonio...

Nos lo dice Pablo en Rm 8 y en otros pasajes p.ej. 2Cor 4
así que... ¡mucho ánimo y a no perder la unción en Pascua!

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