domingo, 18 de abril de 2010

Armiño


Jesús era muy amado... No sólo por Juan, el amado,
que eran todos los que se encontraban con Cristo
los que sentían el corazón al aire.
Yo también quiero quererte y que me llenes el alma
de grandes deseos; que me enciendas el corazón
y sea fervientes con todo por amor a Ti...
- como Pedro en aquella noche de la Cena,
quiero ir también yo llegar hasta la muerte
y desvivirme cuidando TUS corderos;
- como los hermanos aquellos que pidieron su puesto
a tu derecha e izquierda, quiero decirte mi "possum"
a ese cáliz amargo que aguarda su Hora de la verdad;
- como Tomás quiero ir contigo a Jerusalén,
a Betania,a donde Lázaro y jugármela por Ti,
lo mismo que te la juegas por tu amigo;
- como Magdalena en la tumba, quiero llevarte "mío"
¡loca Magdalena!sean luego lágrimas de pena o alegría

Es la Pascua, estamos ya en la tercera semana, Jn 6, de la Eucaristía,
Sacramento de nuestra fe y también el de nuestro amor más auténtico.

Hoy el armiño me habla de pureza, de llegar hasta el extremo.
Bien los saben los cazadores: antes se deja matar a palos que manchar su pelaje...
Por eso lo acorralan en el barrizal o contra las inmundicias...

Rezo despacio: Malo mori quam foedari. Antes morir que mancharse.

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