martes, 10 de enero de 2023

Malas leyes, malas políticas, malos datos

 Los abortos en el último año en España se disparan, recuperando cifras pre pandemia

 

Los datos

1.920 abortos más que en 2020 se han producido en España en el último año según un informe publicado por el Ministerio de Sanidad coincidiendo con el Día Mundial del Aborto Seguro. Se recuperan las terribles cifras pre pandemia y confinamiento en nuestro país. 90.189 mujeres han abortado, 312 eran niñas de menos de 15 años.

Por comunidades autónomas, Cataluña es la región con la tasa más elevada (13,42%), seguida de la Comunidad de Madrid (11,90%), Baleares (11,56%), Asturias (11,50%), Murcia (11,46%), Andalucía (11,18%) y Canarias (10,61%).

La mayoría de las mujeres que han terminado con su embarazo tienen pareja, cuentan con estudios con un nivel similar a bachillerato, son trabajadoras por cuenta ajena y no tienen hijos. La media de edad que más interrumpe su embarazo estáentre los 25 y los 29 años.

723 mujeres ya habían abortado antes en más de cinco ocasiones, lo que hace pensar que muchas de ellas recurren al aborto como un método contraceptivo.

Más común en las primeras semanas

Como indica el Registro Estatal de Interrupciones Voluntarias del Embarazo (IVE), la mayor parte de los abortos tienen lugar durante las primeras semanas del embarazo. Más del 90% de antes de la semana 14 y el 72,4% con menos de ocho semanas de gestación.

Así, el 71,85% de los mismos se registraron antes de la octava semana de gestación, mientras que sólo el 0,18% se produjo más allá de la vigésimo tercera semana. En cuanto al uso de anticonceptivos, según los datos el 41,31% no utilizaban ninguno.

La mayoría, en centros privados

La gran mayoría de abortos se practican en centros extrahospitalarios privados. Según el informe de 2021, los hospitales públicos los evitan. De las 90.189 interrupciones incluidas en el registro estatal fueron realizadas en 210 centros autorizados, solo el 15,67 % se hizo en centros públicos.

¿Por qué abortan las mujeres en España?

Casi en el 91% de los casos, se interrumpe ‘a petición de la mujer’es decir, por el deseo de no ser madre. Solo en el 5,58% se realizó porque la salud y la vida de la embarazada corría un grave riesgo, el 3,12 por ciento por riesgo de graves anomalías en el feto y el 0,29 por anomalías fetales incompatibles con la vida o enfermedad extremadamente grave e incurable.

Más aborto químico

Desde la asociación que agrupa a las clínicas acreditadas para la interrupción del embarazo, ACAI, se denuncia el incremento de aborto químico, promovido por la administración de fármacos como la mifepristona o el misoprostol, especialmente en centros hospitalarios públicos, «incluso en semanas de gestación no recomendadas por la Organización Mundial de la Salud, más allá de la semana nueve».

Apoyo institucional al aborto

Sorprende que, ante estos alarmantes datos que ofrece el Gobierno de España, la ministra Carolina Darias haya anunciado su propósito de seguir garantizado el derecho de las mujeres a la interrupción voluntaria del embarazo en la sanidad pública, sin promover por otro lado planes que ayuden a las mujeres a prevenir embarazos no deseados o incentivos para aquellas que decidan continuar con la gestación.

Para Alicia Latorre, presidenta de la Federación Española de Asociaciones Provida en declaraciones a Europa Press “son cifras de las que deberíamos avergonzarnos y plantearnos seriamente que no puede haber ni recuperación demográfica, ni económica, ni progreso verdadero, en una tierra que considera matar un delito y que abandona a las madres, que dedica el dinero a subvencionar la muerte al principio y final de la vida”.

Valoración bioética

De los datos ofrecidos por el Ministerio de Sanidad concluimos la siguiente valoración:

1. El aborto no es seguro en ningún caso. No lo es para la madre que aborta ni para el hijo abortado. Tampoco lo es en el aborto químico, de prevalencia creciente. Además de la muerte del nasciturus, deben señalarse los riesgos asociados a las intervenciones quirúrgicas o farmacológicas empleadas, así como las secuelas que el aborto provoca en las mujeres implicadas.

2. La extensión del aborto es facilitada tanto por su liberalización desde las instituciones, que promueven reconocerlo como un derecho para la mujer obviando el derecho a la vida del hijo, como por la ausencia de propuestas que ofrezcan alternativas a las mujeres que cursan con un embarazo no deseado: sin ayudas para proseguir con el embarazo, sin tiempo de reflexión, sin información, con gratuidad para practicárselo y sin límite alguno, ni necesidad de comunicarlo a los padres en el caso de menores de 16 años.

3. La inmensa mayoría de los abortos, más del 90 % , no responde a causas médicas: se trata de imponer del deseo de la madre contra el derecho a la vida del hijo.

4. El crecimiento en el número de abortos químicos favorece que muchos de ellos no sean contabilizados en las estadísticas: las mujeres abortan solas en sus casas, aunque en muchos casos deben volver al hospital por complicaciones graves. Las cifras de abortos que ofrece el Ministerio, pueden, por tanto, estar subestimadas.

5. La promoción del aborto, en lugar de trabajar por su erradicación, facilita el aborto de repetición: dos mujeres al día en España abortan por, al menos, sexta vez. La reiteración en la práctica del aborto multiplica el riesgo de secuelas en las mujeres implicadas, tal como muestran la mayoría de los estudios relacionados.

Los efectos nocivos del aborto se extienden más allá de la madre y su hijo: implican a toda la estructura social, contribuyendo al grave problema demográfico que los gobiernos que lo promueven parecen ignorar, y constituyen un indicador de la decadencia de una civilización que elimina a sus miembros más débiles, como afirmó en su día Jerome Lejeune. Son éstos los que merecen el mejor de los cuidados.

Julio Tudela Cuenca y Cristina Castillo

Observatorio de Bioética. Instituto Ciencias de la Vida. Universidad Católica de Valencia

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