viernes, 2 de septiembre de 2022

The Lancet tilda de fracaso global la gestión mundial de la COVID-19

 El pasado 14 de septiembre, la prestigiosa revista “The Lancet” publicó un artículo “Lessons for the future from the COVID-19 pandemic” definiendo la respuesta mundial a la COVID-19 como “un enorme fracaso global a múltiples niveles”. Ante esta publicación, la OMS ha respondido afirmando que el informe presenta “omisiones” y “malas interpretaciones”.

The Lancet afirma que, según los datos estimados de infecciones y muertes por parte del Institute for Health Metrics y Evaluacion de la Salud (IHME), “la asombrosa cifra de muertes es una profunda tragedia y un enorme fracaso global a múltiples niveles”.

A lo largo de la publicación, The Lancet hace referencia a las diversas deficiencias cometidas por parte de los diferentes países. Entre ellas:

1) Falta de notificación oportuna del brote inicial de la COVID-19.

2) Costoso retraso en reconocer la vía de exposición aérea del SARS- CoV-2 y en aplicar las medidas adecuadas a nivel nacional y mundial para frenar la propagación del virus.

3) Falta de coordinación entre países en lo que respecta a las estrategias de supresión.

4) Fracaso de los gobiernos para examinar las pruebas y adoptar las mejores prácticas para controlar la pandemia y gestionar los efectos económicos y sociales de otros países.

5) Déficit de financiación mundial para los países de ingresos bajos y medios, según la clasificación del Banco mundial.

6) Incapacidad de garantizar suministro y distribución equitativa de productos básicos, especialmente para los países de ingresos bajos y medios.

7) Falta de datos precisos y sistemáticos sobre las infecciones, muertes, variantes virales, consecuencias indirectas sanitarias…

8) Escasa aplicación de los niveles adecuados de las normas de bioseguridad, lo que aumenta la posibilidad de un brote relacionado con los laboratorios.

9) Falta de redes de seguridad mundiales y nacionales para proteger a la población vulnerable.

Según las declaraciones de The Lancet, este informe tiene como objetivo primero fomentar y destacar la importancia de la cooperación de los Estados miembros de la ONU, las agencias e instituciones multilaterales, y los procesos multilaterales como G20 y G7 (grupo que conforma países como Argentina, Australia, Brasil, China, India, México, Rusia, Arabia Saudita, Sudáfrica, Corea del Sur y Turquía…).

De esta manera, pretenden reducir y prevenir futuras amenazas y emergencias globales y alcanzar los objetivos acordados de desarrollo sostenible, derechos humanos y paz; los cuales los gobiernos se comprometieron a perseguir como miembros de la ONU.

Recomendaciones políticas

Por otro lado, el informe presenta unas recomendaciones políticas orientadas principalmente a la cooperación multilateral de la OMS para hacer frente a las crisis sanitarias mundiales, y las inversiones para futuras crisis sanitarias a través de sistemas nacionales de salud, la financiación internacional y la cooperación con las regiones de bajos ingresos.

Según el mencionado artículo, “la falta de ambición en la respuesta mundial a la COVID-19 es como la de otros retos mundiales: la emergencia climática, la pérdida de biodiversidad…”. “Pedimos que todos los países, especialmente los más ricos y poderos, apoyen, sostengan y refuercen el trabajo del sistema de la ONU. Pedimos que se tome conciencia de los beneficios del multilateralismo, la solidaridad, la cooperación y el compromiso compartido con el desarrollo sostenible”.

“Apoyamos firmemente el llamamiento del Secretario General de las Naciones Unidas a favor de una nueva Agenda Común, e instamos a los Estados miembros a participar en su aplicación de forma constructiva y rápida.”

“Animamos a los Estados miembros a enriquecer sus deliberaciones y decisiones con las voces de la sociedad civil, el sector privado, los gobiernos locales, los parlamentos, el mundo académico y los jóvenes, entre otros. Observamos que es oportuno volver a comprometerse con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la carta moral de la ONU, ya que celebramos su 75º aniversario.”

Réplica de la OMS

Ante las declaraciones del informe, la OMS ha respondido afirmando que “el informe adolece de varias omisiones e interpretaciones erróneas, especialmente respecto a la emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII) y la celeridad y alcance de las medidas adoptadas por la OMS.”

La Organización ha agradecido las recomendaciones: “dado que somos una organización discente, elaboramos un panel con las recomendaciones  derivadas de estas iniciativas, entre otras, para rastrear su aplicación por la OMS y otros organismos”.

No obstante, la OMS ha replicado que “la Comisión no transmite el arco completo de la respuesta de la OMS, que fue inmediata, vital y sostenida a lo largo de varios años”; enumerando un listado de fechas clave de su proceder. Además, afirma que “la OMS desempeñó, y sigue desempeñando, una función crucial en la distribución de herramientas contra la COVID-19 entre los países necesitados”, añadiendo que “la pandemia no ha terminado, aunque el final ya se vislumbra, y la OMS mantiene su respuesta, al tiempo que sienta cimientos más sólidos para el futuro”.

Por otro lado, su Director General, el  Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha respondido que la mayor parte de las propuestas ya fueron mencionadas por estudios anteriores, muchas de las cuales “ya se están poniendo en práctica”.  Algunas de esas medidas son la puesta en marcha en Berlín del Centro de Información de la OMS sobre Pandemias y Epidemias o el Centro de transferencia de tecnología de ARNm en Sudáfrica, donde se está compartiendo tecnología con 15 países receptores, entre otras. «Queremos señalar que nos preocupan mucho varias cuestiones que no se mencionan en el informe y algunos errores que contiene con respecto a la labor realizada por la OMS. A este respecto, enviaremos a la Comisión una respuesta por escrito», ha afirmado Adhanom.

 

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