sábado, 23 de abril de 2022

BREVERÍAS BIOÉTICAS

 El estado de Oklahoma aprueba un proyecto de ley que prohíbe el aborto

La Cámara de Representantes de Oklahoma ha dado su aprobación final a un proyecto de ley que prohíbe de forma casi total el aborto, por lo que aquellos que realicen este procedimiento se enfrentarán a multas de 100.000 dólares y penas de hasta 10 años de prisión.

El proyecto de ley contra el aborto, que se ha aprobado con 70 votos a favor y 14 en contra, convierte a Oklahoma en el último estado republicano en seguir una legislación estricta en contra del aborto tras Texas, cuyo Tribunal Supremo ha ratificado la ley aprobada en septiembre de 2021 que prohíbe el aborto desde las seis semanas de gestación.

Además, la Corte Suprema norteamericana está evaluando un caso que podría anular la sentencia Roe v. Wade que legalizó el aborto en Estados Unidos en 1973.

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El Consejo Andaluz de Médicos (CACM) se posiciona en contra de la eutanasia

El Consejo Andaluz de Colegios de Médicos (CACM) ha publicado un comunicado sobre la reciente Ley de la Eutanasia, con la intención de transmitir que la eutanasia no debe ser considerada sensu (en el sentido de) estricto como un acto médico.

La publicación abarca los siguientes puntos:

1º.- La eutanasia es un acto fuera de la medicina, que busca deliberadamente producir la muerte como un acto finalista, que ha sido rechazada por la Medicina y los médicos siempre y en todo momento, desde el Juramento Hipocrático hasta las recientes declaraciones de la Asociación Médica Mundial.

2º.- La Eutanasia violenta la tradición milenaria de la deontología médica que rechaza siempre hacer el mal (primun non nocere), promoviendo que el médico intente la curación o mejoría del paciente siempre que sea posible. Cuando ya no lo sea, permanece la obligación de aplicar las medidas adecuadas para conseguir su bienestar.

3º.- Defendemos que el acto médico siga siendo la acción de curar, mejorar y aliviar; cuando esto no sea posible acompañar, eliminar el dolor y el sufrimiento, y procurar bienestar y dignidad en el momento final de la vida de nuestros pacientes.

4º.- Entendemos que la eutanasia ni es, ni será nunca un acto médico, por ser contraria a los valores y principios más esenciales de la profesión médica, que está indisolublemente ligada a la protección de la salud, la integridad y la vida de los pacientes, y nunca a acabar con ella.

*VER ARTÍCULO RELACIONADO:
«LA EUTANASIA NO ES UN ÁREA DE CONOCIMIENTO DE LOS MÉDICOS PORQUE NO ES UN ACTO MÉDICO”. DOMÍNGUEZ ROLDÁN | OBSERVATORIO DE BIOÉTICA, UCV (OBSERVATORIOBIOETICA.ORG)
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La población taiwanesa disminuye por segundo año consecutivo en 2021 a un nivel no visto desde 2013.

Un reciente artículo publicado en el diario The Telegraph el pasado 22 de febrero de 2022, firmado por Nicola Smith y Chi Hui Lin, alerta de la situación demográfica de Taiwán, que, aunque ha vivido durante mucho tiempo con la perspectiva aterradora de una invasión por parte de la vecina China, experimenta una de las mayores amenazas para su seguridad económica y la prosperidad de su sociedad: sufrir las tasas de natalidad más bajas del mundo.

Las estadísticas publicadas por el Ministerio del Interior (MOI) el pasado mes de enero mostraban que la población taiwanesa había disminuido por segundo año consecutivo en 2021, a un nivel no visto desde 2013.

Aunque la emigración y la pandemia pueden haber influido en este descenso, un factor significativo es que las 183.732 muertes en la isla superaron con creces los 153.820 nacimientos.

Taiwán, junto con Corea del Sur y Japón, se ha mantenido durante años en la cola de las listas mundiales de fertilidad, ocupando el último lugar en 2021 entre 227 países y regiones registrados por la Agencia Central de Inteligencia de EE. UU., con solo 1,07 nacimientos por mujer, muy por debajo de los 2,1 necesarios. para soportar el relevo generacional.

Según afirman, al ritmo actual, el Consejo Nacional de Desarrollo, la agencia nacional de planificación de políticas de Taiwán, predice que los mayores de 65 años podrían representar el 30 % de toda la población para 2040, que se desplomará a menos de 20 millones para 2052, elevando la carga sobre los sistemas de pensiones y de salud y generando escasez de mano de obra.

Más mascotas que niños

Paralelamente a este fenómeno, la venta de mascotas y accesorios relacionados ha experimentado un auge paralelo.

En septiembre de 2020, los analistas estimaron que la cantidad de mascotas domésticas, alrededor de 3 millones, había superado la cantidad de niños menores de 15 años. La venta de accesorios para mascotas se disparó, y ahora en las calles de Taipei, es más probable que un carrito de bebé lleve a un perro en lugar de un niño.

Lin Ching Yi, ginecóloga y miembro del parlamento de Taiwán, ha afirmado que “no podemos revertir la situación, solo podemos evitar que empeore… es imposible en Taiwán tener una política que aliente a las mujeres a tener un promedio de dos o tres hijos”, dijo a The Telegraph.

Afirma también que hay razones culturales profundamente arraigadas por las que las mujeres jóvenes, educadas y con buenos trabajos rechazan la idea del matrimonio y los hijos.

Una encuesta de 2019 de mujeres de 15 a 64 años realizada por el Ministerio de Salud y Bienestar de Taiwán reveló que el 38,6 % de las mujeres afirmaba no estar interesada en el matrimonio, frente al 12,4 % en 2011, informó Nikkei Asia.

El gobierno propuso, desde mediados de los 90, la solución de las «novias inmigrantes» procedentes de China u otras naciones del sudeste asiático, incluidas Indonesia y Malasia, alentándolas a casarse con hombres locales y formar familias, aunque esta medida no parece haber dado los frutos esperados.

La Sra. Lin ha afirmado que es necesario pedir a las generaciones más jóvenes que combinen su vida laboral con el proyecto de tener hijos para sostener al país.

Valoración bioética

El contexto social creciente en países desarrollados, basado en la producción de riqueza económica, extiende su sombra sobre la institución familiar, lugar natural de acogida y acompañamiento de la vida. Devaluado el matrimonio, la entrega mutua y la educación de los hijos en favor de la realización y promoción laboral del individuo y su enriquecimiento personal, la figura de la familia se desdibuja en los países desarrollados, que sustituyen a los hijos por mascotas y a los hogares compartidos por personas solas, los “single” que también se extienden por Europa, cuya opción de soledad no solo afecta al envejecimiento de las sociedades incrementando la presión demográfica que provoca, sino que este aislamiento incrementa las tasas de depresión y suicidio hasta niveles alarmantes, tal como se mostraba ya hace años en un estudio publicado en la revista médica especializada The British Journal of Psychiatry que identificaba el aislamiento, la falta de apoyo social, el no poder comunicarse con otra persona y las circunstancias personales adversas o estresantes, como las principales causas que inducen al suicidio en la población inglesa. El estudio incluía 12.500 sujetos del el Reino Unido, Irlanda, España, Noruega y Finlandia. Entre los británicos y noruegos el 7,4 % de los encuestados tenían o habían tenido alguna vez ideas suicidas; el 14,6 % en Irlanda y el 2,3 % en España.

La educación basada en la posesión de bienes y confort como opción de vida, está detrás de estos cambios sociodemográficos que amenazan el futuro de los países desarrollados. Culpar al precio de la vivienda, la precariedad económica o al trabajo que supone criar y educar los hijos, de los desplomes en las tasas de natalidad del primer mundo, es errar el objetivo, porque suponen solo una parte, y no la más importante, del problema.

Transmitir a las nuevas generaciones el valor de la familia, como escuela para la relación y la entrega mutuas que se dan en ella, puede ser el camino para ofrecer valores de sentido que permitan a las personas “ser para otros”, además de promover desde los gobiernos y las instituciones ayudas para el cuidado de los hijos, incluyendo las que concilian la vida familiar y laboral.

Entre tanto, observamos como, dramáticamente, esta necesidad de “ser para otros” se trata, infructuosamente, de satisfacer poseyendo mascotas, caricatura de la relación humana que todos anhelamos desde lo más profundo de nuestra humanidad.

Julio Tudela. Observatorio de Bioética. Instituto Ciencias de la Vida. Universidad Católica de Valencia

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