martes, 15 de diciembre de 2020

Recomendaciones de la Asociación Española de Bioética ante la Covid-19

 Finalizada la intervención de los ponentes y tras el coloquio con los participantes,  la Junta Directiva de AEBI adopta las siguientes conclusiones de la Jornada de AEBI 2020 “La Bioética ante los desafíos de la Covid-19“.

  1. Ante la persistencia de la  pandemia producida  por  el  virus  SARS-CoV-2  se  requiere  una evaluación constante de la propagación del virus con parámetros adecuados y, para ello, disponer  de  los medios personales y financieros. Se trata de un deber primordial de las autoridades sanitarias pues la toma de  decisiones  políticas  tiene  que  basarse sobre datos que muestren la realidad de la pandemia en cada momento con la mayor precisión que sea posible.
  2. Se requiere de los poderes públicos reforzar el sistema sanitario, con la conciencia de que, por un tiempo aún por determinar, tenemos que atender una nueva enfermedad junto a la asistencia sanitaria  habitual. El manejo  de  la  Covid-19 requiere  de  medios  específicos de protección para los profesionales, así como de otros relacionados con el tratamiento  de  los  síntomas  y  signos  clínicos  de  sus  pacientes.  Es fundamental no  exponer a los profesionales sanitarios a un grado de esfuerzo en sus tareas que los lleve al agotamiento, al desaliento o a la pérdida de su salud psíquica. Respecto a esto último, es muy  importante  no  someterlos  a  tensiones  continuas  de  carácter  ético  debidas  a  escasez de medios.
  3. Junto a la obligación ética de conocer lo mejor posible la realidad de la enfermedad y disponer de los medios adecuados para paliar sus efectos, también conviene anticiparlos escenarios éticos que pueden conllevar más dificultad de resolución. Corresponde a las autoridades sanitarias aprobar los criterios básicos para su solución respetando la lex artis, la legalidad vigente  y  habiendo  escuchado  el  parecer  del  Comité  de  Bioética  de  España o, en caso de problemas de alcance autonómico, los correspondientes Comités Autonómicos de Bioética. Todo ello porque las decisiones sanitarias o políticas no sólo deben atender a la necesaria evidencia científica sino también a consideraciones éticas que busquen  como  fin  último  el  bien  común y  el  respeto  a  la  dignidad  de  la  persona.

Repensar el  sistema  sanitario  requiere  incluir  siempre  la  dimensión  ética  en  todas  las  medidas  que  se  tomen.  Todos los  ciudadanos,   debe participar  activamente  en  las  decisiones  bioéticas  que  deban  adoptarse  en  estos  próximos  años  en  el  ámbito  de  la  sanidad y la biomedicina.

  1. Las autoridades sanitarias  también  deben  prestar  atención  al  efecto  que,  en  las  personas  y  en  la  sociedad,   pueden  tener  las diversas  medidas  que  se  adopten para mitigar  o  contener  la  difusión  del  virus.  No  sólo  por  el  efecto  sobre  la  actividad  económica,   sino también  por  el  no  menos  importante  en la  salud  física,  psíquica  y  espiritual de las personas. Mientras no esté en juego gravemente la salud publica hay que  generar  medidas  que,   en  lo  posible,   no  perturben  las  relaciones  interpersonales, pues son esenciales para el pleno desarrollo de las personas.
  2. La crisis  social en  la  que  nos  encontramos  no  debe  llevar  a  incrementar  más  el  individualismo social en el que estábamos anclados sino,  más bien,  a tomar conciencia de  la  interdependencia  en  la  vivimos  y  que  es  propia  de  los  seres  humanos.  Es  una  oportunidad de abrirnos a los otros,  de configurar una humanidad en la que todos nos cuidamos  y  acompañamos.  No  sólo  los  profesionales  tienen  la  responsabilidad  de  la  salud de las personas sino todos los ciudadanos.
  3. Después de la  experiencia  habida  en  la  primera  ola  de  la  pandemia  convendría  disponer  de  los  medios  y  los  protocolos  para  que  las  personas  que  ingresan  en  los  hospitales  o  que  viven  en  residencias  de  mayores  puedan  estar  acompañados  y  no sufran la soledad, que puede llegar a ser tan perjudicial para la salud o incluso para la vida,  como el propio virus SARS-CoV-2.

 

Madrid, 30 de octubre de 2020

No hay comentarios:

Publicar un comentario