lunes, 3 de octubre de 2022

La congelación de ovocitos en España se duplica en la última década

 Según la Sociedad Española de Fertilidad, el número de ovocitos criopreservados se ha incrementado significativamente desde el 2010 hasta 2019.

En los últimos años, y debido a su precaria estabilidad laboral o sentimental, un número creciente de mujeres ha decidido posponer su maternidad hasta conseguir un puesto de trabajo o una relación estable. Para conseguir ser madres a edades avanzadas muchas de ellas optan por congelar sus ovocitos, que se les son extraídos preferiblemente antes de los 35 años, que es cuando empiezan a perder calidad.

El llamado “social freezing” se popularizó en 2015, cuando Facebook y Apple decidieron financiar el tratamiento de extracción y congelación de ovocitos a sus empleadas para que retrasaran su maternidad durante los años que las empresas consideraban más productivos laboralmente.

Según la Sociedad Española de Fertilidad, el número de ovocitos criopreservados se ha incrementado significativamente desde el 2010 hasta 2019.

El proceso de extracción de ovocitos se realiza de la siguiente manera: primero se analiza la reserva ovárica de la paciente y se estimula el crecimiento de los folículos ováricos y la maduración de los ovocitos que, tras la inyección de hormonas y otros fármacos, son extraídos para proceder a su congelación rápida en nitrógeno líquido, proceso conocido como vitrificación.

Estos ovocitos, que pueden conservarse durante años manteniendo su viabilidad, se utilizarán posteriormente en técnicas de reproducción asistida como la fecundación in vitro o la inyección intracitoplasmática de espermatozoides, para ser fecundados con espermatozoides del padre o de un donante, procediendo posteriormente a la transferencia de hasta tres embriones al útero de la madre gestante.

Debe tenerse en cuenta que las mujeres que recurren a estos procedimientos suelen ser mujeres fértiles, que podrían quedar embarazadas por vía natural y que renuncian a ella para someterse a técnicas de reproducción asistida más adelante, cuando su fertilidad es menor y se incrementan los riesgos durante la gestación por la mayor edad de la mujer. Del mismo modo, y dado que las posibilidades de éxito de estas técnicas son limitadas, la probabilidad de que finalmente sean madres de un hijo nacido sano es inferior a la de un embarazo conseguido por vía natural en una edad más joven.

Numerosos estudios constatan un incremento de la morbilidad en los niños nacidos mediante técnicas de reproducción asistida respecto a los nacidos por vía natural, dato que debería facilitarse en todo caso a las mujeres candidatas para permitirles adoptar una decisión correctamente informada.

Además, se trata de un tratamiento costoso, pues la extracción cuesta unos 2.500 euros y la medicación unos 1.500. A esto debe sumarse el importe derivado de la necesidad de repetir el proceso en numerosas ocasiones cuando no se obtiene el resultado esperado, por lo que ese presupuesto podría llegar a duplicarse. Por esa razón, el acceso a estas técnicas parece restringido a mujeres con un perfil socio-económico medio-alto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario