Un importante tema relacionado con la vacunación frente a la Covid-19 es determinar los criterios de priorización que deben seguirse para la vacunación de la población.
Es indudable, que aunque van a ser muchas las unidades de vacunación de las que se va a disponer, estas serán insuficientes para una vacunación general, por lo que habrá que priorizar sobre que grupos sociales son los que se van a vacunar primero.
En relación con ello, el Comité de Bioética de España, ha publicado un Informe, con fecha 14 de diciembre, que nos parece de gran utilidad para el tema que estamos comentando. A nuestro juicio, los puntos de mayor interés de dicho Informe son:
1. “La inmunización frente a la Covid-19 a través de la vacuna, constituye la principal estrategia para superar la terrible pandemia que llevamos varios meses sufriendo”. Es decir, el Comité se ratifica sobre que vacunarse es necesario para combatir la pandemia.
2. También hace hincapié en que “tampoco el sistema de confinamientos y de limitación de derechos y libertades fundamentales parece lograr controlar definitivamente la propagación de la enfermedad y la propia pandemia”, es decir, aunque estas prácticas sociales, especialmente el confinamiento y las prácticas de higiene recomendadas para evitar el contagio son muy necesarias, no son suficientes para detener la pandemia y consecuentemente habrá que vacunarse para conseguir resultados efectivos.
3. Las dos vacunas que parece van a estar dispuestas para ser utilizadas, de la de Pfizer y la de Moderna, “parecen mostrar un alto grado de eficacia y seguridad, lo que constituye una noticia esperanzadora en un contexto tan difícil como el que estamos viviendo”. Esto viene de alguna forma, a resolver las dudas sobre el temor de una parte de la población a vacunarse.
4. Lo que es indudable, es que en un momento inicial no existirá suficiente número de vacunas para atender a las necesidades de toda la población, por lo que habrá que establecer “una priorización en la asignación de los recursos sanitarios, lo cual no es una novedad, sino algo inherente a cualquier sistema de salud”.
Para establecer dichos criterios “de priorización en la distribución de las vacunas”, habrá que tener en cuenta “no solo a criterios científicos, médicos y económicos, sino también a éticos y legales”, siendo en este sentido fundamental garantizar “los principios de igualdad, equidad, necesidad, beneficio social y reciprocidad”. Por ello, “parece que un modelo mixto de priorización de los recursos en el que se preste especial atención a la vulnerabilidad, es el que mejor se acomoda a un caso como el que nos ocupa”. Consecuentemente, y siguiendo criterios de la OMS, “esa distribución equitativa de los beneficios y las cargas puede exigir, en ocasiones, dar preferencia a los grupos que están en peor situación, como son las personas enfermas, las más vulnerables, o las de menos recursos”.
5. En lo que afecta a esta priorización, el Comité “no ha procedido a elaborar ningún Informe”, entendiendo que esto se esta abordando por el Grupo de Trabajo propuesto por las autoridades sanitarias, para elaborar una estrategia de vacunación frente a la Covid-19 en España. En relación con ello, destaca el Comité, que no puede más que transmitir su “satisfacción porque una perspectiva bioética haya estado presente en un debate como es el de la priorización de un recurso sanitario tan importante y en un contexto tan dramático”, como el que actualmente se está viviendo con motivo de la pandemia por la Covid-19.
6. Finalmente hacen referencia a la labor contraria a la vacunación que se está realizando por los grupos antivacunas, labor que el Comité define como “infodemia o infoxicación”, por difundir, informaciones falsas y escandalosas sobre la enfermedad y las vacunas, sembrando el desconcierto y la alarma entre los ciudadanos”, por lo que recomienda acudir a “fuentes de información acreditadas y rigurosas”, para obtener una información sobre todo lo referente a la vacunación contra la Covid-19.
7. Termina el informe “interpelando nuevamente a la solidaridad y responsabilidad de todos los agentes implicados: las autoridades publicas y entes privados, los medios de comunicación, los profesionales sanitarios y por supuesto los ciudadanos”.
Dado el prestigio profesional y la rigurosidad científica de los informes del Comité de Bioética de España, nos parece que esta declaración es de un interés público indudable y por lo que, animamos a que se estudie, se trate de aplicar, e incluso a que se difunda entre toda la población.
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