martes, 17 de enero de 2012

la oración de... los animales

la abeja
Enseña, Señor, a los humanos el arte de extraer lo mejor de cada situación, para que luego conviertan en miel todo cuanto piensen, digan o fabriquen con sus manos… Amen,

la araña
Señor, me han dicho que dice Sta. Teresa que la abeja de todo cuanto toca con su boca, saca miel; mientras que de la mia sólo sale veneno. Quizá eso no sirva como dato científico pero sí como metáfora, si se refiere a mis siniestras “telarañas”. Pero hay mucho intrusismo en ese tipo de tejidos… ¡Cuánta telaraña, Señor, ya no es de araña, sino de hombre!¡cuantas tejen hoy los humanos para cazar a incautos semejantes con el mismo objetivo con que yo cazo a mis moscas! Cuida, Señor, cuida almenos de las generaciones jóvenes. Amen.

el burro
¡Ah…ah… ahaaaa! Perdona, Señor, se me escapó un rebuzno. Soy un pobre borrico. Me conoces desde aquella Nochebuena en que lloriqueaste entre mis pajas. Y porque me conoces tan de largo, comprendes también mi tozudez, hecha a fuerza de palos y de ayunos. Sabes de mi coraje para aguantar impávido bajo la carga, y ser sólo lo que quisiste que fuera: un borrico. Perdona si acaso te dejo en mal lugar con mi torpeza, mi tozudez y mi desconfianza. Y comprende también que cuando me apalean sin motivo me den ganas de cocear a quien sea y revolcarme ¡ojalá que lo mío hubiese sido acariciar a los niños con mi morro de terciopelo a lo Platero! No te pido que me hagas distinto, Señor. Te pido fuerza para seguir siendo como me soñaste. Que los hombres comprendan que, aunque burro, también soy criatura tuya. Hay algo, sin embargo, que me anima: ¿Recuerdas aquel dia en que enviaste a tus discípulos en busca de un borrico? Les advertiste: “Si alguno os dice algo, decidle: El Señor lo necesita”. Para vivir y ser feliz, me sigue bastando esto: ¡Saber que Tu me necesitas!. Amen

el caballo
Inteligencia, belleza, casta, pundonor, docilidad, agilidad, competitividad y brío… son tan sólo algunos de los muchos dones que Tú me hiciste, Señor. Sinceramente, creo que te pasaste. Con tanto y tanto, dos cosas puedo hacer: ir de arrogante por la vida creyendo nque todo es mío y para mi... o convertir tus dones en capacidad de servicio a los demás… Ayúdame a esto último. Ayúdame a…
- competir cada tarde en los hipódromos
- ser la delicia de los niños en el circo
- actuar de protagonista en multitud de películas
- practicar no pocas especialidades deportivas
- desfilar ordenado en soberbias paradas militares
- hacer cabrriolas en los salones de alta equitación
- burlar en las plazas al mas bravo de los toros
- posar como kmodelo de todas las artes plásticas
- deslumbrar cuando paseo por el Real de una feria
... y a tirar ¡como no! de arados, carros y carretas… Que no olvide, Señor, que para Ti, todo don lleva siempre aparejada una misión. Amen.

la cabra
Decididamente, Señor, no tenemos buena prensa las cabras. Si falla alguien en su cordura mental, rápido dicen está como nosotras. A nuestros cabritos les endosaron siempre los peores papeles. Tú mismo -recuerda el Juicio Final- nos colocas a tu izquierda con pasaporte directo a los infiernos ¿No te parece demasiado? Tú sabes que no nos hiciste ni mejores ni peores que el resto de tus criaturas. Que ni quisiste, ni pudiste hacernos… malas; que nos hiciste simplemente… distintas. Por eso nos arriesgamos por senderos y trochas que nadie ha pisado. Por eso mordisqueamos hierbecillas que nadie ha olfateado. Por eso sentimos esa especie de alergia a ir en rebaño. Por eso gozamos y sufrimos esta fama de locas. Porque sabemos que el mundo y que tu Iglesia también necesita locos… ¡divinos locos! ¿Qué nos falta entonces? Pastores, nada mas que pastores. Pero -ojo, Señor- ¡pastores de cabras! Porque pastores de los otros, de ovejas normales y sumisas, los hay más o menos… De éstos, en cambio, es muy difícil encontrarlos. Amen.

el cerdo
Cerdo, curto, guarro, cochino, chancho… ¿Por qué, Señor, me pondrá mi amo nombres tan soeces y horrorosos, sabiéndole luego todo lo mío… tan sabroso?

el cisne
Señor,dicen que poco antes de morir, entono una sublime y misteriosa melodía. La llaman desde antiguo el canto del cisne. Inexacto, Señor: mi vida entera es ese canto. Me diseñaste como una blanca sinfonía armonizando cuanto suena a gracia, esbeltez, elegancia, sensibilidad y paz. Con todo, mientras acaricio las aguas de este parque, conviven junto a mi los mil ruidos, gritos, aullidos de este mundo loco y violento. Y nadie me comprende ¡Todos me miran como reliquia de un Paraiso perdido! Pero Señor ¿por qué en lugar de una excepción, de un resto, no me haces prototipo de un orden venidero? Y yo se quye Tú ya lo quieres; si todos lo quisiésemos, la tierra entera podría ser un día en vez de este duro, convulso y tenso valle de lágrimas, el gran Palacio de la Opera donde se representase de continuo aquel famoso Lago de los Cisnes. Amen.

el delfin
Señor, gracias por recibirme y no ser el último. Que ya sabes aquello, cuando aquel bromista preguntaba quien llega último en una carrera de peces, y lo que el espabilado de turno respondia… Sí: todos se ríen… Y yo también ahora me alegro , Señor, porque entiendo y celebro lo claro que nos dijiste para que vayamos a tu Reino “los últimos serán primeros y los primeros últimos”. Amen

el elefante
Con mi elefantito entre mis brazos,me emociono Señor ¿Cómo es posible que un ser tan grandullón como yo, goce tanto con la sonrisa de los niños en el zoo o en el circo? ¡Qué pena no tener una piel más suave para que pudieran disfrutar acariciándome! Te quiero pedir, Señor, sólo dos cosas. Una: que no tenga otro gozo sino el de hacer gozar a los demás. Dos: que te dé siempre gloria a Ti. Por eso cuando muera legaré mis colmillos para que hagan con ellos un Cristo o una Virgen de marfil. Amen

el erizo
Señor aquí me tienes: timido, acurrucado, hecho una bolita de puas, pero seguro de que nadie se atreve a tocarme… sin embargo siempre me pregunto una cosa: ¿Cómo será, Sdeñor, el sabor de una caricica?

el gallo
¡Oh Señor de los gallos, las gallinas y de todos los gallineros! Soy tan altanero y fanfarrón que a menudo me llego a creer que es la potencia y la belleza de mi canto la que hace levantar al Sol cada mañana. Desengáñame, Señor, pues es justo todo lo contrario… Otra cosa: a veces, mientras paseo orondo y dominante por entre mis gallinas, he llegado a pensar que todo mi poder y autoridad radican en la rotunda cresta que llevo en la cabeza… Dime que no, Señor. Y díselo también a tantos jefecillos amigos de “crestas” y coronas y diademas y birretes y demás... Diselo porque tantas veces se creen que son el manantial de su poder y autoridad…
Kikiriki…. Es mi canción de cada amanecer… Que bueno que me venga a la mente, justo ahora, Señor, aquel dia en que a la tercera recordé a Pedro tus palabras y a continuación rompió a llorar arrepentido ¡Qué bueno seria, Señor, si cada amanecer mi canto lograse convencer a la gente que la noche ya pasó, que tu perdón ya llegó y que existen mil motivpos para iniciar con optimismo y gratitud el nuevo día! Amen.

eL gato
Aquí me tienes, Señor. Soy el gato y acabo de lavarme la cara y atusarme. Ya sabes lo relimpio que soy y que -aunque no tenga la fidelidad del pero ni la paciencia del burro ni obsequie a mis amoscada mañana con un huebvo como hacen las gallinas- tampoco soy tan egoísta. ¿Quieres una prueba? Hoy pediré sólo por mis amos… Para comenzar, Señor, desearía que les enseñases -como a mi me enseñaste- el arte de limpiar sus conciencias de alimañas igualito que yo limpio la casa de ratones. Y el de procurar esconder sus egoísmo al igual que yo aprendi a esconder mis uñas cada vez que juego con los niños. Y a sortear las mil y una asperezas de cada dia con la misma destreza con que yo sorteo las raspas de pescado sin lastimarme… ¡Ah si! Y que acierten a emplear bien sus vidas; que caigan en la cuenta de que no les diste siete vidas como a mi ¡y que se juegan la suya a una sola carta! Amen.

la golondrina
¡Hasta la golondrina ha encontrado una casa donde colocar sus polluelos!... Gracias Señor por el salmo 84. Pero ¿Cuándo la encontraran también tanto sin-techo, tantos que van cargados de polluelos andando por el mundo? Que sea pronto, Señor. Con mi gratitud anticipada. La golondrina.

los gorriones
Señor: ni sembramos ni segamos ni recogemos en graneros… y pese a todo, Tú nos alimentas! Gracias. Amen

la jirafa
Te doy gracias, Señor, porque no soy como los demás animales que ven el mundo casi a ras de suelo. Para mi, que veo desde las alturas y que, como escribe un autor moderno, tengo ideas muy elevadas -digo- me resulta difícil saber de pequeñeces y miserias que pasan por el mundo… Tampoco entiendo ni entenderé jamás tu amor a los humildes y pequeños… Sólo sé que tengo con mi cabeza casi toco ya tu cielo… (Me dieron una cita: Lc 18,10 pero no la entiendo muy bien... Amen

la serpiente
Señor, casi ni me atrevo a presentarme ante Ti. Estoy tan acostumbrada a ver el pánico y la repugnancia que provoca mi presencia, que temo que Tú también las sientas… Pero como sé que eres Dios y eres mi Creador, mi Padre, y como nos amas a todos con ternura, incluso a nosotras las odiadas serpientes… mde enimo y te digo que vaya mala suerte la mia. Creo que ha llegado la hora de olvidar para siempre los antiguos prejuicios y tabús ¿no te pafrece? A ver ¿por qué tengo que seguir siendo la maldita y temible, la réproba y la única criatura a la que hay que apedrear apenas asoma por entre la maleza? ¿acaso es porque representé aquel papel del Diablo en el Teatro del Paraíso? Señor, aqui y ahora, acuérdate de todos tus hijos queridos que arrastran por la vida no sólo el vientre sino su dignidad y su vida por el mero hecho de que en el reparto del Teatro del Mundo les ha tocado el papel de ser de otro color, otra casta, otro credo u tener otro apellido distinto al de la gente del medio en que viven. Amen.

el león
Señor, bien sé que en el reino animal me pusiste de Rey y que con uno solo de mis potentes rugidos soy capaz de silenciar en un instante toda la algarabía de la selva. Se también que luego, quizás por puro mimetismo, mi figura quedó vinculada a toda la parafernalia de escudos, blasones y demás, generada en torno al poder… Hoy, sin embargo, apenas queda algo de todo eso e incluso muchos ya se preguntan si elleon es tan fiero como lo pintan… Yo me pregunto a mi vez si debo ser o aparaentar esa fiereza. Y te lo pregunto a Ti a propósito de la crisis de autoridad que existe. Crisis -ya sabes- de padres, obispos, superiores, maestros, sacerdotes, políticos, jefes, patronos y ¡hasta de auténticos leones! Señor: Tú que hablabas con autoridad, concédenos este preciado don a los que tenemos que ejercerlo. Amen

el mono
Discúlpame, Señor, no es que me las de de inteligente, pero soy capaz de entender a los humanos… Por un lado ¡como luchan y pagan por pulir su apellido, buscando –y hasta inventándose rancios pergaminos y títulos mas o menos nobiliarios- ¡para luego ufanarse en pregonar que descienden de mi! Por otro lado, apenas todos se creen creativos y originales únicos cuando luego son… simples monos de imitación y hacen las mil monadas yendo, como el pobre Vicente, donde va la gente… Hazles comprender, Señor, que yo fui, a lo más, un simple borrador y que descienden de TI, y, que eres a quien tienen que imitar .Amen

el perro
Señor, gracias por el instinto de fidelidad que me has dado y con el que puedo guardar la casa, los rebaños y las cosas de mi amo. Concédele a él este mismo sentido para que también sepa ser fiel a todos sus compromisos. Dale, además, una sonrisa fácil y espontánea para con todos aquellos que se acercan hasta él, como fácil y espontaneo es el movimiento de mi cola cuando él se acerca hasta mi… Y a propósito de esto: Dotale de una sensibilidad y acogida tan exquisitas a la hora de adivinar y celebrar tu cercanía como me las diste a mi para intuir y celebrar la suya. Haz que también esté tan inclinado y pronto al aagredecimiento, como lo estoy yo al lamer sus manos cada vez que me regala con alguna caricia o alimento. Pero que no gaste su vida, y menos su oración en palabras, sino en hechos, para que no caiga en ese dicho del pero ladrador, poco mordedor… Amen.

el topo
… … … … Señor ¡que vea!

la tortuga
¿Qué por que soy tan lenta, Señor? Total ¿para que ir más deprisa en un mundo que no va a ninguna parte? Amen

la oveja
Señor, que para explicar tu amor a los hombres te presentaste ante ellos como el Buen Pastor, ayudame a portarme de tal modo que todos puedan también imitar un dia a una Buena Oveja... Que descubra y ayude a potenciar todo lo positivo que se encierra tras ese recinto que se llama redil, familia, comunidad, grupo de amistad… y que, por lo mismo, nunca caiga en la tentación de saltarme su cerca y escaparme de él. Haznos, Señor, a mi y a mis hermanas, el regalazo de unos pastores semejantes a Ti. Que nos guarden por amor, no por dinero. Que lleguen incluso a dar su sangre por nosotras en lugar de huir o de chupar la nuestra. Unos pastores, en fin, a quienes no les de vergüenza oler a borrego, como a ti tampoco te la dio oler a hombre… Cierto que a veces se necesitan perros que nos conduzcan, corrijan y reúnan, pero que también lo hagan al estilo del Buen Perro, procurando tan sólo nuestro bien, sin asustarnos ni mordernos las patas…. Recuerda, en fin, tu solicitud por las ovejas perdidas pues ¡dejaste las 99 por tan solo una de ellas! Amen

Y PARA QUE NO QUEDE TODO EN PALABRAS, AQUI UN EJEMPLO DE AMOR...
Siempre A Tu Lado Hachiko

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