sábado, 11 de junio de 2011

el niño con el pijama a rayas

dedicado a mis juniors que piden ya el campamento

y como esta tarde es la vigilia de Pentecostes
y somos de esta Parroquia, el don del CONSEJO:

Para saber orientarse en la complejidad moral de la vida... Santo Tomás de Aquino decía que es “una llamada práctica a que los motivos de la fe entren en acción; se da a los hijos de Dios, pues es el Espíritu Santo el que instruye a la razón sobre las acciones que deben realizar”.
Hay situaciones confusas, donde el bien y el mal se encuentran mezclados, donde una misma realidad se interpreta desde varios puntos de vista. En ocasiones nos sobfreviene la angustia ante una decisión dificil. Hay circunstancias donde reinan la incertidumbre o la duda, donde los cristianos necesitamos de la claridad y la libertad interior de hijos de Dios que nos ayude a percibir y discernir la voluntad de Dios... Con esta asistencia del espiritu Santo cesa la angustia, regresa la paz al corazón y todo se llena de claridad para la acción.
El signo de que tenemos este Don es la alegría. Si distinguimos la alegría de la tristeza de corazón, el placer superficial de la alegría profunda, la alegría auténtica de su caricatura... entonces el Espíritu actúa y nos lleva -en la serenidad- hacia el entusiasmo sincero, hacia una acción valiente y limpia.
Esta es la belleza del don de Consejo: hace personas fuertes, tranquilas, seguras de sí mismas; en cambio el mal lleva a la confusión, a la tristeza, a encerrarnos en nosotros mismos... bloquea la mente, lleva a una ansiedad que desgarra e impide decidirnos.

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