viernes, 20 de octubre de 2023

Pequeñas casualidades. Una película contra la desesperanza y la muerte como escape

En las democracias occidentales, se abre paso la opción de la muerte como una salida plausible ante la adversidad, bien para escapar de la enfermedad, del sufrimiento, de la frustración de planes vitales o ante el temor de convertirnos en una carga para los demás. A leyes como la Eutanasia que legitima la supresión de la vida como máxima expresión de la libertad y la autonomía personal se añade la realidad del suicidio y de las tentativas no consumadas, un drama personal y social que afecta a personas cada vez más jóvenes. El film francés Pequeñas casualidades combate la desesperanza y la idea cada vez más extendida de la muerte como escape. La película de Olivier Treiner es una oda a la vida, con sus altibajos y reveses, una reflexión sobre la búsqueda de la felicidad, el sentido del sufrimiento y la libertad responsable con uno mismo y con el prójimo.

Quién no se ha preguntado alguna vez si nuestra vida es consecuencia de un ejercicio responsable y consciente de libre albedrio, o si no responde a un cúmulo de azarosas coincidencias y accidentes fortuitos, del sufrido destino que nos convierte en meros intérpretes de un guion ya escrito y, a la postre, resulta un extraordinario mecanismo de defensa para evitarnos el examen de algunas decisiones poco atinadas. O, como tercera opción, si acaso no son nuestras relaciones con otros las que nos influyen para conducirnos por unos u otros derroteros. Y quién no se ha dejado llevar, en más de una ocasión, por un rasgo intrínsecamente humano, nuestra capacidad para imaginar, que posibilita poner entre paréntesis el presente y proyectarnos a tiempos pasados o futuros, cómo habría sido nuestra vida si … hubiera hecho esto, aquello o lo de más allá. Un ejercicio nostálgico que suele contribuir a amargarnos la existencia y socavar las posibilidades de felicidad real cuando no está dirigido a realizar un auténtico examen de conciencia.

Julia, la protagonista de la ópera prima del cineasta francés Olivier Treiner, Le Tourbillon de la Vie (2022) -estrenada en España como Pequeñas Casualidades (2023)- reflexiona justo cuando cumple 80 años, en el París de 2052, sobre la intención y el sentido de su propia vida. El personaje, interpretado por la actriz Lou de Laâge, revisa en la última etapa de su vida una serie de decisiones y accidentes que, desde los 17 años, coincidiendo con la simbólica caída del Muro de Berlín (1989), podrían haber conducido a esta brillante estudiante de piano, por caminos distintos, a otras vidas posibles. El director despliega con habilidad distintos recursos cinematográficos dirigidos a que el espectador no se pierda en la proyección de las cuatro posibles existencias alternativas de Julia, con diferentes grados de felicidad y sufrimiento, en las que la protagonista se enfrenta a un crisol de disyuntivas, algunas de consecuencias dramáticas.


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