viernes, 24 de mayo de 2019

reposición generacional

Con frecuencia se comenta que Europa está sumida en un preocupante invierno demográfico de imprevisibles consecuencias sociales. ¿Pero es esto verdad o es una visión catastrofista de mentes deprimidas?

Ahora tenemos datos para que cada uno individualmente pueda sacar sus propias conclusiones, pues se acaba de publicar, en marzo pasado, los datos del Eurostart, la Oficina Europea de Estadística de la Unión Europea. Es decir, datos fidedignos, y posiblemente ajenos a cualquier tendencia ideológica. Transcribimos algunos de dichos datos.

El primero que llama la atención es que, en el año 2017, en Europa, nacieron menos niños (5.075 millones) que en 2016 (5.148 millones), lo que supone un índice de fertilidad global de 1,59 nacimientos por mujer, cuando este índice en 2016 fue de 1,60. Dicha disminución se mantiene desde 2010, cuando el índice de fertilidad fue de 1,62.

Ante estas cifras conviene remarcar que consecuentemente Europa no alcanza los índices de fertilidad necesarios para un adecuado reemplazamiento generacional, que como se sabe, está fijado en 2,1 niños nacidos por mujer. Ante estas cifras habrá que promover políticas natalistas, entre las cuales no es una de las menos importantes la regulación, en positivo, de las migraciones.

Por países se comprueba que el país europeo con mayor índice de fertilidad es Francia, con 1,9 hijos por mujer, seguido por Suecia con 1,78, Irlanda con 1,77, Dinamarca con 1,75 y Reino Unido con 1,74. Después van apareciendo el resto de países europeos, hasta llegar a los últimos vagones de este tren demográfico, en el que aparece Luxemburgo con 1.39 niños por mujer, Portugal con Italia con 1,32, España con 1,31 y Malta con 1,26.

Son muchas las consideraciones que podrían derivarse de estos datos, pero solamente me voy a referir a dos de ellas. La primera es el índice de fertilidad más elevado en los países del centro y norte de Europa, en contraposición de los países mediterráneos, y otra, los bajos índices de fertilidad de los países considerados tradicionalmente católicos, cuando la apertura a la vida es una constante del Magisterio de la Iglesia. Sin duda, un dato a tener en cuenta.

Ideología de género en Canadá. Los padres que se opongan a la ideología de género podrán perder la custodia de sus hijos según un nuevo proyecto de leyOtro dato que llama la atención, es el reducido número de segundos hijos. En efecto, el 45% de los nacimientos son de primeros hijos, el 36% de segundos y solamente el 19% de terceros o más hijos.

También destaca como cada vez se retrasa más la maternidad, pues en 2013 la edad media en que se tenía el primer hijo era de 28,7 años y en 2017 ha sido de 29,1.

Si se consideran estas cifras por países en 2017, en el que las madres son más jóvenes cuando tienen su primer hijo, el país que encabeza el listado es Rumanía, en el que la edad media de las mujeres primerizas es de 26,5 años, le siguen Letonia con 26,9, Eslovaquia con 27,1, Polonia con 27,3, Lituania con 27,7 y Estonia con 27,7. En la cola se sitúan, por orden inverso, Irlanda con 30,3, Grecia con 30,4, Luxemburgo con 30,8, España con 30,9 e Italia con 31,1.

Por otro lado, en 2017 el 3% de los nacidos en Europa lo fueron de mujeres con más de 40 años, aunque también llama la atención el porcentaje de madres adolescentes (menos de 20 años), que en 2017 fue del 5%.

Dentro de este universo demográfico, otro dato preocupante es el aumento de embarazos de adolescentes (menos de 20 años). El primer lugar europeo de este tipo de embarazos lo encabeza Rumanía, en donde el 13,9% de los nacidos lo fueron de madres adolescentes; estos índices fueron de 13,8 % para Bulgaria, de 9,9% para Hungría, de 9,5% para Eslovaquia, de 6,7% para Letonia y de 6,1% para el Reino Unido. Por la parte inferior aparecen Suecia con 2.0%, Luxemburgo con 1,9%, Holanda con 1,7%, Eslovenia e Italia con 1,6% y finalmente Dinamarca con 1,5%.

Por el lado opuesto el porcentaje de niños de madres con más de 40 años, en 2017, está encabezado por España con un 7,4%, seguido de Italia con un 7,3%, Grecia con un 5.6%, Luxemburgo con un 4,9%, Irlanda con un 4,8% y Portugal con un 4,3%.

Otro dato a destacar es el porcentaje de niños nacidos en familias numerosas, con más de 3 niños. En el conjunto de la Unión Europea el 81,5% de los nacimientos fueron de primero y segundo hijo, mientras que el 12,5% lo fueron del tercer niño, y del cuarto o más hermanos solamente el 6%. Llama la atención que este último porcentaje fue del 10.3% en Finlandia, a quien le sigue Irlanda con un 9,0%, Reino Unido con un 8,8%, Eslovaquia con un 8,1% y Bélgica con un 8,0%.

No cabe duda que son muchas y muy variadas las conclusiones que pueden sacarse del análisis de estos datos, pero sin duda uno de los más objetivos es que Europa no cumple los índices de reposición generacional, lo que probablemente sea uno de los más graves problemas sociales de esta parte del mundo. Nunca más justificado que ahora adjudicar a Europa la clásica denominación de “El viejo continente”.


Justo Aznar
Observatorio Bioética
Instituto de Ciencias de la Vida
Universidad Católica de Valencia

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