viernes, 31 de marzo de 2017

testimonio desde Alepo

Soy la hermana María de la Divina Misericordia, desde el Carmelo de Alepo. Sigo a ZENIT en árabe desde hace unos 11 años, desde el noviciado. La importancia de ZENIT para mí y para mi comunidad es que nos lleva al corazón de la Iglesia, proporcionándonos el magisterio del Papa y lo que sucede en el cuerpo místico de Cristo en el mundo, dándonos la oportunidad de rezar y vivir las exigencias de nuestra vocación carmelita con mayor conocimiento de causa. En medio del sufrimiento de nuestra región y de nuestra nación, ZENIT ha sido para nosotros la única ventana al mundo, en una situación de aislamiento y asedio deletérea. ZENIT se ha mantenido como una voz que expresa nuestro dolor y recuerda al mundo lo que nos sucede de forma objetiva. El mérito de ZENIT es que no desarrolla las cuestiones con fines ideológicos, sino siendo un instrumento de paz y fraternidad. En la variedad de sus servicios informativos, teológicos, espirituales y sociales, ZENIT nos da un alimento diario para nuestras meditaciones y proporciona respuestas a las cuestiones que surgen en los ánimos, especialmente en los de los jóvenes universitarios que vienen a hablar con nosotros. A veces, nos basta simplemente con compartir con ellos este o aquel artículo para dar luz a los problemas. ZENIT ofrece una imagen límpida de la Iglesia en una época de interferencias pilotadas. Agradezco a quienes escriben en ZENIT, por el trabajo serio y porque viven un nivel sublime de deontología profesional. Rezamos por vuestra misión. Estáis en nuestros corazones y en nuestras oraciones. María de la Divina Misericordia, desde el Carmelo de Alepo

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