viernes, 3 de marzo de 2017

anticristianismo s. XXI -1

No es la primera vez que redacto un artículo sobre la cristianofobia y seguramente no será el último. Lo vuelvo a hacer porque sigue siendo impresionante la deriva laicista de imposición ideológica que va tomando el mundo occidental, sin espacio a más ideas y reflexiones que las del pensamiento único, y las masacres que a diario se perpetran contra cristianos en el oriente medio y el lejano oriente. Los gestos de virulencia se multiplican y provienen tanto de personas constituidas en dignidad política como desde minúsculos colectivos que exigen prerrogativas pero insultan a despecho y mansalva, no dando aquello que piden: respeto y tolerancia. Es verdad que prácticamente todas las religiones en el mundo sufren algún tipo de discriminación. Pero ninguna como el cristianismo. Más de 200 millones de cristianos sufren discriminación por su fe, según Ayuda a la Iglesia Necesitada. Salvo contadas excepciones, occidente va renunciando a su pasado multisecular que ha posibilitado la democracia, la libertad y la igualdad: el cristianismo. Los hechos están ahí: los hemos ido recogiendo en diferentes momentos y ahora también los repasaremos. Impacta que no tengamos que remontarnos al siglo pasado, centuria de mártires al por mayor, como en los primeros años del cristianismo; ¡son de hace algunos meses!, de hace algunas semanas, de hace algunos días. Y nos hacen pensar en que ser cristianos no es fácil, pero que no deja de tener sentido. Jesucristo mismo lo dijo: “Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará” (Mt. 10, 22). El insulto fácil y gratuito… también a través del cine y las campañas publicitarias Una primera forma de asedio es el insulto fácil, las descalificaciones gratuitas, las reconstrucciones ficticias presentadas como supuestamente históricas y el escarnio doloso. A mediados de septiembre de 2009 el escritor Philip Pullman anunció la publicación del libro The Godd Man Jesus and the Scoundrel Christ (Jesús el Buen Hombre y el Cristo canalla) para la Semana Santa de 2010. Conocido por su aversión anticristiana, Pullman presenta a Jesucristo como un canalla y a san Pablo como un fantasioso. Ateo y miembro de la Sociedad Nacional Secular, Pullman es autor también de “La Brújula Dorada”, obra de la que se hiciera una película (The Golden Compass). Un mes más tarde apareció la película Ágora, un remedo de película histórica de claro cariz anticristiano. En ella Alejandro Amenábar aborda la vida de Hipatia, una filósofa alejandrina, a la que presenta como “mártir de la ciencia” asesinada por cristianos. Ningún documento histórico demuestra que así haya sido. La película suscitó reacciones del público contra el cristianismo lo que evidenciaba el efecto de los hechos presentados como historia. Otra película, aunque ésta sí tuvo éxito, fue 2012. ¿Qué tiene de especial? El único lugar religioso que aparece destruido es el Vaticano. Y hay una razón y la dijo el director de la película, Roland Emmerich: “Yo quería hacerlo, lo debo admitir. Uno puede dejar que los símbolos cristianos se desmoronen, pero si lo quieres hacer con un símbolo árabe terminas con una sanción”. Ya en otro momento hemos aludido a los comentarios seniles de algunos autoproclamados intelectuales. Desde la tierra que no es su patria, el escritor portugués José Saramago lanzó una nueva invectiva contra la fe de millones de personas el pasado mes de octubre de 2009, al publicar su última obra. En esta ocasión su aquelarre fue específicamente contra la Biblia a la que tachó de “manual de malas costumbres, un catálogo de crueldad”. En su país de origen no fueron pocas las desvinculaciones respecto a un escritor que parecía desconocer el gaje del propio oficio. Así, el conocido bestseller Miguel Souza Tavares dijo que en Saramago todo es vanidad y corrupción mientras que la revista GP le llamaba “loco por publicidad”. Y también loco de publicidad estaba Hans Küng, el teólogo disidente tristemente famoso por sus sistemáticos ataques contra la Iglesia. En un artículo publicado en The Guardian y La Repubblica critica las decisiones intra eclesiales de una confesión que ya no es la suya. Concretamente hizo unas críticas sin elemental sentido teológico al gesto de benevolencia de Benedicto XVI hacia los anglicanos que desean pasar a la comunión con la Iglesia católica. Pero la búsqueda de publicidad a costa de humillar la fe de millones no es exclusiva de “intelectuales”. En el teatro Sadler´s Well, del Reino Unido, se estrenó el mes de octubre de 2009 una “obra” de ballet de un coreógrafo hispano-venezolano en el que se presentaba a un Papa que abusa de monaguillos y estrangula con el Rosario a una monja. Aunque la BBC había pensado retransmitir la obra por televisión, al final decidió no hacerlo. Días antes el coreógrafo reveló que el personaje del Papa estaba influido por el actual pontífice, al que acusó de homófobo. A inicios de diciembre del mismo año la asociación ecologista PETA realizó una campaña con la imagen desnuda de una joven cubierta únicamente por una cruz, imitando a san Antón. En otra la chica aparece con un perro y un Rosario en la mano (cf. aci prensa, 02.12.2009). Debajo de una de las imágenes, según informa ReligionenLibertad.com (cf. 03.12.2009), se lee: “Sé un ángel para los animales. Siempre adopta, nunca compres”. Joanna Kupra, la “modelo”, se distingue por posar para revista pornográficas como Playboy. “Es otra muestra del irrespeto hacia la Cristiandad y del abuso que nunca ocurriría con otra religión” decía Deal Hudson, del InsideCatholic on line. A mediados del mes de febrero de 2010, la Universidad de Granada, en España, presentó una exposición fotográfica de un Bayona. En esa muestra se exhibe a la Virgen María como una prostituta, a San José como un camello y a su hijo, Jesús, como un gay tras no quedar satisfecho de sus relaciones sexuales con María Magdalena. Una vez más el escarnio y la ofensa quieren ser presentados como arte. Pero a veces el insulto se convierte en agresión. Y eso fue lo que sucedió en uno de los santuarios marianos más importantes del mundo, en Fátima, Francia. Cuatro estatuas de la iglesia de la Santísima Trinidad y una parte de la misma iglesia fueron rayadas con frases como “islam”, “luna”, “mezquita”. En un país vecino, en España, un grupo de desconocidos entraron a la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, de la que robaron objetos y donde provocaron el incendio de otros, incluyendo la mano de la Virgen María, a finales de enero de 2010. Prohibido rezar, prohibido portar, prohibido creer… ¡ya basta! Carl Anderson decía en un Simposio realizado en Ciudad de México en septiembre de 2009 que las agresiones a la libertad religiosa ya no provienen de las armas. O al menos no solamente. Ahora “atacan a los derechos individuales de conciencia religiosa”. Y los hechos nos invitan a considerar la realidad de las palabras. En Florida, a mediados de septiembre de 2009, Frank Lay y Robert Freeman fueron demandados por rezar y bendecir los alimentos al inicio de un desayuno en la Pace High School. Director y encargado de deportes, Frank y Lank hicieron la oración cuando no había alumnos. De hecho el congresista republicano Randy Forbes criticó la demanda y dijo: “Es hora de que los estadounidense simplemente digan “¡ya basta!”. En Gran Bretaña, la enfermera Shirley Chaplin fue retirada de su puesto por llevar colgado un crucifijo (cf. InfoCatolica.com, 22.09.2009). Chaplin ha portado ese signo de fe por más de 30 años sin queja alguna por parte de los pacientes: “No puedo explicar lo importante que es la cruz para mí. Es como yo expreso mi fe. Decirme que me la quite me ha conmocionado completamente. Mi fe cristiana es lo que me motiva a cuidar a los demás”, declaró Shirley Chaplin al Daily Exprees. Tras pedir ayuda al Christian Legal Center, el director, Andrea M. Williams declaró: “Desgraciadamente existe una agenda agresiva, secularista y políticamente correcta tanto en el servicio nacional de salud como en otros sectores públicos”. A inicios de octubre de 2009, un empleado del Parque Nacional Mojave, del desierto californiano, presentó una demanda contra la cruz que hace más de siete décadas se erigió ahí en honor a los soldados de la Primera Guerra Mundial, tachándola de anticonstitucional. El ensañamiento contra la cruz no es un asunto aislado. En noviembre de 2009 el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo ordenaba la retirada de los crucifijos de las escuelas públicas en Italia y, en extensión, también de los demás países europeos, olvidando que no se trata sólo de un símbolo religioso sino también de un legado cultural antiquísimo. España, con un gobierno socialista, fue de los primeros que quiso aprovechar el dictamen del tribunal. Iluminador fue por entonces el artículo que Juan Manuel de Prada escribió en ABC (cf. 09.11.2009) comentando el hecho que, paradójicamente, coincidía con la conmemoración de la caída del muro de Berlín, un día de unión entre los pueblos europeos que, en buena medida, se logró gracias a cristianos convencidos: “La nueva tiranía no actúa reprimiendo la conciencia moral, sino desembridándola, de tal modo que sus sometidos dejan de regir su conducta por la capacidad de discernimiento, dejan de ser propiamente humanos, para guiarse únicamente por la satisfacción de sus intereses y caprichosos. La nueva tiranía, ataviada con los bellos ropajes de la libertad, otorga a esos intereses el estatuto jurídico de “derechos”, sin importarle que sean intereses egoístas o criminales; porque en la protección de tales intereses la nueva tiranía ha encontrado el modo de mantener a sus sometidos satisfechos. Ya no son hombres, sino bestias satisfechas […] Y esa es la razón por la que la nueva tiranía ordena la retirada de los crucifijos”. Por su parte, Pablo Ginés recogía en La Razón (cf. 06.11.2009) una frase del entonces consejero catalán de cultura, Joan M. Tresserras, de diciembre de 2007: “Deberíamos democratizar la mirada para interpretar los signos con pluralismo, como algo que no es ofensivo”. A inicios de febrero de 2010, la asociación preeminencia del derecho pidió formalmente al ministerio de justicia español la retirada de la cruz de Monteagudo, en Murcia, por considerar que atenta contra la laicidad del Estado. Se trata de un monumento de valor histórico, una pedanía asentada sobre un peñasco que alguna vez fue un castillo musulmán. A la petición de la desconocida asociación se ha opuesto mayoritariamente la sociedad civil. En Chile, el Consejo de Monumentos Nacionales determinó en noviembre de 2009 no permitir la instalación de una estatua de Juan Pablo II, donada por la universidad san Sebastián, en el municipio de Recoleta. Aduciendo motivos de intervención en un espacio público, el Consejo no analizó el proyecto y desoyeron a los más de 30 mil vecinos que estaban a favor de este monumento. Otros hechos no han tenido que pasar por tribunales. Han sido decisiones de facto. Y está por ejemplo la omisión de poner a las tres iglesias católicas dentro del mapa oficial del municipio de Rivas de Vaciamadrid, donde gobierna un partido de corte comunista (cf. Religión en Libertad, 09.11.2009). En Logroño, España, el celo anticatólico del alcalde pondera en el calendario oficial del municipio el nacimiento de Mahoma y silencia el de Cristo. Un decreto del Comité Popular de Bo Trach, en Vietnam, determinó retirar la estatua de la Virgen María de un cementerio parroquial en la provincia de Quang Binh, aunque no explicaban por qué ni a dónde la llevarían. De hecho, después de haber sido retirada, el párroco y los feligreses han pedido se les diga dónde fue puesta. A inicios de enero de 2010, también en Vietnam, la policía derribó una cruz de una parroquia de la arquidiócesis de Hanoi, en el distrito de My Duc. Numerosos fieles se aproximaron a la cruz para protegerla pero fueron golpeados salvajemente por los policías.

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