martes, 28 de diciembre de 2021

La ternura te desarma. Madre Verónica Mª de las Hnas de Iesu Communio

“En la Navidad el verbo se hizo carne, no es sólo un anuncio, una palabra, sino que la palabra se hace carne. ¿Qué ocurrió? Aquellos pastores que estaban al raso no podían imaginar lo que estaban llamados a ver en la noche cuando en el silencio de la noche una luz les invadió, una luz de gloria, una luz los llenó de ternura, la misericordia entrañable de Dios envolvió a todos en su interior”, comenzó la fundadora de este instituto religioso repleto de jóvenes religiosas. La señal enviada a los pastores El ángel les habló de una señal a los pastores, que era el encontrar a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. Madre Verónica se centra en este aspecto pues considera que “es una señal que no envía a otra realidad, es una señal que es realidad, un niño. Este niño es la realidad hacia la que tienen que ir. La realidad es visible, no viene sólo a señalar; es el Rey, la realidad, el amor, el esposo”. Pero, ¿qué significa encontrar a Dios en un niño?, se pregunta la religiosa burgalesa. Es “luz de ternura”, explica. La Virgen dio a luz un hijo y lo envolvió en pañales… con ternura. “Todo lo que se pide a María cuando Dios desciende a su seno y lo toma ahora en sus brazos es ternura”, señala. En este sentido, de la misma manera que los pañales envuelven al niño, la luz de Dios –recalca Madre Verónica- “envuelve ahora nuestra vida”. De este modo, “la ternura del Padre es que nosotros podamos envolver en ternura a Dios”, pero a la vez “esta ternura del Padre es que nos ha dado la carne de Jesucristo, de nuestro esposo, para poderlo amar y servir en esta vida”. Dirigiéndose a las hermanas de Iesu Communio recordaba que “desde el momento en el que el hijo de Dios es abandonado a los cuidados de una madre humana Dios Padre cuida a la Virgen misma. Desde el momento en el que el Hijo te pide ‘envuélveme’, en tu fragilidad Dios Padre cuida de ti”.

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