sábado, 4 de enero de 2020

Lourdes, un milagro en la tierra



Bernadette es una joven enfermiza, vive con su familia en la miseria, Cuando la Virgen María se le aparece en una pequeña gruta de la localidad francesa de Lourdes, nadie en el pueblo la toma en serio, El sacerdote y la policía locales incluso tratan de tapar el incidente. sin embargo sus intentos resultan infructuosos ya que Henri, el hijo de un músico de París se interesa en el caso de la pequeña Berandette.

Este filme nos cuenta la historia de los hechos de una manera muy particular porque va en paralelo la historia ocurrida en Lourdes y a la vez la historia contemporánea de un periodista que en la medida que investiga los acontecimientos, de manera progresiva, sus prejuicios contra la fe van cayendo uno a uno y pasa de ser un ateo recalcitrante a un fervoroso creyente.
En esta película dirigida por el italiano Lodovico Gasparini, la historia de Lourdes nos llega de una manera bastante original. Vemos fundidas en una sola historia, tres narraciones que oscilan entre el pasado y el presente.
Un periodista ateo debe hacer un reportaje de Lourdes lo cual está lejos de acercarse a su gusto sensible. Pero al encuentro del Lourdes de hoy llega el pasado en la forma de un diario escrito por su abuelo y del que tenía noticia solo por las conversaciones de sus padres. Su abuelo efectivamente conoció personalmente a Bernadette y ese encuentro marco su vida y la de su esposa de una manera impresionante.

La trama nos presenta además la propia historia de Bernadette, su familia, el contexto de las apariciones y el desenlace final de su ingreso a un convento y sus últimos días cerca a los enfermos en un hospital. El director del filme quiere hacernos comprender que este evento de Lourdes ha marcado la historia de muchas personas y además que nos es algo que ha quedado en el pasado sino que al presente continúa despertando la fe y la piedad de muchas personas. Posiblemente lo más importante de Lourdes no es la gruta, ni la fuente, ni tampoco las curaciones físicas...
Posiblemente lo más importante es que Dios no cesa de manifestarse en la vida de los seres humanos, de las maneras más ingeniosas, las más originales, todo para procurar el que cada uno pueda encontrar este camino hacia una plenitud mayor.
El tiempo de la prueba

A partir de 1854, varios acontecimientos vienen a trastornar la vida de la familia de Bernardita. Primero, un accidente de trabajo disminuirá a Francisco Soubirous, cuando una esquirla de la piedra del molino le salta a un ojo y le deja tuerto. Luego, será falsamente acusado por el panadero de Lourdes, de haber robado dos sacos de harina. Le costará ocho días de cárcel. Más tarde, la sequía castiga a la región durante dos años, impidiendo las cosechas de trigo y dejando a los molineros en el paro. Finalmente, cuando estamos ya en plena revolución industrial, aparecerán los nuevos molinos de vapor con los que no pueden competir los tradicionales molinos de agua. Todos estos molinos, empezando por el de Francisco Soubirous, van a la ruina. Al mismo tiempo una epidemia de cólera se abate sobre Lourdes, causando 38 muertos. Varios centenares de personas se ven afectadas por esta terrible enfermedad, entre ellas Bernardita, que sufrirá las consecuencias durante toda su vida. Los Soubirous se ven sumidos entonces en la extrema miseria. Sin vivienda, sin trabajo, sin comida, sin dinero. Un primo, Andrés Sajous, los recoge, de limosna, en una habitación de unos 16 metros cuadrados, que llamaban "le cachot", el calabozo, una antigua cárcel abandonada por insalubre. Se instalan allí a comienzos del invierno de 1857. Les prestan una cama para los padres y otra para los cuatro hijos, y disponen además de un baúl y algunas banquetas. Padre de Bernadette Marcada y herida por los acontecimientos que han llevado a su familia a la marginación social, Bernardita es víctima de un doble sentimiento de exclusión. Primero en el pueblo. La señalan con el dedo como a la que vive en "el calabozo". Y después que su padre tuvo que pasar una semana en la cárcel, la llaman la hija del "ladrón Soubirous". Después en la parroquia. Todos los domingos va a misa; pero, a diferencia de sus compañeras, no puede ir a comulgar, porque aún no ha hecho la primera comunión. Tiene catorce años, pero la enfermedad y el trabajo le han impedido ir a la escuela, por lo que no sabe leer ni escribir. Tampoco sabe hablar francés; sólo habla el dialecto de Lourdes. Ahora bien, el catecismo se enseñaba en francés. Madre de Bernadette En noviembre de 1857, los Soubirous aceptan la propuesta de María Lagüs, la antigua nodriza de Bernardita, para que ésta vaya como criada a su casa, en Bartrès, un pueblecito cerca de Lourdes. Su padre, que la quería mucho se dijo: "Será una boca menos que alimentar". Pero el deseo de hacer la primera comunión hará que Bernardita regrese al "calabozo" en enero de 1858, pocas semanas antes de la primera aparición.

No hay comentarios:

Publicar un comentario