miércoles, 7 de agosto de 2019

noticias de bioética y moral: unos ejemplos p.ej.

La pildora contraceptiva en España nunca ha llegado a utilizarse de manera generalizada

En 1967, cerca de 12 millones de mujeres ya tomaban la píldora anticonceptiva en el mundo, cifra que superó los 80 millones a mediados de los 80. En España, sin embargo, nunca ha llegado a despuntar. Mientras, es el método favorito para el 58% de las francesas y el 60% de las portuguesas. Los resultados de la última Encuesta de Anticoncepción en España (encuesta2018), realizada en 2018 por la Sociedad Española de Contracepción, desvelan que el uso de la píldora en nuestro país alcanza al 36,2% en las mujeres entre 20 y 24 años y a un 28,5% de las que tienen entre 25 y 29 años (mujerhoy 1 junio 2019).


Washington quiere utilizar los cadáveres como abono

Cremación, entierro o compostaje. En el estado de Washington ya es posible elegir entre estas tres opciones al fallecer (ver más AQUÍ). Quien lo desee podrá convertirse en abono para jardines y cultivos en lugar de ser incinerado o enterrado en un ataúd. La propuesta ya ha sido aprobada por el Senado y solo necesita la firma del gobernador, Jay Inslee, el último requisito para que la medida se haga efectiva.
La idea puede parecer disparatada, pero cada vez cuenta con más adeptos en Estados Unidos, sobre todo con los grupos más concienciados con el medio ambiente, como una forma ecológica de aprovechar los cadáveres humanos. Prefieren formar parte de los cimientos de un jardín floreciente a las puertas de una casa o alimentar las raíces de los árboles antes que descomponerse en un ataúd bajo tierra o convertirse en cenizas.
La mayor impulsora de esta nueva ley es Katrina Spade, impulsora del proyecto «Muerte urbana» y fundadora de la compañía «Recompose» con sede en la ciudad de Seattle. Allí se garantiza que un cadáver se puede convertir en abono fértil en tan solo 30 días. Lo consiguen con medidas para acelerar el proceso natural de descomposición.
Su método consiste en seguir el proceso de compostaje tradicional, que consiste en descomponer la materia orgánica con microorganismos hasta convertirse en abono. Para potenciar la descomposición añaden una mezcla de astillas de madera, y otros ingredientes biodegradables, para que microbios y bacterias hagan su trabajo con mayor rapidez y aceleren la descomposición. Todo el proceso se desarrolla a unos 55 grados centígrados de temperatura, para evitar la transmisión de enfermedades infecciosas, dicen los impulsores de la técnica.
Hoy, esta alternativa al entierro o la incineración, es ilegal o alegal en muchos países, donde está prohibido depositar restos humanos fuera de cementerios o zonas acotadas para entierro. La impulsora del proyecto «Muerte urbana», cree que la conversión de cadáveres en abono puede acabar también con los espacios destinados a su entierro, para promover otros usos.
Bajo nuestro punto de vista es ésta una práctica más, contraria a la dignidad y al respeto que el cuerpo humano merece.

Aumentan las violaciones de mujeres en las guerras

Además del fenómeno de las manadas a escala nacional, parece incuestionable que las violaciones de mujeres son más frecuentes durante los conflictos armados (ver AQUÍ). Un informe anual de la Secretaría General de la ONU, hecho público el pasado mes de abril de 2019, documenta la existencia de violencia sexual en mujeres, en 37 conflictos armados, incluyendo los que se están dando en la República Democrática del Congo, Myanmar, Somalia, Sudán del Sur y Siria. La violencia sexual en estos conflictos armados, se centran en su mayoría en mujeres y niñas, siendo ésta práctica devastadora para las personas individuales, y para la sociedad en general.

Más del 47% de personas que fallecerán para el 2060, lo harán sin cuidados paliativos adecuados

Un informe del King’s College de Londres, publicado la semana pasada en The Lancet Global Health, vaticina que para 2.060, unas 48 millones de personas (el 47% de todas las muertes) fallecerán sin poder recibir los cuidados paliativos que necesitan. El 83% de esas personas vivirán en países de ingresos bajos y medios. La autora principal, Katherine Sleeman, escribe que “integrar los cuidados paliativos en los sistemas de salud es un imperativo ético y económico”, que requiere medicamentos, personal capacitado y educación pública. Hoy se estima que recibe paliativos el 14% de la población mundial (ver AQUÍ).

Estados Unidos tuvo entre 2011 y 2015 el mayor índice de mortalidad materna de los países desarrollados

Entre 2011 y 2015, Estados Unidos tuvo el índice de mortalidad materno más alto del mundo desarrollado, aproximadamente 17,2 fallecimientos maternales por cada 100.000 nacimientos. El pasado 7 de mayo se emitió un informe (ver AQUÍ) que indica que en ese país mueren alrededor de 700 mujeres cada año por causas relacionadas con el embarazo, y que el 60% de esas muertes podrían haber sido evitadas. La causa más frecuente de dichas muertes fueron complicaciones cardiacas. Este índice de muertes fue más elevado en distintas comunidades raciales y así se elevaba a 42,8 por nacidos vivos entre las mujeres afroamericanas, tres veces más que las mujeres blancas.


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