martes, 30 de abril de 2019

más problemas asociados a las terapias de transición de género en transexuales

Un reciente estudio, publicado en la revista Circulation de la American Heart Association,[1] ofrece nuevos datos sobre el riesgo que suponen las terapias hormonales utilizadas como parte de los tratamientos en los procesos de transición de género. Las personas que recibieron terapia hormonal durante la transición de género tenían un riesgo elevado de eventos cardiovasculares, como accidentes cerebrovasculares, cardiovasculares y procesos trombóticos.

Los hallazgos subrayan la importancia de la asesoría y el monitoreo cercano de los pacientes transgénero que reciben terapia hormonal.

Los resultados se basan en el análisis de una población de 3,875 individuos holandeses que recibieron tratamiento hormonal entre 1972 y 2015 como parte de su proceso de transición de género.

La autora del estudio, la doctora Nienke Nota, investigadora del departamento de endocrinología del Centro Médico de la Universidad de Amsterdam, afirma que “a la luz de nuestros resultados, instamos tanto a los médicos como a las personas transgénero a ser conscientes de este aumento del riesgo cardiovascular”.

El análisis incluyó a 2,517 mujeres transgénero, con una media de edad de 30 años, que recibieron estrógenos, con o sin supresores de andrógenos, y 1,358 hombres transgénero, con una media de edad de 23 años, que recibieron testosterona como parte de su transición.

Para evaluar el riesgo, los investigadores determinaron la incidencia de eventos cardiovasculares agudos: accidentes cerebrovasculares y cardiovasculares y trombosis venosas profundas. Compararon su incidencia en la población transgénero con la informada en la población general. A las mujeres trans se les dio seguimiento durante un promedio de 9 años desde el inicio de la terapia hormonal, mientras que en los varones trans el seguimiento fue de 8 años tras el comienzo de la terapia.

El análisis mostró que las mujeres trans (sexo biológico masculino pero con identidad de género femenina) que recibían hormonas como parte de su transición tuvieron más del doble de accidentes cerebrovasculares que el conjunto de mujeres (29 versus 12) y casi el doble que en el caso de los varones (29 contra 16). Hubo cinco veces más casos de trombosis venosas profundas entre las mujeres trans (73) que en el conjunto de la población femenina (13) y 4.5 veces más que en la población masculina (73 versus 16). La prevalencia de los accidentes cardiovasculares fue más del doble entre las mujeres trans (30) que entre el conjunto de las mujeres (13). Los varones trans –aquellos con sexo biológico femenino pero que tenían identidad de género masculina y recibieron hormonas – tuvieron un aumento de más del triple en el riesgo de accidente cardiovascular en comparación con las mujeres (11 versus 3).

Los investigadores advierten que su estudio se basó únicamente en una revisión de registros médicos y no pudo tener en cuenta factores de riesgo como fumar, factores estresantes psicosociales, hábitos dietéticos y de ejercicio. Si bien esos factores de riesgo probablemente contribuyen al aumento del riesgo cardiovascular, los investigadores sugieren que la terapia hormonal también puede contribuir al aumento del riesgo.

En estudios anteriores, se han constatado otros efectos secundarios de estas terapias, que -debe precisarse- no están autorizadas legalmente para su utilización en procesos de transición de género y su administración es denominada “off label” o fuera de indicación terapéutica autorizada.[2]

[1] https://newsroom.heart.org/news/hormone-therapy-may-increase-cardiovascular-risk-during-gender-transition?preview=c4e3

[2] López J, González C. Valoración de la supresión de la pubertad en menores con problemas de identidad de género. Cuadernos de Bioética. 2018;29(97):247-56. DOI:10.30444/CB.9

No hay comentarios:

Publicar un comentario