miércoles, 7 de diciembre de 2016

ENS... los equipos

“(…) Es muy interesante el eslogan que usáis: “No un movimiento de acción sino de personas activas”. Habría que definir bien lo que significa “activas”; es decir, personas que cultivan una espiritualidad y que dan testimonio de ella y se vuelven capaces de prevenir situaciones difíciles o de tratarlas. Hoy la Iglesia, en lo referente a la pareja, al matrimonio, a la familia, tiene la gran misión de intervenir para curar, como un médico, allí donde no se ha llegado a prevenir el mal. No obstante, todavía no estamos bien preparados para esta misión y, de hecho, nuestro esfuerzo es el de prevenir (cursos prematrimoniales en las parroquias, grupos de familias, etc.): sin embargo, cuando ocurre lo peor, nos bloqueamos. En este sentido creo que la definición de “movimiento de personas activas” debe profundizarse incluso si no sabéis decir cómo. Permitidme que retome mi preocupación inicial: ¿cómo ayudar a las parejas en dificultad que están a punto de entrar o ya han entrado en crisis? Creo que el papel de médico os compete particularmente a vosotros, en tanto que tenéis el don de una experiencia de la santidad en la relación de pareja y podéis, por tanto, intervenir de muchas maneras para tratar las relaciones enfermas. Con ello no pretendo predefinir vuestro tipo de acción; os invito, como mucho, a preguntaros cómo vuestra identidad es interpelada a reaccionar respecto a la crisis masiva del mundo contemporáneo. Creo que hace falta imaginación y creatividad para poder dar a la Iglesia, sin perder vuestra identidad, un lenguaje capaz de afrontar la crisis, con la afectuosa bondad del médico y de la misericordia de Dios.” (Card. Carlo María Martini a los ENS, 1998)

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