domingo, 7 de agosto de 2016

Benedicto XVI y el Cura de Ars

En la carta que escribió Benedicto XVI “para la convocación de un Año Sacerdotal con ocasión del 150 aniversario del dies natalis del santo Cura de Ars” (16 de junio de 2009) se muestra enamorado de la vida y ejemplo de san Juan María Vianney. Iguales sentimientos manifestaba el Beato Juan XXIII 50 años antes (en la encíclica Sacerdotii nostri primordia, 1959). Hasta 25 veces cita el Papa frases del Cura de Ars. "El Sacerdocio es el amor del corazón de Jesús", decía el Cura de Ars. También decía: "Un buen pastor, un pastor según el Corazón de Dios, es el tesoro más grande que el buen Dios puede conceder a una parroquia, y uno de los dones más preciosos de la misericordia divina". La Misa y el Confesonario fueron los dos pilares de la acción pastoral del Cura de Ars; de ahí brotada la caridad operativa con los pobres, en diversas obras de beneficencia. De la Misa el Cura de Ars, que algo sabía de propia experiencia, decía: "¡Oh, qué grande es el sacerdote! Si se diese cuenta, moriría… Dios le obedece: pronuncia dos palabras y Nuestro Señor baja del cielo al oír su voz y se encierra en una pequeña hostia…" Había ofrecido su vida a Jesús: "Dios mío, concédeme la conversión de mi parroquia; acepto sufrir todo lo que quieras durante toda mi vida". Y del Confesonario, que en ocasiones le retenía al Cura de Ars hasta16 horas al día, le decía a un sacerdote: “Le diré cuál es mi receta: doy a los pecadores una penitencia pequeña y el resto lo hago yo por ellos". Y el Papa nos exhorta “Los sacerdotes podemos aprender del Santo Cura de Ars no sólo una confianza infinita en el sacramento de la Penitencia, que nos impulse a ponerlo en el centro de nuestras preocupaciones pastorales, sino también el método del "diálogo de salvación" que en él se debe entablar”.

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