martes, 18 de agosto de 2015

La lapidación de Soraya M.

Cruda, como sólo la realidad puede serlo. No podrás mantenerte al margen de esta película, porque la vivirás intensamente. Es profundo el asco, la indignación y la impotencia que se sienten; se pasa muy mal, pero merece la pena violentarse ante la visión de la maldad y la injusticia humana, para denunciarla y rechazarla colectivamente como execrable. Y para que se les caiga la cara de vergüenza a los occidentales tibios... Hay que rezar por todos aquellos que sufren abusos en todo el mundo, ya sean mujeres, niños, niñas... Por la dignidad del ser humano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario