domingo, 16 de febrero de 2025

Cuidados paliativos: ¿Estamos preparados para cuidarnos unos a otros?

 El pasado 2024 se cumplía una década desde que se aprobó la primera resolución mundial sobre cuidados paliativos (resolución 67.19 de la Asamblea Mundial de la Salud) en la que se instó a la OMS y a sus estados miembros a mejorar el acceso a los cuidados paliativos como componente central de los sistemas de salud. Hablamos de estados, de resoluciones, pero… ¿individualmente estamos preparados para cuidarnos unos a otros?

Recuerdo que siempre me decían en la escuela, que solo había dos cosas ciertas en la vida: la muerte y los impuestos. Pero existe una más, que es derivada de la primera: a todos, a lo largo de nuestra vida se nos va a presentar la oportunidad de tener que cuidar de alguien, una madre, un padre, un amigo…

Cuentan también que el mayor indicio de civilización prehistórica se daba cuando se encuentran los restos fósiles de un hueso de ser humano roto, y soldado: eso significa que alguien le ayudó a curar y sanar y se ocupó del débil, para poder sobrevivir. Es una bonita historia sobre como debió surgir la humanidad. En el mundo animal, reina la ley de la selva, la manada abandona a aquel que no puede cuidar de sí mismo. La vida se autoselecciona y el débil queda abandonado. En el mundo de los seres humanos, lo que nos diferencia de los animales en nuestra capacidad de cuidar, de amar. Cuidar humaniza. Cuidar al que sufre es una oportunidad que todos tenemos de ser mejores personas.

Porque, ¿qué es lo que hace una vida digna? ¿Qué es lo que hace que la vida merezca la pena? ¿de qué depende? ¿de tener salud, de la eficacia de uno mismo? ¿qué es lo que hace a la vida digna de ser vivida? ¿qué es lo determinante, la practicidad? Cuantas veces podemos ver a una persona anciana y se le escucha, “yo estoy estorbando” …y lo dice con buena intención, de no dar trabajo, u otras personas dicen “quiero tener una ancianidad en que me valga por mí mismo, que no tenga que depender de otras personas”. Entonces… ¿qué es lo determinante que da sentido nuestra vida?

¡Salud, Dinero y Amor dicen algunos! Suele repetirse mucho como máxima de la felicidad, pero, ¿de verdad queremos depositar nuestra felicidad en algo tan efímero como la salud y el dinero? Sin duda sería un fracaso, pues ya desde que nacemos sabemos que la salud es discontinua, e incluso llega un momento que desaparece. Lo único que está en nuestras manos y que no puede desaparecer, es nuestra capacidad de AMAR, de CUIDAR.

Así, debemos educarnos en el CUIDAR y en la importancia de acompañar a recibir a la muerte. Todos a lo largo de nuestra vida vamos a tener la ocasión de cuidar. Eduquémonos cuanto antes. Organicemos nuestra sociedad para cuidarnos unos a otros.

¿Cuántos años vamos a vivir? La humanidad romperá récord de longevidad en las próximas décadas. Y un dato: La mitad de la población mundial necesitará en 2060 cuidados paliativos en procesos graves y al final de la vida, ha informado la OMS. Pero ¿estamos preparados para cuidarnos unos a otros?

Desde la Fundación Dignia demandamos una Ley de Cuidados Paliativos que garantice a las personas el derecho a recibir estos cuidados de manera accesible y de forma integral, tratando a la persona en el ámbito asistencial, psicológico y espiritual. Una Ley que reconozca la especialidad de paliativos dentro de medicina y en las universidades, que forme a los profesionales sanitarios, que dote de una partida a los presupuestos generales del Estado y que aumente recursos para que las autonomías doten a los centros de capacidad para dar el servicio a personas que lo necesitan y no les llegan.

Pero ¿y cada uno de nosotros?  No todo puede recaer en el Estado:  la familia, los amigos, el entorno cercano, y cuando no hay, el lejano, debemos ser también formados en la cultura del cuidado. Desde Fundación Dignia, que ha nacido para ser un ecosistema que favorezca la integración y creación de iniciativas que fomenten los cuidados paliativos de las personas cuando más nos necesitan, os animamos a aportar cada uno su granito de arena, cuidando y acompañando a las personas.

Porque en los cuidados paliativos todos tenemos un papel fundamental. No solo el Estado, los médicos, los enfermeros, los psicólogos o los expertos. Cada uno de nosotros somos clave en ese acompañamiento y cuidado.

Como dijo Virginia Henderson: «Si puedes curar, cura. Si no puedes curar, alivia. Si no puedes aliviar, consuela. Y si no puedes consolar, acompaña»

Borja Castillo Lapetra-Director General-Fundación Dignia

 

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