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miércoles, 12 de abril de 2017

sentido de la vida

Los siguientes textos revelan, cada uno a su manera, la necesidad profunda de la persona de encontrar el sentido de su vida en medio del mundo y dentro del proyecto de civilización en el que está implicado. Marianella García Villas, de El Salvador, abogada, parlamentaria y más tarde presidenta de la Comisión para los Derechos Humanos de El Salvador, asesinada el 13 de marzo de 1983 en la guerra civil de su país: ➘ El sentido de mi vida es ser un pequeño elemento en la vida de mi pueblo; mi historia no es más que una parte de la historia de todo el pueblo, soy una mujer común y corriente. Pero, en El Salvador, las personas comunes y corrientes mueren, a menudo son encarceladas, se las hace desaparecer, se las asesina. En El Salvador, al igual que en el resto del mundo, los pobres, que son las personas más comunes y corrientes, no mueren de vejez sino de pobreza. Luigi Pintor, político italiano laico que se dice no creyente: No existe nada más importante para hacer en toda una vida que inclinarse para que otro, cogiéndote por el cuello, pueda levantarse Don Carlo Molari, teólogo, consejero espiritual de uno de los Equipos: Hay muchos signos que muestran que es posible orientar positivamente el itinerario de la humanidad. Hay que reconocerlos, cultivarlos y difundirlos, para que la esperanza pueda tener fundamento. El primer signo de esperanza es la sed de interioridad y la búsqueda de espiritualidad. Esta búsqueda espiritual, que se hace hoy en día más intensa y apasionada, viene del hecho que el hombre está llamado a la felicidad, al bienestar y al dominio de las cosas. Y esta llamada, necesariamente, tiene efectos sobre la esperanza instintiva que lleva al hombre a encontrar en la vida la mayor alegría posible. Pero también exige […] dejar definitivamente la lógica de la acumulación. Es una etapa que no se puede superar sin redescubrir la riqueza interior de las personas. De ahí la necesidad de una nuevo y vigoroso impulso de la interioridad. […] Sólo una fuerte interioridad podrá ayudar a perseverar en la lucha contra la corriente. Para el hombre de hoy, el problema crucial es saber si existe una respuesta absoluta y definitiva a las expectativas históricas del ser humano o si, por el contrario, es posible vivir contentándose con respuestas parciales, provisorias, en tensión. Algunos no llegan a soportar esta situación y se derrumban. Otros se refugian en el fundamentalismo, que es la nostalgia de los momentos importantes de su historia. Otros avanzan porque siguen guardando motivaciones ilusorias; y otros más porque han encontrado a Dios y viven la esperanza teologal. Son maneras diferentes de practicar la esperanza, viviendo la dinámica de la vida espiritual con mayor o menor perfección. Un joven de 18 años A la imagen de Cristo que estoy mirando. Me gustaría conocerte. Me gustaría tanto ver tus ojos cuando Magdalena lloraba a tus pies. Quisiera ver tus manos que los discípulos reconocieron de inmediato por la forma como partías el pan. Me gustaría escuchar tu voz, cuando las multitudes fascinadas, venidas expresamente de muy lejos, la escuchaban. Era sublime sin duda. Me gustaría ver tu rostro que perdonaba los golpes recibidos. Pero por encima de todo, quisiera hablarte, aunque sólo fuera una hora, presionarte con preguntas sobre todo lo que no sé, todo lo que me provoca dudas, quisiera saber lo que piensas de Brahms, de Guccini, de D’Annunzio o de Marx… y de mí. Padre Henri Caffarel ➘ No dudo que el gusto de lo absoluto sea un hambre de Dios inscrita en todo hombre. Esta hambre es la definición misma del hombre: es la sustancia humana la que está hambrienta, y su hambre es de Dios. Es por eso que te decía y te repito: el verdadero problema no está entre tu marido y tú, sino entre Dios y tú. Encuentra a Dios, entrégate a Él y tu vida cambiará…

lunes, 10 de abril de 2017

LOS FELICES Y LOS INFELICES SEGÚN EL SANTO CURA DE ARS

El Santo Cura estaba profundamente convencido de que una persona es feliz cuando vive con Dios; y que es infeliz sólo cuando esa persona libremente se ha separado de Dios: porque no conoce lo que Dios dice, porque ha dejado de escucharlo y hacerle caso:
   
“Hijos míos: ¿por qué somos tan ciegos y tan ignorantes? ¡Porque no hacemos caso de la palabra de Dios!”
   
Pero lo primero para poder hacer caso a Dios es saber qué dice, estar formado: “Con una persona formada hay siempre recursos. Una persona que no está formada en su religión es como un enfermo agónico; no conoce ni la grandeza del pecado, ni la belleza de su alma, ni el precio de la virtud; se arrastra de pecado en pecado”.
   
“Hay muchos cristianos que no saben por qué están en el mundo. — «¿Por qué, Dios mío, me has puesto en el mundo?»  — «Para salvarte». — «¿Y por qué quieres salvarme?» — «Porque te amo». Qué bello y grande es conocer, amar y servir a Dios! Es lo único que tenemos que hacer en el mundo. Todo lo demás es tiempo perdido”.
   
“Muchos cristianos no trabajan más que para satisfacer este cadáver [al cuerpo siempre lo llamaba «cadáver»] que pronto se pudrirá en la tierra; y, sin embargo, no piensan en su pobre alma, que debe ser eternamente feliz o infeliz. Carecen de espíritu y de buen sentido: ¡esto hace temblar! Veis, hijos, hay que pensar que tenemos un alma que salvar y una eternidad que nos espera. El mundo, las riquezas, los placeres, los honores pasarán, el cielo y el infierno no pasarán nunca. ¡Tengamos cuidado!”
   
“Quienes no tienen fe, tienen el alma más ciega que los que no tienen ojos. Estamos en este mundo como entre niebla; pero la fe es el viento que disipa esa niebla y que hace brillar en nuestra alma un bello sol… Entre nosotros, todo es alegría, felicidad y consuelo.
   
“Preguntemos a la gente del mundo. ¿Cómo podrían ver ellos si son ciegos? Son ciegos. Nuestro Señor Jesucristo haría hoy todos los milagros que hizo en Judea y no le creerían. Cuando decimos: Dios mío, yo creo; creo firmemente, es decir, sin la menor duda. (¡Oh! ¡si nos convenciéramos de estas palabras!) Creo firmemente que estás presente en todas partes, que me ves, que estoy bajo tus ojos, que un día te veré claramente yo mismo, que gozaré de todos los bienes que me has prometido. ¡Dios mío, espero que me recompensarás de todo lo que he hecho para agradarte! Dios mío, te amo ¡tengo un corazón para amarte!”

   
Cuando citaba las palabras del Evangelio: Dios dirá a los condenados: “Id, malditos…”, se conmovía y explicaba: “Malditos de Dios… ¡qué terrible desgracia!  ¿Entendéis, hijos míos?  ¡Malditos de Dios!  ¡De Dios… que no sabe más que bendecir! ¡Malditos de Dios, que es todo amor! Malditos de Dios, que es la bondad personificada, ¡malditos sin remisión! Malditos para siempre, ¡malditos de Dios! Si un condenado pudiera decir una sola vez «¡Dios mío, te amo!», no habría más infierno para él. Pero, esta pobre alma ¡ha perdido el poder de amar que ella había recibido y del que no ha sabido servirse! Su corazón está seco como el del racimo cuando ha pasado por la prensa. ¡No habrá más felicidad en esta alma, ni más paz, porque no hay más amor! Hay quienes pierden la fe y no ven el infierno más que entrando en él. Creemos que hay un infierno, pero vivimos como si no lo hubiera; vendemos el alma por unas monedas. No es Dios quien nos condena, somos nosotros, por nuestros pecados. Los condenados no acusan a Dios; se acusan ellos mismos; dicen: «He perdido a Dios, mi alma y el cielo por mi culpa»”.
   
“Fuera del Buen Dios, nada es sólido, ¡nada! ¡nada! La vida, pasa; la fortuna, se viene abajo; la salud, se destruye; la reputación, es atacada. Vamos como el viento. Todo va rápido, todo se precipita. ¡Ah, Dios mío! Hay que compadecerse de los que ponen su afecto en todas las cosas. Lo ponen porque se aman demasiado; pero no se aman con un amor razonable; se aman con amor de ellos mismos y del mundo, buscándose, buscando las criaturas más que a Dios. Por eso nunca están contentos, nunca están tranquilos; siempre están inquietos, siempre atormentados, siempre nerviosos. Ved, hijos míos, el buen cristiano recorre el camino de este mundo subido en una bonita carroza de triunfo; esta carroza es arrastrada por ángeles y es Nuestro Señor quien la conduce. Mientras el pobre pecador está enganchado al carro de la vida, y el demonio está en el asiento y lo hace avanzar a golpes de látigo”.
   
“Un cristiano conducido por el Espíritu Santo no siente pena en dejar los bienes de este mundo para correr tras los bienes del cielo. Él sabe ver la diferencia.
   
“Los que se dejan conducir por el Espíritu Santo sienten toda clase de felicidad dentro de ellos mismos; mientras que los malos cristianos se enredan con las espinas y los guijarros.
   
“Sin el Espíritu Santo, somos como una piedras de las que ves en el camino. Toma en una mano una esponja empapada en agua y en la otra una piedra; apriétalas igualmente. No saldrá nada de la piedra, y de la esponja verás salir el agua en abundancia. La esponja es el alma del Espíritu Santo; y la piedra es el corazón frío y duro donde el Espíritu Santo no vive”.

   
Como el Santo se dirigía en sus predicaciones a gente sencilla, analfabeta, buscaba imágenes simples y expresivas como ésta, con la que animaba a hacer las cosas con intención recta, por amor: “Tenemos siempre dos secretarios, el demonio que inscribe nuestras malas acciones para acusarnos, y nuestro buen ángel que escribe las buenas para justificarnos en el día del juicio.
   
“Cuando las buenas nos sean presentadas, qué pocas serán agradables a Dios. Incluso entre las mejores, encontraremos tantas imperfecciones, tantos pensamientos de amor propio, de satisfacciones humanas, de placeres sensuales, de egoísmos que se encuentran mezclados… Tienen buena apariencia: como esas frutas que parecen más amarillas y más maduras porque un gusano las ha picado. Habrá pocas buenas obras recompensadas porque en vez de hacerlas por amor a Dios, las hacemos por hábito, por rutina, por amor de nosotros mismos. ¡Qué lástima!”
   
“La gracia de Dios nos ayuda a andar y nos sostiene.  Nos es tan necesaria como las muletas para un cojo”.

   
Como para llevar una vida cristiana es imprescindible asistir a Misa los domingos, éste fue un tema insistente en su predicación. Lo argumentaba de una manera sencilla: “El domingo es el bien del Buen Dios; es su día, el día del Señor. Él ha hecho todos los días de la semana; podía guardarlos todos para Él, pero no: nos ha dado seis; sólo se ha reservado el séptimo. ¿Con qué derecho tú tocas lo que no te pertenece? Sabes que el bien robado no se aprovecha jamás. El día que se roba al Señor no se aprovechará tampoco”.
   
Y concluía de forma persuasiva y clara: “Conozco dos medios para ser pobre: trabajar el domingo y tomar el bien del prójimo”.
   
El Cura de Ars fue un excelente conocedor del alma humana, pues entró en tantísimas intimidades, escuchó tantos desahogos. Y afirmaba rotundamente que la alegría que muestran los “mundanos” es falsa: “No he encontrado nadie que se queje tanto como esas pobres gentes mundanas. Tienen sobre las espaldas un abrigo cubierto de espinas: no pueden hacer un movimiento sin pincharse; mientras que los buenos cristianos tienen un abrigo forrado de piel”.
   
“¿No es una verdadera locura poder gustar las alegrías del cielo, uniéndose a Dios por amor, y preferir el infierno? ¡No se puede entender esta locura, no se puede llorarla bastante!”

   

Tomado de “Orar con el cura de Ars. Jose Pedro Manglano

domingo, 26 de marzo de 2017

miércoles, 22 de marzo de 2017

martes, 21 de marzo de 2017

lunes, 20 de marzo de 2017

jueves, 16 de marzo de 2017

CONTRICCION Y CONSAGRACION

PORQUE PECANDO OFENDI A UN DIOS TAN BUENO Y GRANDE COMO VOS... Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido. Pésame por el Infierno que merecí y por el Cielo que perdí; pero mucho más me pesa, porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos. Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente no pecar más, y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén. Y PORQUE MARIA NOS LLEVA DERECHO A JESÚS... ¡Oh Señora mía, oh Madre mía!, yo me entrego del todo a Ti y en prueba de mi afecto, con amor filial te consagro en este día todo lo que soy, todo lo que tengo.Guarda y protege, y también defiendea este hijo tuyo, que así sea. Amén. ¡Oh Señora mía, oh Madre mía!, yo me entrego del todo a Ti, y en prueba de mi filial afecto, te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón, en una palabra, todo mi ser, ya que soy todo tuyo, ¡oh Madre de bondad!, guárdame y protégemecomo hijo tuyo. Amén.

domingo, 12 de marzo de 2017

viernes, 10 de marzo de 2017

miércoles, 8 de marzo de 2017

ORACION. ALMA DE CRISTO...

Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, confórtame. ¡Oh, buen Jesús!, óyeme. Dentro de tus llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de Ti. Del maligno enemigo, defiéndeme. En la hora de mi muerte, llámame. Y mándame ir a Ti. Para que con tus santos te alabe. Por los siglos de los siglos. Amén.

martes, 7 de marzo de 2017

ESTA CUARESMA: DIOS Y TU

También hoy estamos felices, llevamos alegría en nuestro corazón, pero diría que es una alegría quizá más sobria, una alegría humilde. En estos cincuenta años hemos aprendido y experimentado que el pecado original existe y se traduce, siempre de nuevo, en pecados personales, que pueden convertirse en estructuras de pecado. Hemos visto que en los campos del Señor hay también cizaña. Hemos visto que en la red de Pedro se encuentran también peces malos. Hemos visto que la fragilidad humana está presente también en la Iglesia, que la nave de la Iglesia está navegando también con viento contrario, con tempestades que amenazan la nave y alguna vez hemos pensado: «El Señor duerme y nos ha olvidado». Esta es una parte de la experiencia realizada en estos cincuenta años, pero también hemos tenido una nueva experiencia del Señor, de su bondad, de su fuerza. El fuego del Espíritu Santo, el fuego de Cristo no es un fuego devorador, destructivo; es un fuego silencioso, una pequeña llama de bondad, de bondad y de verdad, que transforma, da luz y calor. Hemos visto que el Señor no nos olvida. También hoy, a su modo, humilde, el Señor está presenta y da calor a los corazones, muestra vida, crea carisma de bondad y de caridad que iluminan el mundo y son para nosotros garantías de la bondad de Dios. Sí, Cristo vive, está con nosotros también hoy, y podemos ser felices hoy porque su bondad no se apaga; ¡es fuerte también hoy!». Benedicto XVI

lunes, 6 de marzo de 2017

anticristianismo s. XXI -3

Y la persecución física que desgraciadamente nunca falta Pero como si ya la persecución ideológica no fuera poco, a ésta se suma la triste y constate persecución física. En la segunda quincena de septiembre de 2009 Human Rights Watch for Laos Religion Freedom denunció la persecución que los cristianos padecen en Laos: les niegan el acceso al agua, a la educación y a los servicios de salud, con especial beligerancia como ya sucediera en los años 90´s del siglo pasado. Pero las restricciones parecen no tener fin. InfoCatolica.com reportaba que en Laos 48 personas fueron consignadas a un campo de concentración por el simple hecho de ser cristianos (cf. 13.02.2010). Pero no era todo. Les destruyeron sus casas y les mantuvieron sin comida, agua y luz por no poco tiempo. Laos, un país comunista muy próximo a China, ha reanudado la persecución cristiana argumentando que es una religión extranjera. En Iraq la situación de odio y persecución no podía ser peor. El pasado mes de noviembre de 2009 un grupo armado destruyó con bomba la iglesia de san Efrén, en Mosul, y el convento anexo. Por fortuna las cinco religiosas dominicas del convento salvaron la vida. El arzobispo de Bagalore, monseñor Bernard Moras, ha denunciado la pasividad y apatía del gobierno indio ante los ataques contra los cristianos de ese país. Centenares de personas perdieron su hogar, propiedades y familiares por el solo hecho de creer en Cristo. 2009 fue uno de los años más sangrientos para los cristianos en India. Según datos de la Pew Forum 2009, los diez países donde los cristianos sufren más persecución son Afganistán, Arabia Saudita, Bután, China, Corea del Norte, India, Irak, Malasia, Mauritania y Yemen. Otra organización, la Christian Security Network, ponderaba el riesgo real que tienen los ministros y lugares de culto como blancos para atentados: “Los ministros de culto cristianos deben empezar a pensar de modo diverso y considerar el incremento de medidas de seguridad ya sea para proteger a la propia persona como a los bienes contenidos en los lugares de culto”. Según el director ejecutivo de este organismo, Jeff Hawkins, en Estados Unidos aumentaron los delitos contra religiosos y lugares de culto cristianos en 2009. Fijándonos en Arabia Saudita, uno de los países con mayores restricciones en materia de libertad religiosa, ReligionenLibertad.com reportaba cómo millares de trabajadores católicos son amenazados con el despido si no se convierten al islam (cf. 05.02.2010). Más recientemente, en diciembre de 2009 y enero de 2010, los cristianos coptos de Egipto han sido objetos de hostigamientos y agresiones físicas y verbales. Concretamente el 7 de enero, día de la Navidad copta, un grupo de musulmanes abrió fuego contra las personas que habían asistido al servicio religioso en la ciudad de Luxor. El mismo día, en Malasia, eran atacadas cuatro iglesias. En ese país asiático se incrementó todavía más la violencia después que el Tribunal Supremo Malayo permitió a los católicos usar el término árabe Alá para referirse a Dios. ¿El resultado? Iglesias quemadas en Kuala Lampur y al sur del estado de Johor. Un artículo de Jeff Jacoby en The Boston Globe fue de los pocos que en occidente alzó la voz contra la infamia hacia los cristianos egipcios y recordó la presencia milenaria de éstos en aquellas tierras: “Dos milenios después de que Jesucristo naciera en Oriente Medio, los cristianos que viven allí sufren a menudo enormemente a causa de su fe. Egipto es el hogar de la población cristiana más antigua y grande la región, pero las humillaciones a las que son sometidos son muchas: se les impide construir o reparar sus iglesias, tiene prohibido el acceso a muchos cargos públicos, y son tratados con desprecio cuando piden ayuda a la policía o los tribunales”. Y refiriéndose a cristianos que están en las mismas circunstancias, en otros lugares del mundo, añadía: “En Irak, los cristianos de la ciudad de Mosul están siendo expulsados por una oleada de violencia; […] En China, los cristianos que se niegan a rezar en las iglesias “patrióticas” de filiación pública son sistemáticamente humillados; […] En Somalia, al menos 11 cristianos que habían abandonado el islam eran decapitados en 2009 por el grupo yihadista al-Shabaab […]”. Y terminaba lapidariamente: “…los motivos del miedo son muy reales. Y también por tanto lo es su necesidad de las oraciones y la solidaridad de todos, cristianos y no cristianos, que buscan ser guardianes de nuestros hermanos”. En Turquía la comunidad cristiana también la pasa mal. A inicios de diciembre de 2009, tres musulmanes entraron a la iglesia siro-ortodoxa de Meyrem Ana y amenazaron de muerte al párroco si no destruía el campanario. El campanario es un valioso monumento histórico y pertenece a una de las pocas iglesias que siguen en pie. La amenaza musulmana llegó después de la negativa suiza a la construcción de minaretes, aunque los cristianos turcos nada tuvieran que ver con la decisión. En otro país musulmán, en Pakistán, una niña católica de 12 años fue torturada, violada y asesinada por un rico abogado islámico de Lahore. Shazia Bashir trabajaba como empleada doméstica y recibía 12 dólares al mes por su trabajo. Con ese dinero ayudaba a la economía de su casa que, por cierto, no era y no es buena. “Era joven, débil y cristiana, por tanto víctima perfecta. Sentimos indignación por esta situación”, decía Francis Mehboob, director del Christian Study Center. Hemos repasado hechos, lugares y nombres. Ciertamente el fin del presente no es suscitar odios o rencores, pero sí espabilar nuestras conciencias; abrir los ojos a realidades que no pueden pasar desapercibidas y que siguen mereciendo el más firme de los rechazos. Por fortuna, un número significativo de cristianos vivimos en países donde la persecución física no es tan acentuada o pasa desapercibida. Pero la imposición ideológica, que no deja de ser otro modo de persecución, está viva y latente, es real, y no se puede permanecer indiferente. Cortar la voz de la Iglesia y recluir la fe a la vida privada no es cosa buena si eso significa imponer modelos de pensamiento que ningún bien producen, más si se superponen a derechos como la libertad de expresión, pensamiento, conciencia y religión. El control que muchos estados quieren tener no se puede dejar pasar sin más y es algo que está sucediendo. Creer en los tiempos de cólera no es fácil. Cuando se piensa distinto, cuando se nada contra corriente, cuando se hostiga, castiga y señala sólo por creer, no es fácil la fe. Sin embargo –estoy seguro– millones de seres humanos preferiríamos dar la vida que renunciar a lo que Dios nos pide. “Prefiero obedecer a Dios antes que a los hombres”, decía san Pedro (cf. Hch. 5, 29). Leía un artículo de Ángela Vallvey (cf. La Razón, 21.01.2010) donde la escritora –que no me consta sea creyente– decía: “El anticlericalismo esconde, tras su afán de modernidad bactericida metafóricamente lincha-curas, una formidable dosis de intransigencia, exaltación y fanatismo (curiosamente, lo mismo de lo que acusa al clero católico)”. La realidad es esa pero el poder del voto católico puede reflejar cosas distintas en todos los países. Tomado del blog de E. Mujica

sábado, 4 de marzo de 2017

anticristianismo s.XXI -2

A la cárcel los que piensan distinto, a ponerles restricciones o a discriminarles Es curioso cómo al cobijo de la bandera de la libertad de expresión se acogen quienes vituperan y zarandean la opinión de la Iglesia. Pero cuando ésta o sus miembros expresan su opinión, en respecto y con afán de iluminar las conciencias, se le censura y discrimina. “Es una tiranía sorda que se extiende por todas partes y te obliga a no salirte de ciertos límites. Se caracteriza por su vacuidad intelectual, por la falta de profundidad en sus planteamientos […] y es la primera vez que desde los poderes públicos se abandera una operación así”, decía el escritor y periodista José Javier Esparza en un congreso realizado a inicios del mes de noviembre de 2009, sobre el carácter totalitario de la ideología del pensamiento único, en España. ¿Acciones? Las hay. A finales del mes de septiembre de 2009 un tribunal polaco multó con 7000 euros al semanario católico Gosc Niedzielny, de la diócesis de Katowice. ¿El motivo? Cuestionar un fallo de la Corte Europea de Derechos Humanos quien ordenó pagar indemnización a una mujer a la que no se le permitió abortar. Alicja Tysiac decía que el embarazo agudizaría su miopía pero los médicos no consideraron que era una causal. Después de dar a luz, casualmente sufrió un desprendimiento de retina, si bien los médicos no vieron relación entre embarazo y este hecho cuestionado por el semanario Gosc Niedzielny. En otra parte del mundo, en Bosnia, la situación de los católicos no es muy diferente. El cardenal-arzobispo de Sarajevo, Vinko Puljic, reconoció en declaraciones a la agencia zenit (cf. 30.11.2009) que las injusticias que padecen los católicos en Bosnia es alarmante: “los católicos sufren la falta de igualdad de oportunidades bajo muchos aspectos, especialmente a nivel administrativo y en el acceso al trabajo”. La comunidad católica en Bosnia es una minoría entre ortodoxos y musulmanes. De hecho, el cardenal Puljic también comentó con tristeza que un grupo musulmán imprimió cien mil libros contra Jesucristo, mismo que luego distribuyeron gratuitamente. Y cuando el cardenal Puljic se quejó ante el líder musulmán éste le dijo que lo ignorara. En Italia el racismo pseudo laico llegó al colmo cuando una religiosa de la congregación de María Consoladora fue nombrada maestra suplente para la asignatura de literatura en una escuela pública. Inmediatamente se alzaron las protestas que se centraban en el hecho de que era religiosa. Se pasaba de largo la excelente formación académica y experiencia docente de esta mujer de 61 años, cabellos grises y aire humilde cuyo único delito era ser religiosa católica. “Si hubiera venido un enseñante de otra religión, los padres católicos lo habrían acogido con mucha disponibilidad, no se entiende por qué esta actitud respecto a sor Analisa”, declaraba la directora del colegio, María Matilde Filippini. A mediados de enero de 2010, The Daily Telegraph (cf. 11.01.2010) publicó un artículo donde cuestionaba la actitud del gobierno de Inglaterra y Gales por investigar colegios católicos y anglicanos. El gobierno estaría llevando a cabo una serie de pesquisas para el recorte de libertades en los colegios confesionales para imponer vetos todavía más férreos a la política de admisión en esas instituciones. De este modo, los colegios quedarían obligados a admitir alumnado o personal que no está en sintonía con los ideales y valores que están a la base de ellos. “En todo este asunto, el gobierno está haciendo gala de una mezcla de dos cualidades desagradables. Una es el creciente laicismo agresivo del moderno Partido Laborista, cuyos miembros tienden a equiparar la religión con la superstición. La otra es su repulsa a la independencia, ya sea en el sector privado o público”, decía el artículo del Daily Telegraph. Eclesiofobia En todo este contexto, una víctima de la censura fue el arzobispo de Nueva York, mons. Timothy M. Dolan. En The New York Times le habían publicado algunos artículos, pero le dijeron “ya no” cuando mons. Dolan escribió uno sobre el anticatolicismo en el que se refería a este tema como pasatiempo nacional. A finales de enero de 2010, también en Estados Unidos, la Freedom from Religion Foundation pidió se retirara un sello postal dedicado a la madre Teresa de Calcuta por su labor humanitaria. El argumento utilizado, como reportaba ForumLibertas.com (cf. 29.01.2010) era que madre Teresa era “demasiado católica”. Y además “se le notaba”. Y ya que hablamos de grandes personas, el domingo 31 de enero de 2010 la agencia ANSA publicaba unas “revelaciones” donde dos periodistas italianos relanzaban acusaciones contra Pío XII tachándolo de indiferente ante el rapto de los judíos romanos (razzia) para ser llevados a campos de concentración. Sólo que los periodistas olvidaron que el documento “contundente” que ellos hallaron está mal históricamente: la razzia judía fue el 16 de octubre de 1943, no el 19 de octubre de 1943, como decía su calumniosa “investigación”. En este tema en particular, y sobre los ataques contra Benedicto XVI y Pío XII, fue iluminador y demoledor el artículo de filósofo francés Bernard-Henri Levy en el que pone de manifiesto que en no pocas ocasiones se quiere usar como chivos expiatorios a los pontífices: “Habría que dejarse de tanta mala fe, de tantos prejuicios y, para no callarme nada, de tanta desinformación cuando se habla de Benedicto XVI. […] Por ahora, para restablecer la exactitud histórica hay que precisar que antes de optar por la acción clandestina, antes de abrir, sin decirlo, sus conventos a los judíos romanos perseguidos por los sicarios fascistas, el silencioso Pío XII pronunció unos discursos radiofónicos (por ejemplo, los de las navidades de 1941 y 1942) que después de su muerte le valdrían el homenaje de Golda Meir, que sabía lo que significa hablar y no dudó en declarar: "Durante los diez años del terror nazi, mientras nuestro pueblo sufría un martirio espantoso, el Papa alzó su voz para condenar a los verdugos". […] Y, por ahora, lo asombroso es que todo el peso, o casi, del ensordecedor silencio que se hizo en el mundo entero alrededor de la Shoah recaiga sobre uno de los soberanos de aquel tiempo que: a) no tenía ni cañones ni aviones a su disposición; b) según la mayoría de los historiadores, no escatimó esfuerzos para compartir con aquellos que los tenían la información de la que disponía; c) salvó -sí, él-, tanto en Roma como en otros lugares, a un gran número de aquellos de los que se sentía responsable moralmente. […] Último apunte en el Gran libro de la bajeza contemporánea: ya se trate de Pío o de Benedicto, se puede ser Papa y chivo expiatorio”. En México, a inicios de febrero de 2010 el Congreso de los Diputados aprobó definir al país como un Estado laico, incluyendo ese término en la Constitución, concretamente en el artículo 40. La decisión fue tomada en el contexto de oposición de la Iglesia católica, y no sólo de ella, a leyes contra la familia, la vida y el derecho de los padres a la educación de sus hijos según sus propias convicciones. Ciertamente el problema no es definir a México como Estado laico sino la concepción de “laico” que tienen los diputados. Unos días después otro diputado pidió se sancionara legalmente, por ley, a los sacerdotes que opinarán sobre política. La realidad es que la censura no era para los temas de política, sino para callar a la Iglesia en los temas de moral bajo sanciones penales.

viernes, 3 de marzo de 2017

anticristianismo s. XXI -1

No es la primera vez que redacto un artículo sobre la cristianofobia y seguramente no será el último. Lo vuelvo a hacer porque sigue siendo impresionante la deriva laicista de imposición ideológica que va tomando el mundo occidental, sin espacio a más ideas y reflexiones que las del pensamiento único, y las masacres que a diario se perpetran contra cristianos en el oriente medio y el lejano oriente. Los gestos de virulencia se multiplican y provienen tanto de personas constituidas en dignidad política como desde minúsculos colectivos que exigen prerrogativas pero insultan a despecho y mansalva, no dando aquello que piden: respeto y tolerancia. Es verdad que prácticamente todas las religiones en el mundo sufren algún tipo de discriminación. Pero ninguna como el cristianismo. Más de 200 millones de cristianos sufren discriminación por su fe, según Ayuda a la Iglesia Necesitada. Salvo contadas excepciones, occidente va renunciando a su pasado multisecular que ha posibilitado la democracia, la libertad y la igualdad: el cristianismo. Los hechos están ahí: los hemos ido recogiendo en diferentes momentos y ahora también los repasaremos. Impacta que no tengamos que remontarnos al siglo pasado, centuria de mártires al por mayor, como en los primeros años del cristianismo; ¡son de hace algunos meses!, de hace algunas semanas, de hace algunos días. Y nos hacen pensar en que ser cristianos no es fácil, pero que no deja de tener sentido. Jesucristo mismo lo dijo: “Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará” (Mt. 10, 22). El insulto fácil y gratuito… también a través del cine y las campañas publicitarias Una primera forma de asedio es el insulto fácil, las descalificaciones gratuitas, las reconstrucciones ficticias presentadas como supuestamente históricas y el escarnio doloso. A mediados de septiembre de 2009 el escritor Philip Pullman anunció la publicación del libro The Godd Man Jesus and the Scoundrel Christ (Jesús el Buen Hombre y el Cristo canalla) para la Semana Santa de 2010. Conocido por su aversión anticristiana, Pullman presenta a Jesucristo como un canalla y a san Pablo como un fantasioso. Ateo y miembro de la Sociedad Nacional Secular, Pullman es autor también de “La Brújula Dorada”, obra de la que se hiciera una película (The Golden Compass). Un mes más tarde apareció la película Ágora, un remedo de película histórica de claro cariz anticristiano. En ella Alejandro Amenábar aborda la vida de Hipatia, una filósofa alejandrina, a la que presenta como “mártir de la ciencia” asesinada por cristianos. Ningún documento histórico demuestra que así haya sido. La película suscitó reacciones del público contra el cristianismo lo que evidenciaba el efecto de los hechos presentados como historia. Otra película, aunque ésta sí tuvo éxito, fue 2012. ¿Qué tiene de especial? El único lugar religioso que aparece destruido es el Vaticano. Y hay una razón y la dijo el director de la película, Roland Emmerich: “Yo quería hacerlo, lo debo admitir. Uno puede dejar que los símbolos cristianos se desmoronen, pero si lo quieres hacer con un símbolo árabe terminas con una sanción”. Ya en otro momento hemos aludido a los comentarios seniles de algunos autoproclamados intelectuales. Desde la tierra que no es su patria, el escritor portugués José Saramago lanzó una nueva invectiva contra la fe de millones de personas el pasado mes de octubre de 2009, al publicar su última obra. En esta ocasión su aquelarre fue específicamente contra la Biblia a la que tachó de “manual de malas costumbres, un catálogo de crueldad”. En su país de origen no fueron pocas las desvinculaciones respecto a un escritor que parecía desconocer el gaje del propio oficio. Así, el conocido bestseller Miguel Souza Tavares dijo que en Saramago todo es vanidad y corrupción mientras que la revista GP le llamaba “loco por publicidad”. Y también loco de publicidad estaba Hans Küng, el teólogo disidente tristemente famoso por sus sistemáticos ataques contra la Iglesia. En un artículo publicado en The Guardian y La Repubblica critica las decisiones intra eclesiales de una confesión que ya no es la suya. Concretamente hizo unas críticas sin elemental sentido teológico al gesto de benevolencia de Benedicto XVI hacia los anglicanos que desean pasar a la comunión con la Iglesia católica. Pero la búsqueda de publicidad a costa de humillar la fe de millones no es exclusiva de “intelectuales”. En el teatro Sadler´s Well, del Reino Unido, se estrenó el mes de octubre de 2009 una “obra” de ballet de un coreógrafo hispano-venezolano en el que se presentaba a un Papa que abusa de monaguillos y estrangula con el Rosario a una monja. Aunque la BBC había pensado retransmitir la obra por televisión, al final decidió no hacerlo. Días antes el coreógrafo reveló que el personaje del Papa estaba influido por el actual pontífice, al que acusó de homófobo. A inicios de diciembre del mismo año la asociación ecologista PETA realizó una campaña con la imagen desnuda de una joven cubierta únicamente por una cruz, imitando a san Antón. En otra la chica aparece con un perro y un Rosario en la mano (cf. aci prensa, 02.12.2009). Debajo de una de las imágenes, según informa ReligionenLibertad.com (cf. 03.12.2009), se lee: “Sé un ángel para los animales. Siempre adopta, nunca compres”. Joanna Kupra, la “modelo”, se distingue por posar para revista pornográficas como Playboy. “Es otra muestra del irrespeto hacia la Cristiandad y del abuso que nunca ocurriría con otra religión” decía Deal Hudson, del InsideCatholic on line. A mediados del mes de febrero de 2010, la Universidad de Granada, en España, presentó una exposición fotográfica de un Bayona. En esa muestra se exhibe a la Virgen María como una prostituta, a San José como un camello y a su hijo, Jesús, como un gay tras no quedar satisfecho de sus relaciones sexuales con María Magdalena. Una vez más el escarnio y la ofensa quieren ser presentados como arte. Pero a veces el insulto se convierte en agresión. Y eso fue lo que sucedió en uno de los santuarios marianos más importantes del mundo, en Fátima, Francia. Cuatro estatuas de la iglesia de la Santísima Trinidad y una parte de la misma iglesia fueron rayadas con frases como “islam”, “luna”, “mezquita”. En un país vecino, en España, un grupo de desconocidos entraron a la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, de la que robaron objetos y donde provocaron el incendio de otros, incluyendo la mano de la Virgen María, a finales de enero de 2010. Prohibido rezar, prohibido portar, prohibido creer… ¡ya basta! Carl Anderson decía en un Simposio realizado en Ciudad de México en septiembre de 2009 que las agresiones a la libertad religiosa ya no provienen de las armas. O al menos no solamente. Ahora “atacan a los derechos individuales de conciencia religiosa”. Y los hechos nos invitan a considerar la realidad de las palabras. En Florida, a mediados de septiembre de 2009, Frank Lay y Robert Freeman fueron demandados por rezar y bendecir los alimentos al inicio de un desayuno en la Pace High School. Director y encargado de deportes, Frank y Lank hicieron la oración cuando no había alumnos. De hecho el congresista republicano Randy Forbes criticó la demanda y dijo: “Es hora de que los estadounidense simplemente digan “¡ya basta!”. En Gran Bretaña, la enfermera Shirley Chaplin fue retirada de su puesto por llevar colgado un crucifijo (cf. InfoCatolica.com, 22.09.2009). Chaplin ha portado ese signo de fe por más de 30 años sin queja alguna por parte de los pacientes: “No puedo explicar lo importante que es la cruz para mí. Es como yo expreso mi fe. Decirme que me la quite me ha conmocionado completamente. Mi fe cristiana es lo que me motiva a cuidar a los demás”, declaró Shirley Chaplin al Daily Exprees. Tras pedir ayuda al Christian Legal Center, el director, Andrea M. Williams declaró: “Desgraciadamente existe una agenda agresiva, secularista y políticamente correcta tanto en el servicio nacional de salud como en otros sectores públicos”. A inicios de octubre de 2009, un empleado del Parque Nacional Mojave, del desierto californiano, presentó una demanda contra la cruz que hace más de siete décadas se erigió ahí en honor a los soldados de la Primera Guerra Mundial, tachándola de anticonstitucional. El ensañamiento contra la cruz no es un asunto aislado. En noviembre de 2009 el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo ordenaba la retirada de los crucifijos de las escuelas públicas en Italia y, en extensión, también de los demás países europeos, olvidando que no se trata sólo de un símbolo religioso sino también de un legado cultural antiquísimo. España, con un gobierno socialista, fue de los primeros que quiso aprovechar el dictamen del tribunal. Iluminador fue por entonces el artículo que Juan Manuel de Prada escribió en ABC (cf. 09.11.2009) comentando el hecho que, paradójicamente, coincidía con la conmemoración de la caída del muro de Berlín, un día de unión entre los pueblos europeos que, en buena medida, se logró gracias a cristianos convencidos: “La nueva tiranía no actúa reprimiendo la conciencia moral, sino desembridándola, de tal modo que sus sometidos dejan de regir su conducta por la capacidad de discernimiento, dejan de ser propiamente humanos, para guiarse únicamente por la satisfacción de sus intereses y caprichosos. La nueva tiranía, ataviada con los bellos ropajes de la libertad, otorga a esos intereses el estatuto jurídico de “derechos”, sin importarle que sean intereses egoístas o criminales; porque en la protección de tales intereses la nueva tiranía ha encontrado el modo de mantener a sus sometidos satisfechos. Ya no son hombres, sino bestias satisfechas […] Y esa es la razón por la que la nueva tiranía ordena la retirada de los crucifijos”. Por su parte, Pablo Ginés recogía en La Razón (cf. 06.11.2009) una frase del entonces consejero catalán de cultura, Joan M. Tresserras, de diciembre de 2007: “Deberíamos democratizar la mirada para interpretar los signos con pluralismo, como algo que no es ofensivo”. A inicios de febrero de 2010, la asociación preeminencia del derecho pidió formalmente al ministerio de justicia español la retirada de la cruz de Monteagudo, en Murcia, por considerar que atenta contra la laicidad del Estado. Se trata de un monumento de valor histórico, una pedanía asentada sobre un peñasco que alguna vez fue un castillo musulmán. A la petición de la desconocida asociación se ha opuesto mayoritariamente la sociedad civil. En Chile, el Consejo de Monumentos Nacionales determinó en noviembre de 2009 no permitir la instalación de una estatua de Juan Pablo II, donada por la universidad san Sebastián, en el municipio de Recoleta. Aduciendo motivos de intervención en un espacio público, el Consejo no analizó el proyecto y desoyeron a los más de 30 mil vecinos que estaban a favor de este monumento. Otros hechos no han tenido que pasar por tribunales. Han sido decisiones de facto. Y está por ejemplo la omisión de poner a las tres iglesias católicas dentro del mapa oficial del municipio de Rivas de Vaciamadrid, donde gobierna un partido de corte comunista (cf. Religión en Libertad, 09.11.2009). En Logroño, España, el celo anticatólico del alcalde pondera en el calendario oficial del municipio el nacimiento de Mahoma y silencia el de Cristo. Un decreto del Comité Popular de Bo Trach, en Vietnam, determinó retirar la estatua de la Virgen María de un cementerio parroquial en la provincia de Quang Binh, aunque no explicaban por qué ni a dónde la llevarían. De hecho, después de haber sido retirada, el párroco y los feligreses han pedido se les diga dónde fue puesta. A inicios de enero de 2010, también en Vietnam, la policía derribó una cruz de una parroquia de la arquidiócesis de Hanoi, en el distrito de My Duc. Numerosos fieles se aproximaron a la cruz para protegerla pero fueron golpeados salvajemente por los policías.

miércoles, 1 de marzo de 2017

Mensaje para esta cuaresma. Papa Francisco

Queridos hermanos y hermanas: La Cuaresma es un nuevo comienzo, un camino que nos lleva a un destino seguro: la Pascua de Resurrección, la victoria de Cristo sobre la muerte. Y en este tiempo recibimos siempre una fuerte llamada a la conversión: el cristiano está llamado a volver a Dios «de todo corazón» (Jl 2,12), a no contentarse con una vida mediocre, sino a crecer en la amistad con el Señor. Jesús es el amigo fiel que nunca nos abandona, porque incluso cuando pecamos espera pacientemente que volvamos a él y, con esta espera, manifiesta su voluntad de perdonar (cf. Homilía, 8 enero 2016). La Cuaresma es un tiempo propicio para intensificar la vida del espíritu a través de los medios santos que la Iglesia nos ofrece: el ayuno, la oración y la limosna. En la base de todo está la Palabra de Dios, que en este tiempo se nos invita a escuchar y a meditar con mayor frecuencia. En concreto, quisiera centrarme aquí en la parábola del hombre rico y el pobre Lázaro (cf. Lc 16,19- 31). Dejémonos guiar por este relato tan significativo, que nos da la clave para entender cómo hemos de comportarnos para alcanzar la verdadera felicidad y la vida eterna, exhortándonos a una sincera conversión. 1. El otro es un don La parábola comienza presentando a los dos personajes principales, pero el pobre es el que viene descrito con más detalle: él se encuentra en una situación desesperada y no tiene fuerza ni para levantarse, está echado a la puerta del rico y come las migajas que caen de su mesa, tiene llagas por todo el cuerpo y los perros vienen a lamérselas (cf. vv. 20-21). El cuadro es sombrío, y el hombre degradado y humillado. La escena resulta aún más dramática si consideramos que el pobre se llama Lázaro: un nombre repleto de promesas, que significa literalmente «Dios ayuda». Este no es un personaje anónimo, tiene rasgos precisos y se presenta como alguien con una historia personal. Mientras que para el rico es como si fuera invisible, para nosotros es alguien conocido y casi familiar, tiene un rostro; y, como tal, es un don, un tesoro de valor incalculable, un ser querido, amado, recordado por Dios, aunque su condición concreta sea la de un desecho humano (cf. Homilía, 8 enero 2016). Lázaro nos enseña que el otro es un don. La justa relación con las personas consiste en reconocer con gratitud su valor. Incluso el pobre en la puerta del rico, no es una carga molesta, sino una llamada a convertirse y a cambiar de vida. La primera invitación que nos hace esta parábola es la de abrir la puerta de nuestro corazón al otro, porque cada persona es un don, sea vecino nuestro o un pobre desconocido. La Cuaresma es un tiempo propicio para abrir la puerta a cualquier necesitado y reconocer en él o en ella el rostro de Cristo. Cada uno de nosotros los encontramos en nuestro camino. Cada vida que encontramos es un don y merece acogida, respeto y amor. La Palabra de Dios nos ayuda a abrir los ojos para acoger la vida y amarla, sobre todo cuando es débil. Pero para hacer esto hay que tomar en serio también lo que el Evangelio nos revela acerca del hombre rico. 2. El pecado nos ciega La parábola es despiadada al mostrar las contradicciones en las que se encuentra el rico (cf. v. 19). Este personaje, al contrario que el pobre Lázaro, no tiene un nombre, se le califica sólo como «rico». Su opulencia se manifiesta en la ropa que viste, de un lujo exagerado. La púrpura, en efecto, era muy valiosa, más que la plata y el oro, y por eso estaba reservada a las divinidades (cf. Jr 10,9) y a los reyes (cf. Jc 8,26). La tela era de un lino especial que contribuía a dar al aspecto un carácter casi sagrado. Por tanto, la riqueza de este hombre es excesiva, también porque la exhibía de manera habitual todos los días: «Banqueteaba espléndidamente cada día» (v. 19). En él se vislumbra de forma patente la corrupción del pecado, que se realiza en tres momentos sucesivos: el amor al dinero, la vanidad y la soberbia (cf. Homilía, 20 septiembre 2013). El apóstol Pablo dice que «la codicia es la raíz de todos los males» (1 Tm 6,10). Esta es la causa principal de la corrupción y fuente de envidias, pleitos y recelos. El dinero puede llegar a dominarnos hasta convertirse en un ídolo tiránico (cf. Exh. ap. Evangelii gaudium, 55). En lugar de ser un instrumento a nuestro servicio para hacer el bien y ejercer la solidaridad con los demás, el dinero puede someternos, a nosotros y a todo el mundo, a una lógica egoísta que no deja lugar al amor e impide la paz. La parábola nos muestra cómo la codicia del rico lo hace vanidoso. Su personalidad se desarrolla en la apariencia, en hacer ver a los demás lo que él se puede permitir. Pero la apariencia esconde un vacío interior. Su vida está prisionera de la exterioridad, de la dimensión más superficial y efímera de la existencia (cf. ibíd., 62). El peldaño más bajo de esta decadencia moral es la soberbia. El hombre rico se viste como si fuera un rey, simula las maneras de un dios, olvidando que es simplemente un mortal. Para el hombre corrompido por el amor a las riquezas, no existe otra cosa que el propio yo, y por eso las personas que están a su alrededor no merecen su atención. El fruto del apego al dinero es una especie de ceguera: el rico no ve al pobre hambriento, llagado y postrado en su humillación Cuando miramos a este personaje, se entiende por qué el Evangelio condena con tanta claridad el amor al dinero: «Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero» (Mt 6,24). 3. La Palabra es un don El Evangelio del rico y el pobre Lázaro nos ayuda a prepararnos bien para la Pascua que se acerca. La liturgia del Miércoles de Ceniza nos invita a vivir una experiencia semejante a la que el rico ha vivido de manera muy dramática. El sacerdote, mientras impone la ceniza en la cabeza, dice las siguientes palabras: «Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás». El rico y el pobre, en efecto, mueren, y la parte principal de la parábola se desarrolla en el más allá. Los dos personajes descubren de repente que «sin nada vinimos al mundo, y sin nada nos iremos de él» (1 Tm 6,7). También nuestra mirada se dirige al más allá, donde el rico mantiene un diálogo con Abraham, al que llama «padre» (Lc 16,24.27), demostrando que pertenece al pueblo de Dios. Este aspecto hace que su vida sea todavía más contradictoria, ya que hasta ahora no se había dicho nada de su relación con Dios. En efecto, en su vida no había lugar para Dios, siendo él mismo su único dios. El rico sólo reconoce a Lázaro en medio de los tormentos de la otra vida, y quiere que sea el pobre quien le alivie su sufrimiento con un poco de agua. Los gestos que se piden a Lázaro son semejantes a los que el rico hubiera tenido que hacer y nunca realizó. Abraham, sin embargo, le explica: «Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso encuentra aquí consuelo, mientras que tú padeces» (v. 25). En el más allá se restablece una cierta equidad y los males de la vida se equilibran con los bienes. La parábola se prolonga, y de esta manera su mensaje se dirige a todos los cristianos. En efecto, el rico, cuyos hermanos todavía viven, pide a Abraham que les envíe a Lázaro para advertirles; pero Abraham le responde: «Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen» (v. 29). Y, frente a la objeción del rico, añade: «Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto» (v. 31). De esta manera se descubre el verdadero problema del rico: la raíz de sus males está en no prestar oído a la Palabra de Dios; esto es lo que le llevó a no amar ya a Dios y por tanto a despreciar al prójimo. La Palabra de Dios es una fuerza viva, capaz de suscitar la conversión del corazón de los hombres y orientar nuevamente a Dios. Cerrar el corazón al don de Dios que habla tiene como efecto cerrar el corazón al don del hermano. Queridos hermanos y hermanas, la Cuaresma es el tiempo propicio para renovarse en el encuentro con Cristo vivo en su Palabra, en los sacramentos y en el prójimo. El Señor "que en los cuarenta días que pasó en el desierto venció los engaños del Tentador" nos muestra el camino a seguir. Que el Espíritu Santo nos guie a realizar un verdadero camino de conversión, para redescubrir el don de la Palabra de Dios, ser purificados del pecado que nos ciega y servir a Cristo presente en los hermanos necesitados. Animo a todos los fieles a que manifiesten también esta renovación espiritual participando en las campañas de Cuaresma que muchas organizaciones de la Iglesia promueven en distintas partes del mundo para que aumente la cultura del encuentro en la única familia humana. Oremos unos por otros para que, participando de la victoria de Cristo, sepamos abrir nuestras puertas a los débiles y a los pobres. Entonces viviremos y daremos un testimonio pleno de la alegría de la Pascua. Vaticano, 18 de octubre de 2016 Fiesta de San Lucas Evangelista FRANCISCO